De nuestros lectores

“Dungeons and Dragons”

Soy un ávido jugador del juego D. & D. y lo he sido por tres años y medio. Leí el artículo que ustedes publicaron y me pareció muy bueno. Ha sido la descripción más exacta del juego que haya leído. No obstante, hallé que algunas declaraciones eran exageradas. Ustedes declaran que “es rarísimo el juego en que los jugadores no asesinen, causen incendios, torturen, ultrajen o asalten.” Esto sencillamente no es cierto. “El juego enseña la avaricia y el materialismo.” Eso aplica solo a las personas que son avaras y materialistas. “El juego enseña el politeísmo y el demonismo.” ¿Les parece a ustedes que la ignorancia sea buena? La Biblia también enseña que el conocimiento es muy importante. No hay por qué se tenga que jugar el juego a un nivel de avaricia y materialismo. Y no siempre es verdad eso de que el juego hace que la gente se vuelva egoísta y desconfiada. Ese es solo un nivel o estilo de juego.

P. S., Connecticut

Quizás este juego no siempre lleve al jugador a desplegar cualidades de maldad, pero parece que a menudo éste es el caso. La Biblia no aconseja que se trate de obtener conocimiento de la maldad y el demonismo. Esta declara: “Sean pequeñuelos en cuanto a la maldad; sin embargo lleguen a estar plenamente desarrollados en facultades de entendimiento.” (1 Corintios 14:20) Y recalca: “¿Qué participación tiene la luz con la oscuridad?”—2 Corintios 6:14.—La dirección.

Muchísimas gracias por el artículo acerca de “Dungeons and Dragons.” Antes estaba muy aficionado a este juego. Gasté cientos de dólares en él y dediqué miles de horas a jugarlo, pues dejé que monopolizara mi tiempo por completo. Pasaba el tiempo libre ideando nuevos calabozos, nuevos monstruos, nuevos modos de asesinar. Aunque yo siempre defendía a los personajes “buenos,” aun éstos eran malvados y se valían del asesinato para lograr sus buenos fines. Deseo advertir a los lectores de su revista que no cedan al deseo de jugar este juego. No solo promueve el demonismo y el espiritismo, sin mencionar la violencia y el asesinato, sino que le roba a uno tiempo que pudiera utilizarse de manera más sabia y provechosa.

D. H., Tejas

Deseo darles las gracias por el artículo que ustedes publicaron últimamente intitulado “’Dungeons and Dragons’... diversión peligrosa.” Poco menos de dos semanas después que leí el artículo, a mi hija adolescente le ofrecieron un empleo en el que tenía que dibujar los personajes de unos cuantos juegos para adultos. Esto me pareció bien hasta que se me dijo que los personajes serían duendes y otras criaturas mitológicas. Recordé el artículo que había leído y pregunté si estos juegos eran parecidos al juego “Dungeons and Dragons” y se me dijo que sí lo eran. Si no hubiera leído ese artículo en particular, es posible que pudieran haber surgido algunos problemas serios, pero pudimos evitarlos. Ahora me aseguro de leer cada ¡Despertad! de cabo a rabo. No quiero perderme nada.

D. K., Misuri

El arte de escuchar

Tengo once años de edad y acabo de leer el artículo “El arte de escuchar.” Creo que contiene consejo maravilloso para las personas más jóvenes. Sigan publicando estos artículos excelentes.

T. S., Canadá