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La actividad ministerial de los testigos de JehováLa Atalaya 1963 | 1 de abril
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tienen veintinueve publicadores, un aumento del 30 por ciento en el mes de diciembre. Dedicaron un nuevo Salón del Reino y hubo una concurrencia de 65 personas.”
BOLIVIA
Número máximo de Población: 3,600,000
publicadores: 493 Proporción: 1 a 7,302
El año de servicio ha sido fructífero en Bolivia. Se organizaron tres congregaciones más. Hubo más regularidad de parte de los publicadores y los publicadores de congregación mejoraron su promedio de horas en el campo, lo que ha ayudado considerablemente al buen testimonio que se ha dado a través del país. Los testigos de Jehová disfrutaron de un aumento de 8 por ciento y han tenido algunas experiencias muy buenas. Una, según la informa el siervo de sucursal, muestra que algunas personas han estudiado la verdad durante muchos años aun sin que hubiera alguien que les enseñara. Estas personas deben ser dirigidas a la organización de Jehová para que puedan servir unidamente con su pueblo, tal como lo demuestra esta experiencia:
“Mientras el siervo de circuito estaba en La Paz se enteró de un hombre que tenía una familia de siete y que vivía en una pequeña aldea directamente fuera de la ciudad y que había conocido la verdad durante unos diez años mediante una suscripción a La Atalaya. Me condujo a su hogar, donde estudié con él en el libro ‘Sea Dios Veraz.’ Toda su familia también se reunía, sentados en frazadas sobre el piso, mientras que me brindaba una de sus pocas sillas a mí, el conductor.
“Aunque es una familia india con poca educación académica, su hija mayor ha aprendido a leer con afluencia, lo cual es un progreso excepcional, porque antes no sabía leer. Esto hace más interesante y edificante al estudio, puesto que la mayoría puede participar y compartir en la lectura de los textos y párrafos.
“Este hombre había predicado incidentalmente durante muchos años, pero debido a que vivía en un lugar muy retirado jamás se le había ayudado a grado alguno a asociarse con la congregación de La Paz. Después de unos tres estudios parecía que podía invitársele al servicio. Sin embargo, había una cosa importante que considerar: ¿Estaba casado legalmente y por ende calificaba para participar en el servicio del campo? Al preguntársele con prudencia, declaró un enfático ‘¡Sí!’ y sacó tanto todos sus certificados legales de casamiento como los de sus hijos e hijas casados. Entonces preguntó si podía casarse nuevamente en el Salón del Reino, porque quería cumplir con toda regla de la sociedad del nuevo mundo. Le aseguré que su matrimonio legal, civil, era suficiente.
“Estando calificado, ansiosamente aceptó una invitación para participar en el ministerio y tuvo el gozo de poder enseñar a otra persona. Ahora está usando el sermón, aunque se le hace algo difícil leer los textos en la Biblia. A través de los años ha sembrado muchas semillas de la verdad en su pequeña aldea y ha ayudado por lo menos a otras cuatro personas a tener un fuerte deseo de aprender la verdad de la Palabra de Dios. Se ha comenzado un estudio con una de éstas, un hombre que está igualmente deseoso de progresar. Concurre a las reuniones con regularidad y goza de la asociación con los hermanos de la congregación.
“Ahora, después de esperar pacientemente diez años para entrar en el rebaño de las ‘ovejas’ de Jehová, va a ser bautizado en una asamblea que pronto se celebrará en La Paz. Parece casi seguro que el resto de la familia lo seguirá al progresar ellos en el entendimiento de los requisitos de Jehová para la vida.”
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