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  • El “poder tan impresionante” de Jehová
    Acerquémonos a Jehová
    • El sol brillando entre las nubes.

      SECCIÓN 1

      El “poder tan impresionante” de Jehová

      En esta sección analizaremos algunos relatos bíblicos que demuestran el poder de Jehová para crear, destruir, proteger y restaurar. Comprobar que “su energía dinámica es tan inmensa y su poder tan impresionante” nos llenará de valor y esperanza (Isaías 40:26).

  • “Jehová es [...] muy poderoso”
    Acerquémonos a Jehová
    • Elías viendo desde una cueva algunas muestras del poder de Jehová. Mira los efectos de un viento fuerte, un terremoto y un fuego.

      CAPÍTULO 4

      “Jehová es [...] muy poderoso”

      1, 2. ¿Qué cosas maravillosas había experimentado Elías? Pero ¿qué sucesos todavía más impresionantes presenció desde la cueva del monte Horeb?

      ELÍAS ya había experimentado cosas maravillosas: unos cuervos le llevaban comida dos veces al día cuando estuvo escondido, la harina y el aceite que había en dos recipientes no se agotaron durante un largo periodo de hambre y cayó fuego del cielo en respuesta a una oración suya (1 Reyes, capítulos 17 y 18). Sin embargo, nada de esto se compara con algo que le pasó después.

      2 Elías estaba escondido a la entrada de una cueva del monte Horeb cuando presenció una serie de sucesos impresionantes. Primero, sopló un viento tan intenso que partió montañas y destrozó peñascos. Tuvo que ser ensordecedor. Luego, un fuerte terremoto sacudió aquel lugar. Y, por último, un fuego se extendió por la región, y de seguro Elías tuvo que sentir un calor sofocante (1 Reyes 19:8-12).

      3. ¿Qué cualidad de Jehová vemos en lo que presenció Elías, y cuáles son otras muestras de esa cualidad?

      3 Todas estas cosas que presenció Elías tenían algo en común: eran demostraciones del enorme poder de Jehová. Claro, no hace falta ver un milagro para entender que él es poderoso. Eso se percibe claramente. La Biblia nos indica que la creación da prueba de “su poder eterno y divinidad” (Romanos 1:20). Piense en los deslumbrantes relámpagos, en el estremecedor sonido de los truenos, en una imponente catarata o en la inmensidad de un cielo estrellado. ¿Verdad que todas estas cosas son muestras del poder de Dios? Tristemente, la mayoría de la gente en la actualidad no piensa en el poder de Dios y ni siquiera tiene una idea clara de lo que es. Pero, si logramos entender lo que implica esta cualidad, descubriremos muchas razones para acercarnos a Jehová. En esta sección analizaremos detalladamente su poder incomparable.

      “Resultó que Jehová estaba pasando por allí”.

      Una virtud fundamental de Jehová

      4, 5. a) ¿Qué dice la Biblia sobre el nombre de Jehová? b) ¿Por qué es adecuado que Jehová eligiera el toro como símbolo de su poder?

      4 No hay nadie tan poderoso como Jehová. Jeremías 10:6 dice: “Nadie es como tú, oh, Jehová. Tú eres grande, y tu nombre es grande y poderoso”. ¿Notó que aquí se dice que el nombre de Jehová es grande y poderoso? Como vimos, al parecer este nombre significa “él hace que llegue a ser”. ¿Qué le permite a Dios crear lo que él quiera y llegar a ser lo que él decida? Entre otras cosas, su poder. Y es que el poder que Jehová tiene para cumplir su voluntad no tiene límites. De hecho, es una de sus virtudes fundamentales.

      5 Jehová sabe que no podríamos comprender todo lo que implica su poder, y por eso usa ejemplos para ayudarnos. Como ya vimos, se vale del toro para representar su poder (Ezequiel 1:4-10). Y es un símbolo muy adecuado, pues hasta los toros domesticados son muy grandes y fuertes. El toro era uno de los animales más fuertes en la Palestina de tiempos bíblicos. Pero la gente sabía que había una especie más temible: el toro salvaje, conocido como uro, un animal que hoy está extinto (Job 39:9-12). El gobernante romano Julio César dijo que era casi tan grande como un elefante. Escribió: “Grande es su fuerza y velocidad”. ¡Qué pequeñitos e insignificantes nos sentiríamos junto a esa bestia!

      6. ¿Por qué solo a Jehová se le puede llamar “el Todopoderoso”?

      6 Del mismo modo, el ser humano es pequeñito e insignificante en comparación con el Dios de poder, Jehová. Para él, hasta las naciones más poderosas son como una simple capa de polvo en una balanza (Isaías 40:15). Solo Jehová tiene poder infinito, y por eso solo a él se le llama “el Todopoderoso” (Apocalipsis 15:3).a “Su energía dinámica” es inmensa y “su poder” es impresionante (Isaías 40:26). Él es una fuente inagotable de poder y no depende de nada externo para obtener energía, pues “la fuerza es de Dios” (Salmo 62:11). Ahora bien, ¿de qué formas usa su poder?

      Cómo usa Jehová su poder

      7. ¿Qué es el espíritu santo de Jehová, y qué idea transmiten los términos bíblicos originales?

      7 El espíritu santo es el poder de Dios en acción, y Jehová lo genera de forma ilimitada. De hecho, en Génesis 1:2, la Biblia lo llama “la fuerza activa de Dios”. Los términos hebreos y griegos que originalmente se usaron en la Biblia para referirse a “espíritu” pueden traducirse en otros contextos como “viento”, “ráfaga”, “soplo” y “aliento”. Según algunos expertos, estos términos originales transmiten la idea de una fuerza dinámica invisible. Igual que el viento, el espíritu santo es invisible, pero sí podemos ver y sentir sus efectos.

      8. ¿Qué expresiones simbólicas usa la Biblia para referirse al espíritu de Dios, y por qué son adecuadas?

      8 Jehová puede usar su espíritu santo de la forma que él quiera y para hacer lo que él quiera. Por eso la Biblia se refiere de forma simbólica a este espíritu como su “dedo”, su “mano poderosa” o su “brazo poderoso” (Lucas 11:20; Deuteronomio 5:15; Salmo 8:3). Nosotros usamos la mano para hacer tareas muy distintas y que requieren diversos grados de fuerza o de delicadeza. Del mismo modo, Dios puede usar su espíritu para lograr cualquier objetivo: desde crear el diminuto átomo, hasta dividir el mar Rojo o darles milagrosamente a los cristianos del siglo primero la capacidad de hablar en lenguas.

      9. ¿Cuál es otra forma en que Jehová usa el poder?

      9 Otra forma en que Jehová usa el poder es ejerciendo su autoridad como Soberano del universo. ¿Se imagina tener millones de siervos que estén listos para hacer lo que usted les pida? Pues él tiene esa autoridad. Le sirven muchos seres humanos, que en la Biblia se comparan muchas veces a un ejército (Salmo 68:11; 110:3). Sin embargo, los humanos son débiles en comparación con los ángeles. Por ejemplo, en una ocasión en que el ejército asirio atacó al pueblo de Dios, un solo ángel acabó con 185.000 soldados en una noche (2 Reyes 19:35). En efecto, los ángeles son “fuertes y poderosos” (Salmo 103:19, 20).

      10. a) ¿Por qué recibe el Todopoderoso el título Jehová de los ejércitos? b) ¿Cuál es el ser más poderoso que creó Jehová?

      10 ¿Cuántos ángeles hay? El profeta Daniel contempló en una visión más de cien millones de criaturas espirituales ante el trono celestial de Jehová, pero el relato no dice que esos fueran todos los ángeles (Daniel 7:10). Así que seguramente hay cientos de millones. Esto explica que a Dios se le llame Jehová de los ejércitos. Este título nos ayuda a entender que él dirige un grupo enorme y bien organizado de ángeles muy poderosos. Jehová le dio a su amado Hijo, “el primogénito de toda la creación”, autoridad sobre todos ellos (Colosenses 1:15). Jesús es el arcángel —el jefe de todos los ángeles, serafines y querubines—, así que es el ser más poderoso que creó Jehová.

      11, 12. a) ¿En qué sentido actúa con poder la palabra de Dios? b) ¿Qué dijo Jesús sobre el alcance del poder de Jehová?

      11 Además, hay otra muestra del poder de Jehová. Hebreos 4:12 dice: “La palabra de Dios está viva y actúa con poder”. ¿Hemos visto lo poderosa que es “la palabra” —es decir, el mensaje— que Jehová inspiró y que se conserva en la Biblia? Puede darnos fuerzas, aumentar nuestra fe y ayudarnos a hacer grandes cambios en la vida. De hecho, cuando el apóstol Pablo les dijo a sus hermanos cristianos que tuvieran cuidado con las personas que llevaban un estilo de vida muy inmoral, añadió: “Sin embargo, algunos de ustedes eran eso” (1 Corintios 6:9-11). En efecto, “la palabra de Dios” actuó con poder y los ayudó a cambiar.

      12 Jehová tiene tanto poder y lo utiliza de formas tan efectivas que nada puede detenerlo. Jesús mismo dijo que “para Dios todo es posible” (Mateo 19:26). Veamos con qué objetivo usa Jehová su poder.

      Utiliza su poder para cumplir sus propósitos

      13, 14. a) ¿Por qué decimos que Jehová no es una fuerza ni una simple fuente de poder? b) ¿De qué formas utiliza su poder?

      13 El espíritu de Jehová es muy superior a cualquier otra fuerza. Pero Jehová no es una fuerza ni una simple fuente de poder. Él piensa y siente, y siempre controla su poder a la perfección. Ahora bien, ¿para qué usa su poder?

      14 Como veremos, Jehová usa su poder para crear, destruir, proteger, restaurar... En fin, lo usa para hacer lo que haga falta con tal de cumplir sus propósitos perfectos (Isaías 46:10). A veces lo utiliza para enseñarnos aspectos importantes de su personalidad y sus normas. Pero, sobre todo, lo utiliza para cumplir su voluntad, santificar su santo nombre por medio del Reino mesiánico y demostrar que su forma de gobernar es la mejor. Nada jamás podrá impedirle hacer lo que se propone.

      15. ¿Cómo usa Jehová su poder con sus siervos, y cómo lo demostró con Elías?

      15 Jehová también utiliza su poder para ayudarnos a cada uno de nosotros. Fíjese en lo que dice 2 Crónicas 16:9: “Los ojos de Jehová están vigilando toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de los que le sirven con un corazón completo”. La experiencia de Elías, que vimos al principio, muestra que esto es así. ¿Por qué le demostró Jehová su poder de esa manera? Pues bien, la malvada reina Jezabel había jurado que lo mataría, así que el profeta tuvo que huir para salvarse. Se sentía solo, tenía miedo y estaba desanimado; parecía que todo su duro trabajo no había valido para nada. Pero, para consolar a Elías, Jehová le demostró su poder. El viento, el terremoto y el fuego le demostraron que contaba con el apoyo del ser más poderoso del universo. ¿Por qué debía tenerle miedo a Jezabel teniendo de su parte al Dios todopoderoso? (1 Reyes 19:1-12).b

      16. ¿Por qué nos consuela pensar en el gran poder de Jehová?

      16 Jehová ya no realiza ese tipo de milagros, pero él sigue siendo el mismo que entonces (1 Corintios 13:8). Tiene el mismo deseo de usar su fuerza para ayudar a quienes lo aman. Aunque vive en los cielos, en la región espiritual, no está muy lejos de nosotros. La distancia no es obstáculo para él, pues en cualquier lugar puede usar su infinito poder. De hecho, “Jehová está cerca de todos los que lo llaman” (Salmo 145:18). En cierta ocasión, el profeta Daniel le suplicó ayuda. ¡Y no había acabado de orar, cuando se le apareció un ángel! (Daniel 9:20-23). Nada le impide a Jehová ayudar y fortalecer a quienes ama (Salmo 118:6).

      ¿Debería intimidarnos su poder?

      17. ¿En qué sentido nos da temor el poder de Jehová, y en qué otro sentido no nos da temor?

      17 ¿Debería el poder de Dios hacer que le tengamos temor? Sí y no. ¿Por qué? Decimos que sí, porque, como vimos en el capítulo anterior, es bueno que sintamos temor de Dios, es decir, que lo respetemos profundamente. Como dice la Biblia, este temor es “el comienzo de la sabiduría” (Salmo 111:10). Pero también decimos que no, pues el poder de Dios no hace que le tengamos miedo a Jehová o que nos asuste la idea de acercarnos a él.

      18. a) ¿Por qué muchas personas desconfían de los poderosos? b) ¿Cómo sabemos que el poder no puede corromper a Jehová?

      18 “El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente”, escribió lord Acton en 1887. Muchos citan con frecuencia las palabras de este historiador inglés porque creen que son totalmente ciertas. El ser humano, que es imperfecto, suele abusar de la autoridad, como vez tras vez ha confirmado la historia (Eclesiastés 4:1; 8:9). Por eso, la gente desconfía de los poderosos y se alejan de ellos. En cambio, aunque Jehová tiene poder absoluto, no se corrompe. ¿Por qué? Porque, como ya vimos, él es santo, es totalmente incorruptible. No es como los hombres y mujeres imperfectos de este mundo echado a perder. Nunca ha abusado de su autoridad y nunca lo hará.

      19, 20. a) ¿Junto con qué otras cualidades demuestra Jehová su poder, y por qué nos da tranquilidad esto? b) ¿Con qué compararíamos su autocontrol, y por qué le atrae esta cualidad?

      19 Ahora bien, recordemos que el poder no es la única virtud de Jehová. Aún nos quedan por estudiar su justicia, sabiduría y amor. Pero él no demuestra esas virtudes de forma mecánica, como si fueran piezas independientes. Por el contrario, en los próximos capítulos veremos que siempre ejerce el poder de acuerdo con su justicia, sabiduría y amor. Pero antes, analicemos otra cualidad de Dios que no es común entre los que gobiernan en este mundo: el autocontrol.

      20 Imagínese a un hombre que es muy grande y muy fuerte. Al principio le da miedo, pero cuando lo conoce mejor se da cuenta de que no es alguien que intimide. Al contrario, es amable y siempre usa su fuerza para ayudar y proteger a los demás, sobre todo a los más indefensos y débiles. Cuando dicen mentiras para manchar su reputación, mantiene una actitud firme pero calmada, digna y amable. Si usted fuera tan fuerte como este hombre, ¿sería capaz de actuar con tanta amabilidad y autocontrol? Sin duda, cuanto más conocemos a alguien así, más ganas tenemos de ser sus amigos. Pues con más razón queremos ser amigos del Dios todopoderoso. Pensemos en la frase en que se basa el título del capítulo: “Jehová es paciente, y también muy poderoso” (Nahúm 1:3). Él no se apresura a usar su fuerza contra nadie, ni siquiera contra los malvados. Aunque lo provoquen una y otra vez, siempre es apacible, amable y muy paciente (Salmo 78:37-41).

      21. ¿Por qué no nos obliga Jehová a hacer su voluntad, y qué nos enseña esto sobre él?

      21 Veamos el autocontrol de Jehová desde otro ángulo. Si usted tuviera poder ilimitado, ¿sentiría a veces la tentación de obligar a los demás a hacer las cosas a su manera? Pues Jehová, con todo su poder, no obliga a las personas a servirle, y eso que es el único modo de conseguir vida eterna. Al contrario, nos dignifica dándonos libertad de elección. Aunque nos advierte de las consecuencias de tomar malas decisiones y nos dice cuáles son las recompensas de tomar buenas decisiones, deja la elección en nuestras manos (Deuteronomio 30:19, 20). Él no quiere que le sirvamos a la fuerza o por miedo a su impresionante poder. Jehová busca a los que quieren servirle porque lo aman (2 Corintios 9:7).

