Cómo construir una sociedad sana
EL SUBDIRECTOR de la revista New African escribió recientemente: “Vaya a cualquier país africano y verá a una pequeña elite viviendo en la opulencia mientras que las masas sufren sumidas en la miseria absoluta. [...] ¿Cómo puede evitarse la trampa de la pobreza? La solución simplista es eliminar la elite y repartir la riqueza. Pero en la práctica esto no funciona. En primer lugar, no hay suficientes recursos para todos. En segundo lugar, si se quita la elite, otra la reemplazará de inmediato. Y por último, lo único que han [logrado] distribuir equitativamente los experimentos socialistas ha sido la pobreza.
”Solo hay una forma de progresar que ha funcionado en todos los países y épocas: el progreso del individuo. Es la gente quien construye las sociedades. Personas instruidas, sanas, positivas y creativas producen inevitablemente sociedades sanas y fuertes.”
Si este periodista hubiera buscado un ejemplo, lo habría encontrado en los testigos de Jehová. Tanto en África como en el resto del mundo los Testigos tratan de ayudar a la gente a convertirse en miembros educados y sanos de una sociedad mundial. Enseñan, por ejemplo, a leer y escribir a adultos analfabetos. Mediante sus publicaciones dan instrucción sobre higiene, salud y relaciones familiares. En sus reuniones, así como a título personal, se animan unos a otros a seguir el consejo bíblico de ser honrados, trabajadores y productivos.
El resultado es una fuerte y dinámica sociedad mundial compuesta de casi cinco millones de personas. Pero los Testigos no se atribuyen el mérito de ello. Reconocen que deben su prosperidad espiritual al Dios vivo, quien dice: “Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar”. (Isaías 48:17.)
Si desea más información sobre la Biblia y sus consejos prácticos, póngase en contacto con los testigos de Jehová en el Salón del Reino de su localidad, o escriba a la dirección de la página 5 más cercana a su domicilio.