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¿Cómo explico la postura de la Biblia sobre la homosexualidad?Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 1)
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CAPÍTULO 23
¿Cómo explico la postura de la Biblia sobre la homosexualidad?
En una ceremonia de entrega de premios, dos famosas actrices se dieron un apasionado beso. Tras la sorpresa inicial, el público estalló en gritos y aplausos. Mientras que los escépticos lo vieron como un truco publicitario, la comunidad gay lo consideró un triunfo. El video del beso se repitió una y otra vez en los noticieros y ocupó por varios días el primer puesto en las búsquedas por Internet.
ESTE es un ejemplo de todo el interés que genera la noticia de que alguien famoso insinúe o declare abiertamente que es homosexual o bisexual. Las reacciones de la gente van desde aplaudir a estas personas por su valor hasta condenarlas por degeneradas. Y a medio camino quedan los que consideran la homosexualidad un estilo de vida alternativo. “Cuando iba a la escuela, hasta los chicos que no eran homosexuales pensaban que si tenías algún problema con la homosexualidad, era porque tenías prejuicios y te creías mejor que los demás”, comenta Daniel, de 21 años.
Hay distintas opiniones con respecto a este tema, y pueden variar según la edad y la cultura. Los cristianos, sin embargo, no podemos ser “llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza” (Efesios 4:14). Tenemos que respetar el punto de vista de la Biblia.
Pero ¿cuál es la postura de la Biblia sobre la homosexualidad? Y si tu deseo es vivir de acuerdo con las normas morales de la Palabra de Dios, ¿cómo deberías responder a quienes te tratan de intolerante, o incluso de homofóbico? A continuación analizaremos algunas preguntas y objeciones que te pudieran presentar y cómo podrías responder.
“¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?”
“Dice claramente que Dios estableció que las relaciones sexuales tendrían lugar entre un hombre y una mujer que, además, estarían casados (Génesis 1:27, 28; Levítico 18:22; Proverbios 5:18, 19). La Biblia condena la fornicación, es decir, tener relaciones con alguien que no sea tu cónyuge o con alguien de tu mismo sexo (Gálatas 5:19-21).”a
“¿Qué opinas tú de los homosexuales?”
“No tengo nada en contra de ellos como personas, pero no me parece bien lo que hacen.”
No lo olvides: tú has escogido vivir según el código moral de la Biblia y también tienes derecho a que se respete tu elección (Josué 24:15). No hay nada de que avergonzarse (Salmo 119:46).
“¿No deberían los cristianos respetar a todas las personas, sin importar su orientación sexual?”
“Obvio. La Biblia dice que hay que respetar a todo el mundo (1 Pedro 2:17, El libro del Pueblo de Dios). Por eso, los cristianos no odiamos a los homosexuales, sino que los tratamos con bondad y con respeto, como a todas las demás personas (Mateo 7:12).”
“Pero decir que la homosexualidad es algo malo, ¿no es una forma de fomentar el prejuicio contra la comunidad gay?”
“No, para nada. Yo estoy en contra de la conducta, y no de las personas.”
Podrías agregar: “También estoy en contra de fumar; me da asco. Pero si tú fumas, no te voy a odiar por eso. Y sé que tú tampoco me vas a odiar porque mi opinión sobre el cigarrillo sea diferente a la tuya, ¿verdad? Bueno, lo mismo pasa con la homosexualidad: opinamos diferente”.
“¿Acaso Jesús no fomentó la tolerancia? ¿No deberían ser los cristianos más abiertos con la homosexualidad?”
“Jesús no enseñó que haya que aceptar cualquier estilo de vida. Lo que él enseñó es que la salvación se ofrece a ‘todo el que ejerce fe en él’ (Juan 3:16). Y la fe se demuestra obedeciendo las normas morales de Dios, entre ellas, la que prohíbe la homosexualidad (Romanos 1:26, 27).”
“Los homosexuales no pueden cambiar; nacieron así.”
“La Biblia no entra en el tema de la genética de los homosexuales, aunque sí reconoce que hay características que pueden estar muy arraigadas en una persona (2 Corintios 10:4, 5; Efesios 2:3). Pero no porque existan personas que tengan cierta inclinación hacia la homosexualidad, deja de condenar esa práctica.”
