BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g99 22/12 págs. 20-24
  • Los laberintos: ¿por qué despiertan tanto interés?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Los laberintos: ¿por qué despiertan tanto interés?
  • ¡Despertad! 1999
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • Características y función
  • La mitología y el concepto de la inmortalidad
  • El laberinto cretense
  • Grecia y Roma
  • Otros muchos países
  • Los laberintos de la cristiandad
  • Laberintos cortados en el terreno
  • ¿Son compatibles con la fe cristiana?
  • El equilibrio, don divino
    ¡Despertad! 1996
  • La singular bodega subterránea de Moldavia
    ¡Despertad! 2004
  • Creta, cretenses
    Ayuda para entender la Biblia
  • Egipto, egipcio
    Ayuda para entender la Biblia
Ver más
¡Despertad! 1999
g99 22/12 págs. 20-24

Los laberintos: ¿por qué despiertan tanto interés?

De nuestro corresponsal en Gran Bretaña

Un laberinto es un lugar formado artificiosamente por calles y encrucijadas, para confundir al que se interne en él, de modo que no le resulte fácil encontrar la salida. A lo largo de la historia se han construido laberintos de muchas formas, para diversos fines y con distintos materiales.

Los laberintos pueden amedrentar, desconcertar o frustrar a quienes entran en ellos. Además, los de la antigüedad están estrechamente vinculados con supersticiones folclóricas. ¿Por qué, entonces, incorporaron laberintos en sus iglesias los arquitectos de la cristiandad? La respuesta es bastante curiosa.

¿CUÁL fue la mayor proeza arquitectónica de los antiguos egipcios? Según ciertos escritores, este calificativo no corresponde a las pirámides, como generalmente se opina, sino, más bien, a su imponente laberinto. Lo construyeron cerca de lago Moeris, conocido actualmente por el nombre de Birkat Qarun (el estanque de Coré), al oeste del río Nilo y a 80 kilómetros al sur de la moderna ciudad de El Cairo.

En el siglo V a.E.C., el historiador griego Heródoto escribió: “He visto [el laberinto] personalmente y, desde luego, excede toda ponderación. En efecto, si se sacara la cuenta de las construcciones y obras de arte realizadas por los griegos, claramente se vería que han supuesto menos esfuerzo y costo que este laberinto”. Y añadió: “El laberinto supera, incluso, a las pirámides”. Cuatro siglos después, Estrabón, otro historiador griego, dijo que era “una obra que igualaba a las pirámides”, aunque para entonces estaba muy deteriorado.

En 1871 visitó la zona el historiador F. Barham Zincke y, finalmente, en 1888, el arqueólogo Flinders Petrie identificó el lugar. Para entonces solo quedaban algunos fragmentos del laberinto, y hoy día las guías turísticas apenas lo mencionan. No obstante, hubo un tiempo en que tenía mucha fama. ¿Cómo era, y por qué se construyó?

Características y función

El laberinto se construyó en una época muy temprana de la historia egipcia, quizá incluso antes de que los hebreos residieran en Egipto (Génesis 46:1-27). Parece que tenía tres mil estancias, la mitad en el piso superior y la otra mitad en el inferior, que era subterráneo, y ocupaba una superficie de aproximadamente 70.000 metros cuadrados.

Tan complicado y desconcertante era su intrincado sistema de pasadizos, patios, estancias y pórticos, que resultaba imposible recorrerlo o salir de él sin la ayuda de un guía. Gran parte de él se encontraba en total oscuridad, y se dice que algunas de las puertas, cuando se abrían, hacían un ruido espeluznante, como si de un trueno se tratase. Tras el declive de la potencia mundial egipcia, el laberinto fue despojado de las impresionantes columnas de granito rojo, las enormes losas y la piedra caliza hermosamente pulida, y todo ello se volvió a utilizar en otros lugares.

