Ayude a los jóvenes a ‘hacerse ejemplos para los fieles’
“Que nadie jamás menosprecie tu juventud. Por lo contrario, hazte ejemplo para los fieles en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad.”—1 Tim. 4:12.
1-3. (a) ¿Por qué se enorgullecen de sus hijos muchos padres? (b) Suministre ejemplos de integridad de jóvenes a los principios cristianos, incluso algunos de su localidad. (c) ¿Cómo dan prueba de la veracidad de las Escrituras tales casos?
COMO nunca antes en la historia, los ojos del mundo están puestos en los jóvenes. Son un centro de atención. Muchos padres tienen en alta estima a sus hijos. Como grupo, los testigos de Jehová en particular están orgullosos de sus jóvenes, y por buenas razones. En su mayor parte sus hijos han resultado ser sobresalientes ejemplos para lo bueno, y esto en un tiempo en el cual la integridad moral va en precipitada decadencia.
2 Por ejemplo, tenemos a Ricardo, un Testigo joven, que dijo: “Mi maestro de escuela quería que yo apoyara la evolución en la clase. Yo le dije que era cristiano y que por conciencia no podía hacer lo que me pedía.” Por permanecer firmemente a favor de su creencia en la creación, recibió una calificación mala. Sin embargo, en el fondo el joven se sintió remunerado por haber permanecido firmemente a favor de lo que él creía que era cierto. Randy, otro Testigo, en su último año, rehusó hacer trampa durante un examen de francés. “Fui el único en la clase que no pasó el examen,” dijo. Cuando el maestro le preguntó: “¿Por qué no miraste en el libro?” que se le hizo convenientemente disponible, sencillamente dijo: “Yo no podría hacer trampas.” Aunque el maestro y los otros niños no aprobaron aquella honradez, Randy todavía pensaba que había hecho lo correcto. El mantenerse íntegro en sus principios significaba más para él que calificar para ser aprobado. Y tenemos a Debbie, una Testigo adolescente, que trabajaba en una tienda donde se vende helado. Su supervisor exigió que se pusiera faldas más cortas para trabajar, o la despediría. Debbie se dirigió al gerente y le explicó que ella era testigo cristiana de Jehová que creía en vestirse con modestia. No fue despedida, porque era buena trabajadora. Sin embargo, para Debbie aquello fue una victoria moral. No se traicionó a sí misma ni traicionó sus principios dados por Dios.
3 Multiplique mil veces estos casos de fe, de honradez, de castidad y de integridad a los principios y la conciencia y usted puede ver por qué los que son padres entre los testigos de Jehová tienen razón para estar orgullosos de sus jóvenes. Tocante a los padres de hijos que son así el proverbio dice: “Tu padre y tu madre se regocijarán, y la que te dio a luz estará gozosa.”—Pro. 23:25; 1 Ped. 2:12.
EL EJEMPLO DE LOS PADRES
4. (a) ¿Qué envuelve el edificar integridad moral en los hijos? (b) ¿Qué beneficios les resultan a los hijos cuando los padres llevan vidas ejemplares?
4 Sin embargo, no es cosa que sencillamente suceda el que los niños sean buenos en un mundo inmoral... tal como no sucede que “se recojan uvas de espinos o higos de cardos.” (Mat. 7:16-18) Si los padres quieren que sus hijos se ‘hagan ejemplos para los fieles en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad,’ entonces ellos mismos tienen que poner el ejemplo para que sus hijos lo sigan. (1 Tim. 4:12) No basta con solo querer que los hijos sean moralmente buenos. Se requiere esfuerzo. Los hijos no nacen con integridad moral. La bondad y la moralidad se aprenden mediante instrucción y observación directas. El padre que vive en armonía con el código moral de la Biblia y la esposa que es un ejemplo de integridad moral enseñan por palabra y ejemplo. (Deu. 6:4-9) Este método de enseñanza proviene de la más alta autoridad, pues Jehová Dios mismo lo usa. Hablando de su Padre celestial, Jesús dijo: “El Hijo no puede hacer ni una sola cosa por su propia iniciativa, sino únicamente lo que ve hacer al Padre. Porque cualesquier cosas que Aquél hace, estas cosas también las hace el Hijo de igual manera. Porque el Padre le tiene cariño al Hijo y le muestra todas las cosas que él mismo hace.” (Juan 5:19, 20) De modo que por sus propias vidas ejemplares “en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad,” los padres cariñosos pueden mostrar a sus hijos cómo ellos quieren que conduzcan sus vidas.
