¿Ha asistido usted a las reuniones de los testigos de Jehová?
EL AÑO pasado los testigos de Jehová condujeron, en promedio, 867.009 estudios bíblicos con otras personas, en la mayoría de los casos una vez a la semana. Por mucho, la mayoría de estos estudios se celebraron con personas en sus propios hogares, y a la hora más conveniente para ellas. Puesto que muchos de los estudios se celebran con familias de varios miembros, probablemente más de un millón de personas participan regularmente en estos estudios bíblicos semanales. Quizás usted sea una de tales personas.
Si es así, ¿no le ha sido un verdadero placer el familiarizarse más con la Biblia? Sin duda estos estudios le han hecho apreciar más cabalmente el consejo bíblico inspirado concerniente a la manera en que debemos vivir. ¡Cuán agradable puede ser la vida cuando la gente le hace caso a la Palabra de Dios! Posiblemente sus propios vínculos matrimoniales hayan sido fortalecidos al considerar la instrucción que la Biblia da a los esposos de “estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos,” y a las esposas de que “estén en sujeción a sus esposos.” (Efe. 5:21-25, 28, 33) Quizás, también, el consejo de la Biblia sobre el criar a los hijos, y sobre el hecho de que los hijos deben respetar a sus padres, esté teniendo un efecto provechoso en su familia.—Efe. 6:1-4.
Pero además de familiarizarse con tan excelente guía e instrucción bíblica, considere la maravillosa esperanza para el futuro que su estudio de la Palabra de Dios ha abierto ante usted. Ya no está usted perplejo acerca de las aflictivas condiciones mundiales que han plagado a la humanidad durante la generación pasada. Usted ha llegado a discernir en los acontecimientos de la actualidad el cumplimiento de las profecías bíblicas que muestran que estamos viviendo en los días finales de este sistema de cosas. (Mat. 24:3-14; 2 Tim. 3:1-5) Su estudio de la Biblia ha revelado que nos encontramos precisamente en el umbral de un nuevo sistema de cosas en el cual “la justicia habrá de morar.”—2 Ped. 3:13.
Como resultado de estudiar la Biblia con los testigos de Jehová, su confianza en Dios y en sus promesas sin duda ha aumentado. Ha llegado a ser más fuerte su fe en profecías bíblicas como las que registró el apóstol Juan: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más.” (Rev. 21:3, 4) ¡Qué maravillosas bendiciones tiene reservadas Dios para los que le sirven!—Compare con Isaías 11:6-9; 65:21-24.
OBLIGACIÓN DE REUNIRSE
Sin embargo, para llegar a ser recipientes de estas bendiciones es necesario cumplir con los requisitos divinos de la Palabra de Dios, entre ellos el del capítulo diez de Hebreos, versículos veinticuatro y veinticinco, que dice: “Considerémonos unos a otros para incitamos al amor y a las obras excelentes, no abandonando el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día va acercándose.” Por lo tanto, ante Dios usted está bajo la obligación de asociarse con sus compañeros cristianos en las reuniones de congregación.
Sin embargo, quizás este requisito divino haga surgir una pregunta, porque además de disfrutar de un estudio bíblico de casa con los testigos de Jehová, quizás usted también sea miembro de una de las religiones de la cristiandad. Por eso, quizás usted se pregunte: “Para cumplir con mi obligación bíblica, ¿con quién debo asociarme? ¿Con los testigos de Jehová en sus lugares de reunión locales, o con la iglesia a la que he asistido en el pasado? ¿Es verdaderamente importante con quién me asocio?” ¿Cómo puede usted determinar el derrotero que le agrada a Dios?
El punto de vista común es que uno debe asistir a la iglesia que uno quiera... generalmente no se considera importante cuál sea. No obstante, por lo que le muestra su estudio de la Biblia, ¿no es evidente que Dios no aprueba todas las prácticas y enseñanzas religiosas? En su Sermón del Monte Jesucristo mismo dijo: “Entren por la puerta angosta; porque ancho y espacioso es el camino que conduce a la destrucción, y muchos son los que entran por él; mientras que angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan.”—Mat. 7:13,14.
Obviamente, entonces, no todas las sendas religiosas agradan a Dios. “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino de los cielos,” dijo Jesús, “sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” A los que se adhieren a prácticas y enseñanzas religiosas falsas Jesús dice: “Apártense de mí, obreros del desafuero.” (Mat. 7:21-23) Pero, ¿cómo puede usted determinar cuál religión verdaderamente está haciendo la voluntad de Dios y por lo tanto es la religión apropiada con la cual asociarse?
DETERMINANDO CON QUIÉN REUNIRSE
A fin de que una religión haga la voluntad de Dios, ¿no es esencial que enseñe doctrina correcta acerca de Él? ¡Ciertamente que sí! Ahora bien, ¿enseña la trinidad la iglesia con la cual usted se ha asociado? Es decir, ¿enseña la doctrina que, según el popular Credo de Atanasio, asevera: “El Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios. Y sin embargo no son tres Dioses, sino un Dios. . . . Y en esta Trinidad . . . las tres personas son coeternas juntas, y coiguales”?
Si una religión enseña esta doctrina antibíblica, no lo dirige a usted al Dios verdadero. No le enseña a usted a adorar al Padre de Jesucristo, aquel a quien Jesús oró: “No se efectúe mi voluntad, sino la tuya,” y de quien Jesús dijo: “El Padre es mayor que yo.” (Luc. 22:42; Juan 14:28) Jesús claramente mostró que él y su Padre no son “coiguales” ni “coeternos,” como asevera la trinidad. Quizás usted no piense que la iglesia a la que ha asistido enseña esta doctrina, pero es muy probable que sí la enseñe, puesto que el Concilio Mundial de Iglesias, que incluye a la mayoría de las religiones principales de la cristiandad, exige que se crea en la trinidad como base para ser miembro de él. ¿Es su iglesia miembro de ese Concilio?
Otra cosa que ha de considerarse: ¿Qué enseña la iglesia con la cual usted está asociado sobre la esperanza del hombre para el futuro? Si, como otras religiones de la cristiandad, proclama que la esperanza de la vida futura se basa en poseer un alma inmortal, ¿cómo podría ser verdadera esa religión en vista de la clara expresión bíblica: “El alma que esté pecando... ella misma morirá”? (Eze. 18:4) Estos asuntos son el mismísimo corazón de la religión. ¿No es evidente, entonces, que si el concepto de Dios y la esperanza que se ofrece son incorrectos, la religión misma también tiene que ser falsa?
Jesucristo dio énfasis a la necesidad de conocimiento exacto para viajar por el camino estrecho que conduce a la vida, diciendo: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.” (Juan 17:3) Puesto que el conocimiento correcto acerca de Dios y su Hijo es esencial para la vida eterna, es evidente que el seguir siendo parte de una religión que enseña doctrinas falsas pone a uno en el camino ancho que conduce a la destrucción.
Por lo tanto, ¿puede usted cumplir con el requisito bíblico de reunirse con compañeros cristianos, como se registra en Hebreos 10:24, 25, si se asocia con personas que están participando en adoración que no es bíblica? ¡Por supuesto que no! Hemos considerado estos asuntos muy francamente porque la vida de usted está envuelta en esto. ¡Sí, la adoración apropiada de Dios es un asunto de vida o muerte!
REUNIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
Es por esta razón que los testigos de Jehová desean ayudarle a usted a obtener un conocimiento exacto de la Biblia. Si regularmente conducen un estudio bíblico en su casa se debe a que quieren ver que usted consiga vida eterna. Pero como ya se mencionó, también es necesario reunirse con otros que están adquiriendo este conocimiento dador de vida.
Usted está familiarizado con el método de preguntas y respuestas que se observa en su estudio de casa. Bueno, en una noche a mediados de la semana, por lo general el martes a las 8:00 p.m., los testigos de Jehová se reúnen en una casa particular cercana y tienen un estudio semejante por una hora. Los grupos son pequeños, pues generalmente se componen de alrededor de una docena de personas, lo cual proporciona la oportunidad de que todos participen en una consideración animada de un tema bíblico. Si a usted le gusta el estudio en su casa, seguramente disfrutará mucho al asistir a este estudio semanal.
Otra reunión de los testigos de Jehová de la que usted disfrutará al asistir se celebra el domingo en el Salón del Reino local. En esa ocasión un orador capacitado pronuncia un discurso de cincuenta y cinco minutos sobre un interesante tema bíblico. En las semanas venideras algunas de las conferencias que se presentarán tratarán de la pequeñez del hombre en comparación con Dios, del valor de usar la lengua para lo bueno, de la prueba de que los Evangelios no se contradicen y de muchos otros temas de interés para el estudiante de la Biblia. También los domingos se conduce un estudio bíblico de una hora basado en la materia publicada en un número reciente de la revista La Atalaya. Este estudio, también, sigue el método animado de preguntas y respuestas. No hay duda de que en estas reuniones usted aprenderá cosas que le ayudarán a equiparse para servir a Dios de manera aceptable.
Lo mismo aplica durante la reunión de la Escuela del Ministerio Teocrático de una hora que se celebra en el Salón del Reino... por lo general en un jueves o viernes por la noche a las 7:30 p.m. Recientemente se terminó una consideración informativa, capítulo por capítulo, de todas las Escrituras Cristianas Griegas, lo cual requirió casi tres años. Ahora los estudiantes pronuncian sus discursos sobre temas bíblicos específicos, que se asignan con anticipación. En la misma noche hay una Reunión de Servicio de una hora durante la cual se dan sugerencias prácticas sobre cómo compartir la Palabra de Dios con otras personas, como lo hicieron Jesús y sus apóstoles. Usted disfrutará de asistir a estas sesiones y recibir la instrucción edificante de la Palabra de Dios.
En ninguna de estas reuniones se esperará que ofrezca comentarios a menos que usted ofrezca hacerlo voluntariamente por medio de levantar la mano. Tampoco se hacen colectas. El asistir a estas reuniones no significa que usted es testigo de Jehová, sino que le da a usted la oportunidad de ver cómo funciona la organización. Usted hallará que las personas que se reúnen allí quieren agradar a Dios, así como usted. Usted se sentirá bien entre ellas.
Por lo tanto, nos gustaría aprovechar esta oportunidad para invitarlo cordialmente a asistir a las reuniones de los testigos de Jehová. Al asociarse con ellos usted podrá cumplir el requisito bíblico de ‘no abandonar el reunirse’ con compañeros cristianos para adoración.—Heb. 10:24, 25.