Aunque dicen que servía de centro administrativo para los reyes de Egipto, su verdadera función era de carácter religioso. Era un templo en el que se ofrecían sacrificios a todos los dioses de Egipto. Las cámaras subterráneas, donde se encontraban tumbas de reyes y de cocodrilos sagrados, no estaban abiertas al público.

La importancia mítica del laberinto se comprende mejor cuando se analizan los ritos relacionados con el dios Osiris, quien, según los egipcios, había sido en el pasado rey de Egipto. Osiris era el dios de los muertos o del mundo de ultratumba.

La mitología y el concepto de la inmortalidad

Los egipcios recreaban anualmente la muerte de Osiris en el Drama del Misterio. Entre gemidos y llantos, sacrificaban ceremoniosamente a Apis, un toro sagrado, en representación de Osiris. Los llantos se tornaban en alegría cuando el sacerdote anunciaba las buenas nuevas de que Osiris había resucitado. Para los egipcios, su esperanza de vida se centraba en estos misteriosos acontecimientos. Creían que todo hombre, no solo el rey, quedaba identificado con Osiris al morir.

El libro The Labyrinth, editado por el profesor S. H. Hooke, explica: “En Egipto, el mito primitivo de Osiris sugiere la existencia de fuerzas que amenazaban la vida del rey dios tanto en la Tierra como en el más allá”. Se creía que el laberinto, con su desconcertante sistema de pasadizos, ofrecía al dios rey protección contra sus enemigos tanto en esta vida como en la siguiente, hasta contra la muerte misma.

La creencia en la inmortalidad humana terminó arraigándose en Egipto y en el resto del mundo antiguo. De hecho, la humanidad entera, no solo los reyes, adoptó pronto la doctrina de la inmortalidad del alma humana, que fue madurando a lo largo de las siguientes centurias.

El laberinto cretense

Parece ser que el laberinto de Cnosos, en la isla de Creta, se construyó unos años después del de Egipto. Si bien no se ha podido identificar con seguridad su emplazamiento, hay datos que indican que el laberinto cretense era similar al egipcio, aunque mucho menor.a La palabra laberinto probablemente está relacionada con lá·brys, término con que se denominaba un hacha de doble filo que representaba los dos cuernos del toro sagrado. Este toro aparece en el culto minoico (de la Creta antigua), el cual estaba muy relacionado con la mitología.

La fama que el laberinto de Creta posee en la mitología se debe al Minotauro, monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro que residía en él. Era hijo de Pasifae, la esposa de Minos, rey de Creta, y de ahí que se le llamara Minotauro, que significa “Toro de Minos”. Según la leyenda, la ciudad de Atenas perdió una guerra ante Creta, y a sus habitantes se les impuso el tributo de enviar cada nueve años catorce jóvenes —siete muchachos y siete doncellas— como sacrificios para el Minotauro. Los soltaban en el laberinto, donde se perdían y supuestamente eran devorados por el Minotauro.

Pero finalmente apareció el joven Teseo, quien, decidido a dar muerte al mítico monstruo, penetró en el laberinto. Se dice que cuando encontró al Minotauro, Teseo lo mató con su espada. Para salir, volvió sobre sus pasos siguiendo un hilo de oro que Ariadna, hija del rey Minos, le había facilitado, y que él había ido tendiendo desde la entrada.

Michael Ayrton, quien construyó un modelo conjetural del laberinto cretense, explicó: “La vida de cada hombre es un laberinto en cuyo centro se encuentra la muerte, y hasta después de la muerte puede que atraviese otro laberinto final antes de que todo termine para él”. Por tanto, el que el mitológico Teseo se evadiera del laberinto simbolizó su renacimiento, su evasión de la muerte. De nuevo se percibe la doctrina de la inmortalidad humana.

Grecia y Roma

En Cnosos se han descubierto monedas con la figura del clásico laberinto cretense, motivo que pronto fue imitado por los griegos y los romanos. Plinio menciona un laberinto en la isla mediterránea de Samos y otro, de gran renombre por la belleza de sus 150 columnas, en la de Lemnos, del mismo mar. También hace referencia a una intrincada tumba etrusca, mencionada por Varrón, un escritor anterior, en la que supuestamente había un laberinto subterráneo.

