Los jóvenes preguntan...
¿Cómo puedo decir No a las drogas?
UNA fresca noche de verano, dos jóvenes se reunieron para oír música. Ellos eran primos y amigos allegados. “Hagamos un pacto”, sugirió Joe, el menor de ellos. La curiosidad de Frank se despertó. “Prescindiendo de lo que los demás hagan —continuó diciendo Joe—, nunca juguemos con las drogas.” Frank aceptó con gusto la sugerencia de su primo y expresó que estaba completamente de acuerdo al decir: “¡Sellémoslo con un apretón de manos!”.
Sería bueno informar que esta experiencia de la vida real tuvo un final feliz, pero lamentablemente no fue así. Solo cinco años más tarde, se encontró a Joe muerto en su automóvil debido a un accidente relacionado con las drogas. Además, Frank se hizo un drogadicto empedernido.
¿Qué había pasado? ¿Por qué fracasaron en sus esfuerzos dos jóvenes que estaban tan resueltos a no usar drogas? La siguiente advertencia urgente que se halla en la Biblia nos da la respuesta: “No se extravíen. Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles”. (1 Corintios 15:33.) Tanto Joe como Frank se asociaron con un grupo que tenía malos hábitos. Mientras más se asociaban con los que usaban drogas, más se debilitaba su resistencia. Comenzaron a experimentar con drogas.
Presión por parte de los compañeros
La referencia que se hace en la Biblia en cuanto a las asociaciones puede aplicarse a tus compañeros, o sea, al grupo de jóvenes de tu misma edad con quienes tienes asociación estrecha. Sin duda alguna este grupo de compañeros ejerce una influencia muy clara en ti. ¿De qué maneras? Según un estudio que efectuó la Universidad de Minnesota (E.U.A.), “la influencia más fuerte que un adolescente ejerce sobre otro tiene que ver con el vestir y la apariencia, la elección de actividades durante el tiempo libre, el habla y el uso de bebidas alcohólicas y drogas”. (Las cursivas son nuestras.)
Así que, si el grupo de amigos con que te asocias usa drogas, es muy probable que tú sigas el ejemplo de ellos. “La presión de mis compañeros fue una de las cosas más difíciles con que tuve que contender”, dijo Mike, quien tiene un largo historial de problemas que se relacionan con las drogas. “La primera vez que fumé marihuana, lo hice porque los muchachos con quienes yo estaba lo hacían, y quería adaptarme al grupo.”
Como joven, ¿te has sentido a veces presionado a “adaptarte” al grupo de compañeros con que te asocias? Es interesante notar que tu deseo de querer adaptarte es normal. El libro Adolescent Peer Pressure (Presión por parte de compañeros adolescentes) explica: “La fuerte interacción entre compañeros y la fuerte influencia que ejercen unos sobre otros es una parte normal, necesaria y saludable para el desarrollo del adolescente”. De modo que a medida que crezcas y cultives amistades íntimas, tal vez comiences a depender cada vez más de tus amigos como fuente de consuelo, comprensión e información.
Sin embargo, esto pudiera convertirse fácilmente en una situación negativa. ¿De qué manera? Bueno, si los jóvenes con quienes has desarrollado una relación de tanta confianza comienzan a usar drogas, te hallarás sometido a una fuerte presión emocional para que te amoldes, para que te adaptes. Prescindiendo de cuán honorables sean tus intenciones, a menos que cambies tu círculo de amistades, con toda probabilidad tú también llegarás a usar drogas.
‘¡Pero eso es imposible!’, tal vez digas. Puede que pienses que tus convicciones son tan fuertes que nada podría cambiarlas. No obstante, esto en sí mismo puede ser un lazo. ¿Por qué? Bueno, recuerda que la advertencia sobre las malas asociaciones en el texto bíblico que se citó anteriormente empezaba con las siguientes palabras: “No se extravíen”. De modo que la Biblia da a entender que, en lo que tiene que ver con malas asociaciones, pudiéramos tener la tendencia a minimizar el peligro, a extraviarnos a nosotros mismos al decir: ‘¡Mis amigos no pueden influir en mí!’.
Y eso es lo que Frank y Joe creían. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones, cedieron a la presión negativa de sus compañeros, y uno de ellos pagó con su vida. Por eso, si realmente quieres decir no a las drogas, es vital que evites asociarte con personas que usan drogas.
“Andando con personas sabias”
Durante los últimos años, Mike ha logrado evitar el uso de drogas. ¿Qué le ha ayudado a hacerlo? En primer lugar, cambió su círculo de amistades. Él explica: “A las personas con quienes me asocio ahora les desagrada el que se abuse de las drogas. De modo que nunca me veo sometido a ninguna presión para usar drogas; nunca se insinúa el asunto ni se trae a colación”.
