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  • ¿Cuál es la verdad sobre los Rollos del mar Muerto?
    La Atalaya 2001 | 15 de febrero
    • ¿Cuál es la verdad sobre los Rollos del mar Muerto?

      Hace más de cincuenta años, la piedra que lanzó un pastor beduino a una cueva condujo a lo que algunos han calificado como el mayor hallazgo arqueológico del siglo XX. Tras investigar el ruido que produjo la piedra al romper una vasija de barro, el beduino halló el primero de los Rollos del mar Muerto, como se les llamó más tarde.

      ESTOS rollos han sido centro de atención y de polémica tanto en los círculos de eruditos como en los medios de comunicación. Entre el público abunda la confusión y la desinformación. Se han esparcido rumores sobre maniobras de encubrimiento inducidas por el temor de que los manuscritos revelen datos que debiliten la fe de cristianos y judíos. Pues bien, ¿cuál es su verdadera trascendencia? Después de más de medio siglo, ¿conocemos todos los hechos?

      ¿Qué son los Rollos del mar Muerto?

      Los Rollos del mar Muerto son antiguos manuscritos judíos, la mayoría de ellos redactados en hebreo, si bien hay algunos en arameo, y unos pocos, en griego. Muchos de estos rollos y fragmentos cuentan con más de dos mil años de antigüedad, pues datan de antes del nacimiento de Jesús. Entre los primeros que se consiguieron de los beduinos había siete manuscritos largos en diferente estado de conservación. A medida que se exploraron más cuevas, se fueron hallando otros rollos y miles de fragmentos. Entre 1947 y 1956 se descubrieron documentos en un total de once grutas de las proximidades de Qumrán, cerca del mar Muerto.

      Tras ordenar el material hallado, se reunieron ochocientos manuscritos, una cuarta parte de los cuales, es decir, poco más de doscientos, son copias de porciones del texto hebreo de la Biblia. El resto son antiguos escritos judíos no bíblicos, tanto apócrifos como seudoepigráficos.a

      Entre los escritos que más entusiasmaron a los eruditos figuraban documentos hasta entonces desconocidos. Contenían interpretaciones de asuntos de la ley judía, reglas para la comunidad de la secta que habitaba Qumrán, oraciones y poemas litúrgicos, así como obras escatológicas que revelan creencias sobre los últimos días y el cumplimiento de las profecías bíblicas. También se hallaron documentos únicos: los precursores más antiguos del comentario versículo por versículo de los textos bíblicos.

      ¿Quiénes escribieron los Rollos del mar Muerto?

      Diversos métodos de datación de documentos antiguos indican que los manuscritos se copiaron o redactaron entre el siglo III a.E.C. y el siglo I E.C. Algunos especialistas han aventurado la posibilidad de que ciertos judíos de Jerusalén ocultaran los escritos en las cuevas antes de la destrucción del templo, en 70 E.C. Sin embargo, la mayoría de los investigadores consideran que esta opinión no armoniza con el contenido de los documentos, pues muchos exponen creencias y costumbres que contradecían las de las autoridades religiosas de Jerusalén. Los manuscritos revelan la existencia de una comunidad que creía que Dios había rechazado a los sacerdotes y el servicio del templo de Jerusalén, y que veía en el culto que le rendía ese grupo del desierto una especie de sustituto del servicio del templo. Parece poco probable que las autoridades del templo de Jerusalén escondieran una colección que tuviera tales documentos.

      Aunque es muy posible que existiera una escuela de copistas en Qumrán, lo más probable es que los creyentes recogieran muchos de los rollos en otros lugares y los llevaran allí. En cierto sentido, los Rollos del mar Muerto forman una amplia biblioteca, y como tal, quizá contenga una gran variedad de ideas que no reflejan necesariamente las creencias religiosas de sus lectores. No obstante, los textos que aparecen en numerosas copias contienen, con toda probabilidad, los intereses y doctrinas del grupo.

      ¿Eran esenios quienes residían en Qumrán?

      Si esos rollos componían la biblioteca de Qumrán, ¿quiénes residían allí? El profesor Eleazar Sukenik, que obtuvo tres rollos para la Universidad Hebrea de Jerusalén en 1947, fue el primero en proponer que habían pertenecido a una comunidad de esenios.

      Este grupo era una secta judía de la que hablaron escritores del siglo I E.C., como Josefo, Filón de Alejandría y Plinio el Viejo. El origen exacto de aquel movimiento es motivo de especulación, pero parece que surgió durante el conflictivo período que siguió a la revuelta de los Macabeos, en el siglo II a.E.C.b Josefo se refirió a la existencia de la secta durante esa época cuando detalló las diferencias entre sus creencias religiosas y las de los fariseos y saduceos. Plinio ubicó la comunidad de los esenios cerca del mar Muerto, entre Jericó y En-guedí.

