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  • ¿En qué condición se hallará usted cuando esté de pie delante del trono de juicio?
    La Atalaya 1995 | 15 de octubre
    • ¿En qué condición se hallará usted cuando esté de pie delante del trono de juicio?

      “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono.” (MATEO 25:31.)

      1-3. ¿Por qué podemos ser optimistas respecto a la justicia?

      ‘¿CULPABLE, O INOCENTE?’ Muchas personas se hacen esa pregunta cuando oyen que se juzga a alguien. Puede que los jueces y los jurados intenten ser honrados, pero ¿suele prevalecer la justicia? ¿No ha oído de las injusticias que se han cometido en los procedimientos judiciales? No se trata de nada nuevo, como muestra la ilustración de Jesús recogida en Lucas 18:1-8.

      2 Prescindiendo de las experiencias que usted haya tenido con la justicia humana, observe la conclusión a la que llegó Jesús: “¿No hará Dios que se haga justicia a sus escogidos que claman a él día y noche [...]? Les digo: Él hará que se les haga justicia rápidamente. Sin embargo, cuando llegue el Hijo del hombre, ¿verdaderamente hallará la fe sobre la tierra?”.

      3 Jehová se encargará de que finalmente se haga justicia a sus siervos. Jesús también está implicado en este asunto, especialmente ahora, porque vivimos en “los últimos días” de este inicuo sistema. Dentro de poco Jehová utilizará a su poderoso Hijo para erradicar la maldad de la Tierra. (2 Timoteo 3:1; 2 Tesalonicenses 1:7, 8; Revelación [Apocalipsis] 19:11-16.) Comprenderemos mejor el papel que desempeña Jesús si analizamos una de las últimas ilustraciones que presentó, generalmente conocida como la parábola de las ovejas y las cabras.

      4. ¿Qué entendíamos hasta el presente en cuanto al tiempo en que se cumple la parábola de las ovejas y las cabras, pero por qué vamos a dar atención a la parábola ahora? (Proverbios 4:18.)

      4 Durante mucho tiempo hemos entendido que la parábola representa a Jesús sentándose en su trono como Rey en 1914 y desde entonces dictando sentencias: vida eterna para las personas que demuestran ser como ovejas y muerte permanente para las que son como cabras. Sin embargo, un nuevo examen de la parábola requiere una modificación en el modo de entender el tiempo de su cumplimiento y lo que ilustra. Este entendimiento más claro reafirma la importancia de la predicación y de la reacción de la gente. Para fundamentar esta nueva manera de entender la parábola, examinemos lo que enseña la Biblia acerca de Jehová y Jesús en su calidad de Reyes y Jueces.

      Jehová, el Juez Supremo

      5, 6. ¿Por qué es apropiado ver a Jehová como Rey y Juez?

      5 Jehová gobierna el universo y ejerce poder sobre toda la creación. Como no tuvo principio y no tendrá fin, es el “Rey de la eternidad”. (1 Timoteo 1:17; Salmo 90:2, 4; Revelación 15:3.) Tiene la autoridad para emitir estatutos o leyes y hacer que se cumplan. Pero esta autoridad incluye ser Juez. Isaías 33:22 dice: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará”.

      6 Durante mucho tiempo, los siervos de Jehová lo han reconocido como el Juez de causas y cuestiones. Por ejemplo, cuando “el Juez de toda la tierra” sopesó la prueba respecto a la maldad de Sodoma y Gomorra, juzgó que los habitantes merecían ser destruidos y ejecutó la merecida sentencia. (Génesis 18:20-33; Job 34:10-12.) Cuánto debe tranquilizarnos saber que Jehová es un Juez justo que siempre ejecuta sus sentencias.

      7. ¿Cómo fue Jehová Juez en Israel?

      7 En el antiguo Israel, Jehová a veces dictaba los fallos directamente. Si hubiera vivido en aquellos días, ¿no le habría confortado saber que las decisiones le correspondían a un Juez perfecto? (Levítico 24:10-16; Números 15:32-36; 27:1-11.) Dios también suministró “decisiones judiciales” que constituyeron normas perfectas para juzgar. (Levítico 25:18, 19; Nehemías 9:13; Salmo 19:9, 10; 119:7, 75, 164; 147:19, 20.) Él es el “Juez de toda la tierra”, lo cual nos engloba a todos nosotros. (Hebreos 12:23.)

      8. ¿Qué visión pertinente contempló Daniel?

      8 Confirma este hecho el testimonio de un “testigo ocular”. El profeta Daniel recibió una visión de bestias feroces que representaban gobiernos o imperios. (Daniel 7:1-8, 17.) Añadió: “Se colocaron tronos y el Anciano de Días se sentó. La ropa de él era blanca justamente como la nieve”. (Daniel 7:9.) Observe que Daniel vio tronos “y el Anciano de Días [Jehová] se sentó”. Pregúntese: ‘¿Presenció Daniel la entronización de Dios como Rey?’.

