Observando el mundo
Hallazgo arqueológico
Tras el descubrimiento de la tumba de Tutankamon, llena de tesoros, en 1922, los arqueólogos pensaron durante mucho tiempo que no habría más hallazgos importantes en el Valle de los Reyes (Egipto). Sin embargo, ha salido a la luz una nueva tumba que podría ser la mayor y más compleja del valle. Al parecer, fue construida por Ramsés II como complejo mortuorio para sus hijos; tiene al menos sesenta y siete cámaras, y se sospecha que, de existir un nivel inferior, la cantidad podría elevarse a más de cien. Ramsés II gobernó durante sesenta y seis años en el siglo XIII a.E.C., y tuvo más de cien hijos, 52 de estos, varones. Se han localizado las tumbas de dos de ellos, y se cree que las demás continúan sepultadas en este complejo recién descubierto, donde se han hallado los nombres de otros cuatro de sus hijos, incluido el de su primogénito, Amen-hir-khopshef. Este hallazgo ha interesado a los eruditos religiosos que especulaban que Ramsés II fue el faraón de Egipto cuando ocurrió el éxodo israelita. No obstante, otros eruditos han fechado el éxodo en 1513 a.E.C.
“Un trabajo peligroso”
“La minería es, de suyo, un oficio peligroso —comentó el semanario WeekendStar de Johannesburgo—, y es esencial para la economía del país.” El peligro que entraña se vio con toda claridad en mayo, cuando una locomotora subterránea, de 12 toneladas, de una de las minas de oro de África del Sur “desbarató por lo menos tres mecanismos de seguridad antes de precipitarse por un pozo de 2.103 metros y aplastar el ascensor”, que transportaba a 104 mineros. No hubo sobrevivientes. “Lamentablemente este tipo de tragedias ha sido el pan de cada día en África del Sur”, dice el WeekendStar. “En noventa y tres años de este siglo, han muerto en nuestras minas más de sesenta y nueve mil obreros, y más de un millón han resultado heridos.”
Época de guerras y disturbios
“Algunos historiadores opinan que el siglo XX será recordado como una época de salvajismo sin precedentes”, informa The New York Times. “Los historiadores ven cada vez con mayor convicción el período de setenta y cinco años, de 1914 a 1989, que comprende las dos guerras mundiales y la guerra fría, como una época única y diferenciada, un tiempo en el que la mayor parte del mundo participó en la guerra, se recuperó de ella o se preparó para ella.” Un artículo del periódico The Washington Post coincide con esa opinión: “Los conflictos armados del siglo XX han sido ‘guerras totales’ contra soldados y civiles por igual. Las bajas de guerra, incluido el genocidio de judíos, se cuentan por millones. Las guerras bárbaras de siglos pasados fueron pleitos callejeros en comparación con estas”. La matanza aumenta cuando se toman en cuenta las insurrecciones civiles. ¿Cuántas personas han muerto? “Los muertos que ha habido desde 1914, según cálculos de Zbigniew Brzezinski, ascienden a 197 millones, ‘lo que equivale a más del 10% de la población mundial en el año de 1900’”, señala el Post. Añade que es un “hecho indiscutible que el terrorismo y las matanzas sin sentido se han arraigado firmemente en la cultura de este siglo”, y que “en lo que va del mismo, ningún sistema político o económico ha podido controlar ni satisfacer a los inquietos millones de personas”.
Informe de salud mundial
El primer informe anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el 40% de la población mundial, es decir, más de dos mil millones de personas, se encuentran enfermas. La mayor parte de estas enfermedades y padecimientos son evitables, afirma. La causa principal es la pobreza, pues más de la mitad de los 5.600 millones de personas que hay en el mundo no tiene a su alcance los medicamentos esenciales, una tercera parte de los niños sufre desnutrición y más de una quinta parte de la población mundial tiene pocos recursos, o ninguno, para prevenir o tratar sus padecimientos. Las enfermedades más mortíferas como padecimientos cardíacos, apoplejías, enfermedades pulmonares, tuberculosis, paludismo e infecciones respiratorias, así como diarrea en los niños menores de 5 años, cobran millones de vidas cada año. Sin embargo, el informe también indica que en los últimos veinticinco años, las expectativas de vida han aumentado de 61 a 65 años. “Para incontables millones de personas que luchan a diario por sobrevivir, la perspectiva de vivir más años no es un premio, sino un castigo”, opina el doctor Hiroshi Nakajima, director general de la OMS.