5, 6. (a) ¿Qué puede suceder si los padres no practican lo que enseñan? Ilustre. (b) ¿Por qué es importante el ejercicio apropiado de la autoridad?
5 Recientemente, Lisa, de diez años de edad, le mintió a su madre y al director de la escuela en cuanto a la devolución de un libro a la biblioteca. Su madre se preguntó: “¿Por qué ha mentido Lisa?” Y, quizás hasta más importante: “¿Cómo ha aprendido a mentir tan detalladamente y con tanta obstinación?” La madre abrazó a su hija. “Lisa,” le dijo, “¿no sabes que nunca debes mentir?” Lisa se sintió arrinconada y devolvió el golpe: “Tú y papá dicen mentiras. Muchísimas veces. ¿Por qué no debería yo decirlas?” La madre de Lisa fácilmente pudo haberle dicho: “¿A quién crees que le estás hablando de esa manera? ¡Soy tu madre!” Eso pudiera haber acallado a Lisa, pero ¿habría resuelto algo? Lisa no quiso faltar al respeto por lo que dijo. La madre de Lisa consideró tranquilamente las cosas con su hija, admitió y corrigió faltas que Lisa llamó a su atención, y así se ganó la confianza de Lisa.
6 Las controversias entre los hijos y los padres a menudo giran alrededor del uso de la autoridad por los padres. Es cierto que los padres tienen el derecho de autoridad que Dios les da, pero el apóstol Pablo les advierte que no abusen de él, diciendo: “Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.” (Efe. 6:4) La autoridad puede impedir y hasta castigar a los que ofenden contra la ley, pero lo que la autoridad por sí sola no hace ni puede hacer es enseñar a los jóvenes a querer ser buenos.
7. ¿Cómo pueden los padres poner en sus hijos lo que los mueva hacia la justicia y lo que es bueno?
7 Lo que se requiere además es que los padres lleguen al corazón de los hijos y los ayuden a rehacer su mente, no simplemente a cambiar de comportamiento. (Rom. 12:1, 2) El deseo voluntario de hacer lo bueno tiene que provenir del interior del niño, para que se realice un cambio efectivo y significativo hacia condiciones mejores. Los niños tienen que llegar a sentir dentro de sí mismos una más alta necesidad de ser moralmente buenos. Esto pueden hacerlo imitando a padres que acuden a Jehová Dios como su Dechado o Ejemplar de lo bueno. (1 Ped. 1:15, 16) De esta manera los hijos también desarrollan el deseo de agradar a Jehová. Es por medio del ejemplo de moralidad de los padres que los hijos llegan a creer que Dios ve lo que ellos hacen, y que a él le importa. (1 Ped. 3:12; 5:7) Fortificados tanto por la enseñanza bíblica como por los excelentes ejemplos de los adultos, la mente y el corazón de los jóvenes son así movidos hacia “justicia y juicio y rectitud, el derrotero entero de lo que es bueno.”—Pro. 2:9.
ENFRENTÁNDOSE AL MATERIALISMO
8. ¿Por qué es una amenaza para los jóvenes el materialismo, y cómo advierten contra ello las Escrituras?
