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  • El cultivo de modales cristianos en un mundo sin modales
    La Atalaya 1989 | 15 de junio
    • El cultivo de modales cristianos en un mundo sin modales

      “¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!” (SALMO 133:1.)

      1. ¿Qué ha pasado con los buenos modales?

      “LOS modales han ido empeorando terriblemente durante los últimos 25 años —dice la columnista Ann Landers—. No es solo que los hombres no estén abriéndoles las puertas de los autos a las mujeres ni ofreciéndoles asientos en los trenes o los autobuses. Va mucho más allá que eso.” Es verdad; dondequiera que miramos, podemos ver prueba de que vivimos en un mundo cuyos modales van empeorando. La gente empuja para adelantar en las filas, fuma en ascensores atestados, pone música alborotosa en lugares públicos, y así por el estilo. La experiencia diaria nos dice que aunque hoy la gente tiene mejores oportunidades de educarse y mejor nivel de vida, nuestra época se distingue mucho por ser una en que expresiones como “Gracias” y “Por favor” se han hecho raras, y la cortesía y la urbanidad comunes casi se han olvidado por completo.

      2. ¿Por qué no sorprende la falta de buenos modales que es común hoy?

      2 ¿Es sorprendente todo esto? En verdad, no. Simplemente hace recordar lo que el apóstol Pablo dijo por inspiración acerca del comportamiento de la gente en “los últimos días” cuando ‘se presentarían tiempos críticos, difíciles de manejar’. Entre otras cosas, Pablo predijo que la gente llegaría a ser este tipo de persona: “Amadores de sí mismos, [...] presumidos, altivos, [...] desagradecidos, [...] sin tener cariño natural, [...] sin autodominio”. (2 Timoteo 3:1-3.) Basta con una mirada para notar que ese comportamiento domina hoy entre personas de toda edad, clase y nacionalidad. ¿Por qué? ¿Qué causas contribuyen a la falta general de buenos modales?

      Causas de la mala educación

      3. ¿Cómo promueve la falta de buenos modales “el aire” de este sistema?

      3 La expresión “amadores de sí mismos” describe bien a la “generación del ‘yo primero’”, una frase que se ha usado con referencia a los que han sido criados con énfasis en imponerse a otros, en desplegar individualismo y en la expresión de su propia personalidad. Ese espíritu, que llena “el aire” que nos rodea, está en oposición directa al consejo bíblico de que los cristianos “no [deben estar] vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás”. (Efesios 2:2, 3; Filipenses 2:4.) ¿Qué resultado ha tenido esto? Ciertamente no sería de esperarse que una generación que se ha desarrollado con la idea de que cada individuo debe dar énfasis a su expresión personal se interesaría mucho en el efecto que tuviera en otros su comportamiento.

      4. ¿Cómo se considera hoy a los que no hacen caso de las normas aceptas, y cómo debe ver este asunto el cristiano?

      4 Algo que solía desempeñar un papel importante en mantener cierto grado de cortesía o urbanidad entre la gente era la presión de los compañeros. Por mucho tiempo el preocuparse por lo que otros pensaran fue una fuerza restrictiva. Sin embargo, hoy lo más probable es que el proceder más escandaloso llegue a ser el más popular entre muchos. Para la gente, ya los que hacen caso omiso de las normas aceptas no son personas mal educadas ni groseras, sino distinguidas y sofisticadas, algo que merece mucha admiración. Pero recuerde que uno de los significados de “sofisticado” es: “falto de naturalidad”. Esta palabra viene de la misma raíz griega que el término que se vierte “artificiosamente tramados” en 2 Pedro 1:16. Ciertamente los verdaderos cristianos hacen bien en evitar tal actitud.

      5. ¿Qué otro factor contribuye a la desaparición de los buenos modales?

      5 “Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, por eso el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo”, dice Eclesiastés 8:11. Ahí está otro factor que contribuye al deterioro de los modales entre la gente. Porque al individuo se le hace tan fácil salirse con la suya, se hace insensible y viola las normas aceptas de comportamiento. “Ciudadanos que se escandalizarían sobremanera si se les identificara públicamente como parte del elemento criminal, de todos modos han estado violando despreocupadamente toda clase de leyes en público: leyes del tráfico, leyes sobre las drogas, leyes contra el echar basura donde no se debe”, dijo un artículo de fondo del periódico New York Times. Como resultado, “el alboroto, el vandalismo y el escribir garabatos sobre cualquier superficie” se han hecho parte inevitable de nuestra experiencia diaria. Por eso siguen sufriendo reveses la cortesía y el respeto a los derechos, la propiedad y la vida privada de otras personas.

      6. ¿Qué efecto tiene en los modales de la gente su vida ocupada, y cómo se distinguió Jesús a este respecto?

      6 Puesto que por lo general los buenos modales están entre los detalles más delicados o refinados de la vida, la gente los olvida fácilmente cuando está de prisa... y hoy día parece que la mayoría de la gente siempre está de prisa. El resultado de esto es que las personas se pasan unas a otras en el camino sin un intercambio de palabras o un cambio de expresión. Empujan en las filas, o, en las carreteras, pasan de un carril a otro entre el tráfico solo para ahorrarse unos minutos o segundos. Muchas veces sucede que las personas se absorben tanto en sus asuntos personales, o programan para sí tantas actividades, que cualquier suceso o visitante inesperado se convierte en una molestia o intrusión. Reflexione sobre cuánto difiere esto de la manera como Jesús trataba a la gente que venía a él hasta en momentos que no eran convenientes. (Marcos 7:24-30; Lucas 9:10, 11; 18:15, 16; Juan 4:5-26.)

      7. Con relación a los modales, ¿en cuanto a qué deben mantenerse alerta los verdaderos cristianos?

      7 Aunque vivimos en un mundo de paso agitado, y cada vez se exige más de nuestro tiempo y nuestras energías, el permitir que esas presiones nos lleven a obrar groseramente no mejorará de ninguna manera la situación. Al contrario, ese proceder causa mucha de la violencia irracional de que oímos —riñas, peleas, disensiones, hasta asesinatos—, que resulta de devolver descortesía por descortesía. Todo esto es parte del espíritu de un mundo del que los verdaderos cristianos no deben ser parte. (Juan 17:14; Santiago 3:14-16.)

      Modelos superiores de buenos modales

      8. Aunque los cristianos estén rodeados de personas sin modales, ¿qué se les estimula a hacer?

      8 Porque nos rodean personas que muestran poca consideración a los demás, pudiéramos ceder fácilmente a las presiones y perder nuestros buenos modales. Sin embargo, el recordar el consejo bíblico de ‘dejar de amoldarnos a este sistema de cosas’ puede llevarnos a examinar los muchos ejemplos sobresalientes que da la Biblia y a esforzarnos por sostener las normas elevadas de los modales cristianos en el mundo mal educado de hoy día. (Romanos 12:2, 21; Mateo 5:16.) Nuestras acciones deberían mostrar que concordamos de corazón con el salmista que dijo: “¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!”. (Salmo 133:1.)

      9. ¿Qué revelan las Escrituras sobre cómo trata Jehová con la gente?

      9 El ejemplo principal de buenos modales es el Creador y Padre de todos, Jehová Dios mismo. Es común entre los que ocupan puestos elevados y tienen poder sobre otros el ‘hacer sentir su autoridad’ y exigir que se cumplan sus deseos. Sin embargo, el Personaje más elevado del universo, Jehová Dios, siempre despliega buenos modales al tratar con los que están bajo él. Al otorgar una bendición a su amigo Abrahán, dijo: “Alza los ojos, por favor, y mira desde el lugar donde estás”. Y de nuevo: “Mira hacia arriba, por favor, a los cielos, y cuenta las estrellas”. (Génesis 13:14; 15:5.) Al dar a Moisés una señal de Su poder, Dios dijo: “Mete tu mano, por favor, en el pliegue superior de tu prenda de vestir”. (Éxodo 4:6.) Muchos años después, mediante el profeta Miqueas, Jehová dijo hasta a su pueblo que tendía a extraviarse: “Oigan, por favor, cabezas de Jacob y ustedes los comandantes de la casa de Israel. [...] Oigan, por favor, esto, ustedes los cabezas”. (Miqueas 3:1, 9.) A este respecto, ¿hemos ‘llegado a ser imitadores de Dios’ diciendo “Por favor” al tratar con otros? (Efesios 5:1.)

      10, 11. a) ¿Qué se puede decir acerca del trato y los modales de Jesús? b) ¿Cómo podemos imitar a Jesús en el despliegue de buenos modales al tratar con toda persona?

      10 Jesucristo, quien “está en la posición del seno para con el Padre”, es otro ejemplo sobresaliente que merece imitarse. (Juan 1:18.) Al tratar con la gente, por un lado fue tierno y compasivo, por el otro poderoso y firme; pero nunca fue grosero ni poco amable con nadie. En un comentario sobre el “extraordinario don [de Jesús] de sentirse cómodo entre toda clase de personas”, el libro The Man From Nazareth (El hombre de Nazaret) dice: “Tanto en público como en privado se asociaba de igual modo con hombres y mujeres. Se sentía cómodo entre niñitos inocentes y, lo que es raro, cómodo también entre concusionarios de conciencia culpable como Zaqueo. Respetuosas mujeres del hogar como María y Marta podían hablar con él con natural franqueza, pero también las cortesanas lo buscaban como con la seguridad de que él las comprendería y les ofrecería amistad [...] Su extraño desconocimiento de los límites que encerraban a la gente ordinaria es una de sus cualidades más características”.

      11 El tratar a todos con debido respeto y consideración es la señal de la persona que en verdad tiene buenos modales, y haríamos bien en imitar a Jesucristo en esto. Sí, la mayoría de la gente se las arregla para mostrar respeto a ciertas personas, particularmente a las que ocupan algún puesto superior al suyo. Pero pueden mantenerse apartados, distanciados, y ser rudos con aquellos a quienes consideren inferiores o hasta en su mismo nivel. Parece que de algún modo eso les da un sentido de superioridad y poder. Pero bien se ha dicho que la rudeza es el disfraz con que el débil quiere parecer fuerte. Por eso la Biblia aconseja: “En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera”. (Romanos 12:10.) Si hacemos lo sumo por seguir ese consejo, nos acercaremos más a manifestar buenos modales al tratar con todos, como lo hizo Jesús.

      12. ¿Cuál es la esencia de la enseñanza de Jesús sobre las relaciones humanas?

      12 Esta cualidad deseable, orientada hacia otros, se ejemplifica también en las enseñanzas de Jesús, particularmente en lo que se llama la Regla Áurea: “Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos”. (Mateo 7:12.) Es interesante que en las Analectas, uno de los Cuatro Libros de Confucio —por mucho tiempo considerados la cumbre del comportamiento moral en Oriente—, uno de los discípulos le pregunta al maestro si habría una sola palabra que pudiera servir como principio de comportamiento para la vida. “Quizás la palabra ‘reciprocidad’ (shu) serviría —respondió el maestro, y añadió—: No hagas a otros lo que no quisieras que te hagan a ti.” Por contraste, podemos ver fácilmente la superioridad de la enseñanza de Jesús. Porque solo puede haber relaciones afectuosas, agradables y amigables cuando uno toma la iniciativa de ‘hacer a otros’ lo que es bueno.

      Los modales cristianos se basan en el amor cristiano

      13, 14. a) ¿Qué se ha observado recientemente con relación a los modales en público? b) ¿Qué motivo hay tras el interés actual en los buenos modales y la etiqueta?

      13 Debido a lo común que se ha hecho la falta de buenos modales, hoy se habla de regresar al comportamiento apropiado. “En los años sesenta tuvimos una rebelión contra los buenos modales —dice Marjabelle Stewart, popular escritora y maestra sobre este asunto—, pero una nueva revolución los está restableciendo. Se reconoce la importancia de los buenos modales y se desea conocimiento sobre las normas de la vida social.” Este interés renovado en los buenos modales se refleja en la proliferación de libros, manuales, columnas periodísticas de consejo y programas de televisión que consideran desde el tipo de tenedor que se debe usar en una comida formal hasta cómo dirigirse a alguien en las relaciones sociales y de familia que tan complejas son y tan rápidamente cambian hoy día.

      14 Pero ¿qué mueve a la gente a dar más atención ahora a los buenos modales? “En la sociedad competitiva de hoy —explica la escritora Stewart—, los buenos modales son asunto de supervivencia.” En otras palabras, se piensa que el despliegue de buenos modales puede ayudar a uno a llevarse bien con otros y adelantar. De modo que la gente lee libros y asiste a clases sobre etiqueta para saber cómo vestirse para alcanzar éxito, cómo causar buena impresión, cómo lograr una posición en la junta directiva, y así por el estiloa. Un problema que se ve en todo esto es que los buenos modales se han convertido en un asunto de conveniencia, como una máscara que uno se pone durante una representación y que se quita cuando tal representación ha terminado. Por lo tanto, no sorprende el que vez tras vez oigamos sobre delitos escandalosos cometidos por personas que trabajan en oficinas y que han tenido ‘la mejor educación’ y son ‘de categoría’.

      15, 16. a) ¿Qué dice una autoridad sobre modales acerca de “las mejores reglas para el comportamiento”? b) ¿Qué relación hay entre 1 Corintios 13:4-7 y los verdaderos modales cristianos?

      15 Eso está muy lejos de lo que deben ser los buenos modales. Amy Vanderbilt, respetada autoridad sobre este asunto, escribe en su New Complete Book of Etiquette (Nuevo libro completo sobre etiqueta): “Las mejores reglas para el comportamiento se encuentran en el capítulo 13 de la Primera a los Corintios, la hermosa disertación sobre la caridad que escribió san Pablo. Estas reglas no tienen nada que ver con los finos detalles del vestir ni de los modales superficiales. Tienen que ver con sentimientos y actitudes, bondad y consideración para con los demás”.

      16 Por supuesto, Amy Vanderbilt se refería al pasaje de 1 Corintios 13:4-7, donde Pablo describe detalladamente los varios aspectos del amor cristiano. Considere los resultados de algunos puntos que él menciona. Por ejemplo, el que “es sufrido y bondadoso” de seguro será paciente y respetuoso al tratar con otros. “No se porta indecentemente” es otra manera de decir ‘se comporta decentemente’, es decir, en conformidad con las normas de lo que es de buen gusto, apropiado y de calidad. Por eso, como vierte esta frase J. B. Phillips en su versión de las Escrituras Griegas al inglés New Testament in Modern English (Nuevo Testamento en inglés moderno): “El amor tiene buenos modales”. Es difícil imaginarse que a alguien que manifestara tal amor se le considerara persona de modales indeseables.

      17. ¿De qué son indicación nuestros modales?

      17 Por lo tanto, está claro que los modales cristianos están directamente relacionados con el amor cristiano. No son solo un medio para un fin, ni algo con que uno se viste cuando le conviene. Más bien, nuestros modales —la manera como tratamos con otros, nuestro porte, comportamiento y conducta habitual— indican cuánto nos interesamos en otras personas y cuánto las amamos. Seamos jóvenes o viejos, debemos esforzarnos por escuchar el consejo bíblico: “Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona”. (1 Corintios 10:24.) Así pues, los modales cristianos —que son un aspecto del amor cristiano— son marca identificadora de los verdaderos discípulos de Jesucristo. (Juan 13:35.)

      Buenos modales en todo momento

      18. ¿Qué debemos resolvernos a hacer a pesar de lo que vemos alrededor?

      18 En cuanto a nuestra generación, Jesús predijo que “por el aumento del desafuero se enfriará el amor de la mayor parte”. (Mateo 24:12.) Este enfriarse del amor se refleja claramente en la actitud que muchos despliegan hoy de no interesarse en los demás y ser egocéntricos. En vez de dejar que se nos induzca a reaccionar con la misma falta de interés en los demás, debemos tener presente el consejo de Pablo: “No devuelvan mal por mal a nadie. Provean cosas excelentes a vista de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres”. (Romanos 12:17, 18.) Debemos resolvernos a manifestar buenos modales en todo tiempo, prescindiendo de si se aprecia o no el esfuerzo que hacemos. (Mateo 5:43-47.)

      19. ¿Cómo afectan nuestros modales todo aspecto de la vida?

      19 Sí, los modales cristianos son la expresión externa natural de nuestro amor e interés sincero para con otros. Tal como nuestra habla revela lo que somos en el interior, así nuestros modales muestran cuánto nos interesamos en otros, o si no nos interesamos en ellos. (Mateo 12:34, 35.) Por lo que son, los buenos modales deberían ser importantes en todo aspecto de nuestra vida. Deberían ser nuestro modo de vivir. ¿Cómo aplicarlos más de lleno? ¿Cómo desarrollar a mayor grado los sanos modales cristianos? Consideraremos eso en el artículo siguiente.

  • “Pórtense de una manera digna de las buenas nuevas”
    La Atalaya 1989 | 15 de junio
    • “Pórtense de una manera digna de las buenas nuevas”

      “Solamente que pórtense de una manera digna de las buenas nuevas acerca del Cristo.” (FILIPENSES 1:27.)

      1. ¿Qué comentarios favorables hizo el alcalde de la ciudad de Nueva York por un suceso reciente en aquella ciudad? (Romanos 13:3.)

      EL 29 de septiembre de 1988 “más de 1.000 Testigos” se presentaron en el ayuntamiento de la ciudad de Nueva York, en el Manhattan inferior, informó el periódico The New York Times. Fueron allí porque aquel día la junta del presupuesto de la ciudad votaría con relación a una propuesta para la construcción de un edificio, y los Testigos querían significar su apoyo a la propuesta. Aunque se rechazó la propuesta de permitir un nuevo edificio residencial en la sede mundial de los testigos de Jehová, el alcalde “alabó a los Testigos por su ‘pulcritud’ y dijo que realmente eran ‘dignos de admiración’”.

      2. ¿De qué manera difieren de otras personas por sus modales los testigos de Jehová, y a qué se debe esto?

      2 Por lo general, ¿qué sucede cuando más de mil personas se presentan para apoyar una causa impopular? En esos casos no es raro ver a la gente empujándose, gritando y hasta valiéndose de la fuerza y la violencia. A este respecto, ¿cómo difieren los Testigos? Lo que los diferencia es que reconocen que su conducta debe reflejar en todo momento sus creencias. Recuerdan bien el consejo bíblico: “Mantengan excelente su conducta entre las naciones, para que, en la cosa de que hablan contra ustedes como de malhechores, ellos, como resultado de las obras excelentes de ustedes, de las cuales son testigos oculares, glorifiquen a Dios en el día para la inspección por él”. (1 Pedro 2:12.)

      Los buenos modales glorifican a Jehová

      3. ¿Qué papel desempeñan nuestros modales en honrar a Jehová?

      3 Es obvio que el glorificar a Jehová Dios mediante conducta excelente es parte de nuestra responsabilidad cristiana. (Mateo 5:16.) Desde luego, la conducta excelente abarca muchas cosas; por ejemplo: honradez, diligencia y buena moralidad. Sin embargo, generalmente los que notan esto son únicamente los que nos conocen bien o personas con quienes tenemos tratos regularmente, como nuestros amigos, parientes, patronos, compañeros de trabajo y maestros. Pero ¿qué hay de la gran mayoría de las personas a quienes tratamos solo de vez en cuando? Particularmente con relación a ellas tenemos que vigilar nuestros modales. Porque así como una envoltura bella hace más llamativo un regalo valioso, los buenos modales hacen más atractivo lo que ofrecemos. Prescindiendo de las otras excelentes cualidades cristianas que tengamos, o de lo admirables que sean nuestras intenciones, de poco valdrán si no desplegamos buenos modales. Por eso, ¿cómo pueden glorificar a Jehová nuestros modales?

      4. ¿En qué aspectos de la vida debemos dar atención a nuestros modales?

      4 “Solamente [...] pórtense de una manera digna de las buenas nuevas”, dice Pablo. (Filipenses 1:27.) Por supuesto, eso incluye nuestro ministerio público. Pero el comportamiento y los modales que manifestemos en nuestro lugar de adoración, en el vecindario, en el trabajo, en la escuela, sí, en todo aspecto de la vida, también están relacionados directamente con la eficacia del ministerio que efectuamos. Pablo escribe: “De ninguna manera estamos dando causa alguna para tropiezo, para que no se encuentre falta en nuestro ministerio”. (2 Corintios 6:3.) ¿Cómo podemos asegurarnos de aplicar ese consejo? ¿Qué podemos hacer para ayudarnos unos a otros, y en especial ayudar a los jóvenes, para que todos manifestemos modales cristianos en todo momento?

      En el Salón del Reino

      5. ¿Qué debemos reconocer cuando estamos en el Salón del Reino?

      5 El Salón del Reino es nuestro lugar de adoración. Acudimos al salón por invitación de Jehová y su Hijo, Jesucristo. En ese sentido, somos huéspedes en la casa de Jehová. (Salmo 15:1; Mateo 18:20.) ¿Es usted buen huésped cuando va al Salón del Reino? Para que seamos buenos huéspedes debemos mostrar la debida consideración y respeto, no solo por el anfitrión, sino también por los demás huéspedes. ¿Qué envuelve eso?

      6. a) ¿Qué falta indica el que siempre se llegue tarde a las reuniones? b) ¿Qué se puede hacer para resolver ese problema?

      6 Para empezar, está el asunto de llegar a tiempo. Se entiende que a menudo cuesta trabajo lograrlo. Algunos viven lejos del salón, y los que tienen familia tienen que ver que la familia y los hijos estén debidamente preparados. En verdad es digno de encomio el esfuerzo que estas personas hacen para asistir regularmente a las reuniones cristianas. Sin embargo, se ha notado que algunos han adquirido la costumbre de llegar tarde a las reuniones. ¿Qué pueden hacer para corregir esto? Ante todo, hay que reconocer que el hábito de llegar tarde a las reuniones cristianas no siempre es muestra de falta de aprecio al valor de las reuniones. Parece que algunos que suelen llegar tarde disfrutan tanto de las reuniones como cualquier otra persona... una vez que están allí. El problema, más bien, puede deberse a falta de planes cuidadosos y de consideración para sus compañeros cristianos. Una de las razones por las cuales se nos aconseja que ‘no abandonemos el reunirnos’ es para que podamos ‘considerarnos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes’. (Hebreos 10:24, 25.) Difícilmente podemos hacer eso si vez tras vez llegamos tarde y creamos distracción o disturbio. Los expertos sugieren que si no queremos llegar tarde debemos esforzarnos por llegar bastante antes del comienzo de las sesiones, más bien que tratar de llegar a la hora exacta. ¿Ve usted que debe seguir este consejo?

      7. Explique la relación que hay entre el prestar atención en las reuniones y los buenos modales.

      7 Los buenos modales exigen que prestemos atención cuando la gente nos habla. (Proverbios 4:1, 20.) Esto también aplica a las reuniones cristianas, en las que ministros de Dios hablan para impartirnos algún don espiritual que nos edifique. Ciertamente sería falta de buenos modales el que nos quedáramos dormidos, o susurrar vez tras vez a alguien que estuviera a nuestro lado, o mascar chicle o dulces, o leer otra materia o atender otros asuntos durante la reunión. El joven Elihú no solo se sentó a escuchar pacientemente mientras Job y sus tres compañeros hablaban por largo tiempo, sino que también ‘siguió prestando oído’ a lo que decían y ‘mantuvo dirigida la atención’ a ellos. (Job 32:11, 12.) Los buenos modales cristianos nos impulsarán a mostrar el respeto debido por el discursante y su mensaje bíblico mediante darle nuestra atención indivisa y nuestro apoyo.

      8. ¿Cómo mostramos que somos, junto con otros, discípulos de Jesucristo?

      8 Antes y después de las reuniones podemos desplegar modales cristianos al interesarnos activamente en los que asisten al Salón del Reino. Pablo señaló que los miembros ungidos de la congregación cristiana “ya no son extraños y residentes forasteros, sino que [...] son miembros de la casa de Dios”. (Efesios 2:19.) ¿Trata usted a sus compañeros Testigos como si fueran extraños y residentes forasteros, o como miembros de la misma casa? Un saludo amigable, un afectuoso apretón de manos, una sonrisa bondadosa... todo esto pudiera parecer insignificante, pero es parte de la prueba de que somos discípulos de Jesucristo. Si acostumbramos hacer eso cuando conocemos a extraños, ¿no deberíamos hacerlo “especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe”? (Gálatas 6:10.)

      9. ¿Cómo se puede enseñar a los hijos a mostrar interés en personas que no sean de su propia edad?

      9 ¿Se puede enseñar a los niños a mostrar esa clase de interés en personas que no sean de la misma edad que ellos? Pudiera ser que algunos adultos crean que los niños tienen que ir a jugar con sus amiguitos después de haber estado sentados por una hora o dos prestando atención en las reuniones. Pero el Salón del Reino no es un lugar de recreo. (Eclesiastés 3:1, 17.) Cuando la maestra preguntó a un niñito de cuatro años y medio cuántos hermanos y hermanas tenía, él contestó: “Son tantos que no puedo contarlos”. Más tarde, cuando los padres del niño le preguntaron sobre esto, el jovencito explicó: “No sé cuántos hermanos y hermanas tengo. Cuando voy al Salón del Reino, son muchísimos”. Para él, todos los que asisten a las reuniones son sus hermanos y hermanas.

      En nuestro ministerio público

      10. ¿Qué instrucciones de Jesús pueden ayudarnos a ‘portarnos de manera digna de las buenas nuevas’ en nuestro ministerio?

      10 Naturalmente, el ‘portarnos de una manera digna de las buenas nuevas’ envuelve nuestro ministerio público. Tenemos que recordar que somos portadores de un mensaje pacífico, y nuestros modales deben reflejar eso. (Efesios 6:15.) Las instrucciones de Jesús son: “Al entrar en la casa, salúdenla; y si la casa lo merece, venga sobre ella la paz que le desean”. Al ser afectuosos, amigables y respetuosos, le mostramos al amo de casa que realmente nos interesamos en él. Sin embargo, a veces la persona con quien hablamos a la puerta se comporta de manera hostil o hasta agresiva. ¿Deberíamos perturbarnos por eso y empezar a actuar como ella? Note lo que dijo Jesús: “Pero si [la casa] no lo merece, vuelva sobre ustedes la paz de ustedes”. (Mateo 10:12, 13.) Nuestros modales a la puerta siempre deben ser dignos del “ministerio de la reconciliación”. (2 Corintios 5:18.)

      11. ¿Qué efecto tienen nuestro modo de vestir y nuestra apariencia personal en nuestro papel de ministros de Dios?

      11 Nuestros modales revelan otras cosas acerca de nosotros. Por ejemplo, ¿corresponde nuestra apariencia personal con el papel que desempeñamos como ministros de la Palabra de Dios? ¿Qué hay del equipo que usamos: el maletín o bolso, la Biblia y la literatura bíblica? El columnista de un periódico da este consejo a los hombres de negocios: “No se vistan como si fueran a una fiesta ni a una reunión casual ni a un evento deportivo; vístanse para los negocios”. ¿Por qué? Porque su manera de vestir y su apariencia personal “señalan a las personas que lo rodean quién y qué es usted y dónde encaja en el sistema social”. Por eso, al estar ocupados nosotros en nuestra ocupación de ministros, como cualquiera lo está en su negocio, nuestra forma de vestir y nuestra apariencia no deberían ser descuidadas ni manifestar negligencia ni ser exageradas o extravagantes, sino siempre ‘dignas de las buenas nuevas’. (Compárese con 1 Timoteo 2:9, 10.)

      12. ¿Cómo podemos desplegar buenos modales con relación a los derechos y la propiedad del amo de casa?

      12 Aunque ‘siempre deberíamos estar listos para hacer una defensa’ de las buenas nuevas, los buenos modales cristianos exigen que lo hagamos “con genio apacible y profundo respeto”. (1 Pedro 3:15.) Eso incluye respeto a los derechos y la propiedad del amo de casa. ¿Planeamos nuestra actividad para visitar a una hora apropiada? ¿Nos mantenemos alerta para notar si acaso interrumpimos alguna actividad o tarea que la persona esté efectuando? ¿Usamos con frecuencia expresiones como “¿Me permitiría?”, “Por favor”, y “Gracias”? ¿Nos esforzamos por hacer que el amo de casa participe en la conversación, o la dominamos por temor a que no podamos decir lo que tenemos preparado?

      13. Ilustre el hecho de que por lo general el desplegar buenos modales en el ministerio da buenos resultados.

      13 Los buenos modales y el interés genuino en la gente suelen abrir el camino para dar un excelente testimonio. Por eso con frecuencia sucede que los niños que despliegan buenos modales logran atraer la atención y el interés de amos de casa que quizás no habrían prestado atención a un adulto. En México, una Testigo de 13 años de edad conoció a una jovencita que deseaba estudiar. Sin embargo, la joven le dijo a la Testigo que tendría que hacerlo a escondidas de su padre. Pero la publicadora pensó que, en este caso, por respeto al padre, ella misma debería obtener permiso. Por eso, se ofreció para hablar con aquel señor, y cuando lo hizo le dijo que lo que iban a estudiar era muy importante. Este hombre, al ver la seriedad de la joven hermana, y en agradecimiento porque ella fue directamente a pedirle permiso, le dijo: “Si lo que van a estudiar es tan importante, entonces toda la familia debe estudiar”. El resultado fue que esta jovencita de 13 años empezó un estudio bíblico con toda la familia, entre la cual había un hijo casado y la esposa de este y otros hijos ya crecidos.

      Los buenos modales empiezan en casa

      14. ¿Dónde empiezan los buenos modales, y qué factor es importante en esto?

      14 Por lo general los buenos modales de los jóvenes Testigos son un excelente testimonio de la educación que reciben en el hogar. Así, nuestros modales realmente reflejan nuestro estilo de vida. Por esa razón, contrario a lo que piensen algunos, los buenos modales deben tener un lugar de importancia en el hogar. En esto, así como en otros aspectos de la vida familiar, el ejemplo de los padres es muy importante. (2 Timoteo 1:5.) Decir a los hijos: “Hagan como digo, no como hago” no es manera de enseñarles buenos modales. Los incontables detalles de los buenos modales no se aprenden solo mediante instrucción verbal, sino también por medio de observación e imitación. Beverley Feldman, autora de Kids Who Succeed (Los niños que tienen éxito), comenta: “Los padres no son solamente los maestros principales; son también los modelos, pues nuestros hijos aprenden mediante imitar lo que hacemos”. ¿Qué clase de modales ven en usted sus hijos?

      15. ¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a desarrollar hábitos de buenos modales que les duren toda la vida?

      15 “Padres, no estén irritando a sus hijos” es el consejo de la Biblia. (Efesios 6:4.) Los hijos se irritan y se frustran cuando se les dice que deben ser bondadosos y considerados y al mismo tiempo ven que sus padres riñen, chismean, son descorteses o se enojan fácilmente. ¿Se les puede culpar si actúan de la misma manera? Por otra parte, el versículo bíblico pasa a decir: “sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová”. Y eso incluye los fundamentos de los buenos modales, como decir: “Buenos días”, “Por favor”, “Gracias” y “Lo siento”, respetar a los mayores y compartir cosas con otros. (Levítico 19:32; Romanos 16:3-7.) Las cualidades que se aprendan en el hogar durante la niñez serán de valor para toda la vida. (Proverbios 22:6.)

      16. ¿Qué esfuerzos hay que hacer, y qué resultados tendrán estos?

      16 Por eso, tanto padres como hijos deben desplegar buenos modales como parte de su rutina cotidiana, y no esperar hasta alguna ocasión especial para manifestarlos. Al hacer esto, los padres deben ser pacientes y tolerantes con relación a los errores que los hijos de seguro cometerán. Díganles lo mucho que significa para ustedes su comportamiento excelente, y no vacilen en encomiarlos por el progreso que logren. Por supuesto, esto exige mucho esfuerzo de ustedes. Pero ¿no dicen las Escrituras que ustedes deben inculcar principios piadosos en sus hijos ‘cuando se sienten en su casa y cuando anden por el camino y cuando se acuesten y cuando se levanten’? (Deuteronomio 6:7.) El hacer eso crea un ambiente agradable y sano en el hogar, y contribuye mucho a que sus hijos lleguen a ser adultos serviciales, que se interesen en los demás y manifiesten buenos modales. Entonces llegarán a ser fuente de alabanza y honra para ustedes y para su Creador, Jehová Dios.

      Un pueblo que tiene buenos modales

      17. ¿Qué se observa en los Salones del Reino de los testigos de Jehová?

      17 Los “más de 1.000 Testigos” que se reunieron fuera del ayuntamiento de la ciudad de Nueva York aquella tarde de septiembre simplemente mostraron en escala pequeña cómo se comportan regularmente los testigos de Jehová. Después de asistir por primera vez a una reunión en un Salón del Reino, un señor dijo: “En un solo día conocí a más personas que me manifestaron amor genuino —aunque para mí eran totalmente desconocidas— que las que había conocido en la iglesia en la cual me crié”. ¿Qué resultado tuvo esto? “Era obvio que había hallado la verdad”, dijo él. Este hombre cambió de derrotero en la vida, y siete meses después dedicó su vida a Jehová y se bautizó. (Compárese con 1 Corintios 14:25.)

      18. ¿Qué efecto ha tenido en muchas personas la norma de buenos modales de los testigos de Jehová?

      18 La norma de modales y el decoro de los Testigos en sus asambleas nacionales e internacionales han tenido como resultado muchos comentarios favorables. Recientemente, en una de esas asambleas en Japón, el guía de un autobús de turismo dijo: “Mientras salían del autobús, todos ustedes, hasta los jovencitos, me dijeron: ‘Muchas gracias’. ¡Eso me hizo muy feliz!”. En otra asamblea, uno de los empleados de una estación de ferrocarril cercana dijo a un Testigo: “Hace poco se efectuó en la Sala del Castillo de Osaka una reunión de unas 12.000 personas; fue un caos total”. Entonces pasó a decir: “Pero ustedes respetan el orden, y eso es un alivio para nosotros. Den nuestros saludos a su dirigente”.

      19. ¿Qué debemos estar resueltos a hacer cada uno de nosotros en cuanto a los modales?

      19 ¿Qué indican esos comentarios? Que los testigos de Jehová en conjunto ‘se portan de manera digna de las buenas nuevas’. ¿Qué se puede decir de nosotros individualmente? Como niños que acuden a un padre amoroso, que todos, jóvenes y viejos, acudamos a nuestro Padre celestial, Jehová, para que se nos enseñe a ser un pueblo de buenos modales, aunque vivamos en medio de un mundo que los desconoce. (Deuteronomio 8:5; Proverbios 3:11, 12.)

      ¿Recuerda usted?

      ◻ ¿Por qué se necesitan los buenos modales como parte de la conducta excelente?

      ◻ ¿Qué buenos modales son apropiados en nuestro lugar de adoración?

      ◻ ¿Cómo podemos desplegar buenos modales en el ministerio del campo?

      ◻ ¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a desarrollar buenos modales?

      ◻ ¿Qué elevada norma de modales debemos esforzarnos por sostener?

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