      22, 23. a) ¿Cómo sabemos que a Jehová le gusta compartir su poder con otros? b) ¿Qué analizaremos en el próximo capítulo?

      22 Veamos una última razón para no tenerle miedo al Dios todopoderoso. Las personas que tienen cierta autoridad normalmente no quieren compartir su poder con otros. En cambio, Jehová sí quiere compartirlo con sus siervos fieles. Por eso, es generoso y delega autoridad en otras personas, entre ellas, su Hijo (Mateo 28:18). Pero también les da poder a sus siervos de otra manera. La Biblia dice: “Tuyos, oh, Jehová, son la grandeza, el poder, la hermosura, el esplendor y la majestad, porque todo lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo. [...] En tus manos hay fuerza y poder, y tus manos son capaces de engrandecer y fortalecer a todos” (1 Crónicas 29:11, 12).

      23 Así es, Jehová quiere darle fuerzas a usted. Quiere darnos hasta “el poder que va más allá de lo normal” (2 Corintios 4:7). Al ver que Jehová usa su poder con bondad y eficacia, ¿no nos dan ganas de estar cerca de él? En el próximo capítulo analizaremos cómo usa su poder para crear.

      a El significado literal del término griego para “Todopoderoso” es “gobernante sobre todo; el que tiene todo el poder”.

      b La Biblia dice que “Jehová no estaba en el viento” ni “en el terremoto” ni “en el fuego”. Los siervos de Jehová no son como los que adoran a las fuerzas de la naturaleza. Saben muy bien que él es tan grande que ninguna creación puede contenerlo (1 Reyes 8:27).

      Preguntas para meditar

      • 2 Crónicas 16:7-13 ¿Cómo muestra el caso del rey Asá que desconfiar del poder de Jehová tiene graves consecuencias?

      • Salmo 89:6-18 ¿Cómo nos sentimos cuando pensamos en el poder de Jehová?

      • Isaías 40:10-31 Según este pasaje, ¿cómo es el poder de Jehová, qué alcance tiene y cómo puede beneficiarle a usted?

      • Apocalipsis 11:16-18 ¿Qué promete hacer Jehová en el futuro usando su poder, y por qué les consuela esta garantía a los cristianos verdaderos?

  • El poder para crear: Jehová hizo el cielo y la Tierra
    Acerquémonos a Jehová
    • El sol saliendo en un campo de trigo.

      CAPÍTULO 5

      El poder para crear: Jehová hizo el cielo y la Tierra

      1, 2. ¿Cómo demuestra el Sol el poder que tiene Jehová para crear?

      ¿QUÉ hace usted cuando está junto a una fogata en una noche fría? Quizás acerque las manos a una distancia que le permita disfrutar del calorcito de las llamas. Si se acerca demasiado, puede acabar quemándose; pero, si se queda muy lejos, el frío de la noche lo puede dejar helado.

      2 Existe un “fuego” que nos calienta de día: el Sol, situado a 150 millones de kilómetros (93 millones de millas) de nosotros.a ¡Qué potente tiene que ser para que nos llegue su calor desde tan lejos! No obstante, la Tierra gira en torno a este colosal horno termonuclear a la distancia adecuada. Si estuviera más cerca, el agua que hay en la Tierra se evaporaría, y, si estuviera más lejos, el agua se congelaría. En cualquiera de los dos casos, no habría vida en el planeta. La luz solar resulta esencial para los seres vivos, y además es limpia, eficiente y muy agradable (Eclesiastés 11:7).

      3. ¿Qué nos enseña el Sol?

      3 La mayoría de la gente da por sentado el Sol, y eso que su vida depende de él. Por eso, no se dan cuenta de lo que este nos enseña. La Biblia dice: “Tú [Jehová] hiciste la luz y el sol” (Salmo 74:16). Y es que el Sol le da honra a Jehová, “el que hizo el cielo, la tierra, [...] y todo lo que hay en ellos” (Salmo 19:1; 146:6). Pero el Sol es solo una de tantas y tantas estrellas que nos enseñan cuánto poder tiene Jehová para crear. Analicemos algunas de las cosas que Jehová ha creado y veamos lo que pueden enseñarnos.

      Jehová hizo “la luz y el sol”.

      “Levanten la vista al cielo y vean”

      4, 5. a) ¿Qué potencia tiene el Sol y cuál es su tamaño? b) En comparación con otras estrellas, ¿cómo es el Sol?

      4 Como ya se mencionó, el Sol es una estrella. Parece más grande que las que vemos de noche porque, comparado con ellas, está cerca de nosotros. ¿Cuánta potencia tiene? Pues bien, en su núcleo registra temperaturas de unos 15.000.000 °C (27.000.000 °F). Si sacáramos de allí un pedacito del tamaño de la cabeza de un alfiler y lo trajéramos a la Tierra, tendríamos que alejarnos de él 140 kilómetros (90 millas) para estar a salvo. El Sol emite cada segundo una energía equivalente a la explosión de cientos de millones de bombas atómicas.

      5 El Sol es enorme; es 1.300.000 veces más grande que la Tierra. ¿Pero es una de las estrellas más grandes? No. De hecho, los astrónomos la llaman enana amarilla. El apóstol Pablo dijo: “La gloria de cada estrella es diferente” (1 Corintios 15:41). Pero él no podía saber lo ciertas que eran estas palabras inspiradas. Piense en esto: hay una estrella tan grande que, si estuviera donde está el Sol, la Tierra quedaría en su interior. Si pasara lo mismo con otra de esas estrellas tan grandes, absorbería todos los planetas hasta Saturno, que está muy lejos de la Tierra. Está tan lejos que una nave espacial tardó 4 años en llegar allí aunque iba 40 veces más rápido que la bala de una pistola muy potente.

      6. ¿Cómo muestra la Biblia que la cantidad de estrellas es muy superior a la que puede ver el ojo humano?

      6 Pero algo más impresionante que el tamaño de las estrellas es su cantidad. La Biblia dice que ningún ser humano puede contar las estrellas, como tampoco se puede contar “la arena del mar” (Jeremías 33:22). Esto significa que hay muchas más de las que vemos a simple vista. Si un escritor bíblico, como Jeremías, hubiera tratado de contarlas, solo habría llegado a unas 3.000, pues son las únicas que el ojo humano alcanza a ver en una noche despejada. Podríamos comparar esa cantidad al número de granos de un simple puñado de arena. Pues bien, la cantidad real de estrellas es tan inmensa como la cantidad de granos de arena que hay en el mar.b ¿Quién podría contarlas?

      Estrellas y galaxias vistas a través de un telescopio.

      “A todas las llama por su nombre”.

      7. ¿Qué opinan los científicos sobre la cantidad de estrellas que hay en nuestra galaxia y de la cantidad de galaxias que hay en el universo?

      7 Isaías 40:26 nos da la respuesta: “Levanten la vista al cielo y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es aquel que las hace salir como un ejército, contándolas una por una; a todas las llama por su nombre”. Y Salmo 147:4 dice que Jehová “cuenta el número de las estrellas”. ¿Cuántas son? No es tan fácil contestar esta pregunta. Los astrónomos creen que tan solo en nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay más de 100.000 millones,c aunque algunos opinan que hay muchas más. Pero hay muchas galaxias más, y muchas de estas tienen más estrellas que la Vía Láctea. ¿Cuántas galaxias hay? Según los cálculos científicos, hay cientos de miles de millones, o incluso billones. Hasta ahora, parece que no se ha podido determinar el número exacto de galaxias, y mucho menos de los miles de millones de estrellas que contienen. En cambio, Jehová sí lo sabe y, lo que es más, les da nombre a cada una de ellas.

      8. a) ¿Qué nos puede ayudar a entender las dimensiones de la Vía Láctea? b) ¿Qué utiliza Jehová para controlar los movimientos de las estrellas y galaxias?

      8 Cuando pensamos en las dimensiones de las galaxias, nos asombramos todavía más. Por ejemplo, se calcula que la Vía Láctea mide unos 100.000 años luz de extremo a extremo. Piense en un haz de luz, que viaja a la altísima velocidad de 300.000 kilómetros (186.000 millas) por segundo. Este tardaría 100.000 años en atravesarla. Y hay galaxias muchísimo mayores. La Biblia dice que Jehová extiende “los cielos” como si fueran una simple tela (Salmo 104:2). Él también controla los movimientos de estas creaciones. Todo lo que hay en el universo, desde la más diminuta partícula hasta la galaxia más grande, se mueve conforme a leyes físicas que Dios estableció y aplicó (Job 38:31-33). Por eso los científicos comparan los movimientos tan precisos de las estrellas y galaxias a la compleja coreografía de un ballet. Pensemos ahora en el que creó todo esto. ¿No sentimos una gran admiración por el Dios que tiene tanto poder para crear?

      “El que hizo la tierra, el que la hizo con su poder”

      9, 10. ¿Cómo sabemos que Jehová puso la Tierra en el lugar ideal, y qué nos enseña esto sobre él?

      9 Vemos el poder que Jehová tiene para crear por la forma en que hizo la Tierra. Él la puso en el mejor lugar del universo. Algunos científicos creen que la vida que hay en nuestro planeta sería imposible en muchas otras galaxias. De hecho, en la mayor parte de la Vía Láctea tampoco podría haber vida. El centro de la galaxia es peligroso: la radiación es muy alta y las estrellas que hay allí son tantas que pasan rozándose y casi chocan. Por otro lado, en los bordes faltan muchos elementos esenciales para la vida. El sistema solar está puesto en el lugar ideal.

      10 Hay un enorme planeta lejano que protege a la Tierra: Júpiter. Este planeta es más de mil veces mayor que el nuestro y tiene una fuerza de gravedad tremenda. Por eso, absorbe o desvía los objetos que viajan por el espacio a alta velocidad. Los científicos creen que, si no fuera por Júpiter, la cantidad de objetos que chocarían contra la Tierra sería 10.000 veces mayor. Otro aliado de la Tierra es la Luna. Este satélite, mucho más cercano que Júpiter, no es solo una hermosa fuente de luz. Gracias a que mantiene a nuestro planeta en la inclinación adecuada, tenemos estaciones estables y predecibles, que nos hacen la vida más fácil y agradable.

      11. ¿Cómo nos protege la atmósfera?

      11 En todos los detalles del diseño de la Tierra vemos el poder de Jehová para crear. Por ejemplo, él hizo un escudo para protegernos: la atmósfera. El Sol emite rayos que nos benefician y rayos que nos perjudican. Cuando los rayos dañinos llegan a la atmósfera, convierten el oxígeno en un gas llamado ozono. Este gas forma una capa que absorbe la mayor parte de la radiación. ¡Qué bueno que Jehová nos puso una sombrilla!

      12. ¿Cómo demuestra el ciclo del agua el poder de Jehová para crear?

      12 Además de lo anterior, nuestra atmósfera nos da el aire que necesitamos y cumple otras funciones que hacen posible la vida en la Tierra. Por ejemplo, ¿qué podemos decir del impresionante ciclo del agua? Cada año, el Sol evapora de nuestros mares y océanos más de 400.000 kilómetros cúbicos (100.000 millas cúbicas) de agua, que se eleva formando nubes. Estas circulan por todo el planeta gracias al viento. Entonces el agua, ya filtrada y depurada, cae en forma de lluvia, nieve y hielo. Gracias a eso, se reabastecen los suministros de agua. Es tal como dice Eclesiastés 1:7: “Todos los ríos van a dar al mar, pero el mar no se llena. Los ríos vuelven al lugar donde nacieron para volver a correr de nuevo”. Solo Jehová pudo haber puesto en marcha este ciclo.

      13. ¿Qué nos enseñan las plantas y el suelo sobre el poder del Creador?

      13 Dondequiera que hay vida vemos claramente el poder de Jehová para crear. Lo podemos ver en todo: desde las plantas microscópicas que llenan el mar y nos regalan oxígeno hasta las enormes secuoyas de más de 30 pisos de alto. El suelo también rebosa de vida: hay lombrices, hongos y microbios que cooperan en el crecimiento de las plantas. Con razón, la Biblia dice que el suelo tiene fuerza, o poder (Génesis 4:12, nota).

      14. ¿Cuánto poder contiene el diminuto átomo?

      14 Sin duda, Jehová es “el que hizo la tierra, el que la hizo con su poder” (Jeremías 10:12). Este poder se ve incluso en sus creaciones más diminutas. Para hacernos una idea, si formáramos una hilera de un millón de átomos, sería más fina que un cabello humano. Y, aunque ampliáramos un átomo al tamaño de un edificio de 14 pisos, el núcleo sería tan pequeño como un grano de sal situado en el séptimo piso. Sin embargo, este pequeñísimo núcleo es tan potente que se usa para generar explosiones atómicas.

      “Todo lo que respira”

      15. ¿Qué quería enseñarle Jehová a Job cuando le habló de algunos animales?

      15 La gran variedad de animales también demuestra el poder de Jehová para crear. El Salmo 148 enumera muchas cosas que lo alaban, y el versículo 10 incluye a los “animales salvajes y todos los animales domésticos”. En cierta ocasión en que Dios conversó con Job, le habló del león, la cebra, el toro salvaje, Behemot (el hipopótamo) y Leviatán (al parecer, el cocodrilo). ¿Qué quería enseñarle? La razón por la que el ser humano debe sentir admiración y profundo respeto por el Creador. Si al hombre le imponen respeto estos animales tan poderosos, temibles e indomables, ¿qué debería sentir por aquel que los creó? (Job, capítulos 38-41).

      16. ¿Qué le impresiona más de algunas de las aves que Jehová creó?

      16 Salmo 148:10 también habla de las aves. ¡Cuánta variedad hay! Jehová le habló a Job del avestruz, que “se ríe del caballo y de su jinete”. Aunque no vuela, esta ave de 2,5 metros (8 pies) de altura corre a una velocidad de hasta 65 kilómetros (40 millas) por hora y puede abarcar 4,5 metros (15 pies) en una sola zancada (Job 39:13, 18). Por otra parte, el albatros pasa la mayor parte del tiempo sobrevolando el océano. Sus alas miden unos 3 metros (11 pies) de punta a punta y se desplaza durante horas por el aire sin dar un solo aleteo. En contraste, el colibrí abeja —que es el pájaro más pequeño del planeta— mide tan solo 5 centímetros (2 pulgadas) de largo y mueve las alas 80 veces por segundo. Los colibríes son capaces de quedarse suspendidos en el aire como un helicóptero e incluso de volar hacia atrás. Son como pequeñas joyas que brillan en el aire.

      17. ¿Cuáles son las dimensiones de la ballena azul, y qué siente usted al pensar en los animales que Jehová creó?

      17 Salmo 148:7 dice que hasta los “animales marinos” alaban a Jehová. Pensemos, por ejemplo, en la ballena azul, el animal más grande del planeta. Este animal, que vive en “las aguas profundas”, puede medir más de 30 metros (100 pies) de largo y alcanzar el peso de 30 elefantes adultos. De hecho, su lengua pesa lo mismo que un elefante. Su corazón, del tamaño de un automóvil pequeño, solo late 9 veces por minuto, en contraste con las 1.200 veces que late el corazón del colibrí. Al menos uno de sus vasos sanguíneos es tan ancho que un niño podría gatear por su interior. Sin duda, estamos de acuerdo con lo que dice el último versículo del libro de los Salmos: “Que todo lo que respira alabe a Jah” (Salmo 150:6).

      Qué nos enseña de Jehová el poder que tiene para crear

      18, 19. ¿Cuánta variedad de seres vivos ha creado Jehová, y qué nos enseña la creación sobre su derecho a gobernar?

