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Un reino de arena, petróleo y religión¡Despertad! 1991 | 8 de enero
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La Meca, la Kaaba y el Corán
De acuerdo con un folleto oficial, el Corán, libro santo del islam, “es considerado la constitución de [Arabia Saudí] y proporciona valores éticos y guía”. Un prospecto comenta: “El reino elabora sus normas sociales, políticas y económicas a la luz de las enseñanzas islámicas”. Aunque se exhibían varios manuscritos del Corán, el tema principal de este sector era la peregrinación a la ciudad de La Meca (en árabe: Makka) con su Gran Mezquita y la Kaaba en el centro, representadas en maquetas de gran tamaño.
La Kaaba es un edificio de piedra, con forma cúbica y cubierta por una gruesa tela negra. Según una publicación islámica es “el lugar de adoración que Dios mandó construir a Abrahán e Ismael hace más de cuatro mil años”.b De modo que el islam (fundado por el profeta Mahoma en el siglo VII E.C.) afirma estar vinculado con el patriarca Abrahán, precursor del judaísmo y el cristianismo. Es por lo tanto una de las tres principales religiones monoteístas.
En realidad, la Kaaba está situada en el centro de la enorme plaza al aire libre que forma parte de la Gran Mezquita de La Meca. En la peregrinación anual (hayy), más de un millón de musulmanes acuden allí para orar y dar siete vueltas alrededor de la Kaaba. Todo musulmán cuya salud y recursos económicos se lo permitan, considera una obligación hacer este viaje por lo menos una vez en la vida. La exposición también incluía una maqueta de la enorme mezquita de Medina (en árabe: Madina), tumba de Mahoma.
De especial interés fueron las puertas de la Kaaba que había allí expuestas, sumamente ornamentadas. Por lo general, los únicos que llegan a verlas alguna vez son los musulmanes, pues son los únicos que pueden entrar en la mezquita de La Meca. Resultaba difícil creer que fuesen las puertas originales hasta que un guía explicó que se trataba de las puertas que se habían utilizado desde 1942 hasta 1982, cuando se reemplazaron por otras. Eran de oro y plata y estaban decoradas con versículos del Corán en árabe grabados en láminas de oro. En una pared cercana colgaba una kiswa, o pesada cortina negra, utilizada para cubrir la Kaaba, en la que estaban bordadas en oro más citas del Corán.
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Un reino de arena, petróleo y religión¡Despertad! 1991 | 8 de enero
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Aunque la visita me pareció muy informativa, me percaté de ciertas omisiones en el campo de la religión. No aprendí nada acerca de la Piedra Negra de la Kaaba, un meteorito negro que reverencian los musulmanes en La Meca. Antes de fundarse el islam, se la “veneraba como un fetiche” dice Philip K. Hitti en su obra History of the Arabs (Historia de los árabes). Según la tradición, cuando Ismael reedificaba la Kaaba, recibió la Piedra Negra del ángel Gabriel.
Otra omisión de la que me percaté en la exposición es que no se hizo ninguna alusión a las dos principales divisiones del islam, los sunnitas y los chiitas. La división se remonta a los sucesores de Mahoma y se basa en una diferencia de interpretación respecto a quiénes son sus legítimos herederos espirituales: ¿debe restringirse ese privilegio a los descendientes directos de Mahoma, como afirman los musulmanes chiitas, o ha de ser un puesto electivo, como afirma la mayoría sunnita? Los saudíes practican el wahhabismo, movimiento sectario muy estricto perteneciente a la escuela ḥanbalī, la más rígida de las cuatro escuelas de los musulmanes sunnitas.
También me llamó la atención la ausencia de mujeres árabes y supuse que se debía a la estricta interpretación saudí de las leyes islámicas sobre la función de la mujer en la vida pública.
Al salir presencié algo que de pronto me hizo recordar el dicho de que toda moneda tiene dos caras. En la calle manifestantes árabes distribuían octavillas que revelaban actos de crueldad e injusticia perpetrados en Arabia Saudí y denunciaban la falta de procedimientos democráticos en ese país (no hay constitución o parlamento seglar). Ese hecho me hizo ver que para algunos la arena, el petróleo y la religión no es lo único que cuenta. No obstante, por lo menos obtuve una perspectiva más clara de la vida en Arabia Saudí y del impacto que el islam ha tenido, y tiene, en sus gentes.—Contribuido.
[Notas a pie de página]
a Si desea saber más detalles sobre el islam, consulte el capítulo 12 del libro El hombre en busca de Dios —publicado en 1990 por la Sociedad Watchtower Bible and Tract de Nueva York, Inc.— titulado: “Islam... el camino a Dios por sumisión”.
b En la Biblia no existe ninguna referencia a este hecho ni a que Abrahán estuviese en la antigua ciudad de La Meca. (Génesis 12:8–13:18.)
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