      El profesor James VanderKam, especialista en los Rollos del mar Muerto, indica que “los esenios que vivían en Qumrán eran tan solo una pequeña parte del movimiento”, el cual, según Josefo, ascendía a unas cuatro mil personas. Aunque no encaja perfectamente con todos los detalles, la imagen que proyectan los textos de Qumrán parece aproximarse más a los esenios que a cualquier otro grupo judío de la época.

      Hay quienes han afirmado que el cristianismo tuvo su origen en Qumrán. Sin embargo, al comparar las creencias religiosas de la secta de Qumrán y las de los cristianos primitivos se ven muchas y llamativas diferencias. Los escritos de Qumrán revelan reglas del sábado muy estrictas y una preocupación casi obsesiva por la pureza ceremonial (Mateo 15:1-20; Lucas 6:1-11). Lo mismo puede decirse de la vida de los esenios al margen de la sociedad, su creencia en el destino y la inmortalidad del alma, la importancia que daban al celibato y las ideas místicas sobre la adoración junto con los ángeles. Todo ello pone de manifiesto que este grupo estaba en total desacuerdo con las enseñanzas de Jesús y las de los cristianos primitivos (Mateo 5:14-16; Juan 11:23, 24; Colosenses 2:18; 1 Timoteo 4:1-3).

      Se desvanecen los rumores de encubrimiento

      En los años posteriores al hallazgo de los Rollos del mar Muerto, se publicaron varias obras que pusieron a disposición de eruditos de todo el mundo las primeras averiguaciones. Pero en el caso de los miles de fragmentos de una de las grutas, conocida como la cueva 4, hubo muchos más problemas. Se hallaban en manos de un pequeño equipo internacional de expertos creado en el Museo Arqueológico de Palestina, en Jerusalén oriental (entonces parte de Jordania), del que no formaba parte ningún erudito israelí ni judío.

      El equipo adoptó la norma de negar el acceso a los rollos hasta la publicación de los resultados oficiales de su investigación. El número de especialistas se mantenía limitado, y cuando alguno moría, solamente se elegía un sustituto. La cantidad de trabajo exigía un equipo mucho más amplio y, en ocasiones, mayor pericia en hebreo y arameo antiguos. James VanderKam lo expresó de la siguiente manera: “Ocho expertos, por muy cualificados que fueran, formaban un equipo demasiado pequeño para encargarse de decenas de miles de fragmentos”.

      Tras la guerra de los Seis Días (1967), Jerusalén oriental y sus rollos cayeron en manos israelíes, pero no hubo ningún cambio en los criterios del equipo de investigación. Como el retraso en la publicación de los rollos de la cueva 4 se prolongó durante décadas, varios eruditos levantaron las voces en protesta. En 1977, el profesor Geza Vermes, de la Universidad de Oxford, lo llamó el escándalo académico por excelencia del siglo XX. Se comenzaron a propagar rumores de que la Iglesia Católica ocultaba deliberadamente información que causaría estragos en el cristianismo.

      Por fin, en la década de los ochenta se incrementó la cantidad de investigadores a veinte. Entonces, en 1990, bajo la dirección del editor en jefe recién nombrado, Emanuel Tov, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, el equipo aumentó de nuevo hasta alcanzar más de cincuenta especialistas, y se fijó un calendario estricto para la presentación de las ediciones eruditas de los rollos restantes.

      En 1991 llegó por sorpresa un avance muy importante. Primero se publicó A Preliminary Edition of the Unpublished Dead Sea Scrolls (Edición preliminar de los Rollos inéditos del mar Muerto), una obra que se llevó a cabo con la ayuda de computadoras y basándose en una copia de la concordancia del equipo. Después, la Biblioteca Huntington, de San Marino (California), anunció que pondría a disposición de los eruditos el juego completo de fotografías de los rollos. Al poco tiempo, con la publicación del libro A Facsimile Edition of the Dead Sea Scrolls (Edición en facsímil de los Rollos del mar Muerto) se sacaron a la luz las fotografías de los rollos anteriormente inéditos.

      De modo que durante la última década, todos los Rollos del mar Muerto se han hecho disponibles para su examen. La investigación demuestra que no había nada oculto. Ya que se están publicando las ediciones oficiales definitivas de los rollos, solo cabe esperar que comience el análisis exhaustivo. Ha nacido una nueva generación de expertos en los manuscritos. Ahora bien, ¿qué importancia tiene esta investigación para los estudiantes de la Biblia?

      [Notas]

      a Tanto los apócrifos (literalmente, “ocultos”) como los seudoepigráficos (literalmente, “escritos falsamente atribuidos”) son obras judías de entre el siglo III a.E.C. y el siglo I E.C. La Iglesia Católica Romana acepta los libros apócrifos como parte del canon inspirado de la Biblia, mientras que los judíos y los protestantes los rechazan. Los seudoepigráficos a menudo son ampliaciones de historias bíblicas, escritas en el nombre de algún personaje famoso de la Biblia.

      b Véase el artículo “¿Quiénes fueron los Macabeos?”, de La Atalaya del 15 de noviembre de 1998, págs. 21-24.

