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  • Recogiendo a las “otras ovejas” del Señor en Australia
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1986
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1986
w86 1/4 pág. 22

Los proclamadores del Reino informan

Recogiendo a las “otras ovejas” del Señor en Australia

HACE más de 2.500 años Ageo escribió lo siguiente: “Ciertamente meceré todas las naciones, y las cosas deseables de todas las naciones tienen que entrar”. (Ageo 2:7.) Hoy día, estas personas deseables verdaderamente han estado congregándose en la casa de adoración de Jehová. Aunque a veces a primera vista no parecen ser tan deseables, como lo muestra esta experiencia de Australia:

◻ Un hermano que se dirijía en su auto a la reunión un domingo, hizo algo que nunca antes había hecho: Se detuvo a recoger a alguien en la carretera. El hermano no sabía por qué lo hizo, pues aquel joven barbudo tenía el cabello largo y despeinado, estaba vestido de manera andrajosa, y ni siquiera había hecho una señal para que el auto parara y lo recogiera. Al hermano simplemente se le ocurrió que debía parar y recogerlo. Cuando el joven entró en el auto, dijo: “Usted va a la iglesia ¿no es cierto?”. Sorprendido el hermano contestó: “Pues sí, voy al Salón del Reino”. El joven dijo: “Voy con usted”.

Debido a su apariencia, el hermano trató de disuadirlo de asistir. Pero el joven insistió en ir, y le contó este relato: Había dejado su hogar cuando tenía 16 años de edad, y desde entonces había estado sumido en el problema de las drogas y la inmoralidad. Había estado viviendo bajo una cubierta plástica detrás de las dunas, cerca de la playa. Mientras estaba allí comenzó a pensar seriamente en el significado de la vida. No le agradaba lo que había llegado a ser, y por eso oró a Dios que le ayudara. Mencionó que había dicho a Dios que saldría a la carretera, y le había orado que dirigiera a alguien a que lo recogiera y lo llevara a la iglesia verdadera. Los autos rara vez viajan por esa carretera solitaria. Después de varias horas, solo tres autos habían pasado, y ninguno se detuvo para recogerle. Estaba a punto de darse por vencido cuando nuestro hermano apareció y lo llevó en su auto.

Asistió a todas las reuniones aquella semana y empezó a asearse. Hasta se deshizo de la cruz que llevaba alrededor del cuello. Decidió regresar a su hogar en Tasmania, donde pasó un mes leyendo la Biblia y orando. Dándose cuenta de que necesitaba ayuda personal para progresar más, visitó la oficina sucursal de la Sociedad Watch Tower en Australia. Se envió a unos precursores para que estudiaran con él; el joven progresó rápidamente. La verdad de la Biblia le dio significado a su vida y una esperanza para el futuro. (Proverbios 10:28.) Siete meses después se bautizó y comenzó a servir de precursor auxiliar, y ahora sirve de precursor regular en Sydney.

◻ Podemos ‘adornar la enseñanza de nuestro Salvador, Dios’, por medio de adherirnos a los principios bíblicos en nuestra conducta. (Tito 2:10.) Esto se ilustró en el caso de un hermano empleado en una empresa en la que surgió una disputa industrial sobre la exportación de ovejas y ganado. Se solicitó que cada trabajador contribuyera un dólar para cooperar con la protesta. Cuando el hermano rehusó, el oficial de la unión lo amenazó con despedirlo de su empleo. El hermano explicó que por motivos de conciencia no podía apoyar los disturbios que se estaban organizando. El oficial de la unión le dio una hora para que lo pensara.

El hermano llegó a ser objeto de burla por parte de sus compañeros de trabajo. Él les explicó que el problema no radicaba en el dólar que pedían, sino más bien en el hecho de que algunos de los implicados tenían armas y garrotes, por lo cual se haría culpable de derramamiento de sangre si los apoyaba y alguien salía herido o muerto. Uno de los trabajadores dijo que nunca antes había oído tal punto de vista, y quiso saber más. Con el tiempo el hermano pudo comenzar un estudio bíblico con él, y, a pesar de la oposición de la esposa, pronto comenzó a asistir a las reuniones. Hoy día es uno de nuestros hermanos dedicados. En cuanto al oficial de la unión, no regresó para interrogar al hermano.

No hay duda de que, de un modo u otro, la verdad se presentará a los que aman a Dios y la justicia, y estos la reconocerán. Jesús dijo: “Tengo otras ovejas [...] a ésas también tengo que traer, y escucharán mi voz”. (Juan 10:16.) En Australia, más de 42.000 de estas “otras ovejas” ya han escuchado la voz del Pastor Excelente, y cada día se están juntando más de ellas al lado derecho del favor de Jesús. (Mateo 25:31-34.)

[Comentario en la página 22]

Podemos ‘adornar la enseñanza de nuestro Salvador, Dios’, por nuestra buena conducta

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