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  • El autodominio... ¿por qué es tan importante?

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  • El autodominio... ¿por qué es tan importante?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1991
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1991
w91 15/11 págs. 8-13

El autodominio... ¿por qué es tan importante?

“Contribuyendo ustedes en respuesta todo esfuerzo solícito, suministren a su fe, virtud; a su virtud, conocimiento; a su conocimiento, autodominio.” (2 PEDRO 1:5, 6.)

1. ¿Qué extraordinaria demostración de autodominio físico tuvo lugar en el siglo XIX?

NO HAY duda de que Charles Blondin efectuó una de las más asombrosas demostraciones de control del cuerpo humano en la segunda mitad del siglo XIX. Según cierto informe, cruzó las cataratas del Niágara varias veces; primero en 1859, sobre una cuerda floja de 340 metros (1.100 pies) de longitud y a 50 metros (160 pies) sobre el agua. Después de eso, cada vez lo hizo con una demostración diferente de su destreza: con los ojos vendados, en un costal, empujando una carretilla, en zancos, y cargando a un hombre en la espalda. En otro marco de circunstancias, dio saltos mortales en zancos sobre una cuerda tendida a 52 metros (170 pies) del suelo. Mantener tal equilibrio requirió gran autodominio físico. Fama y fortuna recompensaron los esfuerzos del señor Blondin.

2. ¿Qué otros tipos de actividad requieren dominio físico?

2 Aunque sería muy difícil que algunos pudiéramos siquiera tratar de imitar esas demostraciones de destreza, todos podemos ver claramente la importancia del autodominio físico, del gobierno de su cuerpo por uno mismo, en el ejercicio de aptitudes profesionales o en los deportes. Por ejemplo, al describir el virtuosismo del famoso pianista Vladimir Horowitz (ya difunto), cierto músico dijo: “Para mí lo fascinante era una sensación de que se ejercía control total [...], la sensación de que se dominaba una energía increíble”. Otro informe sobre el señor Horowitz mencionó “ocho décadas de dedos veloces en control perfecto”.

3. a) ¿Cuál es la forma más exigente de dominio, y cómo se define? b) ¿Qué significa la palabra griega traducida “autodominio” en la Biblia?

3 Requiere gran esfuerzo desarrollar tales aptitudes. No obstante, es más importante aún, y presenta un desafío mayor, el autodominio. Se ha definido como gobierno o dominio de uno mismo, dominarse, abstenerse —mediante un esfuerzo de la voluntad— de hacer o decir cierta cosa o de manifestar algún sentimiento o estado de ánimo. Como se usa en las Escrituras Griegas Cristianas, la palabra que se traduce “autodominio” en 2 Pedro 1:6 y en otros lugares se ha definido como “la virtud del que domina sus deseos y pasiones, especialmente sus apetitos sensuales”. Al autodominio hasta se le ha llamado “la cumbre del logro humano”.

Por qué es tan importante el autodominio

4. ¿Qué fruto malo ha producido la falta de dominio personal?

4 ¡Qué cosecha ha producido la falta de dominio personal! Muchas de las dificultades actuales del mundo se deben principalmente a eso. Realmente estamos en “los últimos días”, cuando ‘se presentan tiempos críticos, difíciles de manejar’. A menudo los hombres se comportan “sin autodominio” por su avidez, que entre sus formas adopta la de ser “amadores de placeres más bien que amadores de Dios”. (2 Timoteo 3:1-5.) El hecho de que a más de 40.000 individuos se les haya excluido de compañerismo con la congregación cristiana durante el pasado año de servicio, en la mayoría de los casos por lo craso de su conducta incorrecta, nos ha demostrado esta seria verdad. A esos hay que añadir los muchos que recibieron censura, en la mayoría de los casos por inmoralidad sexual, pero en todo caso por no haber ejercido gobierno de sí mismos. También es serio el hecho de que algunos que habían sido ancianos por muchos años perdieran todos sus privilegios de superintendentes por la misma razón.

5. ¿Cómo pudiera ilustrarse la importancia del autodominio?

5 Pudiera utilizarse un automóvil como ilustración de la importancia del autodominio. El automóvil tiene cuatro ruedas que le permiten moverse, un motor potente que puede hacer girar esas ruedas con gran rapidez, y frenos que pueden detenerlas. Con todo, puede ocurrir un desastre a menos que en el asiento del conductor vaya alguien que decida en qué dirección han de ir las ruedas, con cuánta rapidez han de girar y cuándo han de detenerse, por el uso controlado del volante, el acelerador y los frenos.

6. a) ¿Qué criterio sobre el amor bien pudiera aplicarse al autodominio? b) ¿Qué otro consejo debemos tener presente?

6 Nunca está de más recalcar la importancia de saber dominarse uno a sí mismo. Lo que dijo el apóstol Pablo en 1 Corintios 13:1-3 sobre la importancia del amor bien pudiera decirse del autodominio. Sin importar cuán elocuentes seamos como oradores, cuánto conocimiento y fe hayamos adquirido mediante buenos hábitos de estudio, y qué obras estemos efectuando para beneficiar a otros, si no ejercemos dominio sobre nosotros mismos, de nada vale todo. Debemos recordar estas palabras de Pablo: “¿No saben ustedes que los corredores en una carrera todos corren, pero solo uno recibe el premio? Corran de tal modo que lo alcancen. Además, todo hombre que toma parte en una competencia ejerce autodominio en todas las cosas”. (1 Corintios 9:24, 25.) La advertencia de Pablo en 1 Corintios 10:12 nos ayuda a saber dominarnos en todo: “El que piensa que está en pie, cuídese de no caer”.

Ejemplos amonestadores

7. a) ¿Cómo inició a la raza humana en un derrotero descendente el que no se desplegara autodominio? b) ¿Qué otros ejemplos antiguos de la falta de gobierno personal nos dan las Escrituras?

7 Adán, cuando dejó que la emoción, y no la razón, guiara sus acciones, no desplegó autodominio. Como resultado, “el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado”. (Romanos 5:12.) El primer asesinato también se debió a que no se ejerció autodominio, pues Jehová Dios le había advertido a Caín: ‘¿Por qué estás enardecido de cólera, y por qué se te ha decaído el semblante? El pecado está agazapado a la entrada, y ¿lograrás el dominio sobre él?’. Como Caín no llegó a dominar el pecado, asesinó a su hermano Abel. (Génesis 4:6-12.) La esposa de Lot tampoco se supo dominar a sí misma. Sencillamente no pudo resistir la tentación de mirar atrás. ¿Qué le costó el que no pudiera dominarse? Pues, ¡su misma vida! (Génesis 19:17, 26.)

8. ¿Las experiencias de qué tres hombres de la antigüedad nos dan lecciones sobre lo necesario de dominarnos a nosotros mismos?

8 El primogénito de Jacob, Rubén, perdió la primogenitura por no desplegar autodominio. Violó el canapé de su padre al tener relaciones sexuales con una de las concubinas de Jacob. (Génesis 35:22; 49:3, 4; 1 Crónicas 5:1.) Porque Moisés perdió los estribos ante la manera como los israelitas lo pusieron a prueba con su murmuración, queja y rebelión, se le negó el privilegio muy anhelado de entrar en la Tierra Prometida. (Números 20:1-13; Deuteronomio 32:50-52.) Hasta el fiel rey David, ‘un hombre agradable al corazón de Dios mismo’, se metió en una grave dificultad por no haberse dominado en cierta ocasión. (1 Samuel 13:14; 2 Samuel 12:7-14.) Todos estos ejemplos nos dan la sana advertencia de que tenemos que saber dominarnos.

Lo que tenemos que dominar

9. ¿Cuáles son algunos textos bíblicos que destacan la importancia del autodominio?

9 En primer lugar, el autodominio implica nuestros pensamientos y emociones. A estos las Escrituras suelen aludir por el uso figurado de palabras como “corazón” y “riñones”. Aquello en lo que dejamos que se espacie la mente va a ayudar o va a estorbar el esfuerzo que hagamos por agradar a Jehová. Tenemos que saber dominarnos para prestar atención al consejo bíblico de Filipenses 4:8, de continuar considerando cosas que sean verdaderas, castas y virtuosas. El salmista David expresó en oración sentimientos parecidos cuando dijo: ‘Que la meditación de mi corazón llegue a ser placentera delante de ti, oh Jehová, mi Roca y mi Redentor’. (Salmo 19:14.) El décimo mandamiento —no desear nada que pertenezca al semejante— requería que uno dominara sus pensamientos. (Éxodo 20:17.) Jesús subrayó la seriedad de dominar nuestros pensamientos y emociones cuando dijo: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. (Mateo 5:28.)

10. ¿Qué textos bíblicos recalcan la importancia de dominar nuestra habla?