8 Los jóvenes que crecen en hogares cristianos deben saber que una de las mayores amenazas a su espiritualidad es el materialismo. ¿Por qué? Porque el tener muchas cosas excelentes, como casas, autos, lanchas, televisiones, etcétera, se equipara con el buen éxito, y los jóvenes quieren con desesperación tener buen éxito. Aunque no hay nada malo en las posesiones mismas, la Biblia advierte contra “el amor al dinero” y el ‘determinarse a ser ricos.’ (1 Tim. 6:9, 10, 17; Luc. 12:15-21) Muestra que las riquezas son engañosas, porque ni pueden librar de la muerte ni suministrar salud y vida. Las riquezas pueden apartar a uno de la fe, hasta hacer que uno se olvide de Jehová. (Deu. 8:10-14; Pro. 11:4) Por lo tanto, la Biblia da este sabio consejo: “Que su modo de vivir sea exento del amor al dinero, estando contentos con las cosas presentes. Porque él [Dios] ha dicho: ‘De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé.’” (Heb. 13:5; 1 Tim. 6:8) Los jóvenes tienen que llegar a comprender esta promesa de Dios y confiar en ella, en que él no los desamparará. Entonces sabrán que es “la bendición de Jehová... eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella.”—Pro. 10:22.
9. (a) ¿Cómo pueden los padres ayudar a los jóvenes a guardarse del materialismo? (b) ¿Qué excelentes ejemplos y admonición bíblicos se citan con respecto a esto?
9 ¿De qué manera pueden los jóvenes cristianos guardarse de los lazos sutiles del materialismo? Primero, los padres pueden ayudar muchísimo con relación a esto por medio de encargarse de que su propia vida esté libre del “amor al dinero,” por medio de reflejar que están contentos con las cosas que tienen, y dar fuerte carácter espiritual al hogar. Los padres también pueden dirigir la atención a los ejemplos bíblicos de Jesús y sus apóstoles. Jesús dijo: “El Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza.” (Mat. 8:20; Fili. 2:7, 8) Pedro declaró: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido.” (Mat. 19:27) Pablo escribió: “He sufrido la pérdida de todas las cosas y las considero como un montón de basura, a fin de ganar a Cristo.” (Fili. 3:8) Esto no quiere decir que se obliga a los jóvenes cristianos a llevar un modo de vivir austero. ¡De ninguna manera! Jesús les prometió que si ponían el servicio de Dios en primer lugar en la vida, entonces Dios, a su vez, agregaría las cosas materiales que se necesitaran. Pero para combatir el materialismo, es esencial que uno se niegue lujos innecesarios. (Mat. 16:24) El énfasis se tiene que poner en las cosas espirituales. (Mat. 5:3; Gál. 5:16) El apóstol Pablo aconsejó: “Sigue tras la justicia, la devoción piadosa, la fe, el amor, la perseverancia, la apacibilidad de genio. Pelea la excelente pelea de la fe, logra asirte firmemente de la vida eterna.” (1 Tim. 6:11, 12) Entonces el materialismo no será problema importante.
LA ACTIVIDAD VENCE AL ABURRIMIENTO
10. ¿A qué pudiera deberse el aburrimiento, pero cómo puede combatirse?
10 Los jóvenes a veces se quejan de estar aburridos de la vida. Por lo general el aburrimiento ataca cuando la mente y las manos no están haciendo cosas que valga la pena hacer. En tiempos pasados, la vida rural exigía que todo el mundo trabajara. Hasta las manitas estaban en uso dando de comer a los pollos, ordeñando las vacas y recogiendo las cosechas. Se necesitaba a los niños, y ellos lo sabían. Los jóvenes todavía desean sentir que se les necesita, que pertenecen a algo. En el fondo, por lo general quieren ser hacedores y dadores, no solo observadores y recibidores. Este deseo es excelente, pues Jesús dijo: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.” (Hech. 20:35) Pablo escribió: “Dios ama al dador alegre.” (2 Cor. 9:7) Con frecuencia los jóvenes de la actualidad que están aburridos necesitan dar más de sí mismos. Pero ¿cómo? Bueno, los jóvenes cristianos podrían ir de compras para los de edad avanzada de la congregación, visitar a los enfermos o ayudar a los enfermizos desempeñando quehaceres domésticos para ellos. ¡Y qué gozo puede haber en leerles a los que están perdiendo la vista!
