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  • El desempleo... todavía un problema mundial
    ¡Despertad! 1984 | 22 de julio
    • El desempleo... todavía un problema mundial

      EL DESEMPLEO es un problema que tiene que ver con más que el simplemente no tener trabajo. “Gradualmente se va perdiendo la dignidad, el sentido de identidad y el contacto con el mundo de afuera”, respondió un ex profesor. Otro desempleado dijo: “Me siento muerto por dentro”. Algunos que se han quedado sin trabajo han llegado a tal grado de desesperación que han amenazado de muerte a asesores de empleo.

      Pero la complejidad del problema se está haciendo más evidente a medida que la cantidad de personas desempleadas aumenta alrededor del mundo. “En el Tercer Mundo, más de 500.000.000 de personas están desempleadas o tienen empleo parcial, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo”, informó el periódico The Toronto Star. “En Europa y Norteamérica otros 50.000.000 de personas están desempleadas”, agregó la misma fuente, indicando el alcance de la situación. En Canadá se repartieron $6.800 millones en subsidios de paro durante un período de diez meses, cantidad que es aproximadamente 72 por 100 mayor que la del mismo período del año anterior. Además, en Canadá aumentó recientemente el porcentaje de personas desempleadas a 13,5 por 100, en comparación con el porcentaje anterior de 11,2 por 100.

      Aunque en los Estados Unidos el porcentaje de desempleo ha bajado a 8 por 100 en 1984, en algunos estados el porcentaje ha alcanzado hasta 14,9 por 100.

      “Para los más de 10.000.000 de estadounidenses que desesperadamente necesitan y quieren hallar empleo, el recobro ni siquiera está a la vista”, informó para la revista U.S.News & World Report Lane Kirkland, presidente de un sindicato laboral.

      Las perspectivas de trabajo en Gran Bretaña son poco prometedoras también. Un informe emitido por el Grupo Económico de Cambridge predice que para fines de esta década la cantidad de desempleados podría aumentar a más de cuatro millones de personas.

      En el Japón y en ocho países de Europa hay más personas desempleadas que las que hubo el año pasado, dice The Economist del 18 de febrero de 1984. En el pasado invierno la República Federal de Alemania tuvo las cifras de desempleo más altas de la historia posbélica del país.

      En Yugoslavia, “hasta 15 por 100 de los trabajadores de la nación —aproximadamente 900.000 personas— están sin empleo, y todavía siguen aumentando las filas de los desempleados”, informa la revista U.S.News & World Report.

      En Costa de Marfil, uno de cada cinco trabajadores está sin empleo, calcula la revista Time.

      Las consecuencias

      Muchas personas no se dan cuenta de las consecuencias sicológicas, físicas y sociales que experimentan las personas desempleadas y sus familias. Tampoco se dan cuenta de cómo las perspectivas de trabajo poco prometedoras contribuyen a las frustraciones de los que están sin empleo. El estar sin trabajo “puede tener efectos devastadores en los empleados y sus familias”, dijo un informe sobre el desempleo. Éste explicó: “Se ha documentado bien la afirmación de que la falta de dignidad, el insomnio, la tirantez en las relaciones familiares, la violencia doméstica, la depresión, el abuso de las bebidas alcohólicas y hasta el suicidio son resultados de la pérdida del empleo”. Los titulares de algunos periódicos afirman: “El suicidio y el delito se relacionan con el desempleo”.

      Hay quienes ponen en tela de juicio la relación entre el suicidio y la economía, pero investigadores estadounidenses indican que en los Estados Unidos los suicidios han aumentado en 13 por 100 durante un período de tres meses, durante el cual el “aumento correspondiente del índice de desempleo fue de 28 por 100”. De acuerdo con el análisis que hicieron éstos, “un aumento del índice anual de desempleo en una parte decimal de porcentaje resulta en 320 suicidios adicionales por año en el caso de los hombres”.

      Los efectos sicológicos negativos son graves. “El desempleo es un asesino”, dijo otro titular. El artículo decía que resultaba en aumento de las enfermedades cardiovasculares y los homicidios. Hugh Drummond, doctor en medicina y periodista, dijo que el desempleo era “una de las mayores amenazas que haya habido contra la salud”. Cierto ministro declaró: “He enterrado a hombres que, según creo, han muerto debido al desempleo”.

