Estudio 7
El estudio recompensa
1. ¿Para qué nos prepara el estudio?
1 ¿Quisiera ver aumentar su fe, sentir que su amor a Dios se hace más fuerte, disfrutar de mayor discernimiento y de más fruto por sus esfuerzos ministeriales? El progreso que logre en todos estos respectos depende hasta un grado considerable de lo que haga en cuanto a estudio personal y de familia. Ese estudio es parte esencial de nuestra vida como cristianos. No solo nos equipa para servir a Dios ahora, sino que es parte de la preparación para la vida en el nuevo mundo de Dios. ¿Estudia usted personalmente como debe hacerlo?—Mat. 4:4.
2, 3. ¿De qué manera podemos hallar tiempo para estudiar?
2 El hallar tiempo adecuado para estudiar es con frecuencia un problema, pero no uno que no se pueda resolver. Si usted se da cuenta de que es necesario mejorar su programa de estudio, analice su horario semanal de actividades. No es probable que encuentre mucho tiempo que no esté siendo usado ya. Pero la Biblia nos insta a ‘comprar el tiempo,’ sacándolo de otras cosas que hacemos. (Efe. 5:15-17) Si tiene un aparato de televisión, ¿por qué no lleva un registro del tiempo que pasa mirando la televisión durante la semana? Es posible que se sorprenda de la cantidad de tiempo que se usa de ese modo. ¿Cuánto tiempo pasa usted “charlando” por teléfono, visitando a sus vecinos o leyendo el periódico o revistas mundanas? ¿Pudiera dirigirse parte de este tiempo cada semana a uno o más períodos de estudio que serían de provecho duradero? Ese estudio usted lo puede hacer durante el día, en la noche o en cualquier tiempo que le sea mejor. Por lo general uno halla tiempo para las cosas que le son más importantes, y no cabe duda de que el estudio de la Palabra de Dios es una de “las cosas más importantes” para la persona que estima su relación con Jehová.—Fili. 1:9-11; Pro. 2:1-5.
3 Aunque al principio quizás le sea difícil acostumbrarse a observar su tiempo de estudio y concentrarse en estudiar, con el tiempo se hará más fácil y disfrutará más de él. Pero es necesario que usted aprecie su importancia, aparte tiempo para hacerlo con regularidad y haga un esfuerzo sincero.
4, 5. ¿Qué abarca el estudio, y por qué es apropiado empezar las sesiones de estudio con oración?
4 El estudio debe hacerse con el fin de poder recordar y explicar con claridad el material. La lectura hecha sin plan, aunque tiene un lugar apropiado en nuestra vida, no es estudio. El estudio exige investigación, pensamiento y aplicación. No tenga planes de abarcar más material del que pueda abarcar eficazmente, pues el estudio le será somero y no galardonador. Más bien, permítase tiempo para investigación y meditación. No obstante, haga planes para abarcar suficiente material como para ver que realmente está logrando algo.
5 El estudiante cristiano no confía en que él mismo puede hallar la manera de penetrar en las cosas profundas de la Palabra de verdad de Dios. Se da cuenta de que necesita la ayuda del espíritu santo de Dios, la organización de Dios compuesta de siervos devotos, y la Palabra misma. Por eso es apropiado buscar la bendición sobre los períodos de estudio por medio de la oración.—Sant. 1:5; Luc. 11:9-13.
6, 7. ¿Qué sugerencias útiles pudieran utilizarse con el fin de obtener mayor provecho de la lectura bíblica por el grupo familiar?
6 Estudio bíblico. En la Escuela del Ministerio Teocrático por lo general hay arreglos que indican que cada semana se lea cierta porción de la Biblia. A menudo esto se puede hacer como grupo familiar, leyendo un capítulo o dos de la Biblia en la noche. Para obtener provecho de esta lectura, es una ayuda el que después de cada párrafo la persona que lee o alguien del grupo comente sobre el pensamiento clave del párrafo. Si es usted mismo quien lee el material, pause un momento y piense en el pensamiento que se expresa, cómo encaja en el resto del capítulo y cómo lo afecta a usted personalmente.