11. ¿Qué pueden hacer los hijos y los padres para vencer el aburrimiento juvenil?
11 A veces la actividad física ayuda a quitar de la mente el aburrimiento. Las muchachas pudieran tratar de confeccionar un vestido, o de cocinar o usar el horno. Los muchachos pudieran aprender a hacer reparaciones en la casa, aprender mecánica o carpintería sencilla. El aprender un nuevo lenguaje, hasta la dactilología o comunicarse “por señas,” puede vencer el aburrimiento. Los padres pueden ayudar en esto por medio de enseñar a sus hijos a ser verdaderos amos de casa... a tender su cama apropiadamente, doblar nítidamente su ropa, quitar el polvo, barrer y pulir, y, de vez en cuando, hasta poner botones en las camisas de papá. Los jóvenes que llegan a ser dadores y hacedores alegres se encuentran en demasiada demanda para sentirse aburridos de la vida. Además, ¡qué excelente ejemplo estarán poniendo para otros fieles!—1 Cor. 15:58; 13:5; Ecl. 5:18-20.
EL CONCERTAR CITAS PUEDE SER PERJUDICIAL
12. (a) ¿Qué muestra que el punto de vista mundano de concertar citas no es sano? (b) ¿Qué peligros pueden acompañar a las relaciones imprudentes de muchachos y muchachas?
12 Donde hay niños en desarrollo en la familia, tarde o temprano surge el problema del concertar citas. ¿Qué ayuda pueden prestar los padres con relación a esto? Los que no están orientados por principios bíblicos fácilmente pueden dar consejo descarriado. Kathy, que llama a sus padres ‘buenos protestantes,’ dice: “Empecé a concertar citas en el noveno año, cuando tenía catorce años de edad.” Admite que a su padre no le gustó, pero su madre pronto zanjó el debate asegurándole al padre que Kathy tenía “suficiente edad.” ¿Suficiente edad para qué? Según lo confesó la propia Kathy, ella no estaba lista para el matrimonio ni cuando tenía diecisiete años, mucho menos cuando tenía catorce. Y la mayoría de las muchachas de su edad no están preparadas ni física, ni emocional ni mentalmente para aceptar los problemas y las responsabilidades que súbitamente les impone el matrimonio. Entonces, ¿por qué concertar citas? Muchachas como Kathy consideran el concertar citas como diversión o entretenimiento. Dicen: ‘El continuamente hacerse caricias y el besuquearse son cosa natural mientras no se llegue al extremo.’ Pero Kathy admite que varias muchachas de su edad sí ‘se metieron en dificultades,’ lo cual significa que llegaron al extremo, quedaron en embarazo y tuvieron abortos o bebés. En contraste, los padres cristianos deben enseñar a sus hijos, convenciéndolos de ello, que, según las normas bíblicas, puntos de vista como el de Kathy son incorrectos, y que Dios condena la conducta relajada. El cristiano joven que se comportara con falta de castidad podría ser expulsado de la congregación.—Gál. 5:19, 21; 1 Ped. 4:3.
13. (a) ¿Cómo quiere Jehová que vivan y se comporten los jóvenes? (b) ¿Por qué es un asunto serio el concertar citas?
