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AnunciosMinisterio del Reino 1984 | julio
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● Oferta de literatura para julio: “Venga tu reino”, por la contribución de 75c. Si no lo tienen en existencia, cualquier otro libro de 192 páginas que se haya publicado antes de 1981. Para agosto y septiembre: Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra o Mi libro de historias bíblicas, por $2.50. Para octubre: La suscripción por un año a La Atalaya o ¡Despertad! por la contribución de $3.50 cada una; la suscripción por seis meses, $2.00.
● Durante el mes de agosto se estudiará el impreso explicativo La escuela y los testigos de Jehová en el Estudio de Libro de Congregación. Entonces, a partir de la semana del 2 de septiembre de 1984 se considerarán los artículos de estudio de La Atalaya seleccionados, como se anunció anteriormente. (Sírvase ver el número de abril de Nuestro Ministerio del Reino, página 4.) Como de costumbre, se indicará en Nuestro Ministerio del Reino el programa para los estudios de libro de congregación.
● Si el hermano que recibe los envíos de las revistas del pedido de repartidores va a estar ausente temporalmente por cualquier razón, debe notificar a la oficina local de correos y hacer arreglos para que los embarques se reciban debidamente durante su ausencia. Esto evitará retrasos en la entrega o que se devuelvan los envíos a la Sociedad con la designación “No reclamados” (”Unclaimed”).
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Sea maestro en toda clase de territorioMinisterio del Reino 1984 | julio
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Sea maestro en toda clase de territorio
1 La voluntad de Dios es que los cristianos sean maestros en toda clase de territorio (1 Tim. 2:4). Esto requiere ser observador. Observe cuál es la confesión religiosa que predomina en el territorio y las objeciones que las personas presentan comúnmente. Note qué cosas en particular interesan al amo de casa y cuáles son sus necesidades. Observe las circunstancias locales. ¿Se han declarado en huelga los obreros? ¿Hay desempleo general? ¿Ha ocurrido alguna catástrofe en la localidad?
2 Tales observaciones establecen la base para dar el siguiente paso... la adaptabilidad. Adapte su conversación a los hechos que haya observado. Ponga en práctica la adaptabilidad tanto antes de ir a la puerta como al estar a la puerta. Procure saber de antemano cuál es la confesión religiosa que predomina en el territorio. Prepárese para ciertas objeciones que se presentan comúnmente. En territorio católico, el ministro sabe que oirá la objeción: “Soy católico”. Así, prepara una variedad de respuestas, como: “¿Tiene usted un ejemplar de la Biblia católica?”. (El ministro quizás hasta lleve un ejemplar consigo.) También, muestra adaptabilidad por emplear frases que los católicos conozcan, como “la oración del padrenuestro”.
3 Para enseñar en territorio judío, el ministro sabe que es necesario ser directo e ir al grano. Y puede que prepare su consideración utilizando las Escrituras Hebreas. En las llamadas zonas intelectuales, como en las ciudades en que hay universidades, el ministro se adapta al modo de pensar de los estudiantes. Se interesa en cada estudiante con quien se encuentre, en asuntos como de dónde viene y en qué curso de estudios se está especializando; luego adapta el tema de conversación al estudiante de acuerdo con las respuestas de éste. En territorio donde la gente no hable nuestro idioma, el ministro sigue las sugerencias de la información que se publicó en la página 4 de Nuestro Ministerio del Reino de mayo de 1984.
4 En las regiones rurales la gente tal vez tienda a considerar brevemente el tiempo o el clima y las cosechas, antes de dirigirse al tema de la visita. El ministro se adapta a esta situación. En una aldea de pescadores, el ministro podría incluir textos bíblicos relacionados con peces, como la profecía sobre los peces que llegan a vivir en las aguas sanadas del mar Salado. En territorios donde haya muchas víctimas de las injusticias de este mundo, el ministro puede incluir textos bíblicos que describan los aprietos de éstas y que les den una esperanza.
