De nuestros lectores

¿Fraude científico? Me llamó la atención su reciente artículo “El fósil que engañó a científicos y profanos” (8 de enero de 1994). Al parecer, en este caso los científicos simplemente cometieron un error que más tarde enmendaron. Se supone que así es como funciona la ciencia. El hecho de que la bóveda del cráneo en cuestión haya resultado pertenecer a un asno no pone en duda la verosimilitud de otros hallazgos, como el del famoso esqueleto de “Lucy”. Sabemos que estas criaturas existieron.

M. P., Estados Unidos

No quisimos dar a entender que los científicos implicados en este descubrimiento engañaran deliberadamente. De hecho, en el artículo se citó al mismo Dr. Moyà y se dejó constancia de su honradez. El incidente se utilizó para ilustrar la manera como muchas veces se sacrifica la verdad científica por defender los intereses personales, políticos o nacionalistas. Es cierto que se han encontrado especímenes fósiles auténticos, pero no existe prueba alguna de que tales criaturas hayan sido en realidad antepasados del hombre. “Lucy”, por ejemplo, tenía un cerebro equivalente a una tercera parte del humano. Está claro que se trataba de una especie de simio actualmente extinta.—La dirección.

Adicciones Muchas gracias por la serie de artículos “¿Qué hay detrás de las adicciones?” (22 de abril de 1994). La leí dos veces de principio a fin, pues padezco un trastorno del apetito. Estoy bajo tratamiento clínico, y me siento un tanto mejor, aunque en ocasiones tengo una gran lucha. El artículo fortaleció mi resolución.

T. S., Alemania

Fui toxicómana y alcohólica, y los consejos que ustedes dan son en verdad acertados. También me motivó el ser consciente de que las adicciones constituyen una barrera espiritual, ya que un adicto no puede estar totalmente limpio a la vista de nuestro Creador.

M. G., Francia

Hace seis años y medio perdí un hijo por su adicción a la cocaína. Habiendo sobrevivido al dolor de su muerte, estaba lista para ocuparme de mi propia adicción a la comida. Al criarme en una familia con problemas de alcoholismo, me valía de la comida para calmar la ansiedad y evadirme del dolor. Intenté varias dietas, pero sin resultados. No obstante, esta nueva prueba del amor incondicional de Jehová después de veinte años de ser cristiana me ha sido de gran ayuda. Muchas gracias por sus artículos.

S. E., Estados Unidos

Delincuente reformado Deseo expresarles mi más sincero agradecimiento por el artículo “Mi fuga hacia la verdad” (8 de febrero de 1994). Tengo 24 años, y estoy condenado a muerte en la penitenciaría estatal de Washington (E.U.A.). Lo que leí me ha impresionado, y ahora deseo hacer lo que es recto a los ojos de Jehová. La historia de Brian Garner realmente me llegó al corazón.

J. B., Estados Unidos

Estoy preso en una cárcel de Misuri, y la decisión del Sr. Garner de entregarse a las autoridades tras haber aprendido la verdad me conmovió. Muestra el efecto que puede tener su organización en las personas de mente abierta y de buen corazón. Es fácil ver que la verdadera libertad solo se consigue ejerciendo fe en Dios.

W. B., Estados Unidos

Hace un año estaba desfalcando a las empresas para las que trabajaba. Robé cientos de miles de yenes. ¡Quién iba a imaginarse que una muchacha de 20 años estuviera haciendo tal cosa! No obstante, como estaba estudiando la Biblia con los testigos de Jehová, mi conciencia empezó a condenarme. Así que devolví el dinero y confesé mi delito a los encargados. Aparte de unas palabras un tanto duras, no tomaron ninguna otra medida disciplinaria. Estoy sumamente agradecida por este artículo, pues me ha ayudado a comprender otra vez la magnitud de la misericordia de Jehová.

S. M., Japón