Opiniones sobre el Armagedón
Después que la secta religiosa La Verdad Suprema acaparó la atención pública debido al fatal ataque con gas sarín perpetrado en marzo en el metro de Tokio, las religiones de este país se vieron forzadas a expresar su opinión acerca del Armagedón. “Durante años, el líder de la secta, Shoko Asahara, [...] ha estado profetizando que el mundo presenciaría el Armagedón”, informa el periódico The Daily Yomiuri. Aunque la secta es nominalmente budista, otras dos organizaciones budistas afirman que “el concepto de un Armagedón era desconocido dentro del budismo”, explica el diario Mainichi Daily News. “Las dos principales ramas del cristianismo, que expresaron su opinión, [...] rechazaron la creencia de La Verdad Suprema de que el Armagedón fuese inminente. La rama católica dijo que sus feligreses no están familiarizados con ese concepto, y los protestantes, por su parte, dijeron que la secta no debió utilizar el término ‘Armagedón fuera del contexto bíblico’. La Iglesia de la Unificación expresó que ‘es inadmisible propagar la fe con métodos que siembren el pánico general’, y la organización Shinyoen aseveró que cuando una opinión se promueve con insistencia, la gente se siente amenazada.” Al parecer, el fundador mismo de La Verdad Suprema dudaba de su profecía. Uno de los principales dirigentes de la secta comentó: “Creo que el proyecto del sarín se llevó a cabo para que la profecía del gurú se cumpliera”.
La religión y la salud
Un estudio llevado a cabo con 232 personas que tuvieron una operación a corazón abierto ha demostrado que los pacientes “que hallaron fortaleza y consuelo en sus perspectivas religiosas, tuvieron tres veces más probabilidades de sobrevivir que los que no contaron con ningún apoyo religioso”, comenta el International Herald Tribune de París. Aunque algunas investigaciones previas habían destacado los beneficios de las buenas relaciones y el apoyo de amigos y familiares, este fue el primer estudio “que demostró la gran ventaja que supone a la salud la fe religiosa de los pacientes que padecen enfermedades graves”, explica el Tribune. El director del estudio, el doctor Thomas Oxman, afirmó: “Parece que el poder dar significado a una situación precaria en que la vida corre peligro, y la fe es una de las principales fuerzas que dan significado a la vida, es útil desde el punto de vista clínico”.
Correo lento
Cualquier persona que tenga motivos para quejarse de la falta de eficiencia del servicio de correos puede consolarse con el caso de un matrimonio de Vicenza (Italia). Cuando se internó al esposo italiano en un campo de concentración nazi en el norte de Europa, en 1944, este escribió a su esposa: “No te preocupes si estas noticias tardan mucho tiempo en llegarte”. “Casi fue una premonición”, comenta el periódico La Repubblica, pues el mensaje llegó cincuenta y un años después. La pareja, que tiene más de 80 años de edad, tuvo la grata sorpresa de recibir la carta, y organizó una pequeña fiesta con sus amigos para celebrar la ocasión. La ruta que siguió la carta para llegar finalmente a su destino sigue siendo un misterio.
El impacto de la realidad virtual
La realidad virtual “podría acaparar más de la tercera parte del mercado de videojuegos para fines de siglo”, afirma un informe del diario canadiense The Globe and Mail. En estos juegos, los usuarios utilizan un casco de visualización que cuenta con auriculares y dos pequeños monitores, uno frente a cada ojo. Unos guantes, conectados a la computadora, transmiten las señales de los movimientos del jugador e interactúan con el mundo virtual. Sin embargo, además del realismo de las imágenes, se han recibido informes de “trastornos cibernéticos”, ocasionados quizá por el desfase con el que las imágenes computarizadas reaccionan a los impulsos de los movimientos del cuerpo. Los efectos secundarios incluyen desorientación, náuseas, dolor de cabeza, fatiga visual, falta de coordinación y recuerdos vívidos recurrentes. “Los conocedores vaticinan que, a causa de la alta incidencia de ‘cibertrastornos’, es solo cuestión de tiempo que alguien resulte lastimado y se lleve la realidad virtual a los tribunales”, explica el diario The Globe. El informe indica que en tanto los simuladores no alcancen la velocidad de las reacciones humanas, “sería útil tener imágenes menos reales, con menos movimientos y simulaciones menos absorbentes, y limitar el tiempo de uso de las máquinas”.
Máquina expendedora de imágenes
En los países tradicionalmente católicos, la posesión de imágenes religiosas es una de las manifestaciones más elocuentes de “la devoción popular a los santos patronos y protectores de lugares sagrados”, comenta el rotativo italiano La Repubblica. Ahora, la tecnología se ha introducido en el próspero negocio de los artículos religiosos. Una distribuidora automática de iconos, conocida como “icomática”, despacha imágenes religiosas cuando se le introduce una ficha. “El sistema de autoservicio garantizará la discreción, evitará las preguntas y permitirá que todos tengan su santo”, añade el diario.