      18 ¿Qué aprendemos de Jehová al ver su poder para crear? La gran variedad de seres vivos que Jehová creó nos llena de asombro. Un salmista exclamó: “¡Cuántas son tus obras, oh, Jehová! [...] La tierra está llena de tus creaciones” (Salmo 104:24). ¡Qué gran verdad! La ciencia ha descubierto más de un millón de especies, pero se cree que podría haber varios millones más. La capacidad artística e imaginativa del ser humano a veces se agota. En cambio, la creatividad de Jehová es inagotable. Su poder para inventar y crear cosas nuevas y distintas no tiene límites.

      19 La forma en que Jehová usa su poder para crear nos enseña que él tiene el derecho a gobernar. Jehová es el único al que se le puede llamar Creador, porque él hizo todas las cosas. Ni siquiera el Hijo unigénito de Jehová, que fue “un obrero experto” durante la creación, recibe el título Creador o Cocreador en la Biblia (Proverbios 8:30; Mateo 19:4). Más bien, es “el primogénito de toda la creación” (Colosenses 1:15). Como Jehová creó todas las cosas, solo él tiene el derecho de gobernar en todo el universo (Romanos 1:20; Apocalipsis 4:11).

      20. ¿En qué sentido ha descansado Jehová desde que terminó su creación en la Tierra?

      20 ¿Ha dejado Jehová de usar su poder para crear? Pues bien, la Biblia dice lo que pasó cuando terminó el sexto día de la creación: “El séptimo día, Dios se puso a descansar de toda la obra que había estado haciendo” (Génesis 2:2). El apóstol Pablo indicó que el séptimo “día” abarca miles de años y que en su época aún no había terminado (Hebreos 4:3-6). Pero, cuando leemos que Jehová descansó, ¿quiere decir que dejó de trabajar por completo? No, pues él nunca deja de trabajar (Salmo 92:4; Juan 5:17). Este descanso debe referirse más bien a que Jehová dejó de crear cosas nuevas en la Tierra. Él ha seguido trabajando para que se cumplan sus propósitos. Por ejemplo, inspiró las Santas Escrituras y hasta produjo “una nueva creación”, de la que hablaremos en el capítulo 19 (2 Corintios 5:17).

      21. Cuando vivamos para siempre, ¿qué sentimientos producirá en nosotros el poder de Jehová para crear?

      21 Cuando Jehová termine su día de descanso, podrá decir lo mismo que dijo al final de los seis días creativos, que todo su trabajo en la Tierra es “muy bueno” (Génesis 1:31). No sabemos cómo usará Jehová su infinito poder para crear, pero estamos seguros de que su forma de usarlo nos seguirá sorprendiendo. La creación continuará enseñándonos lecciones sobre él por toda la eternidad (Eclesiastés 3:11). Y, mientras más aprendamos acerca de Jehová, más respeto y admiración sentiremos por él. Como resultado, estaremos cada vez más cerca de nuestro Gran Creador.

      a Para darnos una idea de la magnitud de esta distancia, pensemos en lo que tardaría un automóvil en recorrerla. Si viajara las 24 horas del día a 160 kilómetros (100 millas) por hora sin detenerse, tardaría más de 100 años.

      b Hay quienes creen que en tiempos bíblicos existía algún tipo de telescopio muy rudimentario. Según ellos, si no hubiera sido por eso, la gente de aquel tiempo no habría podido saber que la cantidad de estrellas es incalculable. Esas teorías infundadas no toman en cuenta a Jehová, el autor de la Biblia (2 Timoteo 3:16).

      c Piense en cuánto tiempo le llevaría tan solo contar 100.000 millones de estrellas: si durante las 24 horas del día contara una por segundo, tardaría 3.171 años.

      Preguntas para meditar

      • Salmo 8:3-9 ¿Qué lección de humildad nos da la creación?

      • Salmo 19:1-6 ¿A qué nos debe impulsar el poder de Jehová para crear, y por qué?

      • Mateo 6:25-34 ¿Cómo nos ayuda a mantener la calma y a fijar nuestras prioridades meditar en la creación y el poder de Jehová?

      • Hechos 17:22-31 ¿Cómo nos enseña la forma en que Jehová usa su poder para crear que la idolatría está mal y que él no está muy lejos de nosotros?

  • El poder para destruir: “Jehová es un poderoso guerrero”
    Acerquémonos a Jehová
    • El faraón y el ejército egipcio hundiéndose en el mar Rojo.

      CAPÍTULO 6

      El poder para destruir: “Jehová es un poderoso guerrero”

      1-3. a) ¿A qué peligrosa situación se enfrentaron los israelitas? b) ¿De qué forma luchó Jehová a favor de su pueblo?

      LOS israelitas están atrapados entre altas montañas y un profundo mar. El ejército egipcio —una despiadada máquina de exterminio— los persigue totalmente decidido a acabar con ellos.a Pero Moisés le dice al pueblo que no se desespere. Les asegura: “Jehová mismo peleará por ustedes” (Éxodo 14:14).

      2 Al parecer, Moisés después le pide ayuda a Dios, quien le responde: “¿Por qué sigues pidiéndome ayuda a gritos?”. Y añade: “Levanta tu vara y extiende la mano sobre el mar para dividirlo en dos” (Éxodo 14:15, 16). Trate de imaginar lo que pasó después. De inmediato, Jehová le da órdenes a su ángel, y la columna de nube se pone detrás de los israelitas, donde tal vez se extiende formando una especie de pared que impide que los egipcios los ataquen (Éxodo 14:19, 20; Salmo 105:39). Luego, Moisés extiende la mano, y el mar se divide impulsado por un fuerte viento. De algún modo, las aguas “se cuajaron” y “quedaron inmóviles”. Así, se forman dos muros, y en medio queda un camino tan ancho que todo el pueblo puede cruzar el mar Rojo (Éxodo 14:21; 15:8).

      3 Al ver este increíble milagro, el faraón debió haberse retirado junto con sus tropas. Pero, en vez de eso, les da la orden de atacar (Éxodo 14:23). Mientras los egipcios van tras los israelitas, las ruedas de sus carros se salen y no pueden avanzar. Los israelitas llegan a salvo a la otra orilla, y Jehová le manda a Moisés: “Extiende tu mano sobre el mar para que las aguas se cierren sobre los egipcios, sus carros de guerra y sus jinetes”. Finalmente, los muros de agua se derrumban, y así sepultan al faraón y su ejército (Éxodo 14:24-28; Salmo 136:15).

      4. a) ¿Qué demostró ser Jehová en el mar Rojo? b) ¿Qué podrían sentir algunas personas al pensar en el poder de Jehová para destruir?

      4 Lo que hizo Jehová para rescatar a los israelitas en el mar Rojo nos enseña mucho sobre él. Ahí, demostró que es “un poderoso guerrero” (Éxodo 15:3). Ahora bien, cuando usted piensa en Jehová como un guerrero, ¿qué siente? La verdad es que las guerras causan mucho dolor y sufrimiento. Por eso quizás piense que el poder que Dios tiene para destruir nos aleja de Jehová en vez de acercarnos a él.

      En el mar Rojo, Jehová demostró ser “un poderoso guerrero”.

      Diferencias entre las guerras de Dios y las del hombre

      5, 6. a) ¿Por qué es adecuado llamar a Dios Jehová de los ejércitos? b) ¿Qué diferencia hay entre las guerras de Dios y las humanas?

      5 El título “Jehová de los ejércitos” aparece más de 260 veces en las Escrituras Hebreas y 2 en las Escrituras Griegas Cristianas (1 Samuel 1:11). Como Soberano, Jehová está al mando de un enorme ejército de ángeles muy poderosos (Josué 5:13-15; 1 Reyes 22:19; Isaías 37:36). La muerte de seres humanos nunca es una escena agradable. Pero hay que tener en cuenta que las guerras de Dios son muy diferentes de las guerras humanas. Aunque los líderes políticos y militares justifiquen sus ataques, las guerras de este mundo siempre están marcadas por la codicia y el egoísmo.

      6 En cambio, Jehová no se deja llevar por las emociones. Deuteronomio 32:4 dice: “Él es la Roca, todo lo que hace es perfecto, porque todos sus caminos son justos. Es un Dios fiel que nunca comete injusticias. Él es justo y recto”. De hecho, la Palabra de Dios condena la furia descontrolada, la crueldad y la violencia (Génesis 49:7; Salmo 11:5). Jehová usa su poder para destruir solo en contadas ocasiones, pero siempre con buenas razones y como último recurso. Él mismo explicó mediante el profeta Ezequiel: “¿Acaso me causa algún placer la muerte de alguien malvado? —afirma el Señor Soberano Jehová—. ¿Acaso no prefiero que abandone sus caminos y siga vivo?” (Ezequiel 18:23).

      7, 8. a) ¿A qué conclusión llegó Job sobre su situación? b) ¿Cómo ayudó Elihú a Job a corregir su forma de pensar? c) ¿Qué lección aprendemos de lo que le pasó a Job?

      7 Entonces, ¿por qué recurre Jehová al poder para destruir? Antes de contestar esta pregunta, pensemos en lo que le pasó a Job. Satanás desafió a Dios y afirmó que este hombre justo —y en realidad cualquier ser humano— sería incapaz de mantenerse íntegro si se le ponía a prueba. Jehová respondió a ese desafío permitiéndole al Diablo probar la integridad de Job. En consecuencia, Job perdió la salud, las riquezas e incluso a sus hijos (Job 1:1-2:8). Como no sabía todo lo que había detrás, pensó que Dios lo estaba castigando injustamente, y hasta le preguntó por qué lo había convertido en “blanco” de ataque y lo consideraba su “enemigo” (Job 7:20; 13:24).

      8 Un joven llamado Elihú le explicó a Job que eso no era cierto. Le dijo: “¿Estás tan seguro de que tienes razón que dirías ‘Soy más justo que Dios’?” (Job 35:2). Obviamente, no tendría sentido creernos más sabios que Jehová o pensar que es injusto. Elihú también dijo: “¡Es impensable que el Dios verdadero actúe con maldad, que el Todopoderoso haga algo injusto!”. Y luego añadió: “No está a nuestro alcance entender al Todopoderoso; su poder es muy grande, y él nunca actúa en contra de su justicia ni de su gran rectitud” (Job 34:10; 36:22, 23; 37:23). Podemos estar seguros de que, cuando Dios pelea, lo hace porque tiene buenas razones. Teniendo esto en cuenta, veamos algunos motivos por los que Jehová, un Dios de paz, a veces actúa como un guerrero (1 Corintios 14:33).

      Por qué tiene que pelear un Dios de paz

      9. ¿Por qué pelea el Dios de la paz?

      9 Después de alabar a Dios como “un poderoso guerrero”, Moisés dijo: “¿Quién entre los dioses es como tú, oh, Jehová? ¿Quién es como tú, que demuestras ser supremo en santidad?” (Éxodo 15:11). El profeta Habacuc escribió algo parecido: “Tus ojos son demasiado puros para ver lo que es malo, y no puedes tolerar la maldad” (Habacuc 1:13). Aunque Jehová es un Dios de amor, también es un Dios santo y justo, y por eso a veces tiene que usar su poder para destruir (Isaías 59:15-19; Lucas 18:7). Por lo tanto, su santidad no pierde esplendor cuando él pelea. Más bien, pelea porque es santo (Éxodo 39:30).

      10. ¿Cuál sería la única manera de acabar con la enemistad predicha en Génesis 3:15, y qué bendiciones tendría la humanidad obediente?

      10 Pensemos en lo que pasó cuando Adán y Eva —la primera pareja humana— se rebelaron contra Dios (Génesis 3:1-6). Si Jehová se hubiera quedado de brazos cruzados, su autoridad como el Soberano del universo se habría debilitado. Y, como es un Dios justo, tenía el deber de condenarlos a muerte (Romanos 6:23). Él predijo que habría enemistad entre sus siervos y los seguidores de “la serpiente”, el Diablo, tal como leemos en la primera profecía de la Biblia (Apocalipsis 12:9; Génesis 3:15). Jehová sabía que, al final, la única manera de resolver el problema sería aplastando a Satanás (Romanos 16:20). Esto les traería bendiciones a las personas obedientes. ¿Cuáles? Satanás ya no podría seguir engañando a la humanidad, y toda la Tierra se convertiría en un paraíso (Mateo 19:28). Pero, antes de eso, los que estuvieran de parte de Satanás perseguirían y tratarían de matar a los siervos de Dios. Y, por eso, Jehová a veces tendría que hacer algo para proteger a su pueblo.

      Dios actúa para eliminar la maldad

      11. ¿Por qué tuvo que enviar Dios un diluvio universal?

      11 Una de esas ocasiones fue el Diluvio de los días de Noé. Génesis 6:11, 12 dice: “El Dios verdadero vio que la tierra estaba arruinada y llena de violencia. Así es, Dios se fijó en la tierra, y estaba arruinada. Toda la gente de la tierra llevaba una vida corrupta”. ¿Permitiría Jehová que los malvados acabaran con las pocas personas buenas que quedaban en la Tierra? No, y por eso tuvo que enviar un diluvio universal para borrar del planeta a las personas violentas e inmorales.

      12. a) ¿Qué predijo Jehová acerca de la descendencia de Abrahán? b) ¿Por qué decidió Jehová destruir a los amorreos?

      12 Algo similar pasó cuando Dios decidió destruir a los cananeos. Jehová había prometido que todas las familias de la Tierra se bendecirían mediante la descendencia de Abrahán. Para cumplir eso, decretó que los descendientes de Abrahán recibieran la tierra de Canaán, donde vivían los amorreos. Pero ¿sería justo que Jehová sacara a los amorreos de su propio país a la fuerza? Pues bien, Dios profetizó que esperaría unos 400 años para sacarlos de su tierra, cuando “el error de los amorreos” hubiera llegado al límite (Génesis 12:1-3; 13:14, 15; 15:13, 16; 22:18).b Durante ese periodo, ellos se fueron corrompiendo cada vez más. Canaán se convirtió en un país lleno de idolatría, crueldad, violencia e inmoralidad sexual (Éxodo 23:24; 34:12, 13; Números 33:52). Sus habitantes hasta sacrificaban a sus hijos en el fuego. ¿Podía un Dios santo permitir que su pueblo viviera entre esa gente tan mala? Claro que no. Él dijo: “La tierra es impura y la castigaré por su error, y la tierra vomitará a sus habitantes” (Levítico 18:21-25). Pero Jehová no destruyó a todo el mundo. Más bien, les perdonó la vida a algunos cananeos que demostraron tener un buen corazón, como Rahab y los gabaonitas (Josué 6:25; 9:3-27).

      Pelea a favor de su nombre

      13, 14. a) ¿Por qué Jehová tuvo que limpiar su nombre? b) Pensando en el caso de los israelitas, ¿cómo limpió Jehová su nombre?

      13 Como Jehová es santo, su nombre también es santo (Levítico 22:32). Jesús les enseñó a sus discípulos a pedir esto en oración: “Que tu nombre sea santificado” (Mateo 6:9). La rebelión en el jardín de Edén profanó, o manchó, el nombre de Dios, pues cuestionó su reputación y forma de gobernar. Jehová no podía pasar por alto la rebelión ni todas esas calumnias. Tenía que limpiar su nombre (Isaías 48:11).

      14 Volviendo de nuevo a los israelitas, recordemos cuando eran esclavos en Egipto. En aquel momento, la gente pudo haber pensado que Dios nunca cumpliría su promesa de que todas las familias de la Tierra se bendecirían mediante la descendencia de Abrahán. Pero, cuando Jehová liberó a los israelitas y los convirtió en nación, limpió su nombre. Por eso, el profeta Daniel le dijo a Dios en oración: “Oh, Jehová nuestro Dios, el que sacó a su pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa y se hizo un nombre” (Daniel 9:15).

