Demuestre que se interesa por ellos
De nuestro corresponsal en Canadá
La angustia que siente mucha gente mayor de Canadá la está llevando al suicidio a un ritmo alarmante. El periódico The Vancouver Sun informa que mientras que 1 de cada 200 intentos de suicidio juveniles resulta en muerte, el promedio entre los mayores de 65 años es de 1 de cada 4. Y se cree que hay aún “más suicidios de mayores de los que se informan, porque a veces es difícil determinar si el anciano con problemas graves de salud se suicidó o si murió de muerte natural”.
¿Por qué hay tantos mayores que pierden el deseo de vivir? Oluwafemi Agbayewa, psiquiatra de la Universidad de Columbia Británica y experto en el tema del suicidio de mayores, señala que algunos factores son la depresión, el aislamiento social y la soledad. Gerry Harrington, director del Centro de Información y Educación contra el Suicidio, de Calgary (Alberta, Canadá), dice que a medida que las personas envejecen “pierden el amor propio, la autoridad, el control. [...] De repente, nadie les pide su opinión. Demasiadas personas terminan en asilos de ancianos donde lo único que hacen es sentarse a jugar a las cartas y ver la televisión”. El asunto se complica debido a que la sociedad valora mucho la juventud, así como la independencia, la productividad y la velocidad, aspectos que disminuyen cuando envejecemos.
A los ojos de Jehová Dios, sin embargo, los mayores son muy apreciados. El mandato que dio al Israel antiguo demuestra que comprende bien sus necesidades emocionales, pues ordenó: “Ante canas debes levantarte, y tienes que mostrar consideración a la persona del envejecido, y tienes que estar en temor de tu Dios” (Levítico 19:32).
Ahora bien, ¿cómo podemos “mostrar consideración” a los mayores? Aunque tal vez no expresen palabras de sabiduría constantemente y quizás se intensifiquen sus imperfecciones a causa de la edad, merecen nuestro respeto. Demuestre que se interesa por ellos. Otórgueles dignidad, honra y reconocimiento recurriendo a su perspicacia y sabiduría, sobre todo si han vivido bajo la dirección del espíritu de Dios y se han regido por un conocimiento exacto de su Palabra.
La Palabra de Dios nos enseña mucho más sobre cómo cuidar y honrar a los mayores. Si desea más información, escriba a los editores de esta revista y solicite el libro El secreto de la felicidad familiar.