      9. ¿Cuál es uno de los significados de ‘sentarse’ en un trono? Mencione algunos ejemplos.

      9 Pues bien, cuando leemos que alguien “se sentó” en un trono, pudiéramos pensar que llegó a ser rey, pues la Biblia a veces utiliza esa expresión con ese sentido. Veamos un ejemplo: “Cuando [Zimrí] empezó a reinar, en cuanto se sentó sobre su trono [...]”. (1 Reyes 16:11; 2 Reyes 10:30; 15:12; Jeremías 33:17.) Una profecía mesiánica decía: “Tiene que sentarse y gobernar en su trono”. Por consiguiente, ‘sentarse en un trono’ puede significar llegar a ser rey. (Zacarías 6:12, 13.) La Biblia dice que Jehová es un Rey y que se sienta en un trono. (1 Reyes 22:19; Isaías 6:1; Revelación 4:1-3.) Él es el “Rey de la eternidad”. Sin embargo, al asumir un nuevo aspecto de su soberanía, podía decirse que llegaba a ser Rey, como si se sentara en su trono de nuevo. (1 Crónicas 16:1, 31; Isaías 52:7; Revelación 11:15-17; 15:3; 19:1, 2, 6.)

      10. ¿Cuál era una de las funciones principales de los reyes israelitas? Ilústrelo.

      10 Pero tengamos presente esta idea clave: una de las funciones principales de los reyes de la antigüedad era oír casos y dictar fallos. (Proverbios 29:14.) Recordemos el veredicto sabio que emitió Salomón cuando dos mujeres afirmaban ser las madres de la misma criatura. (1 Reyes 3:16-28; 2 Crónicas 9:8.) Uno de sus edificios estatales era el “Pórtico del Trono donde él había de juzgar”, llamado también “el pórtico de juicio”. (1 Reyes 7:7.) Se decía que Jerusalén era el lugar donde estaban “asentados los tronos para juicio”. (Salmo 122:5.) Es obvio que estar ‘sentado en un trono’ también puede significar ejercer autoridad judicial. (Éxodo 18:13; Proverbios 20:8.)

      11, 12. a) ¿Qué se quiere decir en el capítulo 7 de Daniel con que Jehová se siente? b) ¿Cómo confirman otros textos bíblicos que Jehová se sienta para juzgar?

      11 Dirijamos la atención ahora a la escena en que Daniel vio ‘al Anciano de Días sentarse’. Daniel 7:10 agrega: “El Tribunal tomó asiento, y hubo libros que se abrieron”. Sí, el Anciano de Días se sentó para emitir un fallo sobre la dominación del mundo y juzgar que el Hijo del hombre es digno de gobernar. (Daniel 7:13, 14.) Luego leemos que “vino el Anciano de Días y juicio mismo se dio a favor de los santos”, los que son juzgados dignos de gobernar con el Hijo del hombre. (Daniel 7:22.) Finalmente, “el Tribunal mismo procedió a sentarse” y emitir un fallo desfavorable contra la última potencia mundial. (Daniel 7:26.)a

      12 Por consiguiente, el que Daniel viera a Dios ‘sentarse en un trono’ significó que venía para juzgar. Anteriormente David había cantado: “[Tú, Jehová,] has ejecutado mi juicio y mi causa; te has sentado en el trono juzgando con justicia”. (Salmo 9:4, 7.) Y Joel escribió: “Que las naciones sean despertadas y suban a la llanura baja de Jehosafat; porque allí me sentaré [yo, Jehová,] para juzgar a todas las naciones”. (Joel 3:12; compárese con Isaías 16:5.) Tanto Jesús como Pablo estuvieron en juicios en que un ser humano se sentó para oír el caso y juzgar.b (Juan 19:12-16; Hechos 23:3; 25:6.)

      La posición de Jesús

      13, 14. a) ¿Qué garantía tenía el pueblo de Dios de que Jesús sería Rey? b) ¿Cuándo se sentó Jesús en su trono, y en qué sentido ha gobernado desde 33 E.C.?

      13 Jehová es Rey y Juez. ¿Qué puede decirse de Jesús? El ángel que anunció su nacimiento declaró: “Jehová Dios le dará el trono de David su padre, [...] y de su reino no habrá fin”. (Lucas 1:32, 33.) Jesús sería el heredero permanente del reino del linaje davídico. (2 Samuel 7:12-16.) Gobernaría desde el cielo, pues David dijo: “La expresión de Jehová a mi Señor [Jesús] es: ‘Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies’. La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, diciendo: ‘Ve sojuzgando en medio de tus enemigos’”. (Salmo 110:1-4.)