      15. ¿Por qué rescató Jehová a los judíos cautivos en Babilonia?

      15 Es interesante que Daniel hizo esta suplica en otra ocasión en la que Jehová tenía que limpiar su nombre salvando a los judíos. Esta vez, estaban cautivos en Babilonia porque habían sido desobedientes. Y, además, la capital del pueblo de Dios, Jerusalén, estaba en ruinas. Daniel sabía que el nombre de Dios sería engrandecido si Jehová los llevaba de vuelta a su tierra. Por eso le rogó: “Oh, Jehová, perdona. ¡Oh, Jehová, presta atención y actúa! No tardes, oh, Dios mío, por causa de ti mismo, porque tu ciudad y tu pueblo llevan tu nombre” (Daniel 9:18, 19).

      Pelea a favor de su pueblo

      16. ¿Piensa Jehová solo en sí mismo cuando defiende y limpia su nombre?

      16 Cuando Jehová defiende y limpia su nombre, ¿es porque piensa solo en sí mismo? No, pues al defenderlo y mostrar que es santo y justo, también protege a su pueblo. Por ejemplo, el capítulo 14 de Génesis cuenta que cuatro reyes raptaron a Lot, sobrino de Abrahán, y a su familia. Pero, con la ayuda de Dios, Abrahán derrotó a los enemigos aunque eran mucho más fuertes. Es probable que esta victoria fuera el primer relato que se escribió en “el Libro de las Guerras de Jehová”. Al parecer, este era un libro que también incluía batallas que no aparecen en la Biblia (Números 21:14). Más adelante habría muchas más victorias.

      17. ¿Qué ejemplos demuestran que Jehová peleó a favor de los israelitas después de que entraron en la tierra de Canaán?

      17 Poco antes de que los israelitas entraran en la tierra de Canaán, Moisés les aseguró: “Jehová su Dios irá delante de ustedes y peleará por ustedes, tal como hizo en Egipto ante sus propios ojos” (Deuteronomio 1:30; 20:1). Jehová luchó por su pueblo y le ayudó a conseguir grandes victorias sobre sus enemigos, tanto en el tiempo de Josué —el sucesor de Moisés— como en la época de los jueces y en la del gobierno de los reyes fieles de Judá (Josué 10:1-14; Jueces 4:12-17; 2 Samuel 5:17-21).

      18. a) ¿Por qué debemos agradecer que Jehová no haya cambiado? b) ¿En qué desembocará la enemistad de la que habla Génesis 3:15?

      18 Jehová no ha cambiado. Y su propósito de convertir este planeta en un pacífico paraíso tampoco ha cambiado (Génesis 1:27, 28). Él sigue odiando la maldad. Además, quiere mucho a su pueblo y pronto lo rescatará (Salmo 11:7). Dentro de poco, la enemistad de la que habla Génesis 3:15 desembocará en un violento y rotundo ataque contra el pueblo de Dios. Una vez más, Jehová se convertirá en “un poderoso guerrero” para santificar su nombre y proteger a sus siervos (Zacarías 14:3; Apocalipsis 16:14, 16).

      19. a) Explique con un ejemplo por qué la manera en la que Jehová usa su poder para destruir nos acerca a él. b) ¿Cómo deberíamos sentirnos al saber que Dios está dispuesto a pelear para protegernos?

      19 Piense en el siguiente ejemplo. Un hombre ve que una fiera ataca a su familia, así que él se lanza contra ella y la mata. ¿Cree que su esposa y sus hijos se alejarían de él por haber matado a la fiera? Claro que no. Al contrario, estarían muy agradecidos porque, al defenderlos así, demostró cuánto los quería. Igualmente, la manera en que Jehová usa su poder para destruir no debería alejarnos de él. Más bien, deberíamos amarlo más al ver que está dispuesto a pelear para protegernos. Esto también hace que aumente nuestro respeto por su infinito poder, y así “podamos darle servicio sagrado a Dios como a él le gusta, con temor de Dios y profundo respeto” (Hebreos 12:28).

      Acerquémonos al “poderoso guerrero”

      20. Cuando no entendemos bien un relato en el que Jehová usa su poder para destruir, ¿qué deberíamos hacer, y por qué?

      20 Claro, la Biblia no siempre explica todas las razones por las que Jehová decide pelear. Pero podemos estar seguros de que él nunca usa de forma injusta, caprichosa o cruel su poder para destruir. Normalmente entenderemos mejor un relato bíblico si tomamos en cuenta el contexto o buscamos más información (Proverbios 18:13). Aunque nos falten detalles, algo que nos ayudará a despejar nuestras dudas es conocer mejor a Jehová y meditar en sus preciosas cualidades. Si lo hacemos, descubriremos que tenemos buenas razones para confiar en nuestro Dios, Jehová (Job 34:12).

      21. Aunque Jehová se convierte en “un poderoso guerrero” cuando es necesario, ¿cómo es él en realidad?

      21 Como vimos, Jehová es “un poderoso guerrero” cuando es necesario, pero eso no significa que le guste pelear. Es cierto que en la visión que tuvo Ezequiel del carro celestial se representa a Jehová como si estuviera listo para luchar contra sus enemigos. Pero Ezequiel también vio a Dios rodeado de un arcoíris, un símbolo de la paz (Génesis 9:13; Ezequiel 1:28; Apocalipsis 4:3). Está claro que Jehová es tranquilo y pacífico. Y “Dios es amor”, como escribió el apóstol Juan (1 Juan 4:8). Jehová manifiesta con total equilibrio todas sus cualidades. ¡Qué honor tener la oportunidad de acercarnos a este Dios tan poderoso que nos ama tanto!

      a Según el historiador judío Flavio Josefo, “los perseguidores tenían seiscientos carros y eran cincuenta mil hombres a caballo y doscientos mil a pie, todos armados” (Antigüedades Judías, libro II, cap. XV, sec. 3).

      b Todo indica que en este pasaje el término “amorreos” se refiere a todos los pueblos de Canaán (Deuteronomio 1:6-8, 19-21, 27; Josué 24:15, 18).

      Preguntas para meditar

      • 2 Reyes 6:8-17 ¿Cómo nos anima en tiempos difíciles tener presente que nuestro Dios es “Jehová de los ejércitos”?

      • Ezequiel 33:10-20 Antes de usar su poder para destruir, ¿qué oportunidad les da Jehová a las personas desobedientes como muestra de su misericordia?

      • 2 Tesalonicenses 1:6-10 ¿Por qué será un alivio para los siervos fieles de Dios la destrucción de los malvados?

      • 2 Pedro 2:4-13 ¿Qué mueve a Jehová a usar su poder para destruir, y qué lecciones le enseña esto a la humanidad?

  • El poder para proteger: “Dios es nuestro refugio”
    Acerquémonos a Jehová
    • Un pastor acurrucando a un corderito junto a su pecho.

      CAPÍTULO 7

      El poder para proteger: “Dios es nuestro refugio”

      1, 2. ¿A qué situación peligrosa se enfrentaban los israelitas en la región del Sinaí, y cómo los tranquilizó Jehová?

      EN LA primera parte del año 1513 antes de nuestra era, los israelitas iban a entrar en la región del Sinaí. Era una situación peligrosa, pues tenían que viajar por un “grande y terrible desierto, lleno de serpientes venenosas y escorpiones” (Deuteronomio 8:15, Dios habla hoy). Además, había naciones enemigas que podían atacarlos. Jehová, su Dios, era quien los había conducido a esa situación. Pero ¿sería capaz de protegerlos?

      2 Jehová le dijo a su pueblo algo muy tranquilizador: “Ustedes han visto con sus propios ojos lo que les hice a los egipcios. Lo hice para llevarlos sobre alas de águilas y traerlos hasta mí” (Éxodo 19:4). Les recordó que él los había liberado de Egipto. Fue como si unas águilas, por así decirlo, los hubieran sacado de allí y los hubieran puesto a salvo. Y es que las “alas de águilas” nos ayudan a entender cómo protege Jehová a su pueblo. Veamos por qué.

      3. ¿De qué manera nos ayudan las “alas de águilas” a entender cómo protege Jehová a su pueblo?

      3 Las águilas tienen unas alas que pueden medir hasta 2 metros (7 pies) de envergadura. Pero no solo las usan para volar, sino también para proteger a sus polluelos. Por ejemplo, con ellas los abrigan cuando soplan vientos fríos. Y también las usan para formar una especie de sombrilla y resguardarlos del sol abrasador. Así como un águila protege a sus crías, Jehová había protegido a la joven nación de Israel. Y, ahora, en el desierto, sus poderosas alas seguirían siendo un refugio para los israelitas si ellos se mantenían fieles (Deuteronomio 32:9-11; Salmo 36:7). Y nosotros, ¿también podemos esperar que Dios nos proteja?

      Jehová promete proteger a sus siervos

      4, 5. ¿Por qué podemos confiar por completo en la promesa de que Jehová nos cuidará?

      4 No hay duda de que Jehová puede proteger a sus siervos. Es “el Dios Todopoderoso”, un título que destaca que no hay nada que pueda impedirle que haga lo que él se propone (Génesis 17:1). Su poder es como una ola inmensa que nadie puede detener. Ahora bien, sabemos que él puede usar su poder para lo que él quiera. Pero ¿querrá usarlo para protegernos?

      5 Por supuesto que sí. De hecho, Jehová nos asegura que protegerá a sus siervos. Salmo 46:1 dice: “Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, una ayuda siempre disponible en tiempos de angustia”. Y, como él “no puede mentir”, confiamos por completo en su promesa de que nos cuidará (Tito 1:2). Veamos algunas comparaciones que Jehová utiliza para describir cómo nos cuida.

      6, 7. a) ¿Cómo protegía a sus ovejas el pastor de tiempos bíblicos? b) ¿Cómo ilustra la Biblia las ganas que tiene Jehová de proteger y cuidar a sus ovejas?

      6 Jehová es nuestro Pastor y nosotros “somos su pueblo y las ovejas de sus pastos” (Salmo 23:1; 100:3). Hay pocos animales tan indefensos como las ovejas. El pastor de tiempos bíblicos tenía que ser valiente, ya que debía proteger a su rebaño de leones, lobos y osos, así como de los ladrones (1 Samuel 17:34, 35; Juan 10:12, 13). Pero, al mismo tiempo, tenía que tratar a las ovejas con ternura y delicadeza. Por ejemplo, cuando alguna oveja daba a luz lejos del rebaño, el pastor se quedaba con ella para protegerla y luego recogía al indefenso corderito y lo llevaba con el resto de las ovejas.

      Un pastor acurrucando a un corderito junto a su pecho.

      “Junto a su pecho los llevará”.

      7 Al compararse a un pastor, Jehová nos garantiza que desea de corazón protegernos (Ezequiel 34:11-16). Como vimos en el capítulo 2 de este libro, Isaías 40:11 describe así a Jehová: “Cuidará de su rebaño como un pastor. Con su brazo juntará a los corderos, y junto a su pecho los llevará”. ¿De qué forma logra un corderito que el pastor lo ponga en los pliegues de su ropa “junto a su pecho”? Tal vez se le acerque e incluso le dé un golpecito en la pierna. Sin embargo, es el pastor quien tiene que inclinarse a recogerlo y luego ponerlo con cuidado junto a su pecho. ¡Qué imagen tan tierna de Jehová, nuestro Pastor, y de las ganas que tiene de protegernos!

      8. a) ¿A quiénes les promete Dios su protección, y cómo lo indica Proverbios 18:10? b) ¿Qué tenemos que hacer para refugiarnos en el nombre de Dios?

      8 Dios promete que protegerá únicamente a quienes se acerquen a él. Proverbios 18:10 dice: “El nombre de Jehová es una torre fuerte. El justo corre hacia ella y recibe protección”. En tiempos bíblicos, a veces se construían en el desierto torres que servían de refugio. Claro, quien estaba en peligro tenía que correr hacia ellas para estar a salvo. Y lo mismo tienen que hacer quienes quieran recibir la protección del nombre de Dios. No basta con que repitan la palabra Jehová, pues no es un amuleto. Más bien, deben conocer al que lleva ese nombre, confiar en él y vivir de acuerdo con sus justas normas. Jehová nos garantiza que, si confiamos en él, será como una torre fuerte que nos protegerá. ¡Qué bueno es Jehová!

      “El Dios al que servimos puede librarnos”

      9. Además de prometer protección, ¿qué ha demostrado Jehová?

      9 Jehová no solo promete su protección. En tiempos bíblicos, realizó milagros que demostraron que podía proteger a su pueblo. Por ejemplo, en muchas ocasiones usó su poderosa “mano” para proteger a la nación de Israel de sus enemigos (Éxodo 7:4). Pero, además, Jehová usó su poder para proteger individualmente a sus siervos.

      10, 11. ¿Qué ejemplos bíblicos muestran cómo usó Jehová su poder para proteger individualmente a sus siervos?

      10 El rey Nabucodonosor, el más poderoso de su época, se puso furioso cuando tres jóvenes hebreos —conocidos como Sadrac, Mesac y Abednego— no quisieron inclinarse ante su imagen de oro. Los amenazó con arrojarlos a un horno muy muy caliente y les dijo en son de burla: “¿Y qué dios podrá librarlos de mis manos?” (Daniel 3:15). Los tres jóvenes tenían confianza absoluta en que su Dios podía protegerlos, pero no pensaron que él tuviera la obligación de hacerlo. Por eso respondieron: “Si tiene que ser así, oh, rey, el Dios al que servimos puede librarnos” (Daniel 3:17). De hecho, aunque aquel horno estaba siete veces más caliente de lo normal, eso no era nada para el Todopoderoso. Finalmente, él los protegió, y el rey no tuvo más remedio que admitir: “No existe otro dios que pueda librar como este” (Daniel 3:29).

      11 Otra extraordinaria demostración del poder de Jehová para proteger fue cuando transfirió la vida de su Hijo unigénito a la matriz de una virgen judía llamada María. Un ángel le dijo: “Quedarás embarazada y darás a luz un hijo”, y luego añadió: “Sobre ti vendrá espíritu santo, y el poder del Altísimo te envolverá con su sombra” (Lucas 1:31, 35). Aparentemente, el Hijo de Dios nunca había estado tan desprotegido. ¿Se contaminaría el embrión con el pecado y la imperfección de su madre? ¿Podría Satanás hacerle daño o incluso matarlo antes de nacer? ¡Claro que no! Desde el momento en que María quedó embarazada, Jehová formó, por así decirlo, un muro alrededor de ella para protegerla. De este modo, ni la imperfección ni ningún demonio ni ser humano le haría daño al bebé. Y no dejó de proteger a Jesús durante su juventud (Mateo 2:1-15). De hecho, Jehová siguió protegiendo a su amado Hijo hasta que llegó el momento en que tuvo que dar su vida.

      12. ¿Por qué protegió Jehová de forma milagrosa a ciertas personas en tiempos bíblicos?

      12 ¿Por qué protegió Jehová de forma milagrosa a ciertas personas? Con frecuencia, para lograr algo mucho más importante: cumplir su propósito. Por ejemplo, era esencial proteger a Jesús desde pequeño para que se cumpliera el propósito de Dios y que los seres humanos tuviéramos la oportunidad de vivir para siempre. Jehová se aseguró de que en la Biblia se escribieran muchos relatos que demuestran su poder para proteger. Estas cosas “fueron escritas para nuestra enseñanza, para que mediante nuestro aguante y el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza” (Romanos 15:4). En efecto, estos ejemplos nos ayudan a fortalecer la fe en nuestro poderoso Dios. Ahora bien, ¿qué tipo de protección nos ofrece él en nuestros días?