Evita enredarte en una discusión sobre qué hay detrás de los deseos homosexuales. Más bien, trata de concentrarte en los actos, que son lo que condena la Biblia. Puedes hacer esta comparación: “Mucha gente dice que la violencia tiene causas genéticas (Proverbios 29:22). Aun así, la Biblia condena la conducta agresiva (Salmo 37:8; Efesios 4:31). ¿Te parece que eso es injusto solo porque hay personas que supuestamente son violentas por naturaleza?”.
“¿Cómo puede exigirle Dios a un homosexual que ignore sus sentimientos? ¿No sería eso una crueldad?”
“Bueno, ese razonamiento parte de una idea equivocada: la de que hay que obedecer sí o sí los impulsos sexuales. Dios, en cambio, tiene una opinión más alta de los seres humanos. La Biblia dice que, si quieren, pueden controlar esos impulsos (Colosenses 3:5).”
“Tendrías que ver la homosexualidad con buenos ojos aunque tú no la practiques.”
“Supongamos que a ti te parece bien el juego por dinero y a mí no. ¿Me dirías que tengo que verlo como algo bueno solo porque a mucha gente le gustan las apuestas?”
Recuerda que los homosexuales —como casi todo el mundo— se guían por un código ético. Seguro que hay ciertas prácticas que condenan, como la corrupción, las injusticias o las guerras. Esas mismas cosas son condenadas en la Biblia; solo que en ella se prohíben además algunas prácticas sexuales (1 Corintios 6:9, 10).
La Biblia no fomenta una mentalidad estrecha ni promueve el prejuicio. Simplemente establece el mismo principio para todos, sean homosexuales o heterosexuales: “Huyan de la fornicación” (1 Corintios 6:18).
Hay millones de personas que para vivir según esta norma bíblica reprimen sus deseos sexuales, por más tentaciones que se les presenten. Entre ellos se cuentan heterosexuales que están solteros y no tienen muchas probabilidades de casarse, y otros que están casados con alguien incapaz de tener relaciones. Pero no por eso son infelices. Así pues, quienes tienen inclinaciones homosexuales también pueden ser felices viviendo según las normas de Jehová Dios (Deuteronomio 30:19).
HALLARÁS MÁS INFORMACIÓN EN EL CAPÍTULO 28 DEL SEGUNDO VOLUMEN
Algunas chicas creen que la relación con su novio mejorará si se acuestan con él. ¡Grave error! Averigua por qué.
[Nota]
a La palabra griega que se traduce “fornicación” abarca tanto el coito normal como masturbar a otra persona y practicar el sexo oral o anal.
TEXTO BÍBLICO CLAVE
“Amortigüen [o controlen], por lo tanto, los miembros de su cuerpo [...] en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría.” (Colosenses 3:5)
UNA SUGERENCIA
Aunque te incomode la conducta de otras personas, no adoptes un tono santurrón. Los demás tienen tanto derecho como tú a escoger qué creer.
¿SABÍAS ESTO?
En el siglo primero hubo personas que fueron homosexuales antes de ser cristianos, pero que pudieron dejar atrás esas prácticas y quedar limpios ante Dios (1 Corintios 6:9-11).
¡MANOS A LA OBRA!
Si alguien me dice que la postura de la Biblia sobre la homosexualidad es anticuada, le contestaré esto: ․․․․․
Para dejar claro que no apruebo la conducta homosexual pero que no tengo nada contra la persona, diré esto: ․․․․․
¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
● ¿Por qué tiene Dios derecho a fijar normas morales a los seres humanos?
● ¿En qué te beneficia obedecerlas?
[Comentario de la página 170]
“A un compañero de clase le molestaba que yo no aprobara su estilo de vida. Pero le expliqué que no tenía nada contra él como persona. Además, vio que no era solo la homosexualidad lo que rechazaba, sino todas las prácticas inmorales e injustas. Entonces empezó a respetarme y hasta defenderme si otros me criticaban.” (Adriana)
[Recuadro de la página 168]
¿qué hay de la bisexualidad?
Ser bisexual está cada vez más de moda, en especial entre las chicas. En algunos casos, todo empieza por curiosidad. “Si el cine, la televisión y las canciones promueven que una chica se bese con otra —comenta Lisa, de 26 años—, muchas adolescentes querrán probarlo también; más aún cuando no les parece que esté mal.”
En otros casos, la atracción va en serio. Vicky, de 13 años, cuenta: “Conocí dos chicas bisexuales en una fiesta, y una amiga me dijo después que les caí bien. Con el tiempo, una de ellas y yo empezamos a mandarnos mensajes de texto, y descubrí que me estaba enamorando”.
¿Has pasado por algo similar? Muchos te aconsejarán que aceptes tus inclinaciones y declares abiertamente que eres bisexual. Pero debes tener presente que la atracción por alguien del mismo sexo por lo general es una etapa pasajera. Eso terminó descubriendo Vicky. Lo mismo le ocurrió a Lisette, de 16 años. Ella menciona: “Me hizo bien hablar con mis padres de lo que estaba sintiendo. Además, aprendí en las clases de Biología que durante los años de la adolescencia los niveles hormonales varían mucho. Estoy convencida de que si los jóvenes supieran más sobre cómo funciona su cuerpo, entenderían que la atracción por alguien de su mismo sexo es temporal y no se sentirían tan presionados para ser homosexuales”.
Si crees que tus sentimientos están muy arraigados y no son algo pasajero, no te desesperes. La Biblia te propone un objetivo realista: resolverte a no dejar que tus deseos te lleven a hacer algo que está mal.
[Ilustración de la página 169]
Los cristianos tenemos el valor de ir contra la corriente
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¿Podré vencer el hábito de la masturbación?Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 1)
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CAPÍTULO 25
¿Podré vencer el hábito de la masturbación?
“Empecé a masturbarme a los ocho años. Más tarde supe qué pensaba Dios y a partir de ese momento, cada vez que recaía, me sentía muy mal. ‘Dios nunca me va a querer’, me decía a mí mismo.” (Luis)
EN LA pubertad, los impulsos sexuales se vuelven tan fuertes que hacen que muchos jóvenes caigan en la masturbación.a Habrá quien te diga que no es tan grave, que nadie sale perjudicado. Sin embargo, existen buenas razones para que evites esta práctica. Fíjate en la recomendación que hizo el apóstol Pablo: “Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo [...] en cuanto a [...] apetito sexual” (Colosenses 3:5). Lo cierto es que la masturbación ni amortigua ni elimina el apetito sexual, sino que lo aviva. Pero eso no es todo lo que hace:
● Fomenta actitudes totalmente egocéntricas. La persona se centra solo en su propio placer.
● Convierte a las personas del sexo opuesto en objetos, o simples herramientas, para satisfacer los deseos sexuales.
● Provoca una forma de pensar egoísta que dificulta tener relaciones sexuales satisfactorias en el matrimonio.
De modo que es mejor tratar de desarrollar autocontrol que masturbarse para aliviar los deseos sexuales reprimidos (1 Tesalonicenses 4:4, 5). Entonces, ¿cómo puedes controlarte? La Biblia da una clara recomendación: evitar las situaciones que podrían excitarte (Proverbios 5:8, 9). Pero ¿y si ya has caído en el hábito de la masturbación? Tal vez hayas intentado dejarlo y no has tenido éxito. Lo más fácil sería darte por vencido y concluir que nunca serás capaz de vivir como a Dios le agrada. Eso creía un joven llamado Pedro. “Me sentía muy culpable cuando recaía —confiesa—. Creía que no había nada que compensara lo que había hecho. Ni siquiera podía orar.”
Si tú te sientes igual, no te derrumbes. No eres un caso perdido. Tanto jóvenes como adultos han logrado superar ese hábito. Y si ellos lo han conseguido, tú también podrás.
El sentimiento de culpa
Como hemos visto, es muy común que quienes se masturban se sientan culpables o, como dice 2 Corintios 7:11, estén “entristecidos de manera piadosa”. Este sentimiento de culpa no es malo en sí mismo, ya que puede motivarte a dejar el hábito. Pero si es desproporcionado, puede desanimarte hasta el punto de que quieras darte por vencido (Proverbios 24:10).
Así pues, seamos objetivos. Es verdad que la masturbación es algo muy sucio, una forma de inmundicia que te esclaviza a los deseos y fomenta actitudes dañinas (Tito 3:3). Con todo, no es una forma de inmoralidad sexual grave, como lo es la fornicación (Judas 7). Así que no pienses que, al masturbarte, has cometido un pecado imperdonable. Lo importante es que te sigas esforzando por dominar tus deseos y que no te rindas.