      14 ¿Cuándo sucedería eso? Jesús no reinó mientras estuvo en la Tierra. (Juan 18:33-37.) En 33 E.C. murió, fue resucitado y ascendió al cielo. Hebreos 10:12 dice: “Este hombre ofreció un solo sacrificio por los pecados perpetuamente, y se sentó a la diestra de Dios”. ¿Qué autoridad tenía Jesús? “[Dios] lo sentó a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad y poder y señorío, [...] y lo hizo cabeza sobre todas las cosas en cuanto a la congregación.” (Efesios 1:20-22.) Como Jesús tenía entonces autoridad real sobre los cristianos, Pablo pudo escribir: “[Jehová] nos libró de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió al reino del Hijo de su amor”. (Colosenses 1:13; 3:1.)

      15, 16. a) ¿Por qué decimos que Jesús no llegó a ser Rey del Reino de Dios en 33 E.C.? b) ¿Cuándo empezó a gobernar Jesús en el Reino de Dios?

      15 Ahora bien, en aquel entonces Jesús no actuó en calidad de Rey y Juez sobre las naciones. Estaba sentado al lado de Dios, a la espera del tiempo en que reinaría en el Reino de Dios. Pablo escribió acerca de él: “¿Con respecto a cuál de los ángeles ha dicho él alguna vez: ‘Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies’?”. (Hebreos 1:13.)

      16 Los testigos de Jehová han publicado muchas pruebas de que el tiempo de espera de Jesús terminó en 1914, cuando llegó a ser el gobernante del Reino de Dios en los cielos invisibles. Revelación 11:15, 18 dice: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará para siempre jamás. Pero las naciones se airaron, y vino tu propia ira”. Sí, las naciones expresaron su ira unas contra otras durante la I Guerra Mundial. (Lucas 21:24.) Las guerras, los terremotos, las pestes, las escaseces de alimento y otras condiciones que hemos visto desde 1914 confirman que Jesús gobierna en la actualidad en el Reino de Dios y que el fin definitivo del mundo está cerca. (Mateo 24:3-14.)

      17. ¿Qué puntos clave hemos establecido hasta ahora?

      17 A modo de repaso: puede decirse que Dios se sienta en un trono como Rey, pero en otro sentido puede sentarse en su trono para juzgar. En 33 E.C. Jesús se sentó a la diestra de Dios, y ahora es Rey del Reino. Ahora bien, además de estar reinando, ¿desempeña Jesús también la función de Juez? ¿Por qué debe interesarnos este asunto especialmente hoy día?

      18. ¿Qué prueba hay de que Jesús también sería Juez?

      18 Jehová tiene el derecho de nombrar jueces, y escogió a Jesús como Juez que satisface sus normas. Así lo expresó Jesús cuando habló de personas que llegarían a vivir en sentido espiritual: “El Padre no juzga a nadie, sino que ha encargado todo el juicio al Hijo”. (Juan 5:22.) No obstante, la función de juez que desempeña Jesús abarca mucho más, pues es el juez de vivos y de muertos. (Hechos 10:42; 2 Timoteo 4:1.) Pablo dijo en cierta ocasión: “[Dios] ha fijado un día en que se propone juzgar la tierra habitada con justicia por un varón [Jesús] a quien ha nombrado, y ha proporcionado a todos los hombres una garantía con haberlo resucitado”. (Hechos 17:31; Salmo 72:2-7.)

      19. ¿Por qué es apropiado decir que Jesús se sienta en calidad de Juez?

      19 Por lo tanto, ¿tenemos razón para concluir que Jesús se sienta en un trono glorioso específicamente como Juez? Sí. Jesús dijo a los apóstoles: “En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes los que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel”. (Mateo 19:28.) Aunque Jesús es actualmente Rey del Reino, su otra labor mencionada en Mateo 19:28 incluirá sentarse en un trono para juzgar durante el Milenio. Entonces juzgará a toda la humanidad, tanto a justos como a injustos. (Hechos 24:15.) Es importante que tengamos esto presente mientras dirigimos la atención a una de las parábolas de Jesús que tiene que ver con nuestros días y nuestra vida.

      ¿Qué dice la parábola?

      20, 21. ¿Qué pregunta hicieron los apóstoles a Jesús en relación con nuestros tiempos, y qué otra pregunta se suscita?

      20 Poco antes de la muerte de Jesús, sus apóstoles le preguntaron: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. (Mateo 24:3.) Jesús predijo que habría acontecimientos importantes en la Tierra antes de que ‘viniera el fin’. Poco antes de ese fin, las naciones “verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria”. (Mateo 24:14, 29, 30.)

      21 ¿Cómo le irá a la gente de esas naciones cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria? Veamos lo que nos indica la parábola de las ovejas y las cabras, que empieza con estas palabras: “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. Y todas las naciones serán reunidas delante de él”. (Mateo 25:31, 32.)

      22, 23. ¿Qué hechos indican que la parábola de las ovejas y las cabras no empezó a cumplirse en 1914?

