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  • 5. Tener buena comunicación
    ¡Despertad! 2018 | Núm. 2
    • Unos padres cruzando un puente para ir con su hija

      La comunicación es el puente que los mantiene unidos a sus hijos.

      PARA LOS PADRES

      5 Tener buena comunicación

      ¿QUÉ IMPLICA?

      La buena comunicación entre padres e hijos conlleva intercambiar ideas y sentimientos.

      ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?

      Hablar con un hijo adolescente puede ser un reto. El libro Tú no me escuchas, yo no te entiendo explica cómo podría sentirse un padre. Antes “era como si tuvieras un pase para acceder a las bambalinas de sus vidas. Ahora a lo máximo a lo que puedes aspirar es a ocupar un asiento entre el público, y quizás ni siquiera sea una localidad preferente”. Sin embargo, las apariencias engañan: es en esos momentos cuando su hijo más necesita hablar con usted.

      ¿QUÉ PUEDE HACER?

      Adáptese a su hijo. Hágalo aunque eso signifique quedarse hablando hasta bien entrada la noche.

      “A veces te sientes tentada a decir: ‘¡Hemos estado juntos todo el día y ¿ahora quieres hablar?!’. Pero ¿cómo te vas a quejar cuando tu hijo quiere abrirte su corazón? ¿No es eso lo que todos los padres queremos?” (Lisa).

      “Me gusta ir a dormir temprano, pero algunas de las mejores conversaciones que he tenido con mis hijos adolescentes han sido después de la medianoche” (Herbert).

      PRINCIPIO BÍBLICO: “Que nadie busque su propio beneficio, sino el de los demás” (1 Corintios 10:24).

      No se distraiga. Un padre reconoce: “A veces, cuando mis hijos me están hablando, me pongo a pensar en otras cosas. Y, claro, ellos se dan cuenta”.

      Si se siente identificado con ese comentario, apague la televisión y deje a un lado los dispositivos electrónicos. Concéntrese en lo que su hijo le está diciendo, así le demostrará que sus preocupaciones, por insignificantes que parezcan, también son importantes para usted.

      “Es necesario que nuestros hijos sepan que sus sentimientos nos importan. Si no, se encerrarán en sí mismos o buscarán ayuda en otra parte” (Maranda).

      “No se escandalice, ni siquiera cuando su hijo diga una barbaridad” (Anthony).

      PRINCIPIO BÍBLICO: “Fíjense bien en cómo escuchan” (Lucas 8:18).

      Aproveche cualquier momento. A veces, los jóvenes se sienten más dispuestos a conversar con sus padres en un ambiente relajado.

      “Nosotros aprovechamos los viajes para hablar. Estar sentados lado a lado en vez de frente a frente nos ha permitido tener muy buenas conversaciones” (Nicole).

      La hora de la comida también es un buen momento para conversar.

      “Mientras cenamos, todos contamos qué ha sido lo peor y lo mejor que nos ha pasado durante el día. Esta costumbre nos une y nos recuerda que no tenemos que enfrentar los problemas solos” (Robin).

      PRINCIPIO BÍBLICO: “Todos deben ser rápidos para escuchar, pero lentos para hablar” (Santiago 1:19).

  • 6. Impartir disciplina
    ¡Despertad! 2018 | Núm. 2
    • Una familia en un barco con timón

      La disciplina guía a los hijos igual que el timón dirige un barco y lo mantiene dentro de su rumbo.

      PARA LOS PADRES

      6 Impartir disciplina

      ¿QUÉ IMPLICA?

      Disciplinar implica guiar, enseñar y, a veces, corregir el mal comportamiento de los hijos. Sin embargo, a menudo conlleva inculcar en ellos valores morales para que aprendan a tomar buenas decisiones y no se equivoquen.

      ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?

      En los últimos años, la disciplina ha desaparecido prácticamente de algunos hogares, pues los padres tienen miedo de dañar la autoestima de sus hijos. Sin embargo, los buenos padres ponen normas razonables a sus hijos y les enseñan a obedecerlas.

      “Los hijos necesitan límites claros para convertirse en adultos maduros y equilibrados. De lo contrario, son como un barco sin timón: tarde o temprano, se desviarán de su rumbo y naufragarán” (Pamela).

      ¿QUÉ PUEDE HACER?

      Sea consecuente. Si su hijo no lo obedece, hágale ver que sus acciones tienen consecuencias. Por otro lado, cuando sí lo obedezca, felicítelo.

      “Como hoy en día la obediencia brilla por su ausencia, siempre felicito a mis hijos cuando son obedientes. Así les resulta más fácil aceptar la disciplina cuando la necesitan” (Christine).

      PRINCIPIO BÍBLICO: “Lo que uno esté sembrando es lo que cosechará” (Gálatas 6:7).

      Sea razonable. Al disciplinar a su hijo, tome en cuenta su edad, su capacidad y la gravedad de lo que ha hecho. Normalmente, la disciplina es más eficaz cuando está relacionada con la mala acción. Por ejemplo, si su hijo no respeta sus normas sobre el teléfono celular, tal vez podría limitarle su uso durante un tiempo. Ahora bien, procure no hacer una montaña de un grano de arena.

      “Siempre intento saber si mi hijo me desobedeció a propósito o si sencillamente cometió un error. No es lo mismo corregirle por tener una mala actitud que ayudarle a entender que se ha equivocado” (Wendell).

      PRINCIPIO BÍBLICO: “No irriten a sus hijos, para que ellos no se desanimen” (Colosenses 3:21).

      Sea cariñoso. Si disciplina a sus hijos con cariño, estos lo notarán y les será más fácil aceptar la disciplina y aprender de sus errores.