Tampoco te desanimes si tienes una recaída. Recuerda las palabras de Proverbios 24:16: “Puede que el justo caiga hasta siete veces, y ciertamente se levantará; pero a los inicuos la calamidad los hará tropezar”. Cometer un pequeño error no te convierte en una mala persona. Reflexiona, más bien, en por qué caíste en la tentación y cómo puedes evitar que te vuelva a pasar.
Medita también en el amor y la misericordia de Dios. El salmista David sabía lo que se siente tras dejarse llevar por una debilidad, y fíjate lo que escribió: “Como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen. Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos polvo” (Salmo 103:13, 14). Dios sabe que somos imperfectos y, por eso, está “listo para perdonar” (Salmo 86:5). Claro, también espera que nos esforcemos por cambiar. Veamos a continuación algunas sugerencias que pueden ayudarte a dejar este mal hábito.
Vigila tus pasatiempos. ¿Ves películas y programas de televisión o visitas páginas de Internet que avivan tus deseos sexuales? Fíjate en lo que uno de los escritores de los Salmos le pidió a Dios en oración: “Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil” (Salmo 119:37).b
Oblígate a pensar en otra cosa. Sigue la sugerencia de un cristiano llamado William: “Antes de irte a dormir, lee algo sobre temas bíblicos. Es fundamental que tus últimos pensamientos del día estén relacionados con Dios y la Biblia” (Filipenses 4:8).
Confíale a alguien tu problema. Por mucha vergüenza que te dé, cuéntaselo a alguien. Esto te ayudará a dejar el hábito. Así hizo un chico llamado David: “Decidí hablarlo con mi padre. Nunca olvidaré sus palabras. Dándose cuenta de lo difícil que había sido para mí contárselo, me sonrió y me dijo: ‘Estoy muy orgulloso de ti’. Nada podría haberme animado tanto. Me resolví a cambiar como fuera.
”Aunque primero me leyó unos cuantos versículos bíblicos para que no me sintiera tan mal, después me leyó otros para asegurarse de que yo comprendía bien la gravedad del asunto. Luego me propuso que tratara de no recaer en la masturbación hasta cierta fecha, en la que volveríamos a hablar. Y si recaía, me dijo que no me angustiara y que tratara de resistirme por un período más largo la próxima vez.” ¿A qué conclusión llegó David? “Tener a alguien pendiente de mí para ayudarme fue lo mejor.”c
¿Es el sexo por diversión tan inofensivo como dicen?
[Notas]
a La masturbación no debe confundirse con la excitación sexual involuntaria, como cuando los chicos se despiertan excitados o tienen emisiones nocturnas de semen. En el caso de las chicas, algunas se excitan involuntariamente justo antes o justo después de la menstruación. Hablamos de masturbación cuando la persona estimula sus órganos sexuales a propósito.
b Encontrarás más información en el capítulo 33 del segundo volumen.
c Encontrarás más información en las páginas 239 a 241 del segundo volumen.
TEXTO BÍBLICO CLAVE
“Huye de los deseos que acompañan a la juventud, mas sigue tras la justicia, la fe, el amor, la paz, junto con los que de corazón limpio invocan al Señor.” (2 Timoteo 2:22)
UNA SUGERENCIA
Ora a Jehová Dios antes de que el deseo se haga muy fuerte. Pídele que te dé “el poder que es más allá de lo normal” para resistir (2 Corintios 4:7).
¿SABÍAS ESTO?
Dejarse llevar por los deseos sexuales es lo más fácil. Pero alguien realmente maduro tendrá la fuerza de voluntad para controlarlos, en especial cuando nadie lo ve.
¡MANOS A LA OBRA!
¿Qué puedo hacer para ocupar mi mente en cosas castas y puras? ․․․․․
¿Qué voy a hacer para no recaer cuando me surja la tentación? ․․․․․
¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
● ¿Por qué es bueno que recuerdes que Jehová está “listo para perdonar”? (Salmo 86:5.)
● Si Dios, que creó los deseos sexuales y sabe lo fuertes que son, te pide que los domines, ¿no será porque cree que puedes hacerlo?