      Si usted está sin empleo, ¿puede hacer algo para enfrentarse a los estragos del desempleo? ¿Hay maneras de arreglárselas hasta que uno vuelva a tener empleo? ¿Hay maneras de crear empleos, o de hallar otro tipo de empleo? ¿Qué se puede hacer respecto al estado de ánimo, el cual es esencial para mantener el equilibrio?

  • Cómo hacer frente al desempleo
    ¡Despertad! 1984 | 22 de julio
    • Cómo hacer frente al desempleo

      USTED SIENTE un dolor agudo al oír las palabras punzantes: ‘Lo siento, vamos a tener que dejarlo cesante’. Entonces le entra la desesperación. Temores acerca del futuro se apoderan de usted. Las perspectivas de empleo poco prometedoras solo contribuyen a los sentimientos de desamparo y frustración que ya lo abruman. El enfrentarse a cada día nuevo se convierte en una pesadilla. Un sentimiento implacable de vergüenza se cierne sobre usted como una nube oscura.

      Para un segmento cada vez mayor de la población realmente existe la probabilidad de encararse a tal situación. Para muchas otras personas ésta ya es una realidad innegable. El desempleo azota despiadadamente todas las razas, edades y niveles económicos, de modo que afecta a una creciente cantidad de personas que nunca antes habían pensado que estarían involuntariamente sin trabajo. Las consecuencias pueden tener efectos duraderos en las personas y familias, efectos que pueden persistir hasta mucho después que se haya resuelto el problema de empleo. ¿Hay algo que se pueda hacer para enfrentarse a dicha situación?

      Su estado de ánimo

      Primero, usted necesita mantener un punto de vista positivo. Si los que podrían emplearlo notan que usted tiene una disposición negativa, tal vez lo marquen como uno que siempre sale perdiendo, y lleguen a la conclusión errónea de que usted no se presta para el empleo. Por eso, no reaccione de manera extremada a su situación ni se deje agobiar. Usted no ha llegado a un callejón sin salida. Halle consuelo en el hecho de que usted no es el único sin trabajo. Por supuesto, el perder el empleo puede ser una de las experiencias más traumáticas de la vida. Pero si usted aún tiene vida y ciertos bienes, no lo ha perdido todo.

      Usted puede luchar contra el temor y la ansiedad. Éstos producen sentimientos negativos que socavan la confianza en sí mismo. Esté consciente del peligro de culparse a sí mismo. (‘¡Debo tener algún defecto! ¡Soy inútil! ¿Por qué está trabajando él y yo no?’) Resista el impulso de culpar a otros. (‘¡Nunca le caí bien al jefe!’) No considere su desempleo como un obstáculo permanente, sino como uno que puede quitar del camino aunque requiera algún tiempo.

      Algunas personas desempleadas se apartan de su familia y de sus amistades. Pero no tenga miedo de pedir ayuda. No se aísle. Si sus hijos tienen bastante edad como para comprender la situación y ayudarle, infórmeles al respecto. Pídales que cooperen con usted. Hable con otras personas acerca de lo que usted siente, piensa y teme. Nadie sabrá lo que usted está experimentando a no ser que usted hable de ello. Acepte de buena gana el apoyo emocional de las personas que se interesan en usted. Una antigua máxima dice: “Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia” (Proverbios 17:17). Si usted es pariente o amigo de alguien desempleado, ¿está usted resultando ser dicha clase de “compañero verdadero” por medio de mostrar empatía y dar su apoyo? Miembros de la familia y amistades pueden ayudarle a vencer la sacudida angustiosa del desempleo.

      Sugerencias prácticas

      Cuando lleguen las cuentas no las pase por alto ni pretenda que el problema desaparecerá. ¿Cómo se sentiría usted si alguien que le debe dinero se comportara de manera evasiva y no le dijera por qué no está pagando la deuda a tiempo? El aplicar el siguiente consejo produce beneficios: “Hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes” (Mateo 7:12, Versión Popular). Por lo tanto, si usted no puede pagar sus cuentas, hable con sus acreedores. En muchos casos, si usted tan solo se comunica con ellos, están dispuestos a hacer arreglos para otro plan de pagos hasta que usted vuelva a encontrar un trabajo fijo.