      22 ¿Empezó a cumplirse esta parábola cuando Jesús se sentó con poder real en 1914, como hemos entendido por muchos años? Pues bien, Mateo 25:34 dice que es Rey, de modo que es lógico que la parábola empezara a cumplirse cuando Jesús llegó a ser Rey, en 1914. Pero ¿a quiénes juzgó poco después de su entronización? No juzgó a “todas las naciones”, sino que dirigió su atención a los que decían ser “la casa de Dios”. (1 Pedro 4:17.) En conformidad con Malaquías 3:1-3, Jesús, el mensajero de Dios, inspeccionó judicialmente a los cristianos ungidos que todavía quedaban en la Tierra. También era el tiempo de dictar sentencia sobre la cristiandad, que alegaba falsamente ser “la casa de Dios”.c (Revelación 17:1, 2; 18:4-8.) Sin embargo, no hay indicación alguna de que en 1914 o después de ese año Jesús se sentara para juzgar finalmente a las personas de todas las naciones como ovejas o cabras.

      23 La labor que Jesús realiza, según la parábola, es juzgar finalmente a todas las naciones. La parábola no indica que ese juicio dure muchos años, como si se hubiera juzgado merecedora de muerte eterna o vida eterna a toda persona que haya muerto durante las pasadas décadas. Es lógico pensar que la mayoría de las personas que han muerto en las últimas décadas están en la sepultura común de la humanidad. (Revelación 6:8; 20:13.) De modo que la parábola representa el tiempo en que Jesús juzga a las personas de “todas las naciones” mientras aún están vivas y en espera de la ejecución de su sentencia judicial.

      24. ¿Cuándo se cumplirá la parábola de las ovejas y las cabras?

      24 En otras palabras, la parábola tiene un cumplimiento en el futuro, cuando el Hijo del hombre venga en su gloria. Se sentará para juzgar a las personas que estén vivas entonces. Su juicio se basará en lo que hayan demostrado ser. En ese tiempo quedará manifiesta claramente “la distinción entre uno justo y uno inicuo”. (Malaquías 3:18.) La sentencia se dictará y ejecutará dentro de un tiempo limitado. Jesús tomará decisiones justas basadas en lo que cada persona haya demostrado ser. (Véase también 2 Corintios 5:10.)

      25. ¿Qué indica Mateo 25:31 al decir que el Hijo del hombre se sienta sobre su glorioso trono?

      25 Eso significa, pues, que lo que Mateo 25:31 dice respecto a que Jesús ‘se sienta sobre su glorioso trono’ se cumplirá en el futuro, cuando este poderoso Rey se siente para dictar y ejecutar sentencia sobre las naciones. Sí, la escena de juicio que implica a Jesús descrita en Mateo 25:31-33, 46 es comparable a la que menciona el capítulo 7 de Daniel, en la que el Rey entronizado, el Anciano de Días, se sentó para cumplir con su papel de Juez.

      26. ¿Qué nueva explicación de la parábola ha llegado a entenderse?

      26 Este modo de entender la parábola de las ovejas y las cabras indica que su juicio tendrá lugar en el futuro. Será después de que estalle “la tribulación” mencionada en Mateo 24:29, 30 y el Hijo del hombre “llegue en su gloria”. (Compárese con Marcos 13:24-26.) Entonces, al final de todo el sistema inicuo, Jesús juzgará, dictará sentencia y la ejecutará. (Juan 5:30; 2 Tesalonicenses 1:7-10.)

      27. ¿Qué debería interesarnos respecto a la última parábola de Jesús?

      27 Esta información aclara nuestro modo de entender el cumplimiento de la parábola de Jesús en lo que respecta a cuándo se juzgará a las ovejas y las cabras. Ahora bien, ¿qué efecto tiene en nosotros, los que predicamos con celo las buenas nuevas del Reino? (Mateo 24:14.) ¿Hace que nuestra obra sea menos importante, o supone una mayor responsabilidad? El siguiente artículo mostrará cómo nos atañe.

      [Notas a pie de página]

      a La palabra que se traduce “Tribunal” en Daniel 7:10, 26 también aparece en Esdras 7:26 y Daniel 4:37; 7:22.

      b Debido a que algunos cristianos llevaban a otros compañeros a los tribunales, Pablo preguntó: “¿Es a los hombres a quienes se menosprecia en la congregación a quienes ustedes ponen por jueces [literalmente, “están sentando”]?”. (1 Corintios 6:4.)

      c Véase Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!, páginas 56, 73, 235-245, 260, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

  • ¿Qué les depara el futuro a las ovejas y las cabras?
    La Atalaya 1995 | 15 de octubre
    • ¿Qué les depara el futuro a las ovejas y las cabras?

      “Separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras.” (MATEO 25:32.)

      1, 2. ¿Por qué debe interesarnos la parábola de las ovejas y las cabras?

      JESUCRISTO fue sin lugar a dudas el mayor Maestro que ha vivido en la Tierra. (Juan 7:46.) Uno de sus métodos docentes era el uso de parábolas o ilustraciones. (Mateo 13:34, 35.) Estas eran sencillas, pero transmitían de modo impactante profundas verdades espirituales y proféticas.