En la ciudad de Pompeya, destruida en el año 79 E.C. por una erupción del Vesubio, encontramos por lo menos dos ejemplos de laberintos decorativos. Uno de ellos está en la Casa del Laberinto, famosa por su extraordinario pavimento de mosaico en el que se representa a Teseo luchando con el Minotauro. El escritor Marcel Brion sostiene que se trata de “una alegoría de la vida humana y de los difíciles viajes que tiene que hacer el alma en este mundo y en el siguiente antes de alcanzar el bendito estado de la inmortalidad”.

En el mundo romano de la antigüedad, los niños jugaban en laberintos trazados en el campo o el pavimento. En las excavaciones de villas y otros edificios civiles romanos efectuadas por toda Europa, se han encontrado numerosos restos de pavimentos de mosaico con motivos laberínticos. Pero las ideas mitológicas pronto se propagaron a lugares más distantes.

Otros muchos países

En un friso del templo de Halebid (Mysore, India) hay una sección que incluye un laberinto. Data del siglo XIII E.C., aproximadamente, e ilustra un episodio del Mahabharata.

Como los chinos creían que los malos espíritus solo podían volar en línea recta, construían entradas que imitaban un laberinto simple para que estos no pudieran penetrar en sus casas y ciudades.

En Escandinavia hay más de seiscientos laberintos de piedra en las orillas del mar Báltico. Se cree que muchos de ellos los construyeron pescadores que, por superstición, los recorrían para asegurarse una abundante pesca y un buen regreso.

En la pequeña isla de Saint Agnes, frente a la costa sudoccidental de la región inglesa de Cornualles, hay un laberinto que fue renovado en 1726 por un farero en la misma ubicación de otro anterior.

Lo que resulta particularmente curioso a muchas personas es que el motivo del laberinto haya sido incorporado en tantas iglesias de la cristiandad. Veamos algunos ejemplos.

Los laberintos de la cristiandad

De los muchos laberintos notables que aparecen en edificios religiosos de la cristiandad, uno de los más pequeños debe de ser el que decora el techo de la iglesia de Saint Mary Redcliffe (Bristol, Inglaterra). Data del siglo XV, es de forma circular, está tallado en madera, pintado en color oro y negro, y solo mide 20 centímetros de diámetro. El más famoso se encuentra en la catedral de la ciudad francesa de Chartres. Fue construido en el año 1235 con piedra azul y blanca y tiene un diámetro de 10 metros.

Otras catedrales e iglesias medievales de Francia e Italia, como las de Amiens, Bayeux, Orleans, Ravena y Toulouse, tienen grandes laberintos en el pavimento. El de Reims fue destruido hace doscientos años, y el de la catedral de Mirepoix ostenta un Minotauro en el centro.

Tocante al hecho de que se hayan incorporado laberintos en importantes edificios religiosos, una obra especializada declara: “La iglesia cristiana medieval adoptó el laberinto pagano y lo adaptó a su uso incluyendo simbolismos cristianos en el diseño”. Parece ser, por tanto, que las iglesias de la cristiandad utilizaban los laberintos para representar la vida del cristiano, una idea acorde a la mitología de los antiguos egipcios.

Los laberintos de las iglesias también se utilizaron para representar los viajes de los cruzados a Jerusalén. Llegar al centro simbolizaba llegar a Jerusalén y alcanzar la salvación. Algunos fieles se servían de ellos como sistema penitencial y los recorrían de rodillas para conseguir el perdón de sus pecados, o caminando en compensación de alguna ofrenda de peregrinación a la Tierra Santa.