      Además, considere su situación desde un punto de vista apegado a la realidad. Póngase a planear cómo hacer uso de las cosas que usted tiene a su favor. De hecho, tiene por lo menos una ventaja valiosa... la experiencia de haber trabajado. Con esto puede empezar a buscar otro empleo.

      Pero primero infórmese respecto a lo que se le debe de su trabajo anterior. ¿Le toca recibir indemnización por despido? ¿Tenía usted alguna clase de seguro relacionado con su empleo? ¿Puede recibir subsidio de paro? ¿Existen otras ayudas gubernamentales? Asegúrese de que usted esté enterado de todas estas posibles ayudas. Solicítelas si usted llena los requisitos para recibirlas. No se sienta avergonzado de pedir dicha ayuda si realmente la necesita. Por ejemplo, ¿es vergonzoso pedir ayuda médica si usted se ha lesionado o no se siente bien? Además, probablemente existen tales fondos debido a que usted y otras personas han pagado impuestos. Por eso, considere tal ayuda como el beneficio proveniente de un seguro. ¿En qué otros aspectos se puede trabajar?

      Elimine los gastos innecesarios: Ahora, sea que usted esté sin trabajo o no, mire a su alrededor y vea lo que se puede hacer para reducir o hasta eliminar ciertos gastos. Tal vez esto requiera que ajuste su manera de vivir, pero se tiene que tratar con la emergencia de manera realista. He aquí algunas sugerencias. Si es posible, procure reducir el costo de la calefacción o del aire acondicionado. En ciertos hogares quizás se trate de un asunto tan sencillo como el simplemente ajustar el termostato unos cuantos grados. Además, considere la posibilidad de usar otros tipos de combustible que quizás sean menos costosos que el que usa actualmente.

      Hay quienes gastan hasta $400 al año en cigarrillos, $500 al año en bebidas alcohólicas, y $1.500 al año comiendo en restaurantes. ¡Estas personas pueden hacer mucho respecto a reducir tales gastos a fin de vivir según sus ingresos!

      Ciertas familias tal vez puedan considerar cuántos televisores tienen. ¿Es necesario que más de uno esté funcionando a la misma vez? O ¿bastaría un solo televisor para toda la familia? ¡Hasta hay quienes ni siquiera tienen uno! ¿Cuántos teléfonos tiene usted? ¿Bastaría con solo uno? ¿Cuántos automóviles tiene usted? ¿Qué hay de los artículos de lujo? ¿Qué hay del trineo automóvil? ¿De la casa-remolque? ¿Tiene equipo adicional para recreación? Todos éstos contribuyen a lo que se gaste en combustible, reparaciones y seguros. El vender estos artículos y otros que estén de más puede añadir algo a sus ingresos, además de disminuir los gastos.

      Ahorre en los alimentos: Varias familias pueden unir sus esfuerzos y comprar alimentos básicos y otros comestibles en grandes cantidades a precios al por mayor y entonces distribuir el alimento entre las varias familias. Busque los artículos que estén a precio reducido en las rebajas. Compre los comestibles en sazón y congélelos, enváselos o póngalos en conserva. Hay quienes ahorran mucho al comprar las frutas, las hortalizas y las carnes directamente de algún granjero. Se puede ahorrar todavía más si uno mismo recoge las frutas y verduras en ciertas granjas. Esto también puede resultar en una excursión sana para la familia. Algunos granjeros hasta permiten que uno recoja lo que sobre después de la cosecha... ¡gratis! Investigue esta posibilidad.

      Ciertas familias utilizan sus propias tierras o alquilan parcelas de terreno, si las hay, para cultivar sus propios vegetales y criar sus propias aves. El envasar y congelar los comestibles le permite ahorrar dinero si usted tiene más alimento del que pueda consumir mientras esté fresco. Si usted no puede alquilar terreno, pregunte a algunos granjeros, amigos y parientes si usted podría usar sin costo alguno una parcela de terreno pequeña. Si su edad y estado de salud no le permiten usar la tierra de esta manera, investigue si hay libros en la biblioteca de su localidad que le informen acerca de lo que se pueda cultivar en jardineras. ¡Tal vez usted quede sorprendido al saber lo que podría hacer y ahorrar!