      2 En la parábola de las ovejas y las cabras, Jesús habló de una época en la que desempeñaría una función especial: “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y [...]”. (Mateo 25:31.) Esta ilustración debe interesarnos porque con ella Jesús concluye su respuesta a la pregunta: “¿Qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. (Mateo 24:3.) ¿Qué significa para nosotros?

      3. ¿Qué había dicho Jesús con anterioridad que acontecería inmediatamente después del estallido de la gran tribulación?

      3 Jesús predijo que ocurrirían acontecimientos asombrosos “inmediatamente después” de estallar la gran tribulación, acontecimientos que esperamos. Dijo que entonces aparecería “la señal del Hijo del hombre”. Este suceso afectará profundamente a “todas las tribus de la tierra”, que “verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria”. El Hijo del hombre vendrá acompañado de “sus ángeles”. (Mateo 24:21, 29-31.)a ¿Qué puede decirse de la parábola de las ovejas y las cabras? Las Biblias modernas la incluyen en el capítulo 25, pero forma parte de la respuesta de Jesús y suministra más información respecto a su gloriosa venida, particularmente acerca del juicio al que se someterá a “todas las naciones”. (Mateo 25:32.)

      Personajes de la parábola

      4. ¿Qué dice respecto a Jesús la introducción de la parábola de las ovejas y las cabras, y a quiénes más se incluye en ella?

      4 Jesús empieza la parábola diciendo: “Cuando el Hijo del hombre llegue”. Seguramente usted sabe quién es “el Hijo del hombre”. Los evangelistas utilizaron con frecuencia dicha expresión para referirse a Jesús. El propio Jesús lo hizo, y es muy probable que tuviera presente la visión en la que Daniel contempló a “alguien como un hijo del hombre” que se acercaba al Anciano de Días para recibir “gobernación y dignidad y reino”. (Daniel 7:13, 14; Mateo 26:63, 64; Marcos 14:61, 62.) Aunque Jesús es el personaje principal de la parábola, no es el único. Él ya había mencionado en su disertación, según se recoge en Mateo 24:30, 31, que cuando el Hijo del hombre ‘viniera con poder y gran gloria’, sus ángeles desempeñarían un papel muy importante. De igual manera, la parábola de las ovejas y las cabras indica que hay ángeles con Jesús cuando ‘se sienta sobre su glorioso trono’ para juzgar. (Compárese con Mateo 16:27.) Ahora bien, el Juez y sus ángeles están en el cielo, de modo que, ¿tiene que ver la parábola también con seres humanos?

      5. ¿Cómo podemos identificar a los “hermanos” de Jesús?

      5 Un breve examen de la parábola indica que hay tres grupos que debemos identificar. Además de las ovejas y las cabras, el Hijo del hombre menciona el tercer grupo cuya identificación es fundamental para saber quiénes son las ovejas y las cabras. Jesús llama a este tercer grupo sus hermanos espirituales. (Mateo 25:40, 45.) Es obvio que son adoradores verdaderos, pues Jesús dijo: “Cualquiera que hace la voluntad de mi Padre [...], ese es mi hermano y hermana y madre”. (Mateo 12:50; Juan 20:17.) Pablo fue más específico cuando escribió acerca de los cristianos que forman parte de la “descendencia de Abrahán” y que son hijos de Dios, a quienes llamó “hermanos” de Jesús y “participantes del llamamiento celestial”. (Hebreos 2:9–3:1; Gálatas 3:26, 29.)

      6. ¿Quiénes son “los más pequeños” de los hermanos de Jesús?

      6 ¿Por qué mencionó Jesús a “los más pequeños” de sus hermanos? Estas palabras nos hacen recordar lo que los apóstoles le habían oído decir anteriormente. Al comparar a Juan el Bautista, que murió antes de Jesús y por tanto abrigaba la esperanza terrestre, con los que reciben la vida celestial, Jesús dijo: “No ha sido levantado uno mayor que Juan el Bautista; mas el que sea de los menores en el reino de los cielos es mayor que él”. (Mateo 11:11.) Puede que algunos de los que han ido al cielo hayan sobresalido en la congregación, como los apóstoles; otros, quizás no tanto. Sin embargo, todos son hermanos espirituales de Jesús. (Lucas 16:10; 1 Corintios 15:9; Efesios 3:8; Hebreos 8:11.) Por lo tanto, aun si algunos no parecieron destacar en la Tierra, de todos modos son hermanos de Cristo y se les debió tratar en consecuencia.

      ¿Quiénes son las ovejas y las cabras?

      7, 8. ¿Qué dijo Jesús en cuanto a las ovejas, y a qué conclusión podemos llegar respecto a estas?

      7 Leemos lo siguiente respecto al juicio de las ovejas: “Dirá [Jesús] a los de su derecha: ‘Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. Porque me dio hambre, y ustedes me dieron de comer; me dio sed, y me dieron de beber. Fui extraño, y me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, y me vistieron. Enfermé, y me cuidaron. Estuve en prisión, y vinieron a mí’. Entonces los justos le contestarán con las palabras: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión, y fuimos a ti?’. Y en respuesta el rey les dirá: ‘En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos, a mí me lo hicieron’”. (Mateo 25:34-40.)