7 Al terminar la lectura de la Biblia, si algunos puntos no están claros, sería bueno dedicar algún tiempo a investigarlos. Quizás el pensamiento o el sentido de cierto texto en particular no se le haya hecho claro a usted. ¿Cómo puede conseguir más información sobre ese texto? Primero, podría buscar en el índice de textos del Índice de las publicaciones Watch Tower para hallar lugares donde se haya explicado el texto. Si su pregunta tiene que ver con una expresión particular que se encuentra en el texto, tal como “santificación” o “Babilonia la Grande,” usted pudiera hallar más comentarios consultando el índice de materias del Índice de las publicaciones Watch Tower que haya en su biblioteca. El mismo procedimiento se puede seguir para obtener información acerca de una persona o un lugar mencionado en la Biblia. Usted también puede hallar información acerca de personas y lugares en la obra Perspicacia para comprender las Escrituras, o por medio de sencillamente consultar el índice alfabético de textos bíblicos en la parte posterior de la Biblia y entonces buscar las referencias bíblicas que se dan.
8, 9. ¿Cómo podemos hallar respuestas a preguntas bíblicas, y qué debemos buscar además de las respuestas?
8 Investigación para buscar respuestas. A veces puede suceder que en una revisita o en un estudio bíblico surja una pregunta de cuya respuesta usted no esté seguro. La investigación acerca de esas preguntas se puede hacer durante su período de estudio en el hogar. De este modo usted se asegurará de estar “manejando la palabra de la verdad correctamente.” (2 Tim. 2:15) Por lo general, con un poco de esfuerzo se puede encontrar una respuesta satisfactoria. Ante todo, si es la explicación de un texto bíblico lo que se necesita, asegúrese de leer el contexto. ¿De qué trata la información circundante, y, por lo tanto, qué significado tiene el texto que se considera? Habiéndose asegurado, usted está listo para buscar en el índice de textos del Índice de las publicaciones Watch Tower por más ayuda. ¿Tiene que ver la pregunta con doctrina o profecía, o se relaciona con la aplicación de principios bíblicos a la vida del estudiante? Tanto el índice de materias como el de textos bíblicos del Índice de las publicaciones Watch Tower pueden ayudarle a hallar la información que necesita.
9 Cuando esté seguro de que tiene la respuesta, pregúntese qué pruebas tiene de ello. ¿Es su respuesta solo una declaración de hechos que pudiera parecer dogmática al que le oyera, o ve usted la razón que hay para las conclusiones que se presentan en las publicaciones de la Sociedad? ¿Puede demostrar que es respuesta cierta? La persona a quien usted visita pudiera desear que le explicara las razones que tiene para sus conclusiones o que diera apoyo bíblico. ¿Podría usted ilustrar el punto? ¿Tiene presentes preguntas que guíen el pensamiento que pueda usar para ayudar al estudiante a llegar a la conclusión correcta? El que usted estudie el asunto le ayudará a equiparse para presentar la respuesta con eficacia.
10, 11. Dé sugerencias sobre cómo prepararse para el estudio de La Atalaya y el estudio de libro de congregación.
10 Preparándose para el estudio de “La Atalaya.” En algunos países La Atalaya no se puede obtener con regularidad debido a oposición a la actividad de los testigos de Jehová. En esos lugares los hermanos tienen que repasar números ya pasados de la revista o apoyarse en lo que recuerdan de estudios anteriores. ¿Puede usted recordar los puntos sobresalientes de números recientes de La Atalaya que haya estudiado? Debemos estudiar con el fin de recordar el material para aplicarlo más tarde, ya sea en nuestra propia vida o en el ministerio del campo.
11 Es ventajoso leer la revista de principio a fin al momento de recibirla, obteniendo así una vista general del material. Entonces, algún tiempo antes del estudio del material por la congregación, es bueno repasarlo personalmente o considerarlo como familia. Al hacer esto, primero note el tema del artículo, el texto clave y los encabezamientos secundarios en letras de trazos gruesos de cada artículo. Esto le da una vista general del asunto o materia y le ayudará a comprender la relación que tienen con él los detalles de cada párrafo. Ahora lea la lección completa párrafo por párrafo, buscando las respuestas a las preguntas y subrayando solo los puntos claves para remitirse a ellos en el futuro. Al terminar cada párrafo, si descubre que no puede contestar la pregunta en sus propias palabras, sería bueno leer el párrafo de nuevo para poder hacerlo. Preste atención a las razones bíblicas que hay para las respuestas que se dan, buscando los textos citados y notando especialmente aquellos sobre los cuales usted quisiera comentar en la reunión. Al completar todos los párrafos que se presentan bajo un encabezamiento secundario, pause brevemente y repase cómo ha contribuido ese material al desarrollo del asunto entero. Haga esto de nuevo al fin del artículo. Pregúntese dónde usted podrá usar lo que ha aprendido, cómo afecta su propia vida o cómo lo explicaría a otra persona. De este modo no estará simplemente marcando respuestas, sino adquiriendo tanto sabiduría como entendimiento. (Pro. 4:7) Y disfrutará mucho más del estudio de La Atalaya con la congregación. El mismo procedimiento se puede seguir al prepararse para el estudio de libro de congregación.
12-14. ¿Por qué es muy importante el estudio de familia, y qué material pudiera considerarse?
12 Estudio de familia. Sobre todo, asegúrese de que sus arreglos de estudio incluyan a su familia de modo que cada miembro de ésta obtenga pleno provecho. ¿Sería amoroso el que el cabeza de una familia estudiara cuidadosamente mientras su esposa e hijos estuvieran muriéndose de inanición espiritual? No es solo físicamente, sino también espiritualmente que el cabeza de familia tiene la obligación de ‘proveer para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa.’ (1 Tim. 5:8) Lo sabio de suministrar educación bíblica desde temprano a los hijos de uno se ve por el consejo de Proverbios 22:6: “Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.” No piense que su hijo es demasiado joven para beneficiarse del arreglo. Desde la infancia los niños aprenden. (2 Tim. 3:15) Los miembros de familia que progresan más rápidamente son a menudo los que tienen como práctica tener un período de lectura y estudio como familia. La regularidad es de suma importancia.
13 ¿Considera usted el texto diario con su familia, dejando que comenten y haciendo preguntas para asegurarse de que entiendan? Esto puede suministrar abundante alimento espiritual para su familia. Muchas familias lo hacen a la hora de las comidas. Además, cada familia debe apartar un tiempo con regularidad cada semana para estudio más extenso como familia. Puede ser una noche o cualquier otro tiempo apropiado. Se necesita tiempo suficiente para llegar a tener un entendimiento satisfactorio de muchos asuntos bíblicos, explorar sus diferentes aspectos y grabarlos en el corazón. El estudio regular de familia hace que todos obtengan beneficio de ese estudio juntos. ¿Tiene usted un estudio de familia de esa índole? Si no es cosa regular en su hogar, ¿por qué no considerar el asunto con toda la familia hoy y dar pasos definitivos para hacer de esto una parte de su vida?—Efe. 6:4; Deu. 6:4-7.
14 Si los niños son de edad bastante tierna, es bueno incluir entre lo que van a estudiar juntos material que sea entendible y útil para ellos. Pero hasta el material más difícil se puede considerar de manera que envuelva la participación de los jóvenes por medio de alguna pregunta sencilla a veces acerca de un punto que ellos puedan entender. Muchas familias preparan la lección de La Atalaya durante su tiempo de estudio como familia. Pero cualquier material que convenga a las necesidades de la familia puede usarse como base para el estudio. Ese entrenamiento edifica fuertes vínculos familiares así como aprecio espiritual.
15-17. ¿Cuáles son las recompensas del estudio regular?
15 Las recompensas de la diligencia. Una recompensa inmediata del estudio diligente es mejoramiento de la memoria por medio del ejercicio y el estímulo. En el ministerio del campo y en las reuniones de congregación se hace más fácil recordar puntos que se han estudiado y comentar sobre ellos. Descubrimos que podemos contestar casi de memoria las preguntas de las personas recientemente interesadas, y rápidamente dar con los textos que apoyan nuestros comentarios. Pero más que eso, el estudio nos da un conocimiento más rico y completo de la Palabra de Dios. Nos da una fe más fuerte, un discernimiento más claro de los principios bíblicos y un aumento de gozo al servir a Jehová.—Heb. 5:14
16 Las personas sabias ponen en primer lugar en su vida los asuntos que tienen que ver con su vida espiritual. Asuntos de menos importancia quizás tengan que dejarse debido a falta de tiempo, pero nunca el estudio de la Palabra de vida. Es a los que adoptan este punto de vista que Jehová promete que ‘me dejaré hallar de ti.’ (1 Cró. 28:9) Esto será particularmente cierto si usted no estudia solamente para adquirir conocimiento y almacenarlo en la cabeza, sino para alimentar su corazón. Que su amor y su aprecio a Jehová y sus obras maravillosas crezcan mientras usted estudia su Palabra.
17 El verdadero propósito del estudio por los ministros de Dios se revela claramente en esta oración del apóstol Pablo, registrada en Colosenses 1:9, 10 (New World Translation): “Que sean llenos del conocimiento exacto de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que anden de una manera digna de Jehová a fin de que le agraden plenamente mientras sigue llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento exacto de Dios.”