Un estudio bíblico para usted
1 Al sumar los informes, ¡qué gusto dio saber que se estaban conduciendo 288.431 estudios bíblicos en los Estados Unidos durante diciembre! Gran parte de nuestro ministerio del campo tiene que ver con predicar el mensaje del Reino a personas de toda clase ‘con el propósito de dar un testimonio,’ y todos nosotros participamos en esta obra tan necesaria cada vez que vamos de casa en casa. Sin embargo, donde las personas manifiestan verdadero interés, tenemos la responsabilidad de ‘hacer discípulos . . . enseñándoles’ y preparándolos para el bautismo. (Mat. 24:14; 28:19, 20) Por eso, cuando predicamos, es bueno tener presente de modo prominente no solo que queremos colocar literatura, sino también empezar estudios. ¿Hace usted eso?
2 En 1967, el 42,9 por ciento de los publicadores participaban en el ministerio de estudios bíblicos. En el año 1969 hubo un aumento excelente a 46,3 por ciento. Sin duda hay muchos más que verdaderamente quisieran participar en esta actividad gozosa. Quizás usted sea uno de éstos. Si así es, ¿qué puede hacer para empezar un estudio bíblico?
3 Mucho depende de que usted dedique suficiente tiempo a la obra de casa en casa, buscando a personas que se interesen. Mientras más tiempo invierta así, más oportunidades habrá. Es por eso que muchos que se hacen precursores de vacaciones pueden empezar estudios nuevos durante el tiempo de su actividad aumentada. Además, dé a conocer en toda oportunidad apropiada que usted no solo está ofreciendo literatura bíblica, sino también ayuda individual gratis para que puedan conseguir entendimiento de la Biblia. Y, por último, no deje de volver a visitar a todo el que acepta literatura así como también a otros que manifiestan interés. Si, en la actualidad, usted hace estas cosas hasta cierto grado, ¿no es posible que el hacerlas más plenamente resulte en un estudio bíblico de casa? Sí, en la mayoría de los casos ése sería el resultado.
4 No es difícil invitar al amo de casa a tener un estudio bíblico en su hogar, sea que lo haga en su visita inicial o en una revisita. Mencione cuánto usted disfrutó del estudio que se condujo con usted, y que ahora usted quiere compartir con él las mismas verdades deleitosas. Por supuesto, él tendrá presente algunas preguntas. Tal vez la manera más fácil de contestárselas será dándole un ejemplar de la hoja doblada de estudios bíblicos y leyéndola juntos. Entonces, antes de preguntarle si desea un estudio, ¿por qué no abrir el libro La verdad al primer capítulo (o a cualquier otro capítulo que trate sobre lo que le interesa especialmente a él) y leer y considerar unos cuantos párrafos? Donde sea posible, por lo menos en esta primera visita, use la Biblia del amo de casa al leer los textos. Habiendo procedido así, pregunte si puede volver para seguir con la consideración. Si él conviene en ello y usted logra hacer una cita definitiva, tiene puesto el fundamento para un estudio bíblico.
5 Sin embargo, si su visita tiene que ser abreviada porque él está ocupado, por lo menos déjele la hoja doblada de estudios bíblicos. Entonces no deje de volver a visitarlo. Al volver, usted puede referirse a la hoja doblada y proceder justamente como lo hubiera hecho en la primera visita si el tiempo lo hubiese permitido.
6 De paso, ¿ha vuelto usted a visitar a toda persona con quien colocó el libro Palabra de Dios y la Biblia en diciembre? Si no lo ha hecho, no deje pasar más tiempo sin hacerlo. Esas personas han mostrado interés; pero, como usted sabe por experiencia personal, son muy pocos los que progresarán mucho sin ayuda personal. Si su problema ha sido que no ha podido hallarlos en casa al volver, ¿por qué no les habla por teléfono o les escribe una carta, o les deja la hoja doblada de estudios bíblicos con su nombre y número de teléfono y una nota sugiriendo que le telefoneen a usted?
7 Ninguno de nosotros debemos pensar que no podemos conducir un estudio bíblico porque no podremos contestar todas las preguntas que nos hagan. Jehová bendecirá nuestros esfuerzos si estamos bien dispuestos. Realmente, ¿qué es lo que la mayoría de los amos de casa necesitan? Necesitan que usted esté presente con la convicción que usted tiene de que ésta es la verdad. En cuanto a las respuestas, están allí mismo en el libro La verdad y presentadas de una manera muy comprensible. Pero el problema es que muchas personas no lo leerán a menos que alguien venga regularmente a animarlas. Otros posiblemente leen el libro pero no toman el tiempo para buscar los textos en la Biblia, y por eso no pueden sentir la plena fuerza de ello. El que usted simplemente esté allí con ellos, considerando la materia y ayudándolos a ver el profundo aprecio que usted le tiene a la Palabra de Dios, es lo que ellos necesitan. Los resultados no dependen de que usted hable con elocuencia ni de que sepa todas las respuestas, sino de que esté bien dispuesto a ‘plantar y regar,’ puesto que es “Dios que lo hace crecer.”—1 Cor. 3:6, 7.
¿A cuántos traerá usted al Memorial y al discurso especial?