De nuestros lectores
Lupus Lo primero que pensé cuando leí el artículo “Mi vida como enferma de lupus” (8 de mayo de 1990) fue: “Gracias, Jehová”. Aunque yo no tengo lupus, llevo dos años luchando con un trastorno llamado síndrome de fatiga crónica, que produce algunos síntomas parecidos. Sin duda, este artículo es una respuesta a las oraciones de muchísimas personas enfermas no solo de lupus sino también de otras enfermedades crónicas.
De los veinte años que llevo en el servicio de tiempo completo, los últimos cuatro los he pasado viajando con mi marido, que sirve como superintendente de circuito, y he tenido que hacer muchos ajustes para adaptarme a hacer las cosas a un paso más lento que yo pueda seguir. El relato de la experiencia de Robin describió las ansiedades y frustraciones que yo siento, y al mismo tiempo ofreció consejo muy práctico para hacer frente a estas situaciones difíciles. No sé cómo darles las gracias por haber publicado esta información. Guardaré una copia de ese artículo junto a la cama para leerlo repetidas veces.
T. E., Estados Unidos
Fraude en la ciencia Aplaudo su valerosa postura contra la religión de la evolución (22 de enero de 1990). Estoy muy cansada de las actitudes condescendientes de los científicos que tildan de incompetentes e ignorantes a los que no aceptan su “fe”.
S. L., Estados Unidos
Desastres Me molestó mucho el artículo sobre los desastres provocados por el huracán y el terremoto (22 de febrero de 1990). Ustedes señalaron un caso aislado de saqueo como ejemplo de la diferencia entre “el mundo” y los testigos de Jehová. Opino que es el colmo del mal gusto limitarse a presentar los aspectos favorables de tan solo los Testigos.
J. K., Estados Unidos
El artículo sirvió para demostrar que hoy día los cristianos manifiestan amor verdadero entre sí durante momentos dificultosos, como hicieron en el primer siglo. (2 Corintios 8:1-4.) Aunque se mencionaron algunos incidentes negativos, el artículo también dijo que “los actos de bondad y compasión humanos [por parte de personas que no eran Testigos] eclipsaban tales acciones insensibles”.—La dirección.
Pubertad ¡Qué alegría me dio recibir el número del 8 de febrero de 1990 que incluía el artículo sobre los cambios que se producen durante la pubertad! Estoy criando sola a mi hijo, y estos últimos meses he estado muy preocupada por no saber cómo explicarle estos cambios. Me sentía demasiado abochornada y ni siquiera me atrevía a utilizar ciertas palabras al hablar con él. Así que tenía que escribirles y darles las gracias por suministrar esta información.
C. B., Estados Unidos
Deudas Precisamente anoche nos sentamos y estuvimos planificando la forma de saldar nuestras deudas. Calculamos que nos tomaría un año. Hoy nos llegó por correo la revista del 8 de febrero de 1990 con el artículo sobre cómo liquidar las deudas. Nos dio mucho ánimo para apegarnos a nuestro plan. También contenía buen consejo respecto a nuestros hábitos de gastar en el futuro.
S. S. y K. S., Estados Unidos
Dinosaurios Me llamo Ronald, y tengo diez años. Estoy muy interesado en el tema de los dinosaurios y por mucho tiempo había deseado que apareciese algún artículo sobre ellos. Por fin llegó la información que esperaba en la revista del 8 de febrero de 1990, y quiero darles muchas gracias por haberla publicado.
R. M., Austria
Estoy estudiando en una universidad local, y dos días antes de recibir este número de la revista había estado pensando en escribirles para preguntar cuál es la postura de los Testigos respecto a la edad de la Tierra. Mis preguntas han sido contestadas y pienso compartir esta magnífica información con mi profesor.
M. H., Estados Unidos