Laberintos cortados en el terreno

En los siglos XII y XIII se hicieron laberintos cortados en el terreno, particularmente en Inglaterra. Con el tiempo, muchos de ellos se utilizaron con motivos recreativos, pero como se parecían a los de las iglesias, algunas personas les concedían también un significado religioso. El mayor laberinto de este tipo en todo el mundo se encuentra en el campo comunal de Saffron Walden, población del condado de Essex, y, según algunos entendidos, tiene más de ochocientos años de antigüedad. La longitud del sendero es de casi dos kilómetros, y en las esquinas se destacan cuatro grandes baluartes elevados que le dan un carácter peculiar.

W. H. Matthews incorpora el aspecto histórico mítico, pues indica que los laberintos religiosos “pueden considerarse emblemáticos del laberinto de la tentación de esta vida mundana, del que solo se puede salir a salvo mediante el hilo de Ariadna de la gracia divina” (Mazes and Labyrinths—Their History and Development [Historia y evolución de los laberintos]).

¿Le llama la atención que la cristiandad haya adoptado el motivo laberíntico, pese a ser de origen pagano? ¿Pueden ser compatibles el cristianismo verdadero y la superstición pagana?

¿Son compatibles con la fe cristiana?

Por fascinante que parezca la historia de los laberintos, las creencias relacionadas con ellos no son compatibles con la fe cristiana. No hay ningún pasaje bíblico que enseñe que el alma humana sea algo separado y distinto del cuerpo y que siga viviendo cuando la persona muere. Al contrario, la Biblia enseña que el alma humana es mortal. Por ejemplo, afirma: “El alma que peca... ella misma morirá” (Ezequiel 18:4).

La Palabra de Dios, la Biblia, tiene poder y ha sido asemejada a una espada, “la espada del espíritu”. Los cristianos la utilizan con destreza para vencer, no a un ser mítico como el Minotauro, sino a uno real, una criatura espiritual, invisible y sobrehumana que actúa acompañada de sus demonios (Efesios 6:12, 17). Por ello puede decirse que su fe es invencible y constituye una esperanza segura de salvación. Esta los conducirá a través del fin del sistema de cosas actual y los introducirá en un nuevo mundo de justicia, algo que la creencia en la mitología jamás podrá hacer (2 Pedro 3:13).

[Nota]

a En el siglo primero de nuestra era, el naturalista romano Plinio declaró que el laberinto cretense era cien veces más pequeño que el egipcio.

[Recuadro de la página 22]

Laberintos para distracción

Hace seiscientos años se creó un nuevo tipo de laberinto. No tenía connotaciones religiosas, solo fines decorativos. En toda Inglaterra se pusieron de moda los jardines con laberintos sencillos. Poco a poco estos fueron tomando formas más intrincadas, y sus caminos terminaron flanqueándose de setos de boj, arbustos que podían recortarse con primor.

En los últimos años han aparecido en todo el mundo laberintos modernos de intrincado diseño que hacen las delicias de niños y adultos. Pueden ser muy divertidos.

[Ilustración y recuadro de la página 24]

La cristiandad utiliza el simbolismo del laberinto

La abadía londinense de Westminster ha presentado hace poco este mantel recién bordado para un altar. Obsérvese el laberinto que hay en el centro, flanqueado por las letras A (alfa, “EL PRINCIPIO”) y Ω (omega, “EL FIN”). Nótese que en el centro del laberinto aparece la frase I AM (YO SOY), que representa a Jehová, el gran “YO SOY” al que se alude en Éxodo 3:14 (Reina-Valera, 1960). Este es un curioso ejemplo moderno de lo vinculado que todavía está el motivo del laberinto a la religión.

[Reconocimiento]

Foto: David Johnson

[Ilustraciones de la página 21]

Monedas de los siglos IV y V a.E.C. descubiertas en Cnosos (Creta). Obsérvese la figura del laberinto y la cabeza de toro, que representa al Minotauro

[Reconocimiento]

Copyright British Museum

[Ilustración de la página 23]

El mayor laberinto del mundo cortado en el terreno se encuentra en Saffron Walden (Inglaterra)

[Reconocimiento]

Cortesía de Saffron Walden Tourist Office

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • Español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir