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  • Cómo prospera su obra Jehová
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1990
w90 1/12 págs. 22-25

Cómo prospera su obra Jehová

EN LAS últimas décadas los testigos de Jehová han experimentado aumentos fenomenales. Tan solo en los últimos diez años, de 42.600 congregaciones han aumentado a un total de 60.192 en 212 países. Esto ha hecho que algunos se pregunten: ¿Cómo se sufraga la obra de los Testigos? La Sociedad Watch Tower se complace en contestar esta pregunta, y otras relacionadas, en este artículo.

¿Pagan el diezmo los testigos de Jehová?

No. En el Israel de la antigüedad se impuso el diezmo bajo la Ley de Moisés para mantener a los trabajadores del templo de Dios, los levitas y los sacerdotes. (Números 18:21, 24-29.) Aparte de tener ciertas ciudades, estos no poseían tierras tribuales, y por eso necesitaban aquel apoyo especial. Además, los israelitas fieles podían contribuir voluntariamente para proyectos especiales, como la construcción del tabernáculo y, después, del templo. (Éxodo 25:1-8; 1 Crónicas 29:3-7.)

Sin embargo, la Biblia dice que cuando Jesús murió “abolió la [...] Ley de mandamientos que consistía en decretos”. (Efesios 2:15; Colosenses 2:13, 14.) En otras palabras, a la vista de Dios la Ley ya no era obligatoria ni para los judíos ni para los cristianos. Por lo tanto, junto con los demás rasgos de la Ley —tales como los sacrificios que se hacían regularmente en el templo—, el diezmo ya no era un requisito para los fieles.

Es el amor, y no la ley, lo que mueve a los cristianos a dar. El apóstol Pablo explicó este principio al organizar una colecta para los cristianos necesitados de Judea. Dijo: “Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre”. (2 Corintios 9:7.) Los testigos de Jehová practican este método bíblico de dar voluntariamente.

¿Se valen ustedes de cenas, sobres, campañas u otros métodos similares para recaudar fondos?

No; no es necesario obligar ni sobornar a los cristianos verdaderos mediante premios para que den dinero. Los grupos religiosos que recurren al bingo, ventas benéficas, rifas, fiestas, a alquilar bancos de iglesia o a pasar el platillo revelan que no han dado a sus miembros alimento espiritual, pues por eso el espíritu de Dios no mueve a sus feligreses a contribuir fondos generosamente. Lo mismo se puede decir de los que recurren a la práctica antigua de imponer el diezmo. (Mateo 10:8.)

¿Cómo sufragan ustedes proyectos como los de construir nuevos Salones del Reino y sucursales, así como la expansión de su sede mundial en Brooklyn y en Patterson, Nueva York?

Jehová derrama su espíritu santo sobre sus Testigos y esto hace posible que “trabajen en lo bueno, que sean ricos en obras excelentes, que sean liberales, listos para compartir, atesorando para sí con seguridad un fundamento excelente para el futuro, para que logren asirse firmemente de la vida que realmente lo es”. (1 Timoteo 6:18, 19.) Este espíritu mueve a los testigos de Jehová a apoyar la obra del Reino en todos sus aspectos.

Por ejemplo, en el año 1989 un total de 3.787.188 Testigos, en 212 países, dedicaron 835.426.538 horas a enseñar la Palabra de Dios a otras personas. Y condujeron con regularidad 3.419.745 estudios bíblicos en hogares de personas que se interesaban en el mensaje. Todo gasto incurrido en esta obra fue sufragado por cada persona que participó en ella. Jehová recompensó esta obra de amor con un aumento de 263.855 nuevos Testigos que se bautizaron.

De igual manera, un espíritu de dar mueve a los Testigos y a las personas interesadas en el mensaje bíblico a dar apoyo financiero a la obra. Además de ayudar a costear los gastos regulares de su congregación local, apoyan cualquier obra de construcción que tenga que hacerse, como la renovación o ampliación de su Salón del Reino o Salón de Asambleas, o la construcción de salones nuevos. Debido al rápido crecimiento, cada año hay que construir una gran cantidad de Salones del Reino, y algunos cuestan centenares de miles de dólares. Los Testigos de la localidad sufragan estos gastos mediante contribuciones y labor voluntarias.

Además, en muchos países ha sido necesario ampliar las imprentas, oficinas y residencias de las sucursales —o erigir nuevos edificios— debido a que hay más personal y se necesitan nuevas estructuras para una organización en crecimiento. El apoyo para esto también viene de donaciones y labor voluntarias, como en el caso de los proyectos de construcción y renovación en Brooklyn y en Patterson, Nueva York. Siempre que se puede, los Testigos locales sufragan los gastos de construcción. En algunos casos la Sociedad Watch Tower hace arreglos para que las sucursales reciban ayuda —tanto en forma de fondos como de trabajadores con experiencia— de otros países. Así, bajo la dirección de la Sociedad, tiene lugar “una igualación”. (2 Corintios 8:14.)

¿Por qué no tienen ustedes hospitales ni clínicas ni participan en obras de socorro ni en otros servicios sociales, como lo hacen muchos grupos religiosos?

Los testigos de Jehová responden inmediatamente a emergencias después de guerras o desastres naturales cuando pueden hacerlo. De hecho, por lo general están entre los primeros que llegan al lugar con alimento, ropa y voluntarios para ayudar en la reconstrucción. Sin embargo, no tienen hospitales ni clínicas, tal como tampoco administran departamentos de bomberos ni fuerzas policíacas, cuyo fin también es la conservación de la vida.

Son ministros dedicados del evangelio, y su asignación es predicar y enseñar las buenas nuevas del Reino de Dios en todo el mundo como testimonio antes de que venga el fin. (Mateo 24:14.) Como dijo Jesús, la mies es mucha y los obreros son pocos. Sería imperdonable descuidar esta importantísima obra para emprender otras actividades, prescindiendo de lo loables que sean. (Mateo 9:37, 38.)

Sucede que algunos testigos de Jehová son médicos, enfermeras y ayudantes en hospitales. Pero para ellos esas profesiones son secundarias a su vocación principal, el ministerio cristiano.

¿Recibe dinero algún director o miembro de la Sociedad Watch Tower por las extensas actividades de imprimir literatura?

Con énfasis respondemos: ¡no! Por ley la Sociedad es una corporación no lucrativa. No hay accionistas, ni dividendos, ni siquiera salarios. Todo ministro de las oficinas centrales, y esto incluye al presidente y los directores de la Sociedad, ha hecho un voto legal de pobreza. Cada uno recibe alimento, una habitación y el cuidado médico necesario, además de un pequeño reembolso por sus gastos personales. Si un Testigo viaja para atender algún asunto de la Sociedad, por lo general se le costean sus gastos de viaje.

Además, en ninguna parte del mundo cobran nuestros ministros por oficiar en bodas, bautismos ni funerales. Y la entrada a los lugares donde se pronuncian discursos públicos o se celebran asambleas es gratis, y no se hacen colectas.

Puesto que nunca se pasan platillos de colectas, ¿cómo reciben las congregaciones locales contribuciones para sufragar sus gastos?

En los Salones del Reino hay cajas de contribuciones para que se hagan donaciones voluntarias si se desea. (2 Reyes 12:9.) Se agradece toda donación, sea grande o pequeña. (Marcos 12:42-44.) Una vez al mes el ministro que atiende las cuentas de la congregación lee un breve informe de cuentas a la congregación sobre el total de las contribuciones recibidas, los gastos que hubo y las donaciones que la congregación hizo a la Sociedad Watch Tower para apoyar la obra mundial de predicar y otros proyectos.

Cuando la gente entiende este arreglo, puede participar en él si lo desea, cada persona “según vaya prosperando”. (1 Corintios 16:2.) Esto se practica en cada una de las más de 60.000 congregaciones de todo el mundo.

En el Pentecostés los cristianos primitivos tenían todas las cosas en común. ¿Hacen eso los testigos de Jehová?

Poco después del Pentecostés de 33 E.C. surgió una emergencia cuando los judíos que habían venido de lugares distantes y acababan de convertirse al cristianismo permanecieron en Jerusalén para recibir más esclarecimiento espiritual. Necesitaban alojamiento temporal y alimento; por eso, los cristianos de aquella localidad condujeron una venta voluntaria de propiedades y compartieron el producto para proveer lo necesario para un período de compañerismo que duraría algún tiempo. (Hechos 2:1, 38-47; 4:32-37.) No se obligó a nadie a vender ni a donar lo que tuviera. (Hechos 5:1-4.) Aquel tener las cosas en común no era comunismo, como algunos creen. Fue simplemente un arreglo temporal. Cuando los cristianos regresaron a sus hogares, aquel arreglo terminó.

¿Enseñan ustedes que el dar material es un medio de expiar pecados?

No. La Biblia dice: “Ustedes saben que no fue con cosas corruptibles, con plata u oro, con lo que fueron librados de su forma de conducta infructuosa recibida por tradición de sus antepasados. Más bien, fue con sangre preciosa, como la de un cordero sin tacha e inmaculado, sí, la de Cristo”. (1 Pedro 1:18, 19.)

Los testigos de Jehová cifran su fe en el sacrificio de rescate de Jesús para alcanzar la salvación. No hacen contribuciones voluntarias con la esperanza de que eso los haya de salvar. No obstante, saben que se necesita una considerable cantidad de fondos para esparcir las buenas nuevas del justo nuevo mundo de Dios. (2 Pedro 3:13.) Y para ellos el contribuir a esa proclamación es un privilegio que Jehová les ha concedido.

Cuando el rey David dio una contribución grande para el templo de Jehová, que sería construido por su hijo Salomón, oró: “Tuya, oh Jehová, es la grandeza y el poderío y la hermosura y la excelencia y la dignidad; porque todo lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo. [...] Y sin embargo, ¿quién soy yo y quién es mi pueblo, para que retengamos el poder para hacer ofrendas voluntarias de esta manera? Porque todo proviene de ti, y de tu propia mano te hemos dado”. (1 Crónicas 29:11, 14.)

Hoy los testigos de Jehová y otras personas que aman la justicia sienten lo mismo que David. Les alegra tener el privilegio de dar contribuciones para apoyar la obra de alabar a Jehová, y reconocen que todo lo que dan para Su servicio proviene de él de todos modos. Jehová bendice este espíritu, y así prospera Su obra.

[Fotografía en la página 24]

Parte del centro educativo bíblico de los testigos de Jehová bajo construcción en Patterson, Nueva York

[Fotografías en la página 25]

Jehová prospera la obra de construcción que efectúa su pueblo, sostenida por donaciones voluntarias

[Recuadro en la página 23]

CÓMO CONTRIBUYEN ALGUNOS A LA OBRA DEL REINO

◻ DÁDIVAS: Se pueden enviar donaciones voluntarias de dinero directamente a Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, 25 Columbia Heights, Brooklyn, New York 11201, o a la sucursal de la Sociedad en su localidad. También se pueden donar propiedades, tales como bienes raíces, joyas u otros objetos de valor. Estas contribuciones deben venir acompañadas de una carta breve que declare que se trata de una donación directa.

◻ DONACIÓN CONDICIONAL: Se puede dar dinero a la Sociedad Watch Tower para guardarlo en depósito, con la estipulación de que en caso de necesidad personal será devuelto al donante.

◻ SEGURO: Se puede nombrar a la Sociedad Watch Tower beneficiaria de una póliza de seguro de vida o de un plan de pensión por jubilación o retiro. En dicho caso, debe informarse a la Sociedad.

◻ FIDEICOMISOS: Se pueden poner cuentas de ahorro bancarias en fideicomiso de la Sociedad. Si usted hace esto, sírvase informarlo a la Sociedad. También se pueden donar acciones, bonos y propiedades con arreglo a beneficiar al donante durante su vida. Este método elimina los gastos y las incertidumbres de legalizar un testamento, a la vez que garantiza que la Sociedad reciba la propiedad si ocurre la muerte del donante.

◻ TESTAMENTOS: Se pueden dejar propiedades o dinero a la Sociedad Watch Tower mediante un testamento ejecutado legalmente. Se debe enviar una copia a la Sociedad.

Para más información y asesoramiento en cuanto a estos asuntos, escriba a Treasurer’s Office, Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, 25 Columbia Heights, Brooklyn, New York 11201, o a la sucursal de la Sociedad en su localidad.

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