[Comentario de la página 182]
“Desde que vencí el hábito, tengo la conciencia limpia, algo que no cambiaría por nada del mundo.” (Sara)
[Ilustración de la página 180]
Si tropiezas durante una carrera, te levantas y continúas. Igualmente, una recaída en la masturbación no anula el progreso que hayas hecho hasta ese momento
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¿Qué tiene de malo el sexo por diversión?Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 1)
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Capítulo 26
¿Qué tiene de malo el sexo por diversión?
“Muchos lo que quieren es probar hasta dónde pueden llegar y ver con cuánta gente pueden acostarse.” (Rosa)
“A los muchachos les encanta hablar del tema. Siempre están presumiendo de lo que hacen con sus novias y de las aventuras que tienen con otras.” (Jaime)
HOY está muy de moda el sexo de una noche, sin compromisos ni ataduras emocionales. Hay quienes incluso alardean de tener “amigos con derechos”, amistades con quienes acostarse sin las complicaciones de una relación formal.
No es extraño, pues, que alguna vez te sientas tentado a tener sexo por diversión (Jeremías 17:9). Jaime, citado arriba, reconoce: “Muchas chicas me han propuesto tener relaciones sexuales, y no me resulta nada fácil decirles que no. Es mi mayor lucha como cristiano”. Entonces, ¿cómo puedes resistir la tentación? ¿Qué principios bíblicos pueden ayudarte?
Recuerda por qué está mal
La Biblia enseña que la fornicación, que incluye las relaciones sexuales antes de casarse, es un pecado tan grave que quienes lo cometen “no heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6:9, 10). Y lo mismo da si es por amor o por pura diversión. Así que si no quieres ceder a la tentación, debes ver esas relaciones del mismo modo que las ve Jehová.
“Estoy convencida de que mi vida es mejor porque sigo los consejos de la Biblia.” (Karen, Canadá.)
“Acuérdate de tus padres, de tus amigos y de tus compañeros en la congregación. Piensa en que, si cedes a la tentación, los decepcionarás a todos.” (Peter, Gran Bretaña.)
Teniendo el punto de vista de Dios, serás capaz de “odi[ar] lo que es malo”, y por muy tentadora que te resulte una situación, no caerás (Salmo 97:10).
Lectura recomendada: Génesis 39:7-9. Fíjate en la enérgica respuesta de José y en sus razones para no dejarse convencer.
Siéntete orgulloso de tus creencias
Es muy común ver a jóvenes defendiendo sus ideales a capa y espada. Y tú que tienes el privilegio de defender las normas de Dios, ¿demuestras esa misma convicción? No temas expresar tu opinión acerca de las relaciones sexuales fuera del matrimonio.
“Aclara desde el mismo principio cuáles son tus valores.” (Allen, Alemania.)
“En la escuela, los chicos me conocían y sabían que intentar convencerme sería una pérdida de tiempo.” (Vicky, Estados Unidos.)
Demuestra que estás convirtiéndote en un cristiano maduro defendiendo tus creencias con valor (1 Corintios 14:20).
Lectura recomendada: Proverbios 27:11. ¿Pudiste darte cuenta del efecto que tiene en Jehová lo que tú haces?
Responde con firmeza
A veces no basta con decir que no, ya que algunos pueden pensar que te estás haciendo de rogar.
“Tu forma de vestir y de hablar, los amigos que eliges y el trato que tienes con los demás..., todo debe respaldar lo que dices.” (Joy, Nigeria.)
“Deben entender que nunca vas a ceder. Si le gustas a algún chico y él te hace regalos, no los aceptes. Luego puede utilizarlos en tu contra convencido de que le debes algo.” (Lara, Gran Bretaña.)
Si estás decidido a mantenerte firme, Dios te ayudará, tal como ayudó a David. Por eso, él pudo decirle a Jehová: “Con alguien leal tú actuarás en lealtad” (Salmo 18:25).
Lectura recomendada: 2 Crónicas 16:9. Es obvio que Jehová da fuerzas a quienes desean agradarle.
Sé previsor
Como dice la Biblia, “el que es inteligente ve el peligro y lo evita” (Proverbios 22:3, Traducción en lenguaje actual). En otras palabras, trata de ser previsor.
