-
Jehová Dios está en su santo temploLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
-
-
19. A pesar de que la nación será cortada como si fuera un árbol, ¿qué garantiza Dios a Isaías?
19 Si bien nada puede impedir la destrucción que dejará a Judá “arruinad[a] hasta ser una desolación”, no todo está perdido (2 Reyes 25:1-26). Jehová asegura a Isaías: “Todavía habrá en ella un décimo, y de nuevo tiene que llegar a ser algo para quemazón, como un árbol grande y como un árbol macizo en los cuales, cuando hay tala de ellos, hay tocón; una descendencia santa será el tocón de él” (Isaías 6:13). En efecto, quedará “un décimo, [...] una descendencia santa”, justamente como el tocón de un árbol macizo talado. Seguro que Isaías encuentra consuelo en esta garantía: se hallará un resto santo entre su pueblo. Pese a que la nación sufrirá una nueva quemazón, como en el caso de un gran árbol que se corta para leña, del árbol simbólico de Israel quedará un tocón vital. Será una descendencia santa para Jehová. Con el tiempo volverá a brotar, y el árbol crecerá de nuevo (compárese con Job 14:7-9; Daniel 4:26).
20. ¿Qué cumplimiento inicial tuvo la última parte de la profecía de Isaías?
20 ¿Resultó veraz la profecía? Efectivamente. Cuando la tierra de Judá llevaba setenta años desierta, un resto de personas temerosas de Dios volvió del destierro en Babilonia, reconstruyó el templo y la ciudad, y restableció la adoración verdadera en el país. El regreso de los judíos a su tierra natal, la tierra que Dios les había dado, hizo posible un segundo cumplimiento de esta profecía que Jehová transmitió a Isaías. ¿Qué cumplimiento? (Esdras 1:1-4.)
-
-
Jehová Dios está en su santo temploLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
-
-
No obstante, algunas personas habían escuchado a Jesús y se habían hecho sus discípulos. Jesús las declaró “felices” (Mateo 13:16-23, 51). Les había dicho que cuando vieran “a Jerusalén cercada de ejércitos acampados”, deberían “ech[ar] a huir a las montañas” (Lucas 21:20-22). De modo que la “descendencia santa”, que había tenido fe y formado una nación espiritual, “el Israel de Dios”, se salvóa (Gálatas 6:16).
-