10 El autodominio también tiene que ver con las palabras que usamos, nuestra habla. Muchísimos textos bíblicos nos aconsejan que dominemos la lengua. Por ejemplo: “El Dios verdadero está en los cielos, pero tú estás en la tierra. Por eso deben resultar pocas tus palabras”. (Eclesiastés 5:2.) “En la abundancia de palabras no deja de haber transgresión, pero el que tiene refrenados sus labios está actuando discretamente.” (Proverbios 10:19.) “No proceda de la boca de ustedes ningún dicho corrompido, sino todo dicho que sea bueno para edificación según haya necesidad [...] Que se quiten toda [...] gritería y habla injuriosa, junto con toda maldad.” Y Pablo pasa a aconsejar que desechemos el habla necia y el bromear obsceno. (Efesios 4:29, 31; 5:3, 4.)

11. ¿Cómo aborda Santiago el problema de dominar la lengua?

11 Santiago, medio hermano de Jesús, condena el habla desenfrenada y muestra lo difícil que es dominar la lengua. Dice: “La lengua es un miembro pequeño, y sin embargo hace grandes alardes. ¡Miren! ¡Con cuán pequeño fuego se incendia tan grande bosque! Pues bien, la lengua es un fuego. La lengua constituye un mundo de injusticia entre nuestros miembros, porque mancha todo el cuerpo y enciende en llamas la rueda de la vida natural y es encendida en llamas por el Gehena. Porque toda especie de bestias salvajes así como de aves y de cosas que se arrastran y de criaturas marinas ha de ser domada y ha sido domada por el género humano. Pero la lengua, nadie de la humanidad puede domarla. Cosa ingobernable y perjudicial, está llena de veneno mortífero. Con ella bendecimos a Jehová, sí, al Padre, y, no obstante, con ella maldecimos a hombres que han llegado a la existencia ‘a la semejanza de Dios’. De la misma boca salen bendición y maldición. No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera”. (Santiago 3:5-10.)

12, 13. Mencione textos bíblicos que muestran la importancia de dominar nuestras acciones y nuestra conducta.

12 Por supuesto, el autodominio se relaciona con nuestras acciones. Un aspecto en que tenemos que ejercer gran dominio de nosotros mismos es al tratar con personas del sexo opuesto. A los cristianos se les manda: “Huyan [...] de la inmoralidad sexual”. (1 Corintios 6:18, Versión Popular.) A los esposos se les amonesta que limiten su interés sexual a sus propias esposas, pues se les dice en parte: “Bebe agua de tu propia cisterna, y chorrillos que salgan de en medio de tu propio pozo”. (Proverbios 5:15-20.) Se nos dice francamente que “Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros”. (Hebreos 13:4.) El autodominio es especialmente necesario en el caso de los que quieren cultivar el don de la soltería. (Mateo 19:11, 12; 1 Corintios 7:37.)

13 Jesús lo resumió todo en cuanto a nuestras acciones para con nuestro semejante cuando dio lo que por lo general se ha llamado la “regla áurea”: “Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos; esto, de hecho, es lo que significan la Ley y los Profetas”. (Mateo 7:12.) En realidad tenemos que desplegar dominio de nosotros mismos para no dejar que nuestras tendencias egoístas ni presiones o tentaciones externas hagan que tratemos a otros de forma diferente a como quisiéramos que ellos nos trataran.

14. ¿Qué aconseja la Palabra de Dios en relación con el alimento y la bebida?

14 Luego está el asunto del dominio personal en relación con el alimento y la bebida. La Palabra de Dios da el sabio consejo: “No llegues a estar entre los que beben vino en exceso, entre los que son comedores glotones de carne”. (Proverbios 23:20.) Jesús advirtió, particularmente respecto a nuestros días: “Presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso, y por las inquietudes de la vida, y de repente esté aquel día sobre ustedes instantáneamente como un lazo”. (Lucas 21:34, 35.) Sí, el autodominio tiene que ver con nuestros pensamientos y sentimientos, así como con lo que decimos y hacemos.

Por qué es un desafío tan grande el autodominio

15. ¿Cómo muestran las Escrituras que la oposición de Satanás a que los cristianos ejerzan dominio de sí mismos es real?

15 No es fácil desarrollar autodominio, porque, como todo cristiano sabe, hay tres fuerzas poderosas que se oponen a que despleguemos esa cualidad. Para empezar tenemos a Satanás y sus demonios. Las Escrituras hacen definitivamente claro que estos existen. Por eso leemos que “Satanás entró en” Judas precisamente antes de que este saliera a traicionar a Jesús. (Juan 13:27.) El apóstol Pedro preguntó a Ananías: “¿Por qué te ha envalentonado Satanás a tratar con engaño al espíritu santo[?]”. (Hechos 5:3.) Fue muy apropiado que Pedro también advirtiera: “Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien”. (1 Pedro 5:8.)

16. ¿Por qué tienen los cristianos que saberse dominar con relación a este mundo?

16 Los cristianos, en sus esfuerzos por desplegar autodominio, también tienen que hacer frente a este mundo, que yace “en el poder del inicuo”, Satanás el Diablo. En cuanto a este mundo, el apóstol Juan escribió: “No estén amando ni al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; porque todo lo que hay en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo. Además, el mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. A menos que nos sepamos dominar y resistamos enérgicamente toda tendencia a amar al mundo, sucumbiremos a su influencia, como le ocurrió a Demas, ex colaborador de Pablo. (1 Juan 2:15-17; 5:19; 2 Timoteo 4:10.)

17. ¿Qué dificultad respecto al autodominio es innata en nosotros?

17 Como cristianos, también necesitamos autodominio para tener éxito en nuestra contienda con nuestros propios defectos y debilidades carnales heredados. No podemos eludir el hecho de que “la inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud”. (Génesis 8:21.) Al igual que el rey David, ‘con error fuimos dados a luz con dolores de parto, y en pecado nos concibieron nuestras madres’. (Salmo 51:5.) El niño recién nacido no sabe nada de dominarse a sí mismo. Cuando quiere algo, simplemente sigue llorando hasta que lo consigue. Cierto informe sobre la educación infantil dice: ‘Los niños razonan de forma totalmente diferente a como lo hacen los adultos. Los niños son egocéntricos y con frecuencia indiferentes a la más lógica persuasión porque no pueden “ponerse en el lugar de otra persona”’. En verdad, “la tontedad está atada al corazón del muchacho”. Con todo, si se aplica “la vara de la disciplina” el niño va aprendiendo que hay reglas que tiene que obedecer, y que es necesario poner freno al egoísmo. (Proverbios 22:15.)

18. a) De acuerdo con Jesús, ¿qué tendencias residen en el corazón figurativo? b) ¿Qué palabras de Pablo muestran que se daba cuenta de lo difícil que es ejercer autodominio?

18 Sí, nuestras tendencias egoístas innatas nos presentan un desafío en lo que toca a saber dominarnos. Esas tendencias residen en el corazón figurativo, respecto al cual Jesús dijo: “Del corazón salen razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias”. (Mateo 15:19.) Por eso Pablo escribió: “Lo bueno que deseo no lo hago, pero lo malo que no deseo es lo que practico. Ahora, pues, si lo que no deseo es lo que hago, el que lo obra ya no soy yo, sino el pecado que mora en mí”. (Romanos 7:19, 20.) Sin embargo, no se trataba de una batalla perdida, pues Pablo también escribió: “Aporreo mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo no llegue a ser desaprobado de algún modo”. El que él aporreara su cuerpo exigió que ejerciera autodominio. (1 Corintios 9:27.)

19. ¿Por qué tenía razón Pablo al decir que aporreaba su cuerpo?

19 Bien podía decir Pablo que aporreaba su cuerpo, pues muchos factores físicos, tales como la hipertensión arterial, los nervios en mal estado, la falta de sueño, los dolores de cabeza, la indigestión, y así por el estilo, complican el ejercicio de autodominio. En el artículo que sigue consideraremos cualidades y ayudas que pueden contribuir a que sepamos dominarnos.

¿Recuerda usted?

◻ ¿Por qué es importante el autodominio?

◻ ¿Cuáles son algunos ejemplos de personas que se perjudicaron por no saber dominarse?

◻ ¿En qué aspectos debemos ejercer dominio de nosotros mismos?

◻ ¿Qué tres enemigos dificultan el ejercer autodominio?

[Fotografía de Charles Blondin en la página 8]

[Reconocimiento]

Historical Pictures Service

[Fotografía en la página 10]

Los cristianos tienen que ejercer autodominio respecto al alimento y la bebida

[Fotografía en la página 11]

El saber dominarnos nos ayuda a abstenernos del dañino chismear

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