BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • El “esclavo fiel” da “alimento a su debido tiempo”
    La Atalaya 1981 | 15 de julio
    • que en sentido espiritual está bien alimentada. Además, la clase del “esclavo” se identifica por el hecho de que tiene los mismos puntos de vista y actitudes que tuvieron aquellos siervos fieles de Jehová que existieron antes de la era cristiana y en los primeros tiempos del cristianismo.

      Entre esos puntos de vista y actitudes están: Completa confianza en Jehová y depender de él. (Pro. 3:5-7) El plenamente aceptar la Biblia entera como verdad, como la guía inspirada de Dios para el hombre. (Sal. 119:160; Rom. 15:4; 1 Tes. 2:13; 2 Tim. 3:16, 17; 2 Ped. 1:20, 21) Seguir humildemente las pisadas de Jesucristo, aun al punto de negarse a sí mismos y aguantar persecuciones gozosamente. (1 Ped. 2:21; Mat. 16:24) El estar conscientes de que los siervos de Dios tienen que ser enseñables, no independientes, y que tienen que seguir buscando. (Sal. 25:9; Mat. 7:7) El reconocimiento de que el pueblo de Jehová tiene que esforzarse vigorosamente en el servicio a Dios y predicar y hacer discípulos. (Luc. 13:24; Mat. 24:14; 28:19, 20) El buscar en primer lugar el reino de Dios y Su justicia.—Mat. 6:33, 34.

      Estos son solamente algunos de los puntos de vista bíblicos que identifican a la única congregación verdadera del pueblo de Dios hoy día. Pero suministran una base para instar a todos nuestros lectores a asociarse activamente con una congregación de testigos de Jehová. También se les anima a que sigan estudiando la Biblia con la ayuda de esta revista y otras publicaciones a su alcance, comparando cuidadosamente con las Santas Escrituras lo que estén aprendiendo. (Hech. 17:11) Así, pueden seguir espiritualmente bien alimentados con “alimento a su debido tiempo” y participar en la felicidad del “esclavo fiel y discreto” al rendir a Jehová servicio sagrado aceptable.

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1981 | 15 de julio
    • Preguntas de los lectores

      ● Si dentro de un matrimonio el cónyuge inocente reanuda las relaciones sexuales con el cónyuge adúltero después de haber llegado a saber del adulterio que éste ha cometido, ¿constituye evidencia de perdón por parte del cónyuge inocente la reanudación de las relaciones sexuales?

      El que uno de los dos cónyuges tenga relaciones sexuales fuera del matrimonio es base para divorcio por el cónyuge inocente, si éste desea divorciarse; por la misma razón, se entiende que si se reanudan las relaciones sexuales se ha extendido perdón y se ha reparado la brecha entre los dos. De lo contrario, no hay verdadera armonía de acción con el extender perdón.—Mat. 19:9; 5:37.

      Si el cónyuge adúltero manifiesta arrepentimiento genuino, y ambos cónyuges tienen el deseo sincero de hacer un esfuerzo mutuo por resolver los problemas que se hayan desarrollado, ciertamente sería muy apropiado el mostrar misericordia y extender perdón al que hubiera cometido el mal. Se debería hacer todo esfuerzo razonable por preservar la relación matrimonial que existe, sin dejar de reconocer que por un tiempo probablemente haya cierto grado de tirantez en las relaciones y haya que resolver problemas. De esta manera, el asunto podría resultar no solo en bendición para la pareja casada y para cualesquier hijos que todavía estén en el hogar, sino también en una derrota para el gran quebrantador de matrimonios, Satanás el Diablo.

      En ciertos casos, tal vez sea muy difícil que el cónyuge inocente halle una verdadera base para continuar el matrimonio. Aun antes de que hubiera salido a luz el adulterio, tal vez hubo graves problemas con relación a poner en práctica los principios bíblicos respecto a la jefatura y la sumisión. Quizás haya habido poca comunicación entre los cónyuges, y el grado de amor y respeto que se tenían el uno al otro estuviera en un nivel muy bajo. La amargura, el resentimiento u otros factores tal vez hacían difícil el que cada cual rindiera al otro lo que le era debido en sentido sexual. Si se extiende el perdón, ¿habrá verdadera mejora en lo que tiene que ver con tratar de resolver estos problemas serios y profundamente arraigados? Al cónyuge inocente tal vez le parezca que hay poca posibilidad de ver una mejora, y quizás opte por divorciarse del cónyuge adúltero, aunque esto envuelva ajustes en la vida, tales como el enfrentarse al trauma de un divorcio, la posibilidad de tener que hacer arreglos para trasladarse a otra vivienda, el cuidar de cualesquier hijos a quienes afecte el asunto, y así por el estilo. Además, debe tenerse presente que Jehová ‘odia un divorciarse.’—Mal. 2:16.