      [Ilustración de la página 3]

      Estas son algunas de las cuevas próximas al mar Muerto donde se hallaron los rollos antiguos

      [Reconocimiento de la página 3]

      Fragmento de rollo: págs. 3, 4, 6: gentileza de Israel Antiquities Authority

      [Reconocimiento de la página 5]

      Gentileza de Shrine of the Book, Israel Museum (Jerusalén)

  • ¿Por qué deben interesarnos los Rollos del mar Muerto?
    La Atalaya 2001 | 15 de febrero
    • ¿Por qué deben interesarnos los Rollos del mar Muerto?

      Antes del descubrimiento de los Rollos del mar Muerto, los manuscritos más antiguos de las Escrituras Hebreas databan de los siglos IX y X E.C. Dado que el texto de las Escrituras Hebreas se había terminado más de mil años antes, ¿se podía confiar en que esos manuscritos transmitieran fielmente la Palabra de Dios? El profesor Julio Trebolle Barrera, del equipo internacional de editores de los Rollos del mar Muerto, declaró: “El Rollo de Isaías [de Qumrán] ofrecía la prueba irrefutable de que la transmisión del texto bíblico a lo largo de más de mil años a manos de los copistas judíos había sido sumamente fiel y cuidada”.

      EL ROLLO al que se refiere el profesor Barrera contiene el libro completo de Isaías. Hasta la fecha, entre los más de doscientos manuscritos bíblicos hallados en Qumrán se han identificado porciones de todos los libros de las Escrituras Hebreas a excepción de Ester. Pero salvo el rollo de Isaías, la mayoría son solo fragmentos que contienen menos de una décima parte de cada libro. Los escritos bíblicos más populares en Qumrán eran los Salmos (36 copias), Deuteronomio (29 copias) e Isaías (21 copias), que son también los citados con mayor frecuencia en las Escrituras Griegas Cristianas.

      Aunque los rollos demuestran que la Biblia no ha sufrido alteraciones sustanciales, también revelan que, hasta cierto grado, los judíos de la época del segundo templo empleaban distintas versiones de los textos hebreos de la Biblia, cada una con sus propias variaciones. No todos los rollos son idénticos al texto masorético en redacción y ortografía, algunos se aproximan más a la Septuaginta griega. Anteriormente, los eruditos pensaban que las diferencias de la Septuaginta tal vez se debían a errores o hasta invenciones deliberadas del traductor. Ahora, los rollos revelan que muchas de esas discrepancias en realidad fueron provocadas por modificaciones en el texto hebreo, lo cual quizá explique algunos casos en los que los cristianos primitivos citaron textos de las Escrituras Hebreas sin usar las mismas palabras del texto masorético (Éxodo 1:5; Hechos 7:14).

      Por tanto, este tesoro escondido de rollos y fragmentos bíblicos suministra una excelente base para estudiar la transmisión del texto hebreo de la Biblia. Los Rollos del mar Muerto han confirmado el valor para la comparación textual tanto de la Septuaginta como del Pentateuco samaritano. Proporcionan una fuente adicional para que los traductores de la Biblia estudien posibles enmiendas del texto masorético. En muchos casos, confirman la decisión adoptada por el Comité de Traducción del Nuevo Mundo de volver a poner el nombre Jehová en los lugares donde había sido suprimido del texto masorético.

      Los rollos que exponen las reglas y creencias de la secta de Qumrán dejan muy claro que no había una única forma de judaísmo en el tiempo de Jesús. Dicha secta tenía tradiciones que diferían de las de los fariseos y saduceos, unas discrepancias que con toda probabilidad resultaron en que sus miembros se retiraran al desierto. Estos creían erróneamente que en ellos se cumplía Isaías 40:3, que habla sobre una voz en el desierto que hacía recto el camino de Jehová. Unos cuantos fragmentos de los rollos se refieren al Mesías, cuya venida los autores consideraban inminente. Este hecho es de particular interés debido al comentario de Lucas de que ‘el pueblo estaba en expectación’ de la aparición del Mesías (Lucas 3:15).

      Los Rollos del mar Muerto nos ayudan hasta cierto grado a entender el contexto de la vida de Jesús durante el tiempo en que predicó. Suministran información comparativa para el estudio del hebreo antiguo y el texto de la Biblia. No obstante, el contenido de muchos de ellos todavía requiere un análisis más profundo, por lo que tal vez se comprendan aún mucho mejor en el futuro. En efecto, el mayor hallazgo arqueológico del siglo XX sigue entusiasmando tanto a eruditos como a estudiantes de la Biblia al adentrarnos en el siglo XXI.

      [Reconocimiento de la página 7]

      Excavaciones en Qumrán: Pictorial Archive (Near Eastern History) Est.; manuscrito: gentileza de Shrine of the Book, Israel Museum (Jerusalén)

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