7D “Pacto” usado en el antiguo sentido hebreo
Heb 9:16.—Gr.: διαθήκη (di·a·thé·ke)
1859 |
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Escrituras del Nuevo Pacto, Nueva York. La Unión Bíblica Americana. |
1897 |
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The Emphasised Bible, por J. B. Rotherham, Cincinnati. |
1963 |
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Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas, Brooklyn. |
La palabra di·a·thé·ke aparece 33 veces en el texto griego, a saber, en Mt 26:28; Mr 14:24; Lu 1:72; 22:20; Hch 3:25; 7:8; Ro 9:4; 11:27; 1Co 11:25; 2Co 3:6, 14; Gál 3:15, 17; 4:24; Ef 2:12; Heb 7:22; 8:6, 8, 9, 9, 10; 9:4, 4, 15, 15, 16, 17, 20; 10:16, 29; 12:24; 13:20; Rev 11:19. La Traducción del Nuevo Mundo vierte la palabra griega di·a·thé·ke “pacto” en estos 33 lugares.
La palabra di·a·thé·ke aparece siete veces en citas de las Escrituras Hebreas, a saber, en Ro 11:27 (de Isa 59:21); Heb 8:8 (de Jer 31:31), Heb 8:9 (dos veces, de Jer 31:32), Heb 8:10 (de Jer 31:33); Heb 9:20 (de Éx 24:8); Heb 10:16 (de Jer 31:33). En estos textos citados, la palabra hebrea en M es ברית (beríth, “pacto”), y la palabra griega en LXX es διαθήκη (di·a·thé·ke).
Aunque el significado obvio de di·a·thé·ke en las Escrituras Griegas Cristianas coincide con el sentido hebreo antiguo de “pacto”, muchos traductores modernos vierten di·a·thé·ke en Heb 9:16, 17 “testamento”. Así indican que el escritor del libro de Hebreos pretendió cambiar el significado de esta palabra griega.
Sin embargo, la Cyclopedia of Biblical, Theological, and Ecclesiastical Literature, por John McClintock y James Strong, Grand Rapids, Michigan, reimpresión de 1981, tomo II, p. 544, declara: “Puesto que la Sept. había vertido בְּרִית (que nunca significa testamento, sino siempre pacto o acuerdo) por διαθήκη consecuentemente a través del A. T., se supondría naturalmente que los escritores del N. T., al adoptar aquella palabra, tendrían la intención de comunicar a sus lectores, la mayoría de los cuales estaban familiarizados con el A. T. griego, la misma idea. [...] En el pasaje ciertamente difícil de Heb. ix, 16, 17 muchos comentaristas han creído que la palabra διαθήκη requiere obligadamente el significado de testamento. Por otro lado, sin embargo, se puede alegar que, además de lo que ya se ha dicho en cuanto al significado usual de la palabra en el N. T., la palabra aparece dos veces en el contexto, donde su significado tiene que ser necesariamente el mismo que la traducción de בְּרִית, y en el sentido indiscutible de pacto (comp. διαθήκη καινή [di·a·thé·ke kai·né, “nuevo pacto”], Heb. ix, 15, con la misma expresión en Heb viii, 8; y διαθήκη, Heb ix, 16, 17, con v. Heb 9:20, y Éxo. xxiv, 8)”.
De igual manera, B. F. Westcott, copartícipe en la preparación del texto griego de Westcott y Hort, en su obra The Epistle to the Hebrews, Londres, 1892, p. 300, escribió lo siguiente:
“La prueba bíblica, entonces, en la medida que es clara, favorece plenamente el sentido de ‘pacto’, con la limitación necesaria del sentido de la palabra con relación a un pacto Divino. Cuando pasamos a la consideración del sentido de διαθήκη en c. Heb ix. 15 ss, se precisa una declaración preliminar. Hay muy estrecha conexión en los vv. Heb 9:15—18: v. 16 ὅπου γάρ [hó·pou gar, “Porque donde”] [...]: v. 18 ὅθεν οὐδέ [hó·then ou·dé, “Por consiguiente, ni”]. [...]
”Esta conexión hace muy difícil suponer que la palabra clave (διαθήκη) se usa con diferentes sentidos en estos versículos, y especialmente que la característica de una clase particular de διαθήκη, esencialmente diferente del πρώτη διαθήκη [pró·te di·a·thé·ke, “pacto anterior”] de los vv. 15, 18, debería presentarse en el v. 16. Porque es imposible sostener que los sacrificios con que fue inaugurado el Viejo Pacto pudieran explicarse con la suposición de que este fuera un ‘Testamento’. Tampoco parece que se le pudiera llamar ‘Testamento’ en sentido alguno.
”Por eso, es muy razonable concluir que διαθήκη tiene el mismo sentido en todo lugar, y que el sentido es el que, a no ser por esta excepción, es el sentido universal: ‘pacto’, a menos que haya argumentos de gran peso contra tal punto de vista”.
Por lo tanto, en Heb 9:16, 17 la palabra griega di·a·thé·ke tiene el mismo significado que en los versículos del contexto, a saber, “pacto”, en correspondencia con la palabra hebrea beríth. Estos versículos son parte de la consideración, por el apóstol, del pacto de la Ley de Moisés en comparación con su antitipo, el nuevo pacto. Pablo dice que el mediador (el “[humano] que hace el pacto”) muere para que el pacto llegue a ser legal y sea forzoso cumplirlo. En el caso del pacto de la Ley, las víctimas animales tomaron el lugar de Moisés —el mediador del pacto de la Ley—, y la sangre de ellas sustituyó a la de él para legalizar y poner en vigor el pacto. De manera correspondiente, en el caso del nuevo pacto, Jesucristo —el mediador del nuevo pacto— en realidad dio su vida humana perfecta en sacrificio. Como resultado del derramamiento de su sangre, el nuevo pacto quedó validado. (Heb 9:17.)
a Traducción del inglés.