      Lo que Jehová no nos promete

      13. ¿Por qué no tiene Jehová la obligación de hacer milagros por nosotros?

      13 Aunque Jehová nos promete su protección, eso no significa que él tenga la obligación de hacer milagros por nosotros. Él no nos garantiza una vida libre de problemas en este sistema. Muchos de sus siervos fieles pasan por situaciones muy difíciles, como pobreza, guerras, enfermedades y muerte. Jesús no les ocultó a sus discípulos la posibilidad de que los mataran por su fe, y por eso destacó la necesidad de aguantar hasta el fin (Mateo 24:9, 13). Si Jehová siempre protegiera a sus siervos de forma milagrosa, Satanás de seguro diría que no le servimos por amor, sino porque queremos su protección (Job 1:9, 10).

      14. ¿Qué ejemplos indican que Jehová no siempre protege a sus siervos de la misma manera?

      14 Aun en tiempos bíblicos, Jehová no siempre utilizó su poder para salvar de la muerte a sus siervos. Por ejemplo, Herodes mandó matar al apóstol Santiago cerca del año 44 de nuestra era; pero, poco después, Pedro fue librado “de las manos de Herodes” (Hechos 12:1-11). Por otro lado, Juan, el hermano de Santiago, vivió más tiempo que ellos dos. Por lo tanto, está claro que no debemos esperar que Dios proteja a cada uno de sus siervos del mismo modo. Además, a todos nos llega “algún mal momento y algún suceso imprevisto” (Eclesiastés 9:11). Entonces, ¿cómo nos protege Jehová en la actualidad?

      Jehová nos da protección física

      15, 16. a) ¿Qué demuestra que Jehová les ha dado protección física a sus siervos como grupo? b) ¿Por qué confiamos en que Jehová protegerá a sus siervos ahora y en “la gran tribulación”?

      15 En primer lugar, hablemos de la protección física. Los siervos de Jehová podemos esperar ese tipo de protección como grupo. Pensemos en que, si no fuera por esa protección, el Diablo acabaría con nosotros. Nada le gustaría más a Satanás, “el gobernante de este mundo”, que eliminar la adoración verdadera (Juan 12:31; Apocalipsis 12:17). Aunque algunos de los gobiernos más poderosos han prohibido nuestra predicación y han tratado de acabar con nosotros, nos hemos mantenido firmes y hemos seguido predicando. Si somos un grupito de cristianos aparentemente desprotegidos, ¿cómo es posible que grandes naciones no hayan logrado detener nuestra predicación? Solo hay una razón: porque Jehová nos protege bajo sus poderosas alas (Salmo 17:7, 8).

      16 ¿Debemos esperar protección física en la futura “gran tribulación”? No hay por qué tener miedo del castigo que Dios le dará a la gente malvada. A fin de cuentas, “Jehová sabe rescatar de las pruebas a las personas que le tienen devoción y reservar a las personas injustas para que sean destruidas en el día de juicio” (Apocalipsis 7:14; 2 Pedro 2:9). Mientras tanto, estamos convencidos de dos cosas. Primero, que Jehová nunca permitirá que Satanás acabe con todos sus siervos leales. Y, segundo, que a los que se mantengan fieles los recompensará con vida eterna en su nuevo mundo de justicia o, si es el caso, los resucitará. Para quienes mueran, no hay lugar más seguro que la memoria de Dios (Juan 5:28, 29).

      17. ¿Cómo nos protege Jehová mediante su Palabra?

      17 En la actualidad, Jehová también nos protege mediante su Palabra, que “está viva y actúa con poder” para motivarnos a cambiar y ayudarnos a ser felices (Hebreos 4:12). Aplicar sus principios puede protegernos en sentido físico. Isaías 48:17 dice: “Yo, Jehová, soy [...] el que te enseña por tu propio bien”. Sin duda, vivir de acuerdo con lo que enseña la Palabra de Dios nos ayudará a tener una vida más sana y larga. Por ejemplo, al seguir las normas bíblicas de abstenerse de inmoralidad sexual y limpiarse de todo lo que contamina, evitamos las prácticas impuras y los hábitos que tanto daño le hacen a la gente que no quiere obedecer a Dios (Hechos 15:29; 2 Corintios 7:1). ¡Cuánto agradecemos la protección de la Palabra de Dios!

      Jehová nos da protección espiritual

      18. ¿Qué nos da Jehová para protegernos espiritualmente?

      18 Y, sobre todo, nuestro cariñoso Dios, Jehová, nos protege en sentido espiritual. Lo hace dándonos todo lo necesario para soportar las pruebas y para evitar que se dañe nuestra amistad con él. De este modo, actúa para que sigamos viviendo, no solo por unos cuantos años, sino para siempre. Examinemos algunos de los regalos que Dios nos da para protegernos espiritualmente.

      19. ¿Cómo nos ayuda el espíritu de Jehová a afrontar las pruebas que tengamos?

      19 Jehová es “el que escucha las oraciones” (Salmo 65:2). Hablar con Jehová y desahogarnos con él puede hacer que nos sintamos mejor cuando parece que ya no podemos más (Filipenses 4:6, 7). Aunque no nos quite milagrosamente los problemas, contesta nuestras súplicas sinceras dándonos sabiduría para sobrellevarlos (Santiago 1:5, 6). Es más, les da su espíritu santo a quienes se lo piden (Lucas 11:13). Esta poderosa fuerza nos ayuda a afrontar las pruebas y otras dificultades que tengamos. Y, gracias a esa fuerza, también tenemos “el poder que va más allá de lo normal” para aguantar hasta que Jehová elimine todos nuestros problemas en el nuevo mundo, que ya está a las puertas (2 Corintios 4:7).

      20. ¿Cómo nos demuestra Jehová a través de otros cristianos su poder para proteger?

      20 A veces, Jehová nos demuestra a través de otros cristianos su poder para proteger. Él ha unido a sus siervos en una hermandad mundial (Juan 6:44; 1 Pedro 2:17). Cuando sentimos el amor de los hermanos, vemos claramente la influencia positiva del espíritu santo en los demás. Este espíritu produce en nosotros su fruto, es decir, cualidades muy valiosas como el amor, la amabilidad y la bondad (Gálatas 5:22, 23). Por eso, cuando un hermano nos dé buenos consejos o el ánimo que necesitemos en los momentos difíciles, podemos darle gracias a Jehová, pues esas son muestras de que nos cuida y protege.

      21. a) ¿Qué alimento espiritual nos da Jehová mediante “el esclavo fiel y prudente”? b) ¿Cómo se ha beneficiado usted de los regalos que Jehová nos da para protegernos espiritualmente?

      21 Jehová nos regala algo más para protegernos: alimento espiritual. Él le encargó al “esclavo fiel y prudente” que nos diera alimento basado en su Palabra, y así tuviéramos las fuerzas necesarias. ¿Y cómo recibimos “alimento al tiempo debido”, es decir, el que necesitamos y cuando lo necesitamos? (Mateo 24:45). Este esclavo prepara las revistas La Atalaya y ¡Despertad!, así como otras publicaciones, el sitio de internet jw.org, las reuniones y las asambleas. ¿No hemos recibido la fuerza y el ánimo que necesitábamos en alguna reunión cristiana, quizá por un comentario, un discurso o una oración? ¿No ha influido de manera especial en nuestra vida algún artículo de las revistas? Pues recordemos que Jehová nos da todos estos regalos para protegernos espiritualmente.

      22. ¿De qué forma utiliza siempre Jehová su poder, y por qué es lo mejor para nosotros?

      22 Jehová “es un escudo para todos los que se refugian en él” (Salmo 18:30). Como hemos visto, no nos protege de todas las situaciones difíciles que atravesamos. Pero siempre emplea su poder para proteger con el objetivo de que se cumpla su propósito. A la larga, eso es lo mejor para su pueblo. Si nos acercamos a él y permanecemos en su amor, Jehová nos permitirá vivir para siempre en condiciones perfectas. Teniendo eso presente, todas las dificultades que nos ocasione este sistema nos parecerán “momentáneas y livianas” (2 Corintios 4:17).

      Preguntas para meditar

      • Salmo 23:1-6 ¿Cómo cuida y protege Jehová, nuestro incomparable Pastor, a sus “ovejas”?

      • Salmo 91:1-16 ¿Cómo nos protege Jehová de los peligros espirituales, y qué debemos hacer para tener su protección?

      • Daniel 6:16-22, 25-27 ¿Cómo le enseñó Jehová a un rey de la antigüedad la forma en que usa su poder para proteger, y qué aprendemos de esto?

      • Mateo 10:16-22, 28-31 ¿Qué oposición debemos esperar, pero por qué no debemos tener miedo?

  • El poder para restaurar: Jehová está “haciendo nuevas todas las cosas”
    Acerquémonos a Jehová
    • Una viuda abrazando con alegría a su hijito resucitado.

      CAPÍTULO 8

      El poder para restaurar: Jehová está “haciendo nuevas todas las cosas”

      1, 2. ¿Qué pérdidas sufrimos en estos tiempos, y cómo nos afectan?

      UN NIÑO pierde o rompe su juguete favorito y se pone a llorar desconsoladamente. ¡Pobrecito! Pero ¡cómo se le ilumina la carita cuando papá o mamá le encuentran o restauran el juguete! Puede que a los padres no les haya costado trabajo lograrlo. Pero, para el pequeño, ¡eso fue lo máximo! Y es que ahora tiene lo que pensaba que nunca iba a recuperar.

      2 Jehová, el mejor Padre, tiene el poder para restaurar o devolvernos lo que parece que no vamos a recuperar. Claro, no estamos hablando de un simple juguete. En estos “tiempos críticos y difíciles de soportar”, sufrimos la pérdida de cosas mucho más importantes (2 Timoteo 3:1-5). Muchas de las cosas que valoramos —como la vivienda, los bienes materiales, el empleo y hasta la salud— se pueden perder en cualquier momento. Además, quizás nos duela ver que la Tierra está tan contaminada y que muchos seres vivos se están extinguiendo. Pero nada nos hace sufrir tanto como la muerte de un ser querido. Los sentimientos de pérdida y la impotencia pueden ser insoportables (2 Samuel 18:33).

      3. ¿Qué palabras consoladoras leemos en Hechos 3:21, y a través de qué medio las cumplirá Jehová?

      3 ¡Cuánto nos consuela saber que Jehová tiene el poder de arreglarlo todo! Como veremos, es asombroso todo lo que él nos puede devolver y nos devolverá. De hecho, la Biblia muestra que se propone realizar “la restauración de todas las cosas” (Hechos 3:21). Y esto lo hará a través del Reino mesiánico, el gobierno de su Hijo, Jesucristo. Las pruebas indican que este gobierno empezó en el cielo en 1914 (Mateo 24:3-14).a Veamos algunos ejemplos asombrosos de lo que Jehová restaura. Uno de ellos ya lo vemos y experimentamos en la actualidad, y otros tendrán lugar a gran escala en el futuro.

      La restauración de la adoración pura

      4, 5. ¿Qué le pasó al pueblo de Dios en el año 607, pero qué había prometido Jehová?

      4 Algo que Jehová ya ha restaurado es la adoración pura. Para entender lo que esto implica, repasemos brevemente la historia del reino de Judá. Así veremos claramente el gran poder de Jehová para recuperar lo que parece perdido (Romanos 15:4).

      5 Imagínese lo que sintieron los judíos fieles tras la destrucción de Jerusalén en el 607 antes de nuestra era. Su amada ciudad, con sus murallas y todo, quedó en ruinas. Y lo peor es que también quedó en ruinas el gran templo que Salomón había construido, el único lugar del planeta donde se adoraba a Jehová como él quería (Salmo 79:1). Babilonia se llevó a los sobrevivientes, y el país se volvió un lugar desolado lleno de fieras (Jeremías 9:11). Desde un punto de vista humano, todo parecía perdido (Salmo 137:1). Muchos años antes, Jehová había predicho esa destrucción, pero también había prometido que llegaría un tiempo de restauración.

      6-8. a) ¿De qué tratan muchas profecías de las Escrituras Hebreas, y cómo se cumplieron en el caso de los judíos? b) ¿Cómo se han cumplido muchas de las profecías de restauración en nuestros tiempos?

      6 En las Escrituras Hebreas hay muchas profecías sobre la restauración.b En ellas, Jehová prometió que el país sería restaurado y repoblado, volvería a ser fértil y estaría protegido de las fieras y los ataques enemigos. Pintó la tierra restaurada como un auténtico paraíso (Isaías 65:25; Ezequiel 34:25; 36:35). Sobre todo, se restauraría la adoración pura y se reedificaría el templo (Miqueas 4:1-5). Estas profecías les dieron esperanza a los judíos desterrados, y esto les permitió soportar 70 años de cautiverio en Babilonia.

      7 Por fin llegó la restauración. Los judíos, ya puestos en libertad, salieron de Babilonia, regresaron a Jerusalén y reconstruyeron el templo (Esdras 1:1, 2). Mientras fueron fieles a la adoración pura, Dios los bendijo e hizo que la tierra fuera fértil y próspera. Los protegió de los enemigos y de los animales salvajes que habían invadido el país por décadas. ¡Qué emoción debieron sentir al ver con sus propios ojos el poder de Jehová para restaurar! Pero aquello cumplió solo una pequeña parte de las profecías de restauración. El resto se cumpliría a mayor escala “en la parte final de los días” —es decir, en nuestro tiempo—, cuando Jesús, el prometido descendiente de David, se convirtiera en el Rey del Reino de Dios (Isaías 2:2-4; 9:6, 7).

      8 Jesús, el Rey celestial, comenzó a gobernar en 1914. Poco después, se dedicó a ayudar al pueblo de Dios a adorar a Jehová como él quiere. ¿Cómo lo hizo? Pensemos en lo que hizo el conquistador Ciro el persa en el año 537 antes de nuestra era. Él liberó de Babilonia a un resto de judíos. Y Jesús hizo lo mismo con un resto de judíos espirituales, es decir, sus propios discípulos. Sin embargo, Jesús los liberó de la influencia de “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa (Apocalipsis 18:1-5; Romanos 2:29). En 1919, los verdaderos cristianos volvieron a adorar a Jehová como él quiere, y desde entonces no han dejado de hacerlo (Malaquías 3:1-5). A partir de ese momento, el pueblo de Jehová lo ha estado adorando en su templo espiritual purificado, que es el sistema que Dios estableció para la adoración pura. ¿Por qué es importante esto para nosotros?

      La importancia de la restauración espiritual

      9. ¿Qué le pasó a la adoración pura, pero qué ha hecho Jehová?

      9 Repasemos la historia. Los primeros cristianos adoraban a Dios como él quería y tenían una buena relación con él. Pero Jesús y los apóstoles habían predicho que la adoración pura se corrompería y desaparecería (Mateo 13:24-30; Hechos 20:29, 30). Cuando los apóstoles murieron, aparecieron cristianos falsos y surgió la cristiandad. Sus líderes promovían enseñanzas y prácticas paganas. En vez de acercar a la gente a Dios, le enseñaban que él es parte de una trinidad misteriosa. Y decían que, en vez de orarle a Jehová y confesarle sus errores a él, había que orarles a María y a los “santos” y confesarse con los sacerdotes. ¿Qué ha hecho Jehová tras tantos siglos de contaminación espiritual? Aunque el mundo está plagado de mentiras religiosas y de gente irreverente, él ha intervenido y ha restaurado la adoración pura. De hecho, esta restauración es una de las cosas más importantes que han pasado en nuestros días.

      10, 11. a) ¿Cómo está formado el paraíso espiritual, y qué tiene que ver con usted? b) ¿Qué tipo de personas ha reunido Jehová en el paraíso espiritual, y qué privilegio tendrán?

