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La actividad ministerial de los testigos de JehováLa Atalaya 1963 | 1 de junio
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de dedicación en marzo durante su visita por Centroamérica y que nos visitaría por partes de tres días llenos de actividad. Luego vino el anuncio de la visita del siervo de zona. El serviría a los hermanos por dos meses y medio. ¿Por dos meses y medio? ¿Qué andaba mal? ¡Nada! Era el instructor de la Escuela del Ministerio del Reino que comenzó el 2 de abril. ¡Qué instrucción bienvenida fue! ¿No es lógico, entonces, que éste haya sido un año feliz?
“Más de una persona ha sido atraída a la causa de nuestro gozo y solidaridad. Un pentecostés fanático miró más de cerca en una reciente asamblea de circuito. Vio algo inalcanzable para su iglesia. Quedó asombrado del amor y unidad que hay entre los misioneros extranjeros y nuestros hermanos nicaragüenses. En su organización pentecostés los misioneros luchan por prominencia en lugar de establecer un ejemplo de humildad. Por ende, todos, sintiendo que son ejemplos, procuran prominencia de igual modo. Esto ha producido dos grupos con mucha división, ambos rivalizando por dirigir. Su desilusión ablandó tanto su corazón anteriormente endurecido que humildemente hizo pregunta tras pregunta, mientras que antes su único deseo era de orar por el hermano ‘errado’ que lo había visitado.
“Las personas de corazón honrado distinguen fácilmente de los pastores falsos a los pastores verdaderos. Una señora, aislada en un pueblo rural, le dijo a un siervo de circuito: ‘Los admiro a ustedes los testigos de Jehová. Muestran amor cuando vienen en este barro y lluvia para visitarnos cada tantos meses. ¿Sabe usted que tengo niños aquí [e indicó a algunos de hasta siete años de edad] que no saben a qué se parece un cura?’ La señora comenzó a leer La Atalaya.
“Cuando Pablo predicó en Éfeso muchos que practicaban artes mágicas se hicieron creyentes, confesándolo públicamente, hasta quemando sus libros de artes mágicas valuados en unos cincuenta mil trozos de plata. (Hech. 19:17-20) Recientemente un espiritista visitó el hogar misionero para vender medicina falsa que ‘curaría todo.’ Una hermana atenta le colocó literatura y entregó la visita a un hermano misionero enfermo. El hombre regresó por más de la ‘medicina verdadera,’ y siguieron estudios bíblicos con regularidad. Ahora él aconseja a sus antiguos clientes espiritistas que lean la Biblia en lugar de sus publicaciones sobre ‘artes mágicas,’ las que ha echado a un lado. El valor de estos libros abandonados asciende a 8,671 dólares. Ahora está arreglando sus asuntos maritales para estar legalmente casado y ser elegible para el bautismo.”
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El nombre distintivo de DiosLa Atalaya 1963 | 1 de junio
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El nombre distintivo de Dios
● No es cosa poco usual el que los traductores modernos de la Biblia oscurezcan el nombre Jehová sustituyendo “SEÑOR” por el nombre que está registrado en el hebreo original. Es interesante tomar nota del comentario de T. V. Moore, entonces pastor de la Primera Iglesia Presbiteriana, Richmond, Virginia, quien escribió en su traducción y comentario sobre Aggeo, Zacarías y Malaquías, en la página 55: “Hemos retenido el nombre Jehová, en vez de verterlo SEÑOR, porque los escritores sagrados hacen una distinción marcada entre este nombre de Dios y todo otro, y una distinción que no debe ser escondida al traducir. Es su título del pacto, e incorpora en su estructura lo incambiable de su existencia como la garantía de su fidelidad a su pueblo. Vea Éxodo 6:3.”—1 de enero de 1856.
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