Ponderando las noticias

Peligros del espiritismo

● El periódico Diário de Pernambuco relata acerca de un crimen monstruoso en Olinda, Brasil, que ilustra los peligros de jugar con el espiritismo. Un hombre estranguló a su hija, que tenía un año y cinco meses de edad, y cuando la policía lo interrogó acerca del asunto, dijo: “Un espíritu entró en mi cuerpo y me obligó a hacer esto. Yo estaba desconcertado y no sabía lo que estaba haciendo, y finalmente cometí esta insensatez.”

Al relatar sobre lo que lo llevó a cometer el crimen, el hombre dijo que cuando los médicos no pudieron curarle su enfermedad, “decidí aceptar la opinión de algunos amigos y fui en busca de una sacerdotisa del vudú. Comencé a asistir a las ceremonias y ella me prescribió muchos fetiches, ejecutó algunos ritos del vudú sobre mí y mejoré de mi enfermedad. Luego me dijo que debía hacer favores a todos los fetiches, por que si no, me sucederían cosas terribles. Puesto que no creo mucho en esas cosas, no presté ninguna atención a sus amenazas. No hice nada de lo que ella me dijo que hiciera, lo cual resultó en que me sucediera esto.”

Según el periódico, esta historia no es rara entre los seguidores del “macumba” (vudú brasileño). Sabiamente, la Biblia nos advierte que nos mantengamos lejos de toda práctica asociada con el espiritismo. El espiritismo pone a la persona bajo la influencia de poderes inicuos invisibles muy reales: Satanás el Diablo y sus demonios.—2 Cor. 4:4; Gál. 5:20, 21; Rev. 21:8; 22:15.

‘El mundo necesita un mesías’

● Según una cita en un informe de prensa procedente de Roma, el presidente y fundador del afamado “Club de Roma” (un grupo internacional de intelectuales) hizo un llamamiento por un “mesías” que salve al mundo de sus trastornos sociales y económicos actuales. El informe dijo: “Aurelio Peccei, quien por 72 años ha observado la vida desde casi todo ángulo, dice que el mundo necesita desesperadamente un mesías. El presidente y fundador del Club de Roma dice que un caudillo carismático —científico, político o religioso— sería lo único que pudiera salvar al mundo de los trastornos sociales y económicos que amenazan destruir la civilización. Tal caudillo tendría que hacerse valer sobre los intereses nacionales e internacionales así como sobre las estructuras políticas y sociales a fin de sacar a la humanidad de los males que la afligen, dice Peccei.”

Por mucho tiempo el Soberano del universo ha estado al tanto de esta necesidad. Él ha prometido que habrá tal caudillo con poder para “hacerse valer sobre los intereses nacionales e internacionales.” Esto se puede ver en la profecía acerca del rey mesiánico en Daniel 7:14: “A él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él.”

El glorificado Jesucristo es en realidad el prometido rey mesiánico de Dios, dado por Dios “como caudillo y comandante a los grupos nacionales.” (Isa. 55:4) ¿Qué clase de gobernante será él? El profeta de Jehová lo describe como una persona que tiene “el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de consejo y de poderío, el espíritu de conocimiento y del temor de Jehová,” para así juzgar con justicia y unir a la humanidad en paz.—Isa. 11:1-9.

Confusión en la política papal

● La orden reciente del papa Juan Pablo II en el sentido de que el clero católico de todo el mundo abandone las actividades políticas seglares ha causado alguna confusión. Robert Drinan, sacerdote jesuita y congresista estadounidense, dijo que no volvería a presentar su candidatura. En cambio, la monja Carolyn Farrell, alcaldesa de Dubuque, Iowa, dijo que no renunciaría a su puesto político, pues las mujeres “nunca han estado clasificadas en la categoría del clero.”

Mientras tanto, y casi simultáneamente, el papa estaba instando a los miembros de la iglesia africana a participar en la política: “Un reto importante para el cristiano es el de la vida política,” dijo él a una gran concurrencia en Nairobi, Kenia. “En el estado, los ciudadanos tienen el derecho y el deber de participar en la vida política.” El papa añadió: “Sería un error pensar que el cristiano como individuo no debería envolverse en estos aspectos de la vida.”

Al comentar sobre la aparente contradicción de principios, entre la orden que el papa dio al clero y su propia participación en la política de Polonia y dentro de la iglesia, el Times de Nueva York comentó en un artículo de fondo: “Parece que el papa no quiere que los sacerdotes abandonen la política, sino solamente los puestos electivos.” En vista de la declaración de Jesús a sus discípulos de que ellos “no eran del mundo, como yo no soy del mundo,” ¿pudiéramos imaginarnos a Jesús emitiendo tales expresiones contradictorias?—Juan 17:14; 18:36, Versión Nácar-Colunga, católica.