      8 Es patente que las ovejas, a quienes se juzga dignas de estar a la derecha de Jesús, el lado de honra y favor, representan a una clase de seres humanos. (Efesios 1:20; Hebreos 1:3.) ¿Qué obras hicieron y cuándo? Jesús dice que, en muestra de bondad, respeto y generosidad, le dieron alimento, bebida y ropa, y le ayudaron cuando estuvo enfermo y en prisión. Cuando las ovejas responden que no hicieron ninguna de estas cosas a Jesús personalmente, él les dice que apoyaron a sus hermanos espirituales, al resto de cristianos ungidos, de modo que en ese sentido se lo hicieron a él.

      9. ¿Por qué no tiene aplicación durante el Milenio la parábola?

      9 La parábola no se cumple durante el Milenio, pues entonces los ungidos no serán seres humanos que padezcan hambre, sed, enfermedades ni encarcelamientos. No obstante, muchos de ellos han sufrido dichas penurias durante la conclusión de este sistema de cosas. Desde que Satanás fue arrojado a la Tierra, ha hecho del resto el blanco principal de su furia, y le ha ocasionado burla, tortura y muerte. (Revelación 12:17.)

      10, 11. a) ¿Por qué no es razonable pensar que las ovejas incluyen a todas las personas que hacen algún bien a los hermanos de Jesús? b) ¿A quiénes representan apropiadamente las ovejas?

      10 ¿Quiso decir Jesús que cualquier persona que haga un favor a uno de sus hermanos, por ejemplo, ofrecerle un pedazo de pan o un vaso de agua, es una de sus ovejas? Es cierto que tales atenciones pudieran reflejar bondad humana, pero, en realidad, parece lógico pensar que hay mucho más implicado en ser una de las ovejas de esta parábola. Jesús de ninguna manera se refería, por ejemplo, a ateos o a clérigos que tal vez hicieran un bien a uno de sus hermanos. Al contrario, en dos ocasiones Jesús llamó “justos” a las ovejas. (Mateo 25:37, 46.) Por tanto, las ovejas tienen que ser personas que durante un tiempo han ayudado a los hermanos de Cristo apoyándolos activamente y que han ejercido fe hasta el grado de concedérseles una condición justa delante de Dios.

      11 Ha habido muchas personas a través de los siglos a quienes se ha considerado justas, como Abrahán. (Santiago 2:21-23.) Noé, Abrahán y otros siervos fieles son de las “otras ovejas” que heredarán la vida en un Paraíso bajo el Reino de Dios. En los últimos tiempos, millones de personas más han abrazado la adoración verdadera como miembros de las otras ovejas y han llegado a formar “un solo rebaño” con los ungidos. (Juan 10:16; Revelación 7:9.) Estas personas que tienen la esperanza de vivir en la Tierra reconocen que los hermanos de Jesús son embajadores del Reino y por lo tanto los ayudan literal y espiritualmente. Jesús considera lo que las otras ovejas hacen a favor de sus hermanos en la Tierra como si se lo hicieran a él. A estas personas que estén vivas cuando él venga para juzgar a las naciones se las juzgará como ovejas.

      12. ¿Qué razón pudiera motivar a las ovejas a preguntar cómo expresaron bondad a Jesús?

      12 Dado que las otras ovejas predican actualmente las buenas nuevas con los ungidos y los ayudan, ¿por qué preguntan: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed, y te dimos de beber?”? (Mateo 25:37.) Pudiera haber varias razones. Esta es una parábola. Por medio de ella, Jesús muestra el gran interés que tiene por sus hermanos espirituales; se compadece de ellos y sufre con ellos. Jesús había dicho anteriormente: “El que los recibe a ustedes, me recibe también a mí, y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió”. (Mateo 10:40.) En esta ilustración, Jesús extiende dicho principio al indicar que lo que se hace a sus hermanos, sea bueno o malo, tiene repercusión en el cielo, pues es como si se le hiciera a él. Además, Jesús pone de relieve en este pasaje la norma de juzgar que tiene Jehová y aclara que el juicio de Dios, sea favorable o condenatorio, es válido y justo. Las cabras no pueden excusarse diciendo: ‘No te vimos directamente’.

      13. ¿Por qué llamarían a Jesús “Señor” las personas semejantes a cabras?

      13 Una vez que comprendemos cuándo se dicta el fallo mencionado en esta parábola, entendemos mejor quiénes son las cabras. La parábola se cumplirá cuando ‘aparezca en el cielo la señal del Hijo del hombre, y todas las tribus de la tierra se golpeen en lamento y vean al Hijo del hombre viniendo con poder y gran gloria’. (Mateo 24:29, 30.) Puede que los sobrevivientes de la tribulación sobre Babilonia la Grande, que han tratado con desprecio a los hermanos del Rey, llamen “Señor” desesperadamente al Juez, con la esperanza de escapar con vida. (Mateo 7:22, 23; compárese con Revelación 6:15-17.)