5 Quienquiera que venga a la puerta, se beneficiará del Tema de Conversación actual. Pero en ciertas ocasiones y en algunos territorios podemos ser maestros más eficientes si cambiamos el orden de nuestro tema o si lo sustituimos con otro. Observe cuáles son las circunstancias de la localidad, la confesión religiosa del amo de casa, note la edad, la salud y los intereses especiales de éste; entonces adapte su presentación al amo de casa de acuerdo con estas circunstancias. Esto está en conformidad con el consejo que Pablo dio. (1 Cor. 9:22.)
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¿Eres tú un joven testigo a favor de Jehová?Ministerio del Reino 1984 | julio
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¿Eres tú un joven testigo a favor de Jehová?
1 Si se te hiciera esa pregunta, ¿dirías que sí? ¿Por qué? ¿Se debe a que tus padres son testigos de Jehová y han estudiado la Biblia contigo? Tal vez los acompañes a las reuniones y salgas con ellos al servicio del campo. Puede que muchos de tus amigos y conocidos sean testigos de Jehová. Pero ¿qué hay en cuanto a ti personalmente? ¿Eres tú un joven testigo a favor de Jehová? (Isa. 43:10-12.)
EL ESTUDIO
2 Para ser testigo de Jehová es necesario que adquiramos conocimiento de Jehová, sus propósitos y requisitos para nosotros. ¿Has apartado tiempo para el estudio personal? ¿Lo haces con regularidad, así como apartas tiempo para comer regularmente (Juan 17:3)? Cuando lees la Biblia y las otras publicaciones teocráticas, ¿estás atento a hallar información que te diga más en cuanto a Jehová, su pensar y sus propósitos de modo que puedas dar a conocer esto a otras personas y así verdaderamente ser un testigo a favor de Jehová? Sería excelente hacer esto al leer algunas de las publicaciones más antiguas de la Sociedad.
3 ¿Procuras mantenerte al día con el horario de la lectura semanal de la Biblia? ¿Te preparas para las reuniones? ¿Subrayas las respuestas a las preguntas para el Estudio de La Atalaya y el Estudio de Libro de Congregación? ¿Comentas en las reuniones? ¿Lo haces en tus propias palabras? Si así lo estás haciendo, mereces encomio (Heb. 10:23-25). Es evidente que estás haciendo un esfuerzo sobresaliente por ser un testigo verdadero a favor de Jehová en tu juventud.
EL SERVICIO
4 Por supuesto, para ser un testigo a favor de Jehová se tiene que hablar acerca de él. ¿Participas tú con regularidad en el servicio del campo? Muchos jóvenes dan un ejemplo excelente a este respecto. Cuando ofreces las revistas al ir de casa en casa, ¿llamas la atención de la persona a un tema que crees que le interesará? Si así es, haces bien. Cuando trabajas con la oferta regular, ¿presentas el Tema de Conversación y lees los versículos apropiados de la Biblia al amo de casa? ¿Le pides que comente sobre los puntos que se consideran? Al presentar la literatura, ¿señalas a cierta información específica que crees que interesará de manera personal al amo de casa? Quizás éstos sean rasgos en los que puedas progresar. Si así es, esfuérzate y pide en oración que Jehová te ayude y te bendiga, así como lo ha hecho en el caso de muchos otros publicadores jóvenes que están probando ser buenos testigos a favor de Jehová. (Col. 1:9, 10.)
LA DEDICACIÓN
5 Para agradar a Jehová, es necesario que, con el tiempo, dediquemos nuestra vida a él y entonces, tal como lo hizo Jesús, nos bauticemos en agua (Mat. 28:19, 20). Puedes estar seguro de que a medida que des pasos positivos tanto para conocer la voluntad de Jehová como para hacerla, él te ayudará a que seas un eficiente joven testigo para la alabanza de él. (Heb. 6:10-12.)
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