¿Sabe usted aguantar el pesar?
CUANDO la fría mano de la muerte se extiende dentro de la familia de uno y arrebata a su cónyuge o alguna otra persona amada, el choque de la pérdida puede ser el golpe emocional más severo de su vida. Muchos han hallado el pesar tan difícil de aguantar que han sufrido noches insomnes, días vacíos y un sentimiento de no saber cómo seguir, especialmente si el difunto es el cónyuge. Este es un tiempo en que es esencial saber aguantar el pesar.
No es necesario mantener el pesar embotellado dentro de uno, ocultándolo detrás de un exterior estoico. La presión emocional que esto desarrolla puede aumentar grandemente la dificultad de aguantarla. No hay nada malo en el dar salida a esa presión por medio de expresar congoja y el sentimiento de pérdida. Al permitir una salida natural a la emoción, pero no hasta el grado de perder el gobierno de uno mismo, la persona a menudo se siente mejor.
Al tiempo de perder el patriarca bíblico Abrahán a su amada esposa Sara él no embotelló su pesar dentro de sí mismo. Lo alivió llorando. (Gén. 23:2) Así también hizo el rey israelita David cuando su hijo Absalom fue muerto. El registro bíblico declara: “Entonces el rey se perturbó y subió a la cámara del techo sobre la puerta y cedió al llanto; y esto es lo que decía mientras caminaba: ‘¡Hijo mío, Absalom, hijo mío, hijo mío, Absalom! ¡Oh que yo pudiera haber muerto, yo mismo, en lugar de ti, Absalom, hijo mío, hijo mío!’” (2 Sam. 18:33) Aquí estaba el profundo pesar sentido por un padre por la pérdida de un hijo amado.
David no se afligió indefinidamente. Él sabía que los vivos no pueden hacer que los muertos vuelvan a vivir, de modo que tienen que ajustar su vida para continuar sin sus amados que han muerto. Aunque David atesoraba los recuerdos de su hijo, su pesar hubiera sido más difícil de soportar si él se hubiese cerrado al mundo en su derredor y se hubiese retraído dentro de sí mismo, tratando de vivir en un mundo imaginario con su hijo.
Muchas personas han llegado a darse cuenta de que mantienen abierta la herida emocional si tratan de vivir en un mundo de recuerdos. Algunas personas hacen esto por medio de mantener una casa durante muchos años con la misma apariencia que tenía cuando la persona amada estaba viva. Los que prolongan su pesar de esta manera tratan en vano de vivir en lo pasado, en vez de darse cuenta de que mucha felicidad puede ser suya si viven para el futuro. La persona amada que alguien haya perdido hubiera deseado que el sobreviviente hiciese los ajustes necesarios para gozar de una vida feliz y productiva. Es sabio hacer esos ajustes.
La persona afligida inevitablemente estará agudamente consciente del vacío dejado por la pérdida de alguien amado, pero el doloroso sentimiento de pérdida puede ser aminorado si se trata de llenar ese vacío con actividades constructivas. El altruistamente hacer cosas que ayuden a otras personas angustiadas ha dado buenos resultados para muchas personas que han perdido a sus cónyuges. Les ha ayudado a dejar de pensar en sí mismas. Tal vez la barrera más grande al aguante del pesar es la tendencia de la persona a meditar en lo que ella personalmente perdió por la muerte de su amado. Pensando en cuán sola está ahora y en las cosas que ahora tiene que hacer que su amado había hecho para ella antes hace que su pesar sea difícil de soportar. Pero, al quitar la mente de sí misma y pensar en lo que puede hacer para otras personas, hallará que su herida emocional puede sanar y el vacío que hay en su vida puede llenarse gradualmente. Hay mucho que uno puede hacer para lograr que su vida valga la pena si piensa en otros, teniendo amor para con ellos así como quisiera que ellos se lo tuvieran a uno.
Las verdades de la Palabra escrita de Dios son una gran fuente de consuelo para la persona afligida; le dan un propósito en la vida. Pueden quitar la aprensión que ella pudiera sentir por no saber qué le ha sucedido a la persona amada. Por medio de la Biblia el Creador de la vida le dice qué le sucede a la persona que cesa de vivir y le dice qué esperanza hay de que esa persona vuelva a tener vida.
Debido a esa esperanza maravillosa, el cristiano no tiene que experimentar la congoja amarga que experimentan los que no saben lo que el gran Dador de vida ha dicho acerca de los muertos o que carecen de fe en él debido a la incredulidad. Esta información confiable hace mucho para aminorar los dolores del pesar. “Además, hermanos, no queremos que estén en ignorancia respecto a los que están durmiendo en la muerte; para que no se apesadumbren ustedes como lo hacen también los demás que no tienen esperanza.” (1 Tes. 4:13) Igual que el apóstol Pablo, puede poner su confianza en “Dios que levanta a los muertos.”—2 Cor. 1:9.
Para los que han adquirido un conocimiento de lo que Jehová Dios ha puesto en su Palabra escrita, la Santa Biblia, para el beneficio y consuelo del género humano, el servicio altruista de instruir a otros en la Palabra de Dios puede constituir un factor importante en ayudarles a aguantar el pesar. Esta buena actividad espiritual puede ayudar a llenar el vacío que la muerte ha dejado en su vida. Mantendrá su mente ocupada con actividad altruista y edificante. Les dará un motivo sustancial por el cual seguir adelante.
Los que estén afligidos pueden hallar fuerza en Dios por medio de dirigirse a él en oración. Prescindiendo de lo que diga persona alguna, no se debe culpar a Dios por la pérdida de una persona amada. Aprendiendo por las Escrituras la causa de la muerte y la esperanza de que los muertos vuelvan a vivir, la persona afligida tiene motivo para expresar aprecio a Él. Este conocimiento quita el sentimiento aterrador y deprimente de que no haya esperanza alguna. (Sal. 46:1) Ayuda inmensurablemente en el aguante del pesar.
Con la esperanza que la Palabra de Dios da, la persona afligida puede ajustar su vida más fácilmente para que pueda continuar sin aquella persona amada. Dará gracias de que ésta haya probado la vida y de haber podido contribuir a la felicidad de ella. Estará agradecida de que Dios haya hecho provisión amorosamente para la resurrección de los muertos.