      Ciertas madres han hallado que los sábados por la tarde los huertos de hortalizas y los supermercados desechan alimento bueno porque a los gerentes les parece que tal vez se dañe durante el fin de semana. Estas madres han hecho arreglos para recoger este alimento bueno antes de que lo desechen. Otras personas compran pan y otros artículos de panadería del día anterior y congelan lo que no necesitan inmediatamente. O quizás usted pueda ahorrar dinero por medio de hacer su propio pan. Todas estas medidas son útiles.

      Ahorre en la ropa: El costo de la ropa se puede reducir notablemente si usted hace su propia ropa e intercambia ropa con otras familias que tengan niños que estén desarrollando. Si usted sí compra prendas de vestir, espere hasta que haya rebajas. Además, haga la prueba de comprar ropa en tiendas que vendan ropa usada, pero de buena calidad. En muchos casos hay quienes venden artículos usados en mercados de artículos de segunda mano o en “ventas de garaje”. Los niños crecen tan rápido que la ropa les queda pequeña pronto, de modo que frecuentemente se puede comprar ropa buena en estos lugares. (Las ventas de garaje o de patio también son prácticas para conseguir juguetes a precios bajos para los niños.) Pero ¡haga sus compras con cuidado! Compre solamente lo que necesite. Guárdese de comprar por impulso.

      Ahorre en cuanto a vivienda: Algunas personas han tenido que sacrificar casas con hipotecas o alquileres altos y mudarse a apartamentos, remolques habitables o casas rurales que estuvieran dentro de su alcance económico. Otras personas han tenido que ir a vivir con parientes o amigos... y, si era necesario, arreglar porciones de la casa para acomodar a dos familias. Además, esto a veces les permitió eliminar el costo de mantener otro automóvil. Hace años muchas familias vivían de esta manera y era de gran beneficio para todos. Claro, tal arreglo exige cierto grado de flexibilidad y sacrificio. Pero ¿existe algún problema que no se pueda vencer con el amor genuino? Usted y los niños quizás vuelvan a descubrir el gozo que proviene de vivir en la misma casa con los abuelos.

      El desempleo ofrece ciertas oportunidades

      Aunque el estar desempleado tal vez sea espantoso, podría transformarse en una bendición. Proverbios 20:30 dice: “A veces se requiere una experiencia dolorosa para hacernos cambiar de derrotero”. (Today’s English Version, en inglés.)

      El desempleo le ofrece la oportunidad de conocerse mejor a sí mismo. Le proporciona tiempo para volver a evaluar su vida y pensar de nuevo en ciertos asuntos. Le da la oportunidad de concentrarse en las destrezas que usted no haya aprovechado y de explorar una variedad de posibilidades de empleo que usted nunca tuvo el tiempo de considerar antes. Quizás usted descubra que otro tipo de trabajo sería más apropiado y hasta más agradable para usted.

      El desempleo puede darle la oportunidad de cultivar a mayor grado las relaciones de familia. Con demasiada frecuencia, las personas simplemente están demasiado ocupadas o cansadas después de un día de duro trabajo para poder llegar a conocer a su cónyuge o a sus hijos al grado que quisieran. Ahora usted puede participar en ciertas actividades con los miembros de su familia y hacer cosas para ellos, lo cual usted quizás no tuvo tiempo de realizar en el pasado, como prepararles una cena o construir aquella repisa adicional en el ropero. No obstante, usted todavía desea conseguir empleo. El asunto es cómo conseguirlo.

  • Cómo hallar empleo, o ingeniarse uno
    ¡Despertad! 1984 | 22 de julio
    • Cómo hallar empleo, o ingeniarse uno

      ‘PERO ¿qué hay de otro empleo?’, pregunta usted. Tal vez tenga que hallar otra clase de empleo y el salario sea menor. Pero muchos han aprendido a estar satisfechos con ingresos más bajos. Quizás usted hasta descubra que, aunque el hacer ciertos ajustes puede resultar en ganar menos dinero, ¡al fin y al cabo le sobra más! A este respecto, es imprescindible hacer un presupuesto.

