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  • Familiarizándose con Hong Kong
    ¡Despertad! 1973 | 22 de octubre
    • vanidad de la ciega búsqueda de las riquezas y que desean algo más duradero y satisfaciente. (Ecl. 5:10; 7:12) Estas están recibiendo ayuda de los más de 250 testigos de Jehová en Hong Kong para aprender acerca del Creador y sus propósitos. Muchas de estas personas que tienen interés estuvieron entre los concurrentes a la asamblea internacional de los testigos de Jehová “Victoria Divina” en Hong Kong, que se celebró del 8 al 12 de agosto. Esta asamblea en el Grantham College en Kowloon también fue una atracción para cientos de visitantes que fueron para familiarizarse con Hong Kong.

  • El cobre... servidor del hombre desde hace mucho tiempo
    ¡Despertad! 1973 | 22 de octubre
    • El cobre... servidor del hombre desde hace mucho tiempo

      Por el corresponsal de “¡Despertad!” en la República de Zaire

      EL COBRE ha estado satisfaciendo necesidades del hombre desde hace miles de años. Un antiguo documento histórico describe a Tubal-caín, quien vivió antes del diluvio de Noé de hace más de 4.300 años, como un “forjador de toda clase de herramienta de cobre y de hierro.” Además, un antiguo informe respecto al territorio de Israel dice que era una “tierra cuyas piedras son hierro y de cuyas montañas extraerás cobre.” (Gén. 4:22; Deu. 8:9) Aquí en África los pueblos nativos en el pasado también extrajeron y fundieron el cobre.

      El cobre en su estado natural, en forma de pepita, nunca ha sido abundante. Así es que para los pueblos de la antigüedad el obtener cobre no era una tarea fácil. Primero se limpiaban la tierra y las rocas de la superficie, después se usaban herramientas primitivas para romper y pulverizar el mineral de cobre. Entonces había que fundir el mineral para separar y recobrar el cobre metálico.

      Hasta nuestro siglo veinte los nativos de Shaba, República de Zaire,a extraían y fundían el cobre del material verde de aspecto de gemas llamado malaquita. En el siglo diecinueve las varias tribus producían entre diez y quince toneladas de cobre al año, todo por medio de trabajo manual. Echemos una mirada a cómo estos pueblos obtenían el cobre.

      Extracción y fundición nativa

      Las tres principales tribus extractoras de cobre eran los bayeke en el este, los basanga en la zona central y los baluba hacia el oeste. Para estos pueblos la extracción del cobre era una profesión sagrada. Un hechicero dirigía el trabajo. Cada grupo minero tenía sus secretos profesionales, sus tradiciones y ritos supersticiosos.

      En mayo, al comienzo de la estación seca, comenzaban las operaciones de extracción. Para este tiempo la cosecha estaba recogida, y por lo tanto no interfería con el muy importante cultivo y cosecha de los alimentos. El jefe de la aldea anunciaba el comienzo de la campaña del cobre para el año exclamando: “Tuye tukadie mukuba,” literalmente: “Vamos a comer cobre.” Esto en realidad significaba: “Vamos a enriquecernos para proveer para nuestra vida.”

      Mientras la aldea se preparaba para mudarse a un campamento provisional cerca de los depósitos de malaquita, las mujeres preparaban el alimento. Se recogían hachas y picos, así como cestos para acarrear la malaquita, y fuelles de piel de antílope para intensificar el calor del horno. Cuando la caravana partía, los brujos y los jefes invocaban a los espíritus para implorar buen éxito.

      Al llegar cerca de los depósitos, y preferiblemente cerca a un río, se levantaban chozas de hierba. Entonces, mientras las mujeres y los niños recogían malaquita de la superficie, los hombres emprendían el trabajo de extraer mineral en hoyos abiertos. Otras personas preparaban carbón para los hornos por medio de quemar leña en una pila cubierta de barro.

      A medida que los hombres trabajaban de año en año en los hoyos abiertos, éstos crecieron

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