      10 Los cristianos auténticos disfrutan hoy de un paraíso espiritual que es cada vez mejor y más bello. Este paraíso está formado principalmente por dos partes. Una de ellas es la adoración pura del Dios verdadero, Jehová. Nuestro Padre celestial nos ha dado un sistema para adorarlo que está libre de mentiras y engaños. Y también nos regala alimento espiritual para que podamos conocerlo, agradarle y acercarnos a él (Juan 4:24). La otra parte del paraíso espiritual tiene que ver con las personas. Como predijo Isaías, “en la parte final de los días”, Jehová les ha enseñado a sus siervos a vivir en paz y a no participar en ninguna guerra. Además, Jehová nos ayuda a que logremos vestirnos de “la nueva personalidad” aunque seamos imperfectos. Y recompensa nuestros esfuerzos dándonos espíritu santo, que produce en nosotros su hermoso fruto (Efesios 4:22-24; Gálatas 5:22, 23). Si dejamos que su espíritu nos guíe, seremos parte del paraíso espiritual.

      11 Jehová ha reunido en el paraíso espiritual al tipo de personas que ama: las que lo quieren, están a favor de la paz y “reconocen sus necesidades espirituales” (Mateo 5:3). A estas les dará el privilegio de vivir una restauración aún más espectacular, es decir, la de la humanidad y la Tierra entera.

      “¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas”

      12, 13. a) ¿Por qué podemos estar seguros de que las profecías de restauración también se cumplirán literalmente? b) ¿Cuál era el propósito original de Jehová para la Tierra, y por qué nos da esperanza?

      12 Muchas profecías de restauración también tendrán un cumplimiento literal. Por ejemplo, Isaías habló del tiempo en que los enfermos, los cojos, los ciegos y los sordos se recuperarían. Incluso predijo que Jehová “eliminará la muerte para siempre” (Isaías 25:8; 35:1-7). Esto no se cumplió literalmente en el antiguo Israel. Y, aunque en nuestro tiempo hemos visto solo su cumplimiento espiritual, podemos estar seguros de que en el futuro toda la humanidad verá cómo se cumple literalmente. ¿Por qué podemos estar tan seguros?

      13 En el jardín de Edén, Jehová dejó claro su propósito para la Tierra: que estuviera habitada por toda la humanidad, una familia unida, sana y feliz. El hombre y la mujer cuidarían de la Tierra y los animales, y la transformarían en un paraíso (Génesis 1:28). ¡Nada que ver con este mundo! Pero estamos convencidos de que nada impedirá que se cumplan los propósitos de Jehová (Isaías 55:10, 11). Jesús, el Rey del Reino de Dios, convertirá la Tierra en un paraíso (Lucas 23:43).

      14, 15. a) ¿En qué sentido hará Jehová “nuevas todas las cosas”? b) ¿Cómo será la vida en el Paraíso, y qué es lo que más le ilusiona al verse allí?

      14 ¿Se imagina ver la Tierra hecha un paraíso? Refiriéndose a ese tiempo, Jehová dice: “¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Piense en lo que esto significará. Cuando Jehová haya destruido con su poder a este mundo malvado, quedarán “unos nuevos cielos y una nueva tierra”. Esto significa que un nuevo gobierno celestial reinará en una “nueva tierra”, una nueva sociedad de gente que ama a Dios y le obedece (2 Pedro 3:13). Además, Satanás y sus demonios ya no podrán hacerle daño a nadie (Apocalipsis 20:3). Por primera vez, después de los miles de años que llevan fomentando el odio y la maldad, el ser humano ya no sentirá su influencia negativa. ¡Qué alivio!

      15 Por fin podremos cuidar de este bello planeta como Jehová quería que lo hiciéramos desde un principio. La Tierra tiene la capacidad natural de regenerarse. Por ejemplo, si se elimina la fuente de la contaminación, los ríos y lagos se limpian por sí solos. Y, si deja de haber guerras, se borran las cicatrices que estas dejan en el paisaje. ¡Qué bonito será ayudar a convertir la Tierra en un paraíso como el jardín de Edén! Habrá una inmensa variedad de plantas y animales, pues el ser humano ya no destruirá la naturaleza, sino que vivirá en total armonía con ella. Ni siquiera los niños les tendrán miedo a los animales salvajes (Isaías 9:6, 7; 11:1-9).

      16. ¿Qué restauración vivirán todas las personas fieles en el Paraíso?

      16 Jehová también nos devolverá a cada uno de nosotros lo que nos haga falta. Quienes sobrevivamos al Armagedón veremos a todo el mundo recuperar la salud de forma milagrosa. Tal como hizo cuando estuvo en la Tierra, Jesús usará el poder que Dios le ha dado para devolverles la vista a los ciegos, el oído a los sordos y hacer que los cojos y débiles disfruten de una buena condición física (Mateo 15:30). Las personas mayores tendrán el placer de recuperar la salud y las fuerzas (Job 33:25). Verán que sus arrugas se borran y que sus brazos, sus piernas y todos sus músculos vuelven a ser fuertes. Toda la humanidad fiel sentirá cómo van desapareciendo los efectos del pecado y la imperfección. Qué agradecidos nos sentiremos al ver cómo usa Jehová su impresionante poder para restaurar. Centrémonos ahora en uno de los milagros más conmovedores que sucederán en este emocionante periodo de restauración.

      Se les devuelve la vida a los muertos

      17, 18. a) ¿Por qué reprendió Jesús a los saduceos? b) ¿Qué circunstancias llevaron a que Elías le pidiera a Jehová que resucitara a alguien?

      17 Unos líderes religiosos del siglo primero, los saduceos, no creían en la resurrección. Por eso Jesús los reprendió así: “Ustedes están equivocados porque no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios” (Mateo 22:29). Y es que la Biblia revela que Jehová tiene el poder para devolverles la vida a los muertos. Veamos algunos ejemplos.

      18 Imagínese la siguiente escena que vivió Elías. Una viuda tenía entre sus brazos el cuerpo sin vida de su niño, su único hijo. El profeta Elías, que estaba alojado en la casa de aquella mujer, seguro que se quedó impactado con la noticia. Tiempo antes, ya había impedido que murieran de hambre, y es muy probable que se hubiera encariñado con el niño. La mujer estaba destrozada. Él era el único recuerdo que le quedaba de su esposo, y tal vez esperaba que la cuidara cuando envejeciera. Además del dolor que sentía, tenía miedo de que Dios la estuviera castigando por algún error del pasado. Pero Elías no podía soportar verla sufrir así. Con cuidado, tomó al niño de los brazos de su madre, lo subió a su habitación y le pidió a Jehová que le devolviera la vida (1 Reyes 17:8-21).

      19, 20. a) ¿Cómo demostró Abrahán que estaba convencido de que Jehová tiene poder para restaurar, y por qué tenía una fe tan fuerte? b) ¿Cómo recompensó Jehová la fe de Elías?

      19 Elías no era el primer ser humano que creía en la resurrección. Siglos antes, Abrahán ya creía en el poder de Jehová para resucitar a los muertos. ¿Por qué estaba tan convencido? Abrahán —de 100 años— y su esposa Sara —de 90— ya no tenían la capacidad de tener hijos, pero Dios se la devolvió milagrosamente, y Sara pudo dar a luz (Génesis 17:17; 21:2, 3). Más tarde, cuando su hijo Isaac creció, Jehová le pidió que lo sacrificara. Abrahán demostró que tenía fe en que Jehová podría devolverle la vida a su querido hijo (Hebreos 11:17-19). Gracias a esa fe tan fuerte, antes de subir a la montaña para sacrificarlo, Abrahán les dijo a sus sirvientes que volvería con su hijo (Génesis 22:5).

      El profeta Elías viendo a una viuda abrazando con alegría a su hijito resucitado.

      “Mira, tu hijo está vivo”

      20 Jehová dejó que Isaac siguiera viviendo, así que no fue necesario resucitarlo. En cambio, el hijo de la viuda del relato de Elías ya estaba muerto..., pero no lo estaría por mucho tiempo. Dios recompensó la fe del profeta resucitando al joven. Luego, Elías se lo entregó a su madre y le dijo estas palabras que ella jamás olvidaría: “Mira, tu hijo está vivo” (1 Reyes 17:22-24).

      21, 22. a) ¿Por qué incluye la Biblia relatos sobre resurrecciones? b) ¿Cuántas personas resucitarán en el Paraíso, y quién las resucitará?

      21 Esta es la primera resurrección que aparece en la Biblia y es un claro ejemplo del poder de Jehová para restaurar. Más tarde, él también les dio a Eliseo, Jesús, Pablo y Pedro el poder para devolverles la vida a los muertos. Claro, tiempo después, las personas a las que resucitaron volvieron a morir. Pero estos relatos bíblicos son un maravilloso adelanto de lo que pasará en el futuro.

      22 En el Paraíso, Jesús demostrará que es “la resurrección y la vida” (Juan 11:25). Resucitará a millones y millones de personas, y les ofrecerá la oportunidad de vivir para siempre en la Tierra (Juan 5:28, 29). Imagínese cuando volvamos a ver a nuestros familiares y amigos que han muerto. ¡Qué alegría será poder abrazarlos de nuevo! Toda la humanidad alabará a Jehová por su poder para restaurar.

      23. ¿Cuál ha sido la mayor demostración del poder de Jehová, y por qué es una garantía que nos da esperanza?

      23 Jehová nos dio una garantía que nos ayuda a confiar por completo en esta promesa. Lo hizo cuando resucitó a su Hijo, Jesús, y lo convirtió en la segunda persona con más autoridad en los cielos. De esta manera, demostró su poder como nunca antes. Además, cientos de personas pudieron ver a Jesús después de resucitar (1 Corintios 15:5, 6). Esta es una garantía que debería convencer hasta a las personas más escépticas. Está claro que Jehová tiene el poder para devolver la vida.

      24. ¿Por qué podemos estar seguros de que Jehová resucitará a los muertos, y qué esperanza deberíamos valorar?

      24 Pero él no solo puede devolverles la vida a las personas que han muerto, sino que también desea hacerlo. El fiel Job dijo por inspiración que Jehová ansía resucitarlas (Job 14:15). Al pensar en esta manera tan tierna en que Jehová quiere usar su poder, ¿no nos entran ganas de acercarnos a él? Ahora bien, la resurrección es tan solo una parte del enorme trabajo de restauración que Jehová está haciendo. Acerquémonos cada vez más a él y no dejemos de valorar la maravillosa esperanza de estar en el Paraíso y ver cómo hace “nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5).

      a “Los tiempos de la restauración de todas las cosas” empezaron cuando el Reino mesiánico se estableció mediante un heredero del rey David. Jehová le había prometido a David que un heredero suyo gobernaría para siempre (Salmo 89:35-37). Pero después de que Babilonia destruyó Jerusalén en el año 607 antes de nuestra era, ningún sucesor de David ocupó el trono de Dios. Jesús fue descendiente de él cuando estuvo en la Tierra y llegó a ser ese rey prometido cuando fue coronado en el cielo.

      b Por ejemplo, Moisés, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Miqueas y Sofonías trataron este tema.

      Preguntas para meditar

      • 2 Reyes 5:1-15 Por decidir actuar con humildad, ¿cómo se benefició este hombre del poder de Jehová para restaurar?

      • Job 14:12-15 ¿Qué confianza tenía Job, y qué esperanza le dan a usted estos versículos?

      • Salmo 126:1-6 ¿Cómo nos sentimos al saber que Dios ha restaurado la adoración pura y podemos adorarlo como él quiere?

      • Romanos 4:16-25 ¿Por qué es importante tener fe en el poder de Jehová para restaurar?

  • “Cristo es el poder de Dios”
    Acerquémonos a Jehová
    • Jesús caminando sobre el mar de Galilea en una noche oscura y de tormenta.

      CAPÍTULO 9

      “Cristo es el poder de Dios”

      1-3. a) ¿Qué situación aterradora vivieron los discípulos en el mar de Galilea, y qué hizo Jesús? b) ¿Por qué se dice que “Cristo es el poder de Dios”?

      LOS discípulos estaban aterrados. Mientras cruzaban el mar de Galilea, los sorprendió una gran tormenta. Algunos de ellos eran pescadores con mucha experiencia, así que seguramente no era la primera vez que estaban en medio de una tormenta en aquel lago (Mateo 4:18, 19).a Pero, en este caso, “una fuerte tempestad de viento” hacía que las olas se levantaran con furia. Aunque hacían todo lo posible por controlar la barca, sus esfuerzos eran inútiles. “Las olas golpeaban tanto la barca que ya estaba a punto de llenarse de agua”. A pesar de todo el alboroto, Jesús estaba profundamente dormido en la parte de atrás, pues estaba muy cansado después de un largo día de predicación. Los discípulos, que vieron de cerca la muerte, lo despertaron y le rogaron: “¡Señor, sálvanos! ¡Nos vamos a morir!” (Marcos 4:35-38; Mateo 8:23-25).

      2 Pero Jesús, que no tenía miedo porque sabía que podía calmar aquella tempestad, “reprendió al viento y le dijo al mar: ‘¡Silencio! ¡Cállate!’”. Ambos obedecieron al instante, la tempestad se detuvo y “todo quedó completamente tranquilo”. Los discípulos “sintieron un temor enorme y se decían unos a otros: ‘¿Quién es este hombre en realidad?’”. No podían creer que un hombre pudiera regañar al viento y al mar como quien regaña a un niño malcriado (Marcos 4:39-41; Mateo 8:26, 27).

      3 Pero Jesús no era un hombre cualquiera. Jehová usaba su poder de formas extraordinarias para ayudar a Jesús y para que él, a su vez, ayudara a los demás. Con razón, el apóstol Pablo escribió por inspiración: “Cristo es el poder de Dios” (1 Corintios 1:24). ¿De qué maneras demuestra Jehová su poder mediante Jesús? ¿Y qué efecto tiene este poder en nosotros?

      El poder del Hijo unigénito de Dios

      4, 5. a) ¿Para qué recibió Jesús autoridad de Jehová? b) ¿Qué le dio Jehová a su Hijo unigénito para que pudiera ser un obrero experto?

      4 Pensemos en cuánto poder tenía Jesús antes de venir a la Tierra. Jehová usó “su poder eterno” para crear a su Hijo unigénito, a quien más tarde se le conoció como Jesucristo (Romanos 1:20; Colosenses 1:15). Durante la creación, le dio mucha autoridad, pues usó a su Hijo para crear todas las cosas. La Biblia dice sobre Jesús: “Todas las cosas llegaron a existir por medio de él, y sin él no llegó a existir ni siquiera una sola cosa” (Juan 1:3).

      5 Nuestra mente no alcanza a comprender todo lo que implicaba aquella tarea. Imagínese la cantidad de poder que se necesitaba para crear millones de ángeles poderosos, así como el universo con sus miles de millones de galaxias y la Tierra con todos sus seres vivos. Para que esto fuera posible, Jehová le dio a su Hijo la fuerza más poderosa que puede haber: el espíritu santo de Dios. ¡Cuánto debió disfrutar el Hijo de Dios de ser el “obrero experto” que Jehová utilizó para crear todo lo demás! (Proverbios 8:22-31).

      6. ¿Qué poder y autoridad recibió Jesús después de su muerte y resurrección?

      6 ¿Podría Jehová darle a su Hijo aún más poder y autoridad? Después de su muerte y resurrección, Jesús mismo dijo: “Se me ha dado toda la autoridad en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). Así es, Jehová le dio la capacidad y el derecho de gobernar todo el universo. Como “Rey de reyes y Señor de señores”, tiene permiso para destruir “todo gobierno y toda autoridad y poder” que se oponga a su Padre, ya sea en el cielo o en la Tierra (Apocalipsis 19:16; 1 Corintios 15:24-26). “Dios no dejó nada que no estuviera sometido a él” (Hebreos 2:8). El único que no está bajo la autoridad de Jesús es su Padre, Jehová (1 Corintios 15:27).