      También es imprescindible ser persistente respecto a buscar otro trabajo. Es fácil empezar a sentirse desanimado después de unas cuantas desilusiones. Pero recuerde que, aunque los trabajos estén escasos, aún hay trabajadores que renuncian a su empleo, se jubilan, son transferidos a otro trabajo o mueren. Por eso, el “andar por las calles sigue siendo una de las mejores maneras de encontrar empleo”, informa cierto periódico. Haga llamadas telefónicas a fábricas, oficinas y centros de empleo y visite estos lugares. Lea los anuncios en los periódicos. Además, “los expertos concuerdan en que entre 50 y 80 por 100 de todas las oportunidades de empleo nunca se anuncian”. Por eso, pregunte a parientes, amigos y vecinos acerca de las posibilidades de empleo. Deje saber a todos ellos lo que usted puede hacer y lo que está dispuesto a hacer. Prepare un resumen de su experiencia de trabajo y déjelo con ellos y en los lugares donde usted solicite empleoa. Esté dispuesto a mudarse a otra localidad si tiene que hacerlo. De vez en cuando varían las zonas donde se encuentra empleo.

      Pero no se mantenga tan ocupado que no tenga tiempo para divertirse de vez en cuando. El estar constantemente buscando empleo hace que vayan aumentando tensiones perjudiciales, mientras que breves períodos de recreación las disipan.

      ¿Qué hay si todas estas medidas fracasan? O ¿qué puede hacer usted hasta hallar otro empleo? Muchos han aprendido a ingeniarse un trabajo. Esto se puede hacer con éxito especialmente en el campo de ciertos servicios, que consisten en proporcionar a otros lo que quieren o necesitan. Por ejemplo, cuando cierta familia halló que no había ninguna tienda de ropa usada en su pueblo, ¡abrió una! O ¿qué hay de convertirse en jardinero? Hoy día hay muchas plantas verdes en las tiendas, las oficinas, los hoteles, las salas de espera de los aeropuertos y otros lugares de esta índole. El proporcionar dichas plantas y cuidar de ellas en varios lugares puede resultar en ingresos adecuados, que usted puede ganarse durante horas que usted mismo escoja.

      También hay oportunidades para los que no pueden dejar el hogar. Quizás usted sea hábil en preparar artículos de repostería y panadería o sepa preparar deleitables comidas típicas que estén en demanda en la zona donde usted vive. Muchos restaurantes compran tales artículos bien preparados para su uso. O quizás usted tenga que anunciar sus productos. En la mayoría de las ciudades hay semanarios o publicaciones que contienen noticias comerciales y ofrecen poner anuncios gratis. En los supermercados frecuentemente hay tableros donde la gente puede anunciar artículos que estén en venta. Cierta señora que hacía artículos de repostería polacos quedó sorprendida al ver cómo las personas respondieron al primer anuncio gratis que ella puso: ¡Recibió pedidos que sumaron más de $200! Hay otras cosas, como la costura y la modificación de ropa, que se pueden hacer en casa también. En la lista que acompaña a este artículo se enumeran otras medidas que se podrían tomar para crear un empleo, las cuales han ayudado a otras personas a evitar las angustias del desempleo.

      Lo principal es mantenerse ocupado... aun haciendo trabajo de voluntario si se tiene que hacer. Una ventaja que ofrece el trabajo de voluntario es que muestra a posibles empresarios que usted es industrioso. Además, aumenta su confianza en sí mismo porque usted está ocupado ayudando a otros.

      Mantenga un punto de vista positivo

      Algunos que han aplicado con éxito los consejos susodichos no regresarían a sus empleos anteriores, aun si pudieran hacerlo. El perder su trabajo les permitió hallar empleo en otro campo, que resultó ser mucho más agradable. Están en mejor situación financiera en muchos sentidos y tienen más tiempo para atender a su familia.

      No se desespere si usted está desempleado o si existe la posibilidad de que lo despidan dentro de poco. Enfréntese al futuro con confianza. Si tiene fe firme en las promesas de Dios, que se hallan en la Biblia, la falta de empleo no será tan devastadora si recordamos que Él dice: “De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé”, y: ‘Echen sobre él [Dios] toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes’. (Hebreos 13:5; 1 Pedro 5:7.)

      La fe en dichas promesas puede sostenerlo a usted. Junto con las sugerencias prácticas que se presentan aquí, la fe le ayudará a hacer frente al desempleo.

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