Entonces, ¿cómo han ayudado a Mike a decir no a las drogas sus amigos? Una vez más, pudiéramos decir que se debe a la presión que ejercen los compañeros... no a la presión negativa que proviene de las malas asociaciones, sino a la del tipo positivo que ejercen las buenas asociaciones. Cierto proverbio bíblico dice: “Con hierro, el hierro mismo se aguza. Así un hombre aguza el rostro de otro”. (Proverbios 27:17.) De modo que el que entables una amistad que sea fuente de encomio mutuo puede aguzar tu habilidad para resistir a la tentación de usar drogas. (Compara con Hebreos 10:24; 1 Samuel 23:15, 16.)
¿Por qué es cierto eso? Bueno, como ya se ha citado, es normal que quieras adaptarte a tus compañeros. Por eso es esencial que escojas los mejores compañeros posibles. La Biblia explica: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal”. (Proverbios 13:20.)
Para ilustrar este punto, considera algunas de las precauciones que tomarías para evitar un resfriado. Puede que vigiles lo que comes, descanses lo necesario y evites tener estrecho contacto con personas resfriadas. “De igual manera —declara el libro Adolescent Peer Pressure—, para evitar [...] el abuso de las drogas [...], tenemos que mantener condiciones equilibradas y saludables, y exponernos menos a influencias dañinas.” (Las cursivas son nuestras.)
Por eso, ¿deseas de veras decir no a las drogas? ¡Entonces vigila tus asociaciones! Busca la compañía de personas que sean buenas asociaciones, quienes ejercerán una presión positiva en ti.
“La paz de Dios”
Aunque tal vez sea importante tener buenas asociaciones para evitar el abuso de las drogas, puede que ello en sí no sea suficiente. Todavía pudieran surgir ocasiones en que se te ofrezcan drogas. Por eso es importante que te mantengas firme en la resolución que has tomado. No tienes que disculparte por negarte a aceptar drogas. ¡Di que no con convicción! También es útil comprender por qué, en primer lugar, muchos jóvenes comienzan a usar drogas. Considera lo siguiente.
La adolescencia es un tiempo marcado por cambios rápidos. Por ejemplo, tal vez estés experimentando cambios físicos que te hagan sentir ansioso o confundido. Y puede que también estén cambiando tus relaciones sociales. Al mismo tiempo, quizás tus padres o tus maestros exijan más de ti. ¿Cuál es el resultado? El libro Adolescent Peer Pressure contesta: “Cuando todos estos ajustes se tienen que realizar en un solo período de la vida —período en que todavía uno es inestable por no haber desarrollado la habilidad de saber encararse a diferentes situaciones—, resulta ser una encrucijada importante del desarrollo. Lo curioso es que a muchísimos jovencitos les va muy bien y realmente sobreviven”.
Sí, la adolescencia puede ser un período muy difícil. Puede que eso te tiente a buscar el alivio temporero que las drogas tal vez produzcan. Pero hay algo mejor. La Biblia explica: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo por oración y ruego junto con acción de gracias dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales”. (Filipenses 4:6, 7.)
Esta “paz de Dios”, dice Pablo, puede montar “guardia”a como un centinela para guardar tu corazón y mente. ¿Cómo puedes obtener esta “paz de Dios”? Al desarrollar una relación íntima y personal con Dios. Al adquirir conocimiento de Él y llegar a amarlo, hallarás una paz mental que no puede obtenerse mediante ningún medio artificial como las drogas. Así que, sin importar lo llena de tensiones que esté tu vida, con confianza puedes pedir ayuda a Dios y experimentar el afectuoso sentimiento de seguridad que únicamente la fe en Dios puede producir.
[Nota a pie de página]
a De hecho, la palabra griega que se traduce ‘guardar’ (una forma del verbo phrou·reʹo) es un término militar que literalmente significa ‘parado en guardia’.
[Recuadro en la página 14]
Para decir No a las drogas...
Evita asociarte con personas que usen drogas
¡Rehúsa cualquier oferta de drogas! Hazlo de manera que refleje tu firme resolución de no usar drogas
Procura hallar buenas asociaciones que fortalezcan la resolución que has tomado de evitar las drogas
Cuenta a alguien tus problemas. Considéralos con tus padres u otros adultos responsables que puedan ayudarte a resolver las dificultades
[Ilustración en la página 15]
No te disculpes por no aceptar drogas. ¡Di que no con convicción!