Observando el mundo
Cirujanos atemorizados
Los cirujanos se encaran a un difícil dilema con relación a operar a pacientes que dan positivo en las pruebas del SIDA. “Por ahora, nuestra norma es no efectuar la operación —dice el doctor W. Dudley Johnson, prominente cardiocirujano—. Estamos tratando con un procedimiento que implica un alto nivel de sangre. Hay sangre por todas partes, y existe verdadero peligro de pincharse con las agujas.” Un creciente número de cirujanos parece tener el mismo temor. En una encuesta, más del 90% de los cirujanos que contestaron concordaron con la norma del doctor Johnson de rechazar a tales pacientes. “En realidad —hace notar la revista Newsweek—, ni el antiguo juramento hipocrático ni el moderno código de ética médica requieren que un médico trate a un paciente si no lo desea.” El doctor Johnson admitió que hasta el momento no sabía de ningún doctor al que un paciente le hubiese contagiado el SIDA. “Y quiero que siga siendo así”, declaró.
Clérigos que se vuelven a bautizar
Dos pastores protestantes, el luterano Reinhart Weber y Klaus Hoffmann, de la iglesia unida, “fueron bautizados de nuevo ‘bíblicamente’” en Lensahn (República Federal de Alemania), según informa el Servicio de la Prensa Ecuménica. El bautismo de infantes, explica el pastor retirado Weber, “no está de acuerdo con la Biblia”. Hoffmann incluso pidió que los líderes regionales de la iglesia evangélica “dejasen de bautizar a los niños muy pequeños”, dice la noticia. ¿Cómo reaccionaron? Le suspendieron de sus servicios de pastor.
Osos polares psicóticos
El periódico The Sunday Times de Londres dice que los osos polares que están encerrados se vuelven “psicóticos”. Comenta que han sido afectados más de la mitad de los quince osos polares que actualmente se mantienen encerrados en parques zoológicos británicos. Parece ser que el recluir a un animal tan activo y curioso en las condiciones restringidas de un parque zoológico provoca severos trastornos mentales en los osos, lo cual se pone de manifiesto en su constante pasear sin sentido y sus movimientos de balanceo, acompañados, en algunos casos, de automutilación.
Ambos cónyuges sufren
Los investigadores Janice Kiecolt-Glaser y su esposo, Ronald Glaser, de la universidad del estado de Ohio, afirman que los hombres que tienen problemas en su vida conyugal son más propensos a las enfermedades que los que disfrutan de un matrimonio feliz. Aunque, según estudios previos, se había demostrado que esto era cierto en el caso de las mujeres infelices en su matrimonio, hasta hace poco se desconocía hasta qué grado se debilitaba el sistema inmunológico del varón a causa de las tensiones conyugales. Sin embargo, análisis de sangre realizados en varones que tienen problemas conyugales demostraron que eran menos capaces de desarrollar defensas contra la infección vírica del herpes común. Además, un estudio realizado por Christopher Coe, investigador de la universidad de Wisconsin, mostró que “las perturbaciones emocionales que influyen en la salud física pueden perdurar mucho tiempo después que el problema emocional haya sido resuelto”, según informó el periódico New York Post.
El implacable estrés
Las muertes repentinas de empresarios prominentes entre cuarenta y sesenta años de edad acaecidas en 1987 en Japón se triplicaron con relación a las ocurridas durante el mismo período del año anterior. Según el periódico de Tokio Mainichi Shimbun, las muertes han sido atribuidas a “un nivel de tensión inimaginable” propio del puesto que ocupan los ejecutivos más prominentes de hoy día. Aunque se dijo que todas las víctimas habían tenido una firme confianza en su salud, la difícil situación comercial, agravada por la inflación, ha contribuido a una vida de mucho estrés. A fin de contrarrestar esta tendencia, la Federación Japonesa de la Asociación de Empleados ha publicado ocho reglas que pueden ayudar a prevenir el estrés. Entre estas se hallan las siguientes: evitar horarios muy apretados, dedicar más de treinta minutos diarios a hacer ejercicio y reír.