BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Cómo hice frente a mis debilidades
    La Atalaya 1990 | 1 de mayo
    • A pesar de que sufrió un colapso pulmonar en el derrumbamiento de una mina, y aunque no tenía ningún oficio en particular, mi padre llevó a la familia a servir donde la gente necesitaba ayuda espiritual. Su confianza en Jehová me impresionó profundamente.

      Por ejemplo, recuerdo cuando nos mudamos a un pueblecito minero donde las únicas Testigos eran dos hermanas ancianitas cuyos esposos eran incrédulos. Fue difícil hallar vivienda allí, pero finalmente alquilamos una casa vieja a unos kilómetros del pueblo. Los únicos medios de transportación que teníamos eran caminar o viajar en bicicleta. Un día, temprano por la mañana, mientras nosotros —los tres niños— estábamos en casa de unos amigos, nuestro hogar se quemó por completo. Nuestros padres se salvaron, pero perdimos todas nuestras posesiones. No teníamos ni seguro ni dinero.

      Poco antes de que mi padre muriera en 1982, recordó aquel incidente y me dijo: “¿Recuerdas, hijo, que al principio la situación parecía terrible, pero Jehová nos ayudó? Pues después del incendio los hermanos de Perth nos enviaron muebles, ropa y dinero. Gracias a su generosidad, ¡estuvimos en mejores condiciones después del incendio que antes!”. Al principio yo creía que mi padre presumía un poco cuando hablaba tanto de cómo Jehová nos había ayudado. Pero las experiencias que él llamaba ayuda divina eran tantas que no había otra manera de explicarlas.

  • Cómo hice frente a mis debilidades
    La Atalaya 1990 | 1 de mayo
    • Pero la verdad era que vivíamos en un enorme granero con divisiones de tela de saco. No teníamos electricidad, gas ni agua corriente. En cierta ocasión un toro trató de meterse en casa por la puerta misma. Imagínese a dónde fui a parar yo: ¡a debajo de la cama!

      Mi madre conseguía agua de un pozo a unos 200 metros (200 yardas) de distancia, y para ello ataba dos bidones de 15 litros (4 galones) cada uno a un yugo que cargaba sobre los hombros. Ella tenía el don de ver las inconveniencias con un buen sentido del humor, y con un poco de ánimo de mi padre, veía toda situación difícil como un reto que tenía que vencer, y no como un obstáculo invencible. Decía que aunque no teníamos muchas posesiones materiales disfrutábamos de muchas bendiciones.

      Por ejemplo, gozábamos mucho cuando íbamos a predicar a territorios distantes, pues acampábamos bajo el cielo estrellado, cocinábamos tocino y huevos, y cantábamos melodías del Reino al viajar. Mi padre proveía la música con su acordeón. Sí, en aquellos asuntos éramos muy ricos. En algunos pueblos alquilábamos edificios pequeños y anunciábamos discursos públicos que presentábamos los domingos por la tarde.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir