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Jehová ensalza a su Siervo MesiánicoLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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“Mi siervo”: ¿quién es?
4. ¿Qué opiniones en cuanto a la identidad del “siervo” han expresado algunos eruditos judíos, pero por qué no encajan con la profecía de Isaías?
4 Isaías acaba de hablar de la liberación de los judíos del destierro babilónico. Ahora se refiere a un suceso futuro mucho más trascendente, y escribe las palabras de Jehová: “¡Miren! Mi siervo actuará con perspicacia. Estará en puesto alto, y ciertamente será elevado y ensalzado en gran manera” (Isaías 52:13). ¿Quién es, exactamente, este “siervo”? En el transcurso de los siglos, los eruditos judíos han expresado diversas opiniones. Algunos han afirmado que se trató de un símbolo de toda la nación israelita durante su exilio en Babilonia. Pero tal explicación no encaja con la profecía. El Siervo de Dios sufre de manera voluntaria. Aunque es inocente, padece por los pecados ajenos. Mal podría aplicarse este rasgo a la nación judía, pues esta se fue al destierro por culpa de su conducta pecaminosa (2 Reyes 21:11-15; Jeremías 25:8-11). Por otra parte, hay quienes sostienen que el Siervo representó a una piadosa y selecta minoría de israelitas que sufrió en nombre de sus compatriotas pecadores. No obstante, en aquellos tiempos de aflicción para Israel no hubo ningún grupo concreto que sufriera por otro.
5. a) ¿Qué aplicación de la profecía de Isaías han hecho unos cuantos eruditos judíos? (Véase la nota.) b) ¿Qué identificación clara del Siervo se hace en el libro bíblico de Hechos?
5 Antes de la llegada del cristianismo, y en cierta medida durante los primeros siglos de la era común, unos cuantos eruditos judíos interpretaron que esta profecía hacía referencia al Mesías,a y las Escrituras Griegas Cristianas exponen con claridad que esta es su aplicación correcta. Según el libro de Hechos, cuando el eunuco etíope admitió que no conocía la identidad del Siervo predicho por Isaías, Felipe “le declaró las buenas nuevas acerca de Jesús” (Hechos 8:26-40; Isaías 53:7, 8). Otros libros bíblicos también señalan a Jesucristo como el Siervo Mesiánico de la profecía de Isaías. El estudio de esta nos mostrará los paralelos innegables que existen entre aquel a quien Jehová llama “mi siervo” y Jesús de Nazaret.
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Jehová ensalza a su Siervo MesiánicoLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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a El Targum de Jonatán ben Uzziel, del siglo I E.C., vierte Isaías 52:13 de este modo: “He aquí que mi siervo, el Mesías, prosperará” (traducción de Josep Ribera Florit). Así mismo, el Talmud de Babilonia (c. siglo III E.C.) dice: “¿Cómo se llama el Mesías? [...] Se llama [el enfermo] —dijeron los rabíes—, porque dice lo escrito: [‘]Ciertamente llevó él nuestras enfermedades[’]” (Sanedrín 98b; Isaías 53:4).
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