      7. ¿Por qué podemos estar seguros de que Jesús nunca abusará del poder que Jehová le ha dado?

      7 ¿Debería preocuparnos la posibilidad de que Jesús abuse del poder? Claro que no, pues ama mucho a su Padre y nunca haría nada que le desagradara (Juan 8:29; 14:31). Además, sabe que, aunque Dios es todopoderoso, jamás abusa del poder. Ha visto muchas veces que Jehová busca oportunidades “para mostrar su fuerza a favor de los que le sirven con un corazón completo” (2 Crónicas 16:9). Y, al igual que su Padre, él nos ama, así que podemos estar seguros de que siempre usará su poder para nuestro bien (Juan 13:1). Jesús ha demostrado que nunca usa mal su poder. Veamos de qué formas lo usó cuando estuvo en la Tierra y por qué lo usó así.

      “Poderoso en [...] palabras”

      8. Después de su bautismo, ¿qué cosas podía hacer Jesús, y cómo utilizó el poder que Dios le dio?

      8 Por lo que sabemos, mientras iba creciendo en Nazaret, Jesús no hizo milagros. Sin embargo, todo cambió cuando se bautizó en el año 29 de nuestra era. Tenía unos 30 años (Lucas 3:21-23). La Biblia dice que “Dios lo ungió con espíritu santo y poder” y que “fue por la tierra haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo” (Hechos 10:38). La expresión “haciendo el bien” indica que Jesús usaba su poder para ayudar a los demás. A partir de su bautismo, cuando Dios lo ungió con espíritu santo, “demostró ser un profeta poderoso en acciones y palabras” (Lucas 24:19).

      9-11. a) ¿Dónde solía enseñar Jesús, y qué tenía que lograr? b) ¿Por qué quedaban impactadas las multitudes con la manera de enseñar de Jesús?

      9 ¿En qué sentido fue Jesús poderoso en palabras? Pensemos en esto: muchas veces él enseñaba al aire libre. Podía ser en la orilla de un lago, en las laderas de las montañas, en las calles o en los mercados (Marcos 6:53-56; Lucas 5:1-3; 13:26). Quienes estaban allí podían marcharse si no les interesaba lo que Jesús decía. Y, como lo que él enseñó se escribió tiempo después, los que tenían interés debían grabar sus palabras en la mente y el corazón. Por eso, al enseñar, Jesús tenía que captar la atención de las personas y ayudarlas a entender y recordar lo que escuchaban. Pero lograr todo esto no era un problema para él. Veamos, por ejemplo, su Sermón del Monte.

      10 Una mañana, a principios del año 31 de nuestra era, una multitud se reunió en una ladera cerca del mar de Galilea. Algunos venían de Judea y Jerusalén —a 100 o 110 kilómetros (60 o 70 millas) de distancia—; otros, del norte, de la región costera de Tiro y Sidón. Muchos enfermos se acercaron a Jesús para tocarlo, y él los curó a todos. Después, se puso a enseñarles (Lucas 6:17-19). Cuando Jesús terminó de hablar, todos estaban impactados con lo que habían escuchado. ¿Por qué?

      11 Un hombre que escuchó el Sermón del Monte escribió años más tarde: “Las multitudes estaban impactadas con su manera de enseñar porque les enseñaba como una persona con autoridad” (Mateo 7:28, 29). Todos podían ver la autoridad con la que Jesús hablaba, pues les enseñaba lo que Jehová quería transmitirles y apoyaba con la Palabra de Dios todo lo que decía (Juan 7:16). Jesús hablaba de forma muy clara y nadie podía negar que lo que decía era cierto. Además, quienes lo escuchaban se sentían motivados a hacer lo que él enseñaba. Los ayudaba a entender la verdadera causa de los problemas y a analizar qué clase de personas eran. Les dijo cómo podían ser felices y les enseñó a orar, a buscar el Reino de Dios y a construirse un buen futuro (Mateo 5:3-7:27). Su mensaje llegó al corazón de quienes tenían hambre de justicia y verdad. Por eso estuvieron dispuestos a renunciar a sí mismos y dejarlo todo por seguirlo (Mateo 16:24; Lucas 5:10, 11). ¡Qué poderosas eran las palabras de Jesús!

      “Poderoso en acciones”

      12, 13. ¿En qué sentido era Jesús “poderoso en acciones”, y qué distintos tipos de milagros hizo?

      12 Jesús también era “poderoso en acciones” (Lucas 24:19). En los Evangelios encontramos más de 30 milagros de Jesús, y todos los hizo con “el poder de Jehová” (Lucas 5:17).b Esos milagros beneficiaron a miles de personas. Pensemos tan solo en dos ocasiones en las que Jesús alimentó a mucha gente. Una vez fueron 5.000 hombres, y otra, 4.000. Si además contamos a las mujeres y a los niños, serían muchos miles más (Mateo 14:13-21; 15:32-38).

      13 Jesús hizo muchos tipos de milagros. Tenía autoridad sobre los demonios y los expulsaba sin dificultad (Lucas 9:37-43). También controlaba los elementos naturales. Por ejemplo, pudo convertir el agua en vino (Juan 2:1-11). En otra ocasión, los discípulos “vieron a Jesús caminando sobre el mar”. ¡Cuánto se asombrarían! (Juan 6:18, 19). Además, podía curar cualquier enfermedad: desde los defectos físicos hasta las enfermedades crónicas y las mortales (Marcos 3:1-5; Juan 4:46-54). Curó a las personas de distintas maneras: a unas las sanó a distancia y a otras las tocó directamente (Mateo 8:2, 3, 5-13). Unos recuperaron la salud de inmediato, y otros, de forma gradual (Marcos 8:22-25; Lucas 8:43, 44).

      “Vieron a Jesús caminando sobre el mar”.

      14. ¿En qué circunstancias demostró Jesús que podía resucitar a los muertos?

      14 Pero el poder que Jesús tenía para resucitar a los muertos era todavía más impresionante. La Biblia habla de tres resurrecciones que él hizo. En la primera, unos padres recuperaron a su hija de 12 años; en la segunda, una viuda a su único hijo, y, en la tercera, dos mujeres a su querido hermano (Lucas 7:11-15; 8:49-56; Juan 11:38-44). Jesús pudo resucitarlos sin importar las circunstancias de cada caso. Por ejemplo, a la niña de 12 años la levantó poco después de morir, cuando aún estaba en la cama en la que había muerto. Al hijo de la viuda lo debió resucitar el mismo día de su muerte, cuando todavía estaba en la camilla funeraria. Y Lázaro llevaba cuatro días en la tumba para el momento en que Jesús le devolvió la vida.

      Usa el poder con altruismo, responsabilidad y consideración

      15, 16. ¿Qué indica que Jesús usó el poder con altruismo?

      15 Imagínese que un gobernante tuviera el poder de Jesús. ¡Cuántos abusos podría cometer! Normalmente, los gobernantes humanos son egoístas, orgullosos y codiciosos. Así que usan su poder para hacerles daño a otros. Pero Jesús se negó a hacer eso. “Él no cometió ningún pecado” (1 Pedro 2:22).

      16 En vez de usar su poder para su propio beneficio, Jesús siempre lo usó con altruismo, pensando en los demás. Por ejemplo, cuando tuvo hambre, no quiso convertir las piedras en panes (Mateo 4:1-4). Además, tenía muy pocas cosas, y eso demuestra que no usó su poder para hacerse rico (Mateo 8:20). Por otro lado, en cada milagro, gastaba parte de sus fuerzas. Jesús podía sentir que salía poder de él hasta cuando curaba a una sola persona (Marcos 5:25-34). Pero él permitía que las multitudes lo tocaran para recuperar la salud (Lucas 6:19). ¿Verdad que fue muy altruista al usar su poder?

      17. ¿Cómo demostró Jesús que usaba su poder de forma responsable?

      17 Jesús usó el poder de forma responsable. Nunca lo usó para impresionar a otros o llamar la atención (Mateo 4:5-7). Por ejemplo, cuando Herodes le pidió por pura curiosidad que hiciera un milagro, Jesús se negó (Lucas 23:8, 9). Él no iba por ahí hablando de su poder; es más, muchas veces les decía a quienes curaba que no se lo contaran a nadie (Marcos 5:43; 7:36). No quería que la gente pusiera su fe en él por informes sensacionalistas (Mateo 12:15-19).

      18-20. a) ¿Qué motivaba a Jesús a usar su poder para ayudar a la gente? b) ¿Qué siente usted al ver cómo curó Jesús a un sordo?

      18 Jesús, que era tan poderoso, no se parecía en nada a los gobernantes desconsiderados, totalmente insensibles a las necesidades y al sufrimiento de los demás. A él le importaba la gente. Así que, cuando veía a alguien sufrir, se conmovía profundamente y se sentía impulsado a ayudarlo (Mateo 14:14). Pensaba en los sentimientos y necesidades de la gente, y lo demostraba por la forma tan amorosa de usar su poder. El relato de Marcos 7:31-37 es un buen ejemplo de esto.

      19 En aquella ocasión, grandes multitudes buscaron a Jesús y le llevaron muchos enfermos, y él los curó a todos (Mateo 15:29, 30). Sin embargo, se fijó en un hombre en particular. Era sordo y tenía dificultades para hablar. Seguramente, Jesús se dio cuenta de que el hombre estaba especialmente nervioso o tal vez avergonzado. Con cariño, se lo llevó aparte a un lugar tranquilo, lejos de la multitud. Allí le explicó con señas lo que iba a hacer: “Puso sus dedos en los oídos del hombre y, después de escupir, le tocó la lengua” (Marcos 7:33).c A continuación, miró al cielo y suspiró profundamente. Al hacer todo esto, era como si Jesús le estuviera diciendo: “Lo que estoy a punto de hacer por ti es gracias al poder de Dios”. Después dijo: “Ábrete” (Marcos 7:34). Entonces, el hombre pudo oír y hablar con normalidad.

      20 Cuando Jesús usaba el poder que Dios le había dado para curar a los enfermos, tenía muy en cuenta los sentimientos de ellos. ¿Verdad que eso es muy conmovedor? Nos llena de confianza saber que Jehová ha elegido a un gobernante tan considerado y cariñoso para ser el Rey de su Reino.

      Un adelanto de lo que Jesús hará

      21, 22. a) ¿Qué demuestran los milagros que hizo Jesús? b) Puesto que Jesús domina las fuerzas de la naturaleza, ¿qué podemos esperar que ocurra durante su reinado?

      21 Los milagros que hizo Jesús son solo un adelanto de las cosas maravillosas que hará cuando gobierne la Tierra. Demuestran que en el nuevo mundo de Dios él volverá a hacer milagros, y los hará por todo el planeta. ¿Qué cosas emocionantes logrará?

      22 Entre otras cosas, Jesús reparará todo el daño que se le ha causado a la Tierra y le devolverá su armonía perfecta. No olvidemos que demostró que domina las fuerzas de la naturaleza cuando calmó una tormenta. Así que estamos seguros de que durante su reinado no sentiremos la amenaza de tifones, terremotos, erupciones volcánicas y otros desastres naturales. Y, como Jesús es el obrero experto que usó Jehová para crear la Tierra y sus seres vivos, él sabe a la perfección cómo está hecho nuestro planeta y cómo utilizar sus recursos sin dañarlo. Durante su gobierno, la Tierra entera se convertirá en un paraíso (Lucas 23:43).

      23. ¿Qué hará Jesús para cubrir nuestras necesidades personales?

      23 ¿Y qué hará Jesús para cubrir nuestras necesidades personales? Él pudo darles de comer a miles de personas a partir de unos pocos alimentos. Así que estamos seguros de que, durante su gobierno, el hambre desaparecerá de la Tierra. En efecto, habrá comida en abundancia para todo el mundo (Salmo 72:16). Además, como podía curar cualquier enfermedad, sabemos que les devolverá la salud a todas las personas para siempre (Isaías 33:24; 35:5, 6). Y las resurrecciones que fue capaz de hacer son prueba de que, como Rey celestial, resucitará a los millones y millones de personas que estén en la memoria de su Padre (Juan 5:28, 29).

      24. Cuando pensemos en el poder de Jesús, ¿qué debemos tener presente, y por qué?

      24 Cuando pensemos en el poder que tiene Jesús, tengamos presente que él imita a su Padre a la perfección (Juan 14:9). La manera en que Jesús usa el poder nos muestra con claridad cómo lo usa Jehová. Por ejemplo, pensemos en la ternura con que Jesús trató a un leproso. Cuando el hombre le preguntó si quería limpiarlo de su enfermedad, Jesús se conmovió, lo tocó y le dijo: “Yo quiero” (Marcos 1:40-42). Cuando leemos relatos como este, es como si Jehová nos dijera: “Así es como yo uso mi poder”. ¿No nos motiva esto a alabar al Dios todopoderoso y darle gracias por utilizar su poder con tanto amor?

      a En el mar de Galilea, es muy común que de repente se produzcan tempestades. Como el lago está a unos 200 metros (700 pies) por debajo del nivel del mar, el aire es mucho más cálido que en las áreas más altas que lo rodean. Esto hace que el clima sea muy inestable. Desde el norte, los fuertes vientos que vienen del monte Hermón bajan muy rápido por el valle del Jordán. Por eso, de un momento a otro se pasa de la calma a la tempestad.

      b La Biblia habla de cierta ocasión en la que “toda la ciudad” fue a verlo y “curó a muchas personas” (Marcos 1:32-34). En los Evangelios hay más casos como este, que indican que Jesús hizo muchos milagros en una sola ocasión.

      c En esa época, muchas personas creían que la saliva era un remedio para curar enfermedades. De hecho, este uso aparece en ciertos escritos rabínicos. Es posible que Jesús escupiera tan solo para transmitirle al sordo la idea de que iba a sanarlo. Lo que está claro es que Jesús no usó su saliva como remedio natural.

      Preguntas para meditar

      • Isaías 11:1-5 ¿Cómo demuestra Jesús “el espíritu [...] de poder”, y por qué eso nos ayuda a confiar en su gobierno?

      • Marcos 2:1-12 Según lo demuestran las curaciones milagrosas que Jesús hizo, ¿qué autoridad había recibido?

      • Juan 6:25-27 Aunque Jesús cubrió milagrosamente algunas necesidades físicas de la gente, ¿cuál fue el principal objetivo de su ministerio?

      • Juan 12:37-43 ¿Por qué no creyeron en Jesús algunos que vieron sus milagros, y qué nos enseña esto?

  • Imitemos a Dios al usar el poder
    Acerquémonos a Jehová
    • Dos mujeres que son testigos de Jehová predicándole a una señora en su hogar.

      CAPÍTULO 10

      Imitemos a Dios al usar el poder

      1. ¿En qué trampa cae con facilidad el ser humano?

      UNA poetisa del siglo diecinueve escribió: “No hay poder que no encierre una trampa sutil”. ¿A qué trampa se refería? Al abuso del poder. Por desgracia, el ser humano, que es imperfecto, cae en esa trampa con facilidad. A lo largo de la historia, “el hombre ha dominado al hombre para su propio mal” (Eclesiastés 8:9). Y es que muchas personas han sufrido porque otros han ejercido su autoridad sin amor.

      2, 3. a) ¿Cuál es la diferencia entre cómo usa Jehová el poder y cómo lo usa el ser humano? b) ¿Qué incluye el poder del ser humano? ¿Cómo debemos usarlo?