      “Cuando nuestro hijo se equivocaba, siempre le decíamos que estábamos orgullosos de todas las buenas decisiones que había tomado hasta ese momento. Le explicábamos que su error no lo marcaría de por vida si lo corregía y que nosotros lo ayudaríamos” (Daniel).

      PRINCIPIO BÍBLICO: “El amor es paciente y bondadoso” (1 Corintios 13:4).

  • 7. Inculcar valores
    ¡Despertad! 2018 | Núm. 2
    • Un padre y un hijo usando una brújula para orientarse

      Los valores son la brújula que ayudará a su hijo a escoger el camino correcto.

      PARA LOS PADRES

      7 Inculcar valores

      ¿QUÉ IMPLICA?

      Los valores son los principios por los que una persona rige su vida. ¿Se esfuerza usted por ser honrado? Si es así, seguro que intentará que sus hijos también lo sean.

      Una persona con valores también es trabajadora, imparcial y considerada, cualidades que son más fáciles de adquirir durante la juventud.

      PRINCIPIO BÍBLICO: “Educa al niño en el camino por el que debe ir, y no lo dejará ni siquiera cuando llegue a viejo” (Proverbios 22:6).

      ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES?

      Los valores son esenciales en la era digital. “Mediante los dispositivos móviles, nuestros hijos pueden estar expuestos a malas influencias en cualquier momento —comenta una madre llamada Karyn—. Podrían estar sentados a nuestro lado y, al mismo tiempo, estar viendo algo indecente”.

      PRINCIPIO BÍBLICO: Las “personas maduras [...] han entrenado su capacidad de discernimiento para distinguir lo que está bien de lo que está mal” (Hebreos 5:14).

      Los buenos modales también son esenciales. Por ejemplo, es importante decir “por favor” y “gracias”, y demostrar interés por los demás, algo que ya casi se ha perdido, pues parece que la gente presta más atención a sus dispositivos que a las personas.

      PRINCIPIO BÍBLICO: “Traten a los demás como les gustaría que los trataran a ustedes” (Lucas 6:31).

      ¿QUÉ PUEDE HACER?

      Diga claramente cuáles son sus valores. Algunos estudios demuestran que es menos probable que los adolescentes tengan relaciones sexuales si en casa se les ha dejado claro que esa conducta es inaceptable.

      SUGERENCIA: Aproveche alguna noticia reciente para hablar sobre sus valores. Por ejemplo, si escucha una noticia sobre un delito de odio, podría decir: “¡Qué barbaridad! ¿Por qué crees que algunas personas actúan así?”.

      “Para que a los hijos les sea más fácil tomar buenas decisiones, primero deben saber qué está bien y qué está mal” (Brandon).

      Enséñeles buenos modales. Incluso los más pequeños pueden aprender a preocuparse por los demás y a decir “por favor” y “gracias”. “Cuanto más conscientes sean los niños de que ellos no son el centro del universo —es decir, de que forman parte de una familia, una escuela, una comunidad—, más dispuestos estarán a hacer cosas por los demás”, dice el libro Parenting Without Borders (Padres sin fronteras).

      SUGERENCIA: Encargue tareas a sus hijos para que aprendan la importancia de ayudar a otros.

      “Si sus hijos aprenden a realizar algunos quehaceres en casa, no se sentirán abrumados cuando vivan por su cuenta. Ya estarán acostumbrados a cumplir con sus responsabilidades” (Tara).

  • 8. Dar ejemplo
    ¡Despertad! 2018 | Núm. 2
    • Una niña sigue los pasos de su padre en la nieve

      ¿Le gustaría que su hijo siguiera sus pasos?

      PARA LOS PADRES

      8 Dar ejemplo

      ¿QUÉ IMPLICA?

      Dar un buen ejemplo implica vivir en armonía con lo que uno enseña. Un padre no puede esperar que su hijo diga siempre la verdad si este le ha escuchado pedir que digan que no está cuando llaman a la puerta y no quiere salir.

      “Mucha gente dice: ‘Haz lo que digo y no lo que hago’, pero eso no funciona con los hijos. Son como esponjas que absorben todo lo que decimos y hacemos. Si les enseñamos una cosa y hacemos otra, se darán cuenta y nos lo dirán” (David).

      PRINCIPIO BÍBLICO: “Tú que predicas ‘No robes’, ¿robas?” (Romanos 2:21).

      ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?

      Los padres son las personas que más influyen en sus hijos, más que cualquier compañero de clase, incluso durante la adolescencia. Eso significa que ustedes, padres, son los que mejor pueden guiar a sus hijos por el buen camino, siempre y cuando prediquen con el ejemplo.

      “Podemos repetir algo cien veces y no estar seguros de si nuestros hijos nos están escuchando, pero, en cuanto no hagamos lo que decimos, nos lo echarán en cara. Están pendientes de todo lo que hacemos aunque a veces no lo parezca” (Nicole).

      PRINCIPIO BÍBLICO: “La sabiduría de arriba […] no es hipócrita” (Santiago 3:17).

      ¿QUÉ PUEDE HACER?

      Pregúntese: “¿Cómo trato a mi cónyuge y a mis hijos? ¿Qué tipo de programas veo? ¿Qué clase de amigos tengo? ¿Pienso en los demás?”. En otras palabras, ¿le gustaría que algún día sus hijos fueran como usted?

      “Ni mi esposo ni yo les pedimos a nuestros hijos que respeten unos principios que nosotros no respetamos” (Christine).

      Pida perdón. Los hijos ya saben que los padres no son perfectos. Por eso, si usted pide perdón a su cónyuge o a sus hijos cuando se equivoca, les estará enseñando una valiosa lección sobre la honradez y la humildad.

      “Debemos admitir nuestros errores y pedir perdón, porque si no nuestros hijos no aprenderán a hacerlo” (Robin).

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