      Todos éstos son factores que el cónyuge inocente tiene que tomar en cuenta al determinar si va a extender perdón o no. Esto debe hacerse antes de volver a tener relaciones sexuales, antes de reanudar los íntimos privilegios que pertenecen únicamente a las personas casadas. El hablar acerca de los asuntos que están en cuestión, el considerar los rasgos problemáticos, el tratar de llegar a un acuerdo, y el determinar hasta qué grado ambas personas están dispuestas a esforzarse por cultivar el amor y el respeto en el matrimonio, todas éstas son cosas que pueden hacerse sin dar a entender que se ha extendido perdón. Pero si el cónyuge inocente alcanza el estado emocional en que él o ella puede volver a tener relaciones sexuales con el cónyuge adúltero, es de suponer que el cónyuge inocente extiende perdón sin reserva, y que no va a usar la infidelidad de que sabe como base para conseguir un divorcio bíblico que le permita volver a casarse.

      Si el cónyuge inocente obra así, consecuentemente, al extender perdón, estará imitando a Jehová, al perdonar, y no estará amenazando con castigo a la persona culpable por los pecados que ella cometió, y recordándole continuamente lo que sucedió en el pasado. (Sal. 103:3, 8-14; Isa. 55:7; Efe. 4:32; 1 Ped. 4:8; 1 Juan 1:9) Por supuesto, esto significa que el que recibe el perdón tiene la responsabilidad de apreciarlo y de evitar una repetición de su mal proceder.

      Se reconoce que a veces puede suceder que surjan problemas trágicos e imprevistos y que, si el cónyuge inocente hubiera sabido que estos problemas habrían de presentarse, tal vez se hubiera retenido de extender perdón y hasta de reanudar las relaciones sexuales. No obstante, en vez de suministrar una base para cambiar el estado del matrimonio, la posibilidad de que surjan tales problemas hace resaltar más todavía lo importante que es el que el cónyuge inocente considere cuidadosamente todos los factores y no tome una decisión irreflexiva al encontrarse ante la alternativa de extender perdón o no.

      Lo mismo aplicaría hasta cuando el adulterio que hubiera cometido una esposa resultara en preñez y no se supiera de la preñez antes de que el hombre reanudara las relaciones sexuales con su esposa. La posibilidad de una preñez ciertamente es algo que el esposo quisiera tomar en cuenta al decidir si podría perdonar a su esposa y extenderle acogida de nuevo. Desde un punto de vista práctico, sería sabio que él esperara por el espacio de tiempo necesario hasta que se pudiera determinar definitivamente si acaso ella está encinta de otro hombre. Si él la perdona y tiene relaciones sexuales con ella antes de saber eso, entonces ¿qué? Él debería haber decidido de antemano que estaría dispuesto a aceptar la posibilidad de que ella tuviera un hijo y que, si le naciera un hijo a su esposa, él recibiría a este hijo en su hogar y cuidaría de él como si fuera su propio hijo.

      Se entiende que cuando se llega a saber que un cónyuge creyente ha cometido “fornicación” esto debe darse a conocer al cuerpo de ancianos de la congregación. (Mat. 19:9) Si la persona culpable no hace esto, entonces el cónyuge inocente tendría la responsabilidad de dar a conocer el mal proceder de su cónyuge para mantener limpia a la congregación de Jehová. Si la persona culpable demuestra arrepentimiento genuino, se puede mantener a tal persona dentro de la congregación, y esto sería así aun cuando el cónyuge inocente no optara por extender perdón. Si no hubiera arrepentimiento, el cónyuge culpable sería expulsado, aunque el cónyuge inocente optara por extender perdón y continuar viviendo con el cónyuge expulsado.

      Todo esto saca a relucir que las responsabilidades del matrimonio no se pueden tratar ligeramente. Solo la “fornicación” por parte de uno de los cónyuges da al otro base bíblica para disolver el matrimonio con miras a volver a casarse. Pero una vez que se reanudan las intimidades matrimoniales, tanto la congregación cristiana como la pareja casada tienen que ser consecuentes en el sentido de ya no considerar como base para disolver el matrimonio la “fornicación” que, según se sabe, ha ocurrido. Apoyándose en Jehová, la pareja debería trabajar diligentemente en cultivar el amor y el respeto en su relación, para tener una buena medida de felicidad y éxito en su matrimonio.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir