Respondan al llamamiento por proclamadores del Reino
1 “Digan entre las naciones: ‘Jehová mismo ha llegado a ser rey.’” Este llamamiento, que se encuentra en el Salmo 96:10, es un llamamiento a acción. Esto nos recuerda que hay una obra que hacer. El estudio personal y de familia, además de asistir a las reuniones, son vitales en nuestras vidas. Tienen varios propósitos, y uno es de hacernos mejores predicadores y maestros de las buenas nuevas. Sí, los del pueblo de Jehová son evangelizadores y eso requiere que nosotros actuemos. El estudiar y reunirse juntos principalmente se efectúa en el hogar y en el Salón del Reino. El prestar atención al llamamiento dado en el Salmo 96:10 significa salir al territorio y hacerse un proclamador.
2 ¡Y qué gozo ha de hallarse en esta actividad! Por la invitación de Él, usted representa a “Jehová mismo,” el Creador y Soberano universal. La obra está bajo dirección angelical. (Rev. 14:6) Las verdades que se predican son de suma importancia, envuelven las vidas de aquellos con quienes hablamos. Agradamos a Aquel que servimos. (Pro. 27:11) Nosotros mismos somos recompensados con vida eterna. (Rom. 10:10) De modo que hay muchas razones para estar regocijados en el servicio de Jehová.
3 Aunque de ningún modo ejercemos presión sobre nuestros hermanos para que participen en el ministerio del campo, sí es completamente apropiado el que nosotros pongamos un buen ejemplo de celo en el ministerio del campo y entonces invitemos o exhortemos amorosamente a éstos a participar de nuestra felicidad al hablarle a otros la verdad. ¿Será posible ayudar a cada publicador en la congregación a participar durante abril? Ciertamente el espíritu de la entera congregación será fortalecido si esto sucede y ¡cuán grandioso grito de alabanza a Jehová será ése!
4 ¿A quién se dirige ese llamamiento? No solamente es para publicadores de la congregación con experiencia. ¿No es éste un buen tiempo para dar alguna atención a aquellos con quienes hemos estado estudiando? Si ellos han llegado a un conocimiento exacto de la verdad, y si han alcanzado sus corazones y tienen aprecio por lo que han aprendido y si están arreglando sus vidas a modo de conformarse a los principios cristianos, entonces ¿deberíamos retenernos de invitarlos a acompañarnos al ministerio del campo?
5 Este mes nos ofrecerá muchas ocasiones para asociación y actividad edificante. Puesto que se nos ha estimulado a aprecio aumentado por los sucesos teocráticos de marzo, como colaboradores de Dios ansiosamente esperamos con placer participar en el servicio que él ahora nos permite. Abril con sus cinco fines de semanas debe resultar ser un mes sobresaliente en la colocación de revistas. La Atalaya del 15 de abril incluirá el discurso especial “Cómo beneficia la resurrección a todos los muertos que están en el infierno,” y ¡Despertad! del 22 de abril tendrá información reveladora sobre el tema “Se aproxima la paz mundial... ¿será duradera?” ¡Cuán excelente sería si a todos los que están en nuestro territorio se les pudiera dar la oportunidad de leer estos dos ejemplares oportunos!
6 Además este es el mes final para la campaña de La Atalaya y hay que tratar de suscribir a muchos de los que han prometido suscribirse y otras perspectivas en las cuales se podrán hacer revisitas.
7 ¿Cuántos responderán al llamamiento por proclamadores del Reino? El mandato de hacer discípulos no dice, según se encuentra en Mateo 28:18, 19. Tampoco se menciona ningún número en el mandato de predicar las buenas nuevas a todas las naciones según se declara en Mateo 24:14. Pero en Revelación 7:9, 15 muy animadoramente se predijo que “una grande muchedumbre” respondería y serviría a Jehová entusiásticamente en su templo día y noche. ¿Por qué no asegurarnos de que nosotros personalmente estemos respondiendo al llamamiento de actuar, y entonces observar con paciencia cómo Jehová maniobra los asuntos para honra Suya? Hay mucho con lo cual se puede estar ocupado durante abril y la promesa de Dios es que habrá excelentes resultados.
Predicando apoyados en Dios por autoridad.