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Prisión y oposiciónAnuario de los testigos de Jehová 2015
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El secretario de Interior y Policía, José Antonio Hungría, exigió al hermano Brandt que entregara una carta que declarara la postura de los testigos de Jehová con respecto al servicio militar, el saludo a la bandera y el pago de impuestos. El hermano la redactó basándose en la información del libro “Sea Dios veraz”. Aun así, el 21 de junio de 1950, el secretario Hungría emitió un decreto en el que se prohibía la actividad de los testigos de Jehová en la República Dominicana. Además, convocó al hermano Brandt a su oficina para que lo oyera en persona. Brandt le preguntó si los misioneros debían abandonar el país, y Hungría le aseguró que podían quedarse siempre y cuando obedecieran la ley y no hablaran con otras personas sobre su religión.a
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Continúa la predicaciónAnuario de los testigos de Jehová 2015
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Los misioneros predican de forma clandestina
Comenzaron tiempos muy difíciles cuando se prohibieron nuestras actividades. La misionera Alma Parson explicó: “Cerraron los Salones del Reino y prohibieron nuestras actividades”. Y añadió: “Nuestros queridos hermanos pasaron muchas pruebas y sufrimientos”. Por ejemplo, algunos perdieron su empleo o fueron encarcelados. Sin embargo, ella recordó con cariño: “Vez tras vez quedó claro que Jehová los guiaba y protegía”. Los publicadores prosiguieron con la actividad de manera clandestina, confiando en la guía divina.
Lennart Johnson recordó lo que pasó cuando se les prohibió a los Testigos celebrar reuniones: “Comenzamos a reunirnos de manera discreta en grupos pequeños en las casas, donde estudiábamos copias mimeografiadas de La Atalaya. Los leales hermanos agradecían mucho las fuerzas que Jehová nos daba mediante esos grupos de estudio”.
Roy y Juanita Brandt fueron de los misioneros que no se marcharon del país cuando se prohibieron nuestras actividades
La vigilancia y el hostigamiento del gobierno se intensificaron, pero eso no intimidó a los hermanos. En un comunicado dirigido al presidente de la República el 15 de septiembre de 1950, el secretario Hungría escribió: “El señor Lee Roy Brandt y demás directores de la agrupación ‘Los Testigos de Jehová’, han sido llamados repetidas veces a este Despacho y se les ha amonestado para que cesen [de esparcir] toda propaganda respecto a esa sociedad, disuelta legalmente en esta República, cosa que parece [que] no llevan a cabo[;] a diario se reciben informes en este Despacho, procedentes de distintas partes del país, de que prosiguen clandestinamente [con] su propaganda, burlando las disposiciones del Gobierno”. Concluyó recomendando que se deportara a “los principales dirigentes extranjeros de la agrupación”.
Una fuente de ánimo
Después de la visita de los hermanos Knorr y Henschel a finales de 1950, algunos de los misioneros fueron enviados a la Argentina, Guatemala y Puerto Rico. Otros consiguieron empleo y así pudieron quedarse en el país. Por ejemplo, el hermano Brandt trabajó en la compañía de electricidad, y hubo quienes dieron clases de inglés. El informe del Yearbook (Anuario) de 1951 dijo: “La presencia de los misioneros, el hecho de que no se hayan marchado, es una fuente de ánimo para los fieles seguidores del Señor que han aprendido la verdad con ellos. A todos les agrada ver la valentía que demuestran al seguir cumpliendo con su labor”.
La presencia de los misioneros fue una fuente de ánimo para los hermanos dominicanos
Dorothy Lawrence era una de las misioneras que daban lecciones de inglés. Además de enseñar inglés, daba clases de la Biblia a las personas interesadas en el mensaje. Así ayudó a muchos a aprender la verdad.
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