13 Jehová es un Dios feliz, y quiere que los jóvenes sean felices con la vida también... no en un nivel degradado, corrompido, sino en un nivel moral alto. (1 Tim. 1:11) Por lo tanto, dice: “Regocíjate, joven, en tu juventud, . . . y anda en los caminos de tu corazón y en las cosas vistas por tus ojos. Pero sabe que debido a todas éstas el Dios verdadero te traerá a juicio. Por lo tanto quita de tu corazón la vejación, y evita a tu carne la calamidad.” (Ecl. 11:9, 10) Dios quiere que los jóvenes sean felices de manera responsable. Pues le tienen que rendir cuentas a Él por sus acciones. Por eso es tan serio el concertar citas o “salir juntos.” El concertar citas puede servir apropiadamente para poner en asociación a las parejas, no con el propósito de hacerse caricias o besuquearse o jugar con el sexo, sino para que se familiarice una persona con la otra en un nivel social antes del matrimonio. Fuera del matrimonio, el despertar las pasiones sexuales puede resultar en vejación, trastornos emocionales y hasta calamidades como abortos y suicidios. Ni siquiera las parejas que están comprometidas para casarse tienen el derecho de jugar con el sexo. Los solteros que participan en actividades sexuales —un derecho exclusivo de las personas casadas— incurren en la desaprobación de Dios e inevitablemente sufren por ello.—1 Cor. 6:9, 10.
14. (a) ¿Cómo pueden los padres fomentar en sus hijos una actitud sana para con el concertar citas y el matrimonio? (b) ¿Qué pueden hacer los hijos para ocupar en cosas provechosas sus años de desarrollo?
14 Los padres pueden ayudar a los hijos a apreciar las leyes de Dios por medio de ser francos y claros con sus hijos al considerar los temas del concertar citas y el matrimonio. Así los hijos pueden conseguir conocimiento sano y sentir el amor que Dios y sus padres les tienen, y lo mucho que se interesan en ellos. (Pro. 15:3; 1 Ped. 3:12) A los hijos se les puede recordar que los años de su juventud les suministran magníficas oportunidades de desarrollarse como hombres y mujeres verdaderos, y luego, si más tarde quieren las responsabilidades del matrimonio, estarán bien equipados para asumirlas. También pueden alcanzar madurez espiritual por medio de ‘hacerse ejemplos’ en envolverse en las actividades de la congregación cristiana.
HALLANDO AMIGOS FIELES
15. ¿Qué requiere la amistad, y cómo podemos conseguir amigos verdaderos?
15 El tener amigos fieles en la juventud puede ayudar al joven a salvar muchos obstáculos. Pero no es fácil hallar amigos verdaderos. La amistad en sí es un asunto de reciprocidad, que envuelve el que cada persona sea amigable... un acercarse de cada uno al otro. La amistad requiere lealtad, interés de cada persona en la otra y en el bienestar de la otra. La amistad está arraigada en amar más bien que en ser amado. “Un compañero verdadero ama en todo tiempo,” escribió el sabio. (Pro. 17:17) Si queremos amigos verdaderos tenemos que dejar que otros sepan lo que pensamos. Tenemos que abrir las puertas a otros y dejar que nos vean como somos en realidad, y compartir francamente con ellos lo que hemos aprendido.—Juan 15:15.
16. ¿Por qué es prudente que seamos seleccionadores al escoger amigos?
16 Sin embargo, al hacer amigos es prudente que seamos seleccionadores. ¿Por qué? Porque, cuando nos asociamos con otros por largo tiempo tendemos a ser como ellos. Si no tenemos cuidado, pudiéramos encontrarnos con que nuestros hábitos útiles están siendo echados a perder. (1 Cor. 15:33) Es muy provechoso escoger amigos que tengan excelentes cualidades cristianas. (Gál. 5:22, 23) Los jóvenes deben escoger como amigos a los que sean sanos en todo respecto.
¿POR QUÉ IR A LA ESCUELA?
17. (a) ¿Cómo pueden ayudar los padres a los hijos que se angustian ante la moralidad escolar? (b) ¿Cómo pueden los hijos protegerse de personas faltas de principios?