      14. ¿Sobre qué base juzgará Jesús a las ovejas y las cabras?

      14 No obstante, el juicio de Jesús no se basará en las alegaciones desesperadas de los ex feligreses de las iglesias, los ateos u otras personas. (2 Tesalonicenses 1:8.) Antes bien, el juez examinará la condición de corazón de las personas y lo que hayan hecho incluso “a uno de los más pequeños [de sus hermanos]”. Es cierto que el número de los cristianos ungidos que quedan en la Tierra está disminuyendo. No obstante, mientras los ungidos, que constituyen “el esclavo fiel y discreto”, continúen suministrando alimento y dirección espiritual, las personas que probablemente sean ovejas tienen la oportunidad de hacer el bien a la clase del esclavo, tal como ha hecho la ‘gran muchedumbre de todas las naciones y tribus y pueblos’. (Revelación 7:9, 14.)

      15. a) ¿De qué manera han demostrado ser como cabras muchas personas? b) ¿Por qué no debemos decir que cierta persona es oveja o cabra?

      15 ¿Cómo se ha tratado a los hermanos de Cristo y a los millones de otras ovejas que se han unido a ellos para formar un solo rebaño? Puede que muchas personas no hayan atacado personalmente a los representantes de Cristo, pero tampoco han tratado a su pueblo con amor. Las personas semejantes a cabras prefieren el mundo inicuo y rechazan el mensaje del Reino, sea que lo oigan directa o indirectamente. (1 Juan 2:15-17.) Claro está, a fin de cuentas, Jesús es quien ha sido nombrado para juzgar. No nos corresponde a nosotros determinar quiénes son ovejas y quiénes son cabras. (Marcos 2:8; Lucas 5:22; Juan 2:24, 25; Romanos 14:10-12; 1 Corintios 4:5.)

      ¿Qué les depara el futuro a ambos grupos?

      16, 17. ¿Qué les depara el futuro a las ovejas?

      16 Jesús pronunció su veredicto respecto a las ovejas: “Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo”. ¡Qué amorosa invitación!: “Vengan”. ¿A qué? A la vida eterna, como expresó Jesús a modo de resumen: “Los justos [pasarán] a la vida eterna”. (Mateo 25:34, 46.)

      17 En la parábola de los talentos, Jesús indicó lo que se requiere de los que gobernarán con él en el cielo, pero en esta muestra lo que se espera de los súbditos del Reino. (Mateo 25:14-23.) Las ovejas heredarán un lugar en el ámbito terrestre de su Reino debido al apoyo completo que dan a los hermanos de Jesús. Disfrutarán de la vida en un paraíso terrestre, una perspectiva que Dios les preparó “desde la fundación del mundo” de la humanidad redimible. (Lucas 11:50, 51.)

      18, 19. a) ¿Qué fallo dictará Jesús respecto a las cabras? b) ¿Por qué estamos seguros de que las cabras no sufrirán eternamente?

      18 ¡Qué diferente es la sentencia que se dicta contra las cabras! “Entonces dirá, a su vez, a los de su izquierda: ‘Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque me dio hambre, pero ustedes no me dieron de comer, y me dio sed, pero no me dieron de beber. Fui extraño, pero no me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, pero no me vistieron; enfermo y en prisión, pero no me cuidaron’. Entonces ellos también contestarán con las palabras: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, o con sed, o extraño, o desnudo, o enfermo, o en prisión, y no te ministramos?’. Entonces les contestará con las palabras: ‘En verdad les digo: Al grado que no lo hicieron a uno de estos más pequeños, no me lo hicieron a mí’.” (Mateo 25:41-45.)

      19 Los estudiantes de la Biblia saben que esto no significa que el alma inmortal de las personas semejantes a cabras sufrirá en un fuego eterno. No, porque los seres humanos son almas; no poseen almas inmortales. (Génesis 2:7; Eclesiastés 9:5, 10; Ezequiel 18:4.) Al condenar a las cabras al “fuego eterno”, el Juez se refiere a una destrucción sin esperanza futura, el fin permanente que también le espera al Diablo y a sus demonios. (Revelación 20:10, 14.) Por lo tanto, el Juez nombrado por Jehová dicta sentencias opuestas. Dice a las ovejas: “Vengan”; y a las cabras: “Váyanse de mí”. Las ovejas herederán la “vida eterna”; las cabras recibirán el “cortamiento eterno”. (Mateo 25:46.)b

      ¿Qué significa para nosotros?

      20, 21. a) ¿Qué obra importante tienen que efectuar los cristianos? b) ¿Qué división se lleva a cabo hoy en día? c) ¿En qué situación se encontrará la gente cuando empiece a cumplirse la parábola de las ovejas y las cabras?