“No te juntes con quienes siempre están hablando de sexo.” (Naomi, Japón.)
“No reveles datos personales, como tu dirección y tu número de teléfono.” (Diana, Gran Bretaña.)
Analiza tus conversaciones, tu comportamiento y tus compañías, así como los lugares a los que sueles ir. Pregúntate: “¿Es posible que, sin darme cuenta, esté dando pie a que otros crean que quiero tener relaciones sexuales?”.
Lectura recomendada: Génesis 34:1, 2. Como ilustra el caso de Dina, estar en el lugar equivocado puede tener pésimas consecuencias.
Recuerda: Jehová no considera que las relaciones sexuales sean un juego. Y tampoco deberían serlo para ti. Haz lo que está bien y verás que mantienes tu dignidad y una conciencia limpia. Una joven llamada Carly lo resume así: “¿Por qué dejar que otros te utilicen? No regales lo que tanto trabajo te ha costado mantener”.
¿Cuál es el tipo de chicas que más les gustan a los chicos?
TEXTO BÍBLICO CLAVE
“Hagan lo sumo posible para que finalmente [Dios] los halle inmaculados y sin tacha y en paz.” (2 Pedro 3:14)
UNA SUGERENCIA
Cultiva buenas cualidades (1 Pedro 3:3, 4). Cuanto mejor persona seas, mejores serán las personas a quienes atraigas.
¿SABÍAS ESTO?
Jehová quiere que disfrutes de las relaciones sexuales, pero dentro del matrimonio, sin los miedos, las dudas y los remordimientos que suele provocar la fornicación.
¡MANOS A LA OBRA!
Para mantenerme casto, como hizo José, tengo que hacer esto: ․․․․․
¿Cómo puedo evitar cometer el mismo error que Dina? ․․․․․
¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
● A pesar de lo atractivo que resulta, ¿por qué está mal el sexo por diversión?
● ¿Qué harás si alguien te propone tener relaciones sexuales?
[Comentario de la página 185]
“Hay que ser firme. Una vez tuve que decirle a un chico que se me insinuó: ‘¡Quítame la mano de encima!’. Luego lo fulminé con la mirada y me marché.” (Ellen)
[Ilustración de la página 187]
El sexo por diversión te resta valor
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¿Cómo puedo protegerme del abuso sexual?Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 1)
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CAPÍTULO 32
¿Cómo puedo protegerme del abuso sexual?
Todos los años, millones de personas sufren una violación o algún otro tipo de abuso sexual. Por desgracia, las investigaciones indican que los jóvenes se hallan entre los principales perjudicados. Tan solo en Estados Unidos, la mitad de las víctimas de violación son menores de 18 años. Por tu propio bien, te conviene analizar este asunto.
“Antes de que pudiera darme cuenta de lo que estaba pasando, el tipo me agarró y me tiró al suelo. Me resistí todo lo que pude. Aunque logré sacar el gas pimienta, me lo quitó de un golpe. Intenté gritar, pero nada salía de mi garganta. Lo empujé, le di patadas, lo golpeé y lo arañé... hasta que me hirió con un cuchillo que llevaba. A partir de ahí, me bloqueé y no pude defenderme más.” (Annette)
HOY día abundan los depredadores sexuales, y muchos tienen en la mira a los jóvenes. Los agresores no siempre son desconocidos, como el que atacó a Annette. A veces son vecinos. Noelia tenía 10 años cuando un muchacho del barrio abusó de ella: “Estaba tan asustada y me sentía tan avergonzada que, al principio, no se lo conté a nadie”.
En otros casos, el agresor es un familiar. “Mi padre abusó de mí desde los 5 hasta los 12 años —cuenta una mujer llamada Carmen—. A los 20 por fin lo enfrenté. De entrada dijo que lo sentía, pero a los pocos meses, me echó de casa.”
Ya sean a manos de un vecino, un amigo o un familiar, los abusos sexuales a niños y adolescentes se han vuelto terriblemente comunes en la actualidad.a Sin embargo, el maltrato a menores no es un fenómeno reciente. Ya en tiempos bíblicos había quienes trataban a los niños con crueldad (Joel 3:3; Mateo 2:16). Hoy día vivimos “tiempos críticos”, en los que se ha perdido el “cariño natural” y mucha gