-
Nunca transigiendo en cuanto a los principios cristianosLa Atalaya 1958 | 15 de febrero
-
-
“Si ustedes fueran parte del mundo, el mundo le tendría cariño a lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, por esta causa el mundo los odia.” Sin embargo, no quiso que los cristianos estuvieran aislados de modo que no predicaran al mundo, puesto que oró a Jehová en Juan 17:15: “Yo te pido, no que los saques del mundo, sino que vigiles sobre ellos por causa del inicuo.” Sí, hay peligro que viene del dios de este mundo. (2 Cor. 4:4, NC) Jesús declaró a los cristianos los principios teocráticos, pero les dejó a ellos el razonar sobre las Escrituras y determinar cómo bregar con las trampas sutiles de Satanás y cómo dirigir su vida en este sistema de cosas.
23. ¿De qué manera ayuda la vida ejemplar de Cristo a los cristianos a razonar sobre la manera de vivir en conformidad con los principios de la Palabra de Dios aunque viven en este mundo?
23 Los cristianos sobre la tierra hoy tienen la ventaja de ver cómo Cristo y los apóstoles inspirados razonaban sobre principios bíblicos. Jesús mismo había hecho una solemne dedicación para servir a Jehová. Eso quiso decir que él era ministro o embajador de Jehová y se exigía que diera su primera atención al servicio de Jehová. Él apreciaba los valores verdaderos, percibiendo lo justo de su posición y manteniéndose libre del viejo mundo o de los falsos razonamientos humanos. Predicó a favor de acumular tesoros en el cielo y practicó lo que predicó sirviendo en el ministerio de tiempo cabal. Entendió los principios de que todas las cosas pertenecen a Jehová y que la bendición de Jehová enriquece. Resistió el esfuerzo que hizo la gente por hacerlo rey. Jesús fué positivo en sus expresiones y acciones. Comprendió cabalmente su lugar y el trabajo que tenía que hacerse. Mientras que fué neutral hacia los conflictos, la política y el mercantilismo de este mundo, no obstante no titubeó en cuanto a hablar en condenación de las violaciones de los justos principios de Dios. No transigió en cuanto a los principios por usar demasiado tacto. Jesús se negó a participar en las religiones falsas de su día, y por su estricta adherencia a los principios divinos de justicia se hizo el blanco de la oposición de los líderes religiosos, quienes lo hicieron comparecer ante los gobernantes romanos. Allí Jesús declaró un principio: “Mi reino no es parte de este mundo.” Y luego dijo: “Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores hubieran peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente.”—Juan 18:36; también Mateo 6:20; 4:1-10; 23:4, 5.
-
-
Muerte por dudar de la trinidadLa Atalaya 1958 | 15 de febrero
-
-
Muerte por dudar de la trinidad
Cuando un artículo de La Atalaya declaró en una ocasión que se les había dado muerte a algunas personas por dudar de la trinidad, más de un lector preguntó acerca de ello. Por supuesto, la historia medioeval narra acerca de incontables millares de judíos que recibieron muerte por rehusar aceptar la trinidad. Y es especialmente notable el caso de Servet, a quien Calvino hizo que fuera asado lentamente en la hoguera hasta morir por haber negado la trinidad.
Pero no hay por qué volver hasta esa época, porque el 21 de abril de 1649 se puso en vigor en el estado de Maryland, o más bien en la colonia de Maryland, un Acta que declaraba entre otras cosas lo siguiente: “Por esta Ley, (1) La blasfemia contra Dios, el negar que nuestro Salvador Jesucristo es el Hijo de Dios, o el negar la Santa Trinidad, o la Divinidad de cualquiera de las tres personas, etc., había de castigarse con muerte, y confiscación de los terrenos y bienes para el Señor Propietario.” Sí, hubo un tiempo en el continente norteamericano, no sólo en la Europa medioeval, en que el negar la trinidad quería decir muerte.
-