Presentando las buenas nuevas... a los niños
1 En la mayoría de las reuniones de congregación, y especialmente en las asambleas grandes, una mirada a su alrededor le muestra claramente que hay una enorme muchedumbre de ‘jóvenes, vírgenes y muchachos’ —sí, niños— que alaban a Jehová. (Sal. 148:12.) Esto nos debe recordar lo necesario que es dar a los jovencitos con quienes hablamos en el servicio del campo toda oportunidad para aprender de Jehová y de sus promesas. Los niños tendrán esa oportunidad si estamos alerta y preparados para testificarles. Hay varios factores que se deben considerar.
2 Es necesario tener una actitud positiva respecto a los niños y su capacidad de cultivar amor por Jehová. Ejemplos bíblicos, como Samuel, David y Timoteo, prueban que los de tierna edad pueden demostrar devoción inquebrantable a Dios. (1 Sam. 2:18; Sal. 71:17; 2 Tim. 3:14, 15.) También hay ejemplos de tiempos modernos.
CUANDO UN NIÑO SALE A LA PUERTA
3 Cuando un niño sale a la puerta, ¿suele preguntarle usted por los padres? Y si los padres no están en casa, ¿pasa a la siguiente puerta? La vida de ese niño es preciosa también. ¿Por qué no ajusta su presentación y comparte las buenas nuevas con él o ella? Una presentación sencilla que explique cómo será el Paraíso o una declaración breve respecto a lo que el futuro encierra pudiera estimular el interés del jovencito. Por ejemplo, muchos niños conocen la oración del padrenuestro y pueden entender fácilmente comentarios sobre lo que la respuesta a esa oración significará en lo referente a cambios en las condiciones mundiales.
4 Cuando testificamos a los niños, es importante respetar la autoridad de los padres. Debemos ser prudentes al ofrecerles literatura. Dependiendo de la edad de los niños, puede que sea apropiado preguntar si sus padres les permiten escoger su propia materia de lectura. Si no tienen esa libertad, pero muestran interés en el mensaje, déles testimonio oral y haga arreglos para visitarlos de nuevo cuando los padres estén en casa. Esto pudiera servir de eslabón para ayudar a los padres también.
5 El ser adaptables y estar alerta incluye reconocer que tenemos lo que los jóvenes necesitan. La organización de Jehová ha suministrado publicaciones atrayentes que contienen información oportuna que tiene el propósito de llegar al corazón de jóvenes de todas las edades. Los libros Gran Maestro e Historias bíblicas son de interés especial para los de tierna edad. Los libros Juventud y Vida familiar contienen información adecuada para ayudar a los jovencitos de más edad. ¡Y qué tesoro hallamos en las revistas ¡Despertad! y La Atalaya! Los artículos de ¡Despertad! bajo “Los jóvenes preguntan...” y la serie de artículos “La vida y el ministerio de Jesús”, de La Atalaya, son apropiados para ofrecerlos a los niños. Las ilustraciones a todo color en ambas revistas pueden estimular la imaginación de los niños y despertar en ellos el deseo de conocer al Dios que es responsable de las innumerables maravillas de la creación. A la vez, no queremos pasar por alto los folletos en colores, tales como ¡Disfrute para siempre de la vida en la Tierra! Por eso, al prepararse para el servicio del campo, medite en lo que puede llevar consigo que pudiera ser de interés para los jovencitos.
6 La ejecución del juicio de Jehová afectará a todos; entre estos están “joven y virgen y niñito”. (Eze. 9:6.) El hecho de que algunos que han servido a Jehová por muchos años abrazaron la verdad a tierna edad debería ayudarnos a ver lo necesario que es testificar a los niños que hallamos en el ministerio. Podemos mostrar interés amoroso, tal como lo hizo Jesús, y ser portadores de una bendición al compartir las buenas nuevas con ellos. (Mat. 19:14, 15.) Sea positivo y dé un testimonio apropiado a los niños, con la esperanza de que ellos también lleguen a ser alabadores de Jehová.