      20 Los cuatro apóstoles que oyeron la respuesta de Jesús respecto a la señal de su presencia y de la conclusión del sistema tenían mucho en qué pensar. Debían permanecer despiertos y vigilantes. (Mateo 24:42.) También era necesario que efectuaran la obra de predicar mencionada en Marcos 13:10. Los testigos de Jehová participan activamente en esa obra hoy día.

      21 Ahora bien, ¿qué significa para nosotros este nuevo modo de entender la parábola de las ovejas y las cabras? Las personas ya están decidiendo de qué lado van a estar. Algunas se encuentran en ‘el camino ancho que conduce a la destrucción’, mientras que otras se esfuerzan por permanecer en ‘el camino estrecho que conduce a la vida’. (Mateo 7:13, 14.) Sin embargo, el tiempo en que Jesús pronunciará el veredicto final sobre las ovejas y las cabras todavía está en el futuro. Cuando el Hijo del hombre venga en calidad de Juez, determinará que muchos cristianos verdaderos, en realidad “una gran muchedumbre” de ovejas dedicadas, satisfacen los requisitos para sobrevivir a la parte final de “la gran tribulación” y entrar en el nuevo mundo. Esa perspectiva debe ser una fuente de alegría en la actualidad. (Revelación 7:9, 14.) Por otra parte, una gran cantidad de personas de “todas las naciones” demostrarán ser como cabras tercas. “Partirán al cortamiento eterno.” ¡Qué alivio para la Tierra!

      22, 23. Dado que el cumplimiento de la parábola todavía está en el futuro, ¿por qué es de suma importancia la obra de predicar hoy día?

      22 Aunque el juicio que se menciona en la parábola ocurrirá en el futuro cercano, hoy día se realiza una labor de suma importancia. Los cristianos participamos en la obra salvadora de proclamar un mensaje que divide a la gente. (Mateo 10:32-39.) Pablo escribió: “Porque ‘todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo’. Sin embargo, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han puesto fe? ¿Cómo, a su vez, pondrán fe en aquel de quien no han oído? ¿Cómo, a su vez, oirán sin alguien que predique?”. (Romanos 10:13, 14.) Nuestro ministerio público, que destaca el nombre de Dios y su mensaje salvador, se lleva a personas de más de doscientos treinta países. Los hermanos ungidos de Cristo aún van a la vanguardia de esta obra. Ahora unos cinco millones de otras ovejas colaboran con ellos. Personas de todo el mundo responden favorablemente al mensaje que proclaman los hermanos de Jesús.

      23 Muchas personas oyen nuestro mensaje cuando predicamos de casa en casa o informalmente. Otras quizá sepan de nosotros y de lo que representamos de maneras que desconocemos. Cuando llegue la hora del juicio, ¿hasta qué grado tomará en cuenta Jesús la responsabilidad de comunidad y el mérito de familia? No lo sabemos, y no vale la pena especular sobre este asunto. (Compárese con 1 Corintios 7:14.) Muchas personas cierran los oídos, se burlan o participan directamente en perseguir al pueblo de Dios. Por lo tanto, es un tiempo crucial; tales personas pueden estar convirtiéndose en las que Jesús juzgará como cabras. (Mateo 10:22; Juan 15:20; 16:2, 3; Romanos 2:5, 6.)

      24. a) ¿Por qué es importante que las personas respondan favorablemente a nuestra predicación? b) ¿Qué actitud con respecto a su ministerio le ha ayudado a tener este estudio?

      24 No obstante, nos alegra que muchas personas acepten el mensaje, estudien la Palabra de Dios y se hagan testigos de Jehová. Algunas personas que actualmente parecen tener características de cabra pudieran cambiar y llegar a ser ovejas. El hecho es que las personas que responden y apoyan activamente al resto de los hermanos de Cristo, están suministrando un testimonio que servirá de base para que se las coloque al lado derecho de Jesús cuando se siente en su trono para juzgar en el futuro cercano. Estas personas reciben bendiciones ahora y continuarán recibiéndolas. Por tanto, esta parábola debe animarnos a participar con más celo en el ministerio cristiano. Antes de que sea demasiado tarde, queremos hacer cuanto podamos por proclamar las buenas nuevas del Reino a fin de dar a otras personas la oportunidad de aceptar el mensaje. Luego le tocará a Jesús dictar el fallo: sea condenatorio o favorable. (Mateo 25:46.)

      [Notas a pie de página]

      a Véase La Atalaya del 15 de febrero de 1994, páginas 16-21.

      b El Evangelio de Mateo comenta: “La vida eterna es vida definitiva; su contrario es castigo definitivo. El adjetivo gr[iego] aionios no denota en primer plano la duración, sino la calidad. El castigo definitivo es la muerte para siempre”. (Profesor jubilado Juan Mateos [Instituto Pontificio Bíblico de Roma] y el profesor Fernando Camacho [Centro Teológico, Sevilla], Madrid, España, 1981.)

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