Infórmese bien

Obtener información exacta sobre algunos hechos no es tarea fácil. Los gobiernos y las compañías dicen verdades a medias. Los medios de comunicación a menudo prometen ser objetivos, pero no lo cumplen. Los médicos no siempre explican cuáles son los efectos secundarios de los medicamentos que recetan. ¿Hay alguna forma de obtener información fidedigna?

Muchas personas aclamaron la llegada de Internet como un medio de acceder a fuentes confiables de todo el mundo. Esto es cierto, desde luego, si se sabe dónde hacer clic con el ratón. “Bien utilizada, puede educar a más gente y con mayor rapidez que cualquier otro medio. Mal utilizada, puede embrutecerla con la misma rapidez”, dijo un editorial del periódico The New York Times.

El editorial añadía: “Como Internet está rodeada de un aura de ‘tecnología’, los incultos confían aún más en ella. No se dan cuenta de que, si no tienen cuidado, puede ser como una cloaca: un conducto electrónico por el que circula información sin filtrar ni depurar”. Lamentablemente, como se indicó en dicho artículo, no hay ningún programa de computadora que elimine toda la basura.

Cualquiera puede poner lo que desee en la Red, en una revista o en un libro. Por tal razón, debemos tener criterio y documentarnos bien para no creer ingenuamente todo lo que leemos. Si deseamos obtener información exacta, hemos de asegurarnos de que recurrimos a fuentes confiables. Quizá nos lleve tiempo hacerlo, pero conocer mejor un asunto nos permitirá pensar con sensatez, formarnos una opinión acertada y estar seguros antes de tomar una decisión importante.