      2 Pero Jehová es muy diferente. Aunque su poder es infinito, nunca abusa de él. En los capítulos anteriores vimos que él tiene poder para crear, destruir, proteger y restaurar, y que siempre usa ese poder por amor y para hacer el bien. Cuando meditamos en cómo lo usa, queremos acercarnos más a él, y eso puede motivarnos a imitarlo en la manera en que usamos nuestro propio poder (Efesios 5:1). Pero ¿qué poder tenemos los seres humanos, que somos insignificantes?

      3 No olvidemos que el hombre fue creado a la “imagen y semejanza” de Dios (Génesis 1:26, 27). Por eso también tenemos poder, aunque sea limitado. Este incluye la capacidad de esforzarnos y alcanzar objetivos, nuestra autoridad sobre otros, nuestra influencia en los demás —especialmente en quienes nos quieren—, nuestra fuerza física y nuestros recursos. El salmista dijo de Jehová: “En ti está la fuente de la vida” (Salmo 36:9). Así que tenemos poder porque nos lo ha dado Jehová o porque nos permite tenerlo. Por lo tanto, debemos usarlo como a él le gusta. ¿Cómo podemos hacerlo?

      El amor es la clave

      4, 5. a) ¿Cuál es la clave para usar bien el poder, y cómo lo demuestra el ejemplo de Dios? b) ¿Cómo nos ayudará el amor a usar bien el poder?

      4 La clave para usar bien el poder es el amor, y el propio Jehová nos da el ejemplo. Como vimos en el capítulo 1, sus cuatro virtudes fundamentales son poder, justicia, sabiduría y amor. ¿Cuál es la más importante? El amor. De hecho, 1 Juan 4:8 dice que “Dios es amor”. Esta cualidad es la misma esencia de Jehová e influye en todo lo que hace. Por lo tanto, es el amor lo que lo mueve a usar su poder. Además, siempre lo usa para ayudar a quienes lo aman.

      5 El amor también nos ayudará a nosotros a usar bien el poder. Por ejemplo, la Biblia nos enseña que “el amor es [...] bondadoso” y “no busca sus propios intereses” (1 Corintios 13:4, 5). Así que, si tenemos amor, nunca seremos crueles o desconsiderados con las personas que de alguna manera estén bajo nuestra autoridad. En vez de eso, las trataremos con dignidad y estaremos más pendientes de sus sentimientos y necesidades que de los nuestros (Filipenses 2:3, 4).

      6, 7. a) ¿Qué es el temor de Dios, y por qué impide que abusemos del poder? b) Ilustre qué relación hay entre el temor de Dios y el amor a él.

      6 El amor nos ayuda a desarrollar temor de Dios, algo que impedirá que abusemos del poder. ¿Por qué es tan importante el temor de Dios? Proverbios 16:6 dice: “Temiendo a Jehová uno se aleja del mal”. Y el mal uso del poder está entre las cosas de las que debemos alejarnos. El temor de Dios nos impide maltratar a quienes están bajo nuestra autoridad. ¿Por qué? Porque sabemos que Jehová nos pedirá cuentas por la forma en que los tratemos (Nehemías 5:1-7, 15). Pero hay una razón más importante. Los términos originales que se traducen como “temor” suelen transmitir la idea de sentir respeto profundo y admiración por Jehová. Por eso, la Biblia lo relaciona con el amor a Dios (Deuteronomio 10:12, 13). Este temor sano evitará que hagamos algo que lastime sus sentimientos, no tanto por miedo al castigo, sino porque lo amamos de corazón.

      7 Piense, por ejemplo, en un niño que sabe que su papá lo quiere mucho y se preocupa por él. Pero también sabe que su papá espera que se porte bien y sabe que lo corregirá si no lo hace. A pesar de eso, el niño no le tiene miedo, sino que lo quiere mucho y quiere hacerlo feliz. Pues lo mismo pasa con el temor a Jehová, nuestro Padre celestial. Como lo amamos, nos da miedo lastimarlo; no queremos causarle “un gran dolor en el corazón” (Génesis 6:6). Más bien, queremos alegrar su corazón, y por eso también queremos usar bien nuestro poder (Proverbios 27:11). Veamos cómo podemos hacerlo.

      En la familia

      8. a) ¿Qué autoridad tienen los esposos en la familia, y cómo deben ejercerla? b) ¿Cómo demuestra el esposo que honra a su esposa?

      8 Para empezar, hablemos de la familia. Efesios 5:23 dice que “el esposo es cabeza de su esposa”. ¿Y cómo debe el hombre casado ejercer la autoridad que Dios le da? La Biblia dice que debe vivir con su esposa “de acuerdo con conocimiento” y darle “honra como a una vasija más frágil” (1 Pedro 3:7). La palabra griega traducida como “honra” significa “precio”, “valor” o “respeto”. En algunos versículos también se traduce como “regalos” y “valioso” (Hechos 28:10; 1 Pedro 2:7). El hombre que honra a su esposa nunca la golpea ni le hace cosas que la hagan sentir insignificante, como humillarla o ponerla en ridículo. Por el contrario, la valora, la trata con respeto y demuestra por sus palabras y acciones —tanto en público como en privado— que para él no tiene precio (Proverbios 31:28). De esta forma, se gana el cariño y respeto de su esposa. Y, lo que es más importante, hace feliz a Jehová.

      Un hombre y su esposa caminando juntos tomados de la mano.

      Los esposos y las esposas usan bien su poder o autoridad cuando se tratan con amor y respeto.

      9. a) ¿Por qué podemos decir que la esposa tiene cierta autoridad en la familia? b) ¿Qué debe tener presente la esposa cuando usa sus habilidades para ayudar a su esposo, y cuál será el resultado?

      9 La esposa también tiene cierta autoridad en la familia. La Biblia habla de mujeres que hacían feliz a Jehová y respetaban el papel de su esposo como cabeza. Aun así, tomaron la iniciativa para ayudar a sus esposos a hacer lo correcto e incluso a evitar graves errores (Génesis 21:9-12; 27:46-28:2). Puede que una mujer sea más inteligente que su esposo o tenga algunas habilidades que él no tenga. Con todo, las esposas deben estar “en sujeción a sus esposos como al Señor” y también deben tenerles “profundo respeto” (Efesios 5:22, 33). Si la esposa se propone hacer esto como una forma de agradar a Jehová, se le hará más fácil usar sus habilidades para ayudar a su esposo, y no lo rebajará ni intentará dominarlo. “La mujer que de verdad es sabia” mantendrá la paz con Dios al cooperar con su esposo para edificar a la familia (Proverbios 14:1).

      10. a) ¿Qué autoridad les ha dado Dios a los padres? b) ¿Qué significa “disciplina”, y cómo debe administrarse? (Vea la nota).

      10 Dios también les da autoridad tanto a padres como a madres. La Biblia les aconseja: “Padres, no irriten a sus hijos, sino sigan criándolos de acuerdo con la disciplina y los consejos de Jehová” (Efesios 6:4). En la Biblia, la palabra “disciplina” puede significar “educación”, “formación” e “instrucción”. Para su buen desarrollo, los hijos necesitan disciplina: necesitan que se les marquen límites específicos y recibir normas claras. La Biblia relaciona esta disciplina con el amor (Proverbios 13:24). Así que “la vara de la disciplina” nunca debería implicar maltrato emocional o físico (Proverbios 22:15; 29:15).a Quienes corrigen a sus hijos con dureza y sin cariño abusan de su autoridad y pueden destrozar la autoestima de ellos (Colosenses 3:21). Pero, si lo hacen con equilibrio, los hijos sentirán que sus padres los corrigen porque los quieren y se preocupan por su futuro.

      11. ¿Cómo pueden los hijos usar bien su fuerza o poder?

      11 Y los hijos, ¿cómo pueden usar bien su fuerza o poder? Proverbios 20:29 dice que “la gloria de los jóvenes está en su fuerza”. Sin duda, el mejor modo de emplear sus energías es sirviendo al “Gran Creador” (Eclesiastés 12:1). Por otro lado, es bueno que los jóvenes tomen en cuenta que sus acciones influyen en los sentimientos de sus padres (Proverbios 23:24, 25). Así pues, cuando los obedecen y hacen lo que está bien, sus padres se llenan de felicidad (Efesios 6:1). Y, como dice la Biblia, “eso le agrada al Señor” (Colosenses 3:20).

      En la congregación

      12, 13. a) ¿Cómo deben ver los ancianos la autoridad que tienen en la congregación? b) ¿Qué ejemplo nos ayuda a entender por qué deben los ancianos tratar con ternura al rebaño?

      12 Jehová ha puesto al frente de la congregación cristiana a los superintendentes o ancianos (Hebreos 13:17). Estos hermanos deben usar la autoridad que Dios les ha dado para cuidar al rebaño, o la congregación, y ayudar a las ovejas a estar cerca de Jehová. Pero ¿les da eso el derecho de controlar a los hermanos como si fueran los amos de la congregación? ¡Claro que no! Los ancianos deben ser humildes y comprender lo que Jehová espera de ellos (1 Pedro 5:2, 3). La Biblia les dice que deben “pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre de su propio Hijo” (Hechos 20:28). ¿No es esta una importante razón para tratar con ternura a todas las ovejitas del rebaño?

      13 Pongamos un ejemplo. Imagínese que un buen amigo le pide que cuide un objeto que valora mucho y que le costó muchísimo dinero. ¿Verdad que usted sería muy cuidadoso? De igual modo, Dios les pide a los ancianos que cuiden algo que él valora mucho: las “ovejitas” o integrantes de la congregación (Juan 21:16, 17). Jehová las quiere tanto que pagó por ellas un precio muy alto: la sangre preciosa de su Hijo unigénito, Jesucristo. ¡Es imposible que haya un precio más elevado! Los ancianos recuerdan esto con humildad y cuidan a las ovejas de Jehová con cariño.

      “El poder de la lengua”

      14. ¿Qué poder tiene la lengua?

      14 La Biblia dice: “Muerte y vida están en el poder de la lengua” (Proverbios 18:21). Y es que con la lengua se puede hacer mucho daño. Todos nos hemos sentido mal alguna vez por lo que alguien nos dijo. Pero también es posible hacer sentir bien a otros con lo que uno dice. Proverbios 12:18 afirma: “La lengua de los sabios cura las heridas”. Y la verdad es que las palabras animadoras y amables son como un bálsamo para el corazón. Veamos algunos ejemplos.

      15, 16. ¿De qué formas podríamos usar la lengua para dar ánimo?

      15 En 1 Tesalonicenses 5:14 leemos: “Consuelen a los deprimidos”. Esto indica que hasta algunos siervos fieles de Jehová luchan a veces con la depresión. ¿Cómo podemos ayudarlos? Podemos felicitarlos por algo específico para que entiendan que son muy valiosos y que Jehová los quiere mucho. También podemos compartir con ellos versículos fortalecedores. De esta manera, “los que tienen el corazón destrozado” y “están hundidos en el desánimo” verán que Jehová se preocupa sinceramente por ellos y que de verdad los ama (Salmo 34:18). Si usamos el poder de la lengua para dar consuelo, imitaremos a nuestro compasivo Dios, “que consuela a los deprimidos” (2 Corintios 7:6, La Biblia de las Américas).

      16 También utilizamos el poder de la lengua para dar a ciertas personas el ánimo que tanto necesitan. ¿Hay algún hermano que haya perdido a un ser querido en la muerte? Expresarle lo mucho que sentimos su pérdida tal vez alivie su dolor. ¿Siente un hermano de edad avanzada que nadie lo necesita? Con nuestras palabras cariñosas podemos confirmarle que lo queremos y que es importante para nosotros. ¿Hay alguien que sufra una enfermedad crónica? Las palabras bien pensadas —sea por teléfono, por escrito o en persona— pueden animarle mucho. ¡Que todo lo que digamos “sirva para edificar a otros”! Si usamos así el poder de la lengua, haremos feliz a nuestro Creador (Efesios 4:29).

      17. Si queremos usar el poder de la lengua, ¿qué es lo mejor que podemos hacer para ayudar a los demás, y por qué debemos hacerlo?

      17 Pero la mejor manera de usar el poder de la lengua es anunciando las buenas noticias del Reino de Dios. Proverbios 3:27 nos aconseja: “No dejes de hacerles el bien a quienes debes hacérselo si está a tu alcance ayudarlos”. Por eso, tenemos que anunciarles con urgencia a las personas las buenas noticias de salvación. De hecho, se lo debemos. Jehová ha sido muy generoso al dárnoslas, y por eso no estaría bien que nos las quedáramos para nosotros (1 Corintios 9:16, 22). Ahora bien, ¿cuánto espera Jehová que nos esforcemos al participar en esta obra?

      Anunciar las buenas noticias es una excelente manera de usar el poder.

      Sirvámosle a Jehová con todas las fuerzas

      18. ¿Qué espera Jehová de nosotros?

      18 El amor a Jehová nos mueve a participar al máximo en el ministerio cristiano. ¿Pero qué implica esto? ¿Qué espera él de nosotros? Pues bien, sin importar nuestras circunstancias, todos podemos seguir este consejo: “Cualquier cosa que ustedes hagan, háganla con toda el alma como si fuera para Jehová y no para los hombres” (Colosenses 3:23). Y, además, Jesús dijo que el mandamiento más importante es este: “Ama a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12:30). Así que lo que Jehová espera de cada uno de nosotros es que lo amemos y le sirvamos con toda el alma.

      19, 20. a) Si el corazón, la mente y las fuerzas son parte del alma, ¿por qué Marcos 12:30 menciona estas cosas como algo aparte? b) ¿Qué implica servir a Jehová con toda el alma?

      19 ¿Qué significa servir a Dios con toda el alma? El alma se refiere a la persona en general, con todas sus capacidades físicas y mentales. Y, si el corazón, la mente y las fuerzas son parte del alma, ¿por qué Marcos 12:30 menciona estas cosas como algo aparte? Pongamos un ejemplo. En tiempos bíblicos, un hombre podía venderse a sí mismo —o sea, su alma— como esclavo. Pero quizás no sirviera a su amo con todo el corazón, es decir, quizás no usara todas sus capacidades en beneficio de su amo (Colosenses 3:22). Así que, al parecer, Jesús mencionó aparte estas cosas para destacar que no debemos guardarnos nada a la hora de servir a Jehová. Cuando le servimos con toda el alma, usamos nuestras fuerzas y energías al máximo.

      20 ¿Implica servir con toda el alma que todos dediquemos al ministerio la misma cantidad de tiempo y energías? No, pues las circunstancias y las habilidades personales varían. Por ejemplo, un joven fuerte y saludable tal vez pueda dedicar más horas a la predicación que un publicador de edad avanzada que ya no tiene tantas fuerzas. Igualmente, un soltero sin responsabilidades familiares pudiera hacer más que el hermano que sí las tiene. Si las energías y circunstancias nos permiten hacer mucho en el ministerio, deberíamos estar muy agradecidos. Pero nunca deberíamos tener una actitud crítica ni compararnos con los demás (Romanos 14:10-12). Más bien, aprovechemos nuestro poder o capacidades para animar a otros.

      21. ¿Cuál es la mejor forma de usar el poder?

      21 Jehová nos da el ejemplo perfecto de cómo usar el poder. Debemos esforzarnos por imitarlo hasta donde nuestra imperfección nos lo permita. Demostramos que usamos bien el poder cuando tratamos con dignidad a quienes de alguna manera están bajo nuestra autoridad. Además, debemos participar con toda el alma en la predicación, la tarea que Jehová nos ha encargado y que puede salvar vidas (Romanos 10:13, 14). Recuerde que usted hace feliz a Jehová cuando le da lo mejor que tiene. ¿No lo motiva esto a servir al máximo a un Dios tan bueno y comprensivo? Definitivamente, no hay mejor forma de usar el poder.

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