17 Muchos jóvenes cristianos se angustian ante la baja moralidad que existe en la escuela. ¿Qué pueden hacer los padres para protegerlos de esta mala influencia? Los padres pueden inculcar en la mente de los jóvenes el privilegio que ellos tienen, como testigos de Jehová, de defender la verdad y la justicia y ser ejemplos de estas cosas. Los hijos, tanto como los adultos, tienen el poder de la oración que Jesús hizo a favor de ellos tocante a que Dios ‘los vigilara.’ (Juan 17:15) Aunque no se puede evitar del todo el estar en contacto con personas nocivas, por lo general esos contactos se pueden circunscribir a las ocasiones que tienen que ver con las actividades escolares. Y si los jóvenes prestan atención a sus estudios, y trabajan para tener buen éxito en ellos, ese proceder puede limitar automáticamente su asociación con personas faltas de principios. También es bueno que los jóvenes que son testigos de Jehová den a saber a otros tan rápidamente como sea posible que ellos son cristianos verdaderos y que se proponen aplicarse diligentemente a sus labores escolares mientras están en la escuela. Un buen ejemplo “en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad” no pasará inadvertido.
18. (a) ¿Qué es educación, y por qué es importante para la vida? (b) ¿Qué consejo se ofrece a los niños que ahora están en la escuela?
18 A pesar de las muchas dificultades, la escuela es importante para la vida. Su función primaria es educar o entrenar a las mentes jóvenes en pensar, en ser creativas y en explorar. La educación ha sido definida así: “El proceso por el cual las personas crecen y por el cual se les habilita a vivir una vida de significado.” Puede suministrar entrenamiento a la mente, desarrollar activamente la personalidad, y suministrar preparación práctica para la vida. La escuela debe preparar a los jóvenes para aceptar responsabilidades de adultos. Por eso lo que tú hagas en la escuela puede tener una relación grande con la clase de persona que serás como adulto. Por lo tanto, aplícate. (Gál. 6:7) Durante tus años escolares puedes aprender habilidades y conocimientos prácticos que pronto te serán útiles en tu vida de adulto, y también más tarde en el nuevo sistema de cosas de Dios. (Isa. 65:22) Aprende a leer y escribir bien. Es provechoso el prestar atención a la ortografía correcta, a las reglas fundamentales de la gramática, y a interesarte en acontecimientos y fechas históricos. Aprende a usar tu mente, pues mientras más la uses, mejor te servirá ahora y eternamente.—Pro. 2:10-13; 3:21-23.
19. (a) ¿Cómo pueden cuidar amorosamente los padres a sus hijos? (b) ¿Por qué son un crédito para sus padres los hijos de principios e integridad?
19 Los hijos de integridad moral ciertamente son un galardón para los padres que los han criado. También son excelentes ejemplos para otros fieles. Muéstreles amor pasando algún tiempo con ellos cada día en exploración y aprendizaje, estimulándolos a salir con nuevas ideas, mirando láminas o simplemente hablando acerca de la Biblia u otras cosas edificantes. El que los padres muestren este interés directo puede ser una influencia sobresaliente en la vida del niño. Las expresiones de cariño de usted pueden ser más importantes para ellos que la alabanza de cualquier otra persona. Llegarán a ser un crédito para usted. Y en gran manera será el amor, la fe, la conducta, la castidad de usted lo que ellos reflejarán al ‘hacerse ejemplos para los fieles.’—1 Ped. 1:22.
[Ilustración de la página 40]
Hay muchas actividades excelentes y necesarias en que pueden participar los jóvenes cristianos, como en los quehaceres domésticos, el ir de compras para los de edad avanzada de la congregación, leer para los que están perdiendo la vista.—1 Cor. 13:4, 5.
[Ilustración de la página 41]
Al envolverse intensamente en las actividades de la congregación y al compartir las buenas nuevas —no solo dar servicio de muestra— los jóvenes ‘se hacen ejemplos para los fieles’