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  • El lugar de la congregación en la adoración verdadera
    La Atalaya 1961 | 1 de agosto
    • pero no creo necesario el asociarme con una congregación ni el someterme a una organización.” Otros quizás hayan argüido que la congregación verdadera de Dios era una asociación invisible, espiritual y que no necesitaba expresión por medio de una congregación visible. Pero cuando el apóstol Pablo escribió a Timoteo sobre el asignar superintendentes en la congregación, y estaba hablando definitivamente en cuanto al arreglo de congregación visible sobre la Tierra y no sobre algún arreglo espiritual celestial, él agregó: “Estoy escribiéndote estas cosas . . . para que sepas cómo debes portarte en la familia de Dios, que es la congregación del Dios viviente, una columna y apoyo de la verdad.” Sí, a esta congregación terrestre, visible, se le llamó la “familia de Dios,” la “congregación del Dios viviente,” y, lejos de ser de importancia menor, era una “columna y apoyo de la verdad.”—1 Tim. 3:1-15; Heb. 3:4, 6.

      11 No las congregaciones individuales, sino la congregación compuesta de los seguidores de Cristo fue asemejada a un cuerpo humano que tiene muchos miembros que necesitan cooperar unos con otros. Era en la congregación visible donde los cristianos aprenderían a cooperar unos con otros. (1 Cor. 12:4-30) Fue acerca de una congregación visible que Pablo escribió cuando dijo: “Dios ha colocado a los miembros respectivos en la congregación,” pues luego menciona apóstoles, profetas, maestros, dones de curación, diferentes lenguas, etc., todo lo cual tenía que ver con el ministerio y obras de la congregación en la Tierra y no con una condición espiritual o celestial.—1 Cor. 12:18, 28.

      EL PROPÓSITO DE LA CONGREGACIÓN

      12. ¿En qué sentido habían de ser los cristianos primitivos como extranjeros, y en qué sentido como un grupo organizado?

      12 ¿Cuál era el propósito de la congregación? Entrenar y unir a todos los creyentes. Los cristianos no habrían de ser una grande muchedumbre de personas, no identificable, desasociada, en que cada uno tuviera sus propias ideas y lealtad, manteniéndose separados de este mundo y viviendo como extranjeros esparcidos en una tierra extraña. Aunque vivían como extranjeros y residentes temporarios en este viejo mundo, los cristianos habían de ser como ‘piedras vivas siendo edificados en una casa espiritual,’ “una nación santa, un pueblo para posesión especial.” En otras palabras, necesitaban ser recogidos y trabados para adorar como grupo, como congregación, y esto de manera tangible.—1 Ped. 2:5-11.

      13. ¿Cómo muestran tres ilustraciones usadas por el apóstol Pablo en su carta a los efesios que los cristianos deben estar unificados de manera tangible?

      13 Pablo usó una ilustración semejante del arreglo de congregación cuando explicó cómo tanto los israelitas como los no israelitas estaban unidos en Cristo, llegando a ser una unidad con finalidades, obligaciones e identidad comunes. “Ciertamente, por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros y residentes temporarios, sino que son conciudadanos de los santos y son miembros de la familia de Dios, y han sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, mientras que Cristo Jesús mismo es la piedra angular de fundamento. En unión con él el edificio entero, trabado armoniosamente, está creciendo para ser templo santo para Jehová.” (Efe. 2:19-21) Aquí Pablo usa tres diferentes ilustraciones de individuos o cosas organizadas juntas para servir un propósito en común. Primero, “conciudadanos de los santos,” que indica una participación común de ciertos derechos, privilegios y responsabilidades e identidad que concede tal ciudadanía. Con la ilustración “miembros de la familia de Dios” Pablo muestra la manera en que todos los cristianos creyentes estaban organizados como una unidad de familia. En cada familia hay un arreglo definido de cosas, y todos tienen que respetar la cabeza de la familia y vivir en conformidad con las normas de la familia. Al compararlos a piedras de construcción ‘trabadas armoniosamente,’ ‘siendo edificadas juntas,’ Pablo muestra la necesidad de una congregación. Dentro del armazón de la congregación estas “piedras” podrían ser labradas, suavizadas y colocadas en su lugar. Solo cuando estuvieran unidas en la congregación cual cuerpo de personas y no estuvieran buscando aislamiento podían ser el templo de Dios y servir para promover la adoración verdadera, mientras estaban recibiendo entrenamiento para sus asignaciones futuras en la organización del Reino celestial.—1 Cor. 3:16, 17; 6:19; 2 Cor. 6:16.

      14. ¿Cómo podía demostrar la congregación la sabiduría de Dios, según se menciona en Efesios 3:10, 11?

      14 De modo que los cristianos ungidos del primer siglo habían de ser congregantes no disidentes que estuvieran tratando de servir a Dios independientemente los unos de los otros. Dado que el arreglo celestial de Dios era ordenado y armonioso, con seguridad el grupo reunido de los siervos de Dios en la Tierra demostraría esta misma armonía. Si la grandemente diversificada sabiduría de Dios había de darse a conocer por medio de la congregación, entonces esta congregación tenía que estar bien organizada, armoniosa, y no ver a sus miembros separarse unos de otros para buscar sus propios intereses.—1 Cor. 14:33, 40; Efe. 3:10, 11.

      15. ¿Cuáles fueron las “dádivas” para la congregación, y cuál era su propósito?

      15 Una descripción clara de la organización de congregación establecida por espíritu de Dios y su propósito se bosqueja en el capítulo cuatro de Efesios la carta de Pablo a los efesios. Primero, muestra las responsabilidades que cada cristiano ungido tenía para con los otros de un grupo, “soportándose los unos a los otros en amor, esforzándose sinceramente por observar la unidad del espíritu.” Luego, del versículo 11 en adelante, menciona la provisión de organización para esto, a saber, la congregación con los diferentes aspectos para superentender y enseñar como dádivas de Cristo. “Y él dio algunos [dones o dádivas] como apóstoles, algunos como profetas, algunos como misioneros, algunos como pastores y maestros, teniendo como mira el entrenamiento de los santos para la obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad en la fe y en el conocimiento acertado del Hijo de Dios.” De modo que el ser ungidos con el espíritu en sí mismo no cambió a estos cristianos para hacerlos completos de alguna manera milagrosa e instantánea. Más bien, el espíritu los condujo a la congregación, donde, con la ayuda del espíritu, la Palabra y los arreglos de organización, llegarían a pensar de común acuerdo y ser entrenados para la obra ministerial.—Efe. 4:11-16; 1 Cor. 1:10.

      16. ¿Cómo ayudó la congregación a edificar a los individuos en amor?

      16 Por asociarse en la congregación los ungidos dieron y recibieron beneficio. Era aquí de manera sumamente tangible que estaban siendo ‘trabados armoniosamente,’ y no simplemente de alguna manera espiritual invisible. En la congregación se les estaba haciendo cooperar por medio de “cada coyuntura que suministra lo que se necesita, de acuerdo con el funcionamiento de cada miembro respectivo en la debida medida,” que resultaba en el “crecimiento del cuerpo para la edificación de sí mismo en amor.” La organización de congregación no apagó o ahogó la expresión de amor ni la hizo mecánica como si fuese según reglas, sino que más bien entrenó y edificó a todos en amor y les dio la oportunidad de practicarlo.—Efe. 4:16; 2 Tes. 1:1-3; Rom. 1:9-13.

      LA CONGREGACIÓN UNA ORGANIZACIÓN DOCENTE

      17. ¿Cómo había de unificar la enseñanza la congregación, y cómo fue provechoso esto?

      17 No solo sirvió la congregación para edificar a aquéllos en amor, sino que unificó su pensar y entendimiento de las Escrituras. Tal vez algunos de los efesios se hayan quejado de que este arreglo ahogaba el pensar individual e independiente y los obligaba a aceptar solo las ideas de los apóstoles en vez de ser libres e independientes para desarrollar su propia filosofía sobre las cosas. Pero este arreglo no sujetaba el alcance de entendimiento de la congregación a los puntos de vista limitados de uno o dos individuos. Lo que hacía era protegerlos de estar sujetos a “todo viento de enseñanza” y a “la trampería de los hombres.” Los cristianos fieles no consideraron esto como alguna táctica de ‘lavado de cerebro.’ Habían salido del mundo y querían despojarse de su vieja personalidad y revestirse de la nueva personalidad, que fue creada de acuerdo con la voluntad de Dios. El programa docente unificado de la congregación hizo posible esto.—Efe. 4:14, 17-24.

      18. ¿Qué argumentos se han usado para mostrar que no se necesitaba una congregación docente, pero qué prueba falsos estos argumentos?

      18 Algunos que preferían ser independientes de toda organización quizás hayan argüido que uno puede conseguir conocimiento acertado por medio de comunión con Dios y por medio de su espíritu, y que por lo tanto no se necesitaba una congregación u organización docente. Puede que se hayan referido a Efesios 1:17, 18 ó Efe. 3:16-19, donde Pablo escribe concerniente a Dios como dando a los creyentes sabiduría y conocimiento acertado y dice que Cristo moraría en ellos y ellos podrían entender estas cosas mentalmente, o 1 Juan 2:26, 27, donde Juan escribe: “No necesitan que alguien les esté enseñando; . . . la unción de él les está enseñando acerca de todas las cosas.” Pero note usted, estas expresiones se hallan en cartas de instrucción que los apóstoles Pablo y Juan enviaron a las congregaciones y que serían usadas para enseñar más a los de la congregación. Si el espíritu hubiese hecho toda la enseñanza directamente con todos los individuos engendrados por el espíritu, no hubiera sido necesario escribir estas cartas a las congregaciones.—1 Juan 1:3, 4.

      19, 20. ¿Cuáles son algunas de las verdades que aprendieron los primeros cristianos, y cómo las aprendieron?

      19 Considere por un instante algunas de las verdades vitales que aquellos cristianos primitivos aprendieron por medio de asociarse con la congregación. La decisión de los apóstoles y hombres de mayor edad de Jerusalén en cuanto a los requisitos para los creyentes no judíos fue enviada por carta a las congregaciones. Los detalles del secreto sagrado de Dios tocante a una administración para juntar todas las cosas en el Cristo y para asignar a personas de las naciones como coherederos se revelaron a las congregaciones en la carta a los efesios. Las verdades en cuanto a la apostasía, el hombre de lo que es contrario a ley siendo manifestado, la presencia de Cristo, y cómo el clamor “¡paz y seguridad!” señalaría la culminación del día de Jehová fueron explicadas a los que se asociaban con las congregaciones donde las cartas a los tesalonicenses o copias de ellas se estudiaban.—Hech. 15:22-35; 16:4, 5; Efe. 3:3-7; 1 Tes. 1:1; 4:13-18; 5:1-11; 2 Tes. 1:1; 2:2-11.

      20 Por estar asociados con una congregación los cristianos primitivos se enteraron de las cartas a los corintios, que contenían explicaciones de la cena del Señor, el funcionamiento de los dones espirituales y la resurrección. Sí, todas las explicaciones de doctrina que se hallan en las cartas de los apóstoles fueron instrucción inspirada dada por medio de miembros de la junta administrativa y venían a cristianos ungidos individuales por medio de la congregación. Solo asociándose con la congregación podían serles de provecho los superintendentes que ‘ministraban de manera correcta,’ hombres ‘adhiriéndose firmemente a la palabra fiel en lo que toca a su enseñanza.’ Y solo así podían aprender de manera tangible que no había diferencia entre griego o judío, circunciso o incircunciso, extranjero, escita, esclavo, libre, varón o hembra.—1 Corintios, capítulos 11-15; 1 Timoteo, capítulo 3; Col. 3:11.

      21. ¿Cómo retuvo su identidad la congregación, y qué efecto tuvo esto en los creyentes procedentes de muchas tierras?

      21 La congregación fue edificada por Dios para declarar sus excelencias, para manifestar su sabiduría. (1 Ped. 2:9) Por esta razón la congregación se amoldó a la voluntad de Dios; no se amoldó a la voluntad y costumbres de la gente diferente y sus caminos. (Efe. 4:20-24) A medida que esta congregación se extendió a muchas tierras retuvo su identidad, sus principios de funcionamiento, su enseñanza pura y su unidad. En vez de ser influida y modelada por todo viento de doctrina y toda clase de conducta, influyó de modo discernible en todos los asociados con ella. Tenía que ser mantenida limpia y santa; por lo tanto a las personas inmorales se les expulsaba. (1 Cor. 5:13) Tenía que unir a los hombres con la verdad de la Palabra de Dios; por lo tanto a los que introdujeran división y enseñanza falsa también se los expulsaba. (Tito 3:10; Rom. 16:17) Por proceder así, la congregación retuvo su identidad y forma de organización. Los principios de pensar y vivir enseñados por medio de la congregación influyeron profundamente en los creyentes, afectando su vida personal, matrimonio y vida de familia, y la relación entre esclavos y amos.—Col. 3:5; Efesios, capítulo 5.

      22. ¿Qué papel desempeñó la primera congregación en la adoración verdadera?

      22 Estas solo son algunas de las pruebas bíblicas que muestran que la congregación cristiana del primer siglo desempeñó un papel vital en el entrenamiento y edificación de los cristianos ungidos. De hecho fue una columna y fundamento de la verdad. La congregación resultó ser la provisión de Dios para enseñar a los creyentes cristianos que se necesitaban unos a otros y les dio plena oportunidad para practicar amor, misericordia y perdón así como para aprender a respetar la autoridad teocrática. No apagó el espíritu de Dios ni ahogó la expresión de amor, sino que, más bien, por enseñanza y ejemplo pudo edificar a todos en la congregación en amor y madurez de modo que eran sumamente receptivos al funcionamiento del espíritu santo.

  • Ceños y obstrucción
    La Atalaya 1961 | 1 de agosto
    • Ceños y obstrucción

      ● Después de renunciar a su puesto en la Iglesia Anglicana, el clérigo Wilkinson-Fox de la aldea Lincolnshire de Wragly explicó por qué lo hizo a un repórter del Morning Herald de Sydney, Australia: “La Iglesia no me permite hacer el trabajo que era mi objeto lograr al unirme. . . . Los clérigos solamente luchan contra ellos mismos, andan como locos tratando de justificar su existencia por medio de hacer una miríada de tareas pequeñas. . . . ¡Las reuniones de las madres, las tómbolas, los comités interminables! Vez tras vez he rogado que se me dejara seguir adelante con el trabajo pero mis súplicas han producido no solo ceños sino obstrucción absoluta. Hace unos cuantos años cuando recibía el salario de teniente de cura de £350 al año compré un automóvil viejo a plazos. Recorrí todo el país, recogiendo a aspirantes para la confirmación, llevando la palabra de Dios a personas en casas aisladas. Obtuve buenos resultados pero cuando se descompuso el automóvil la Iglesia consideró que el costo de un par de muelles era un precio demasiado elevado que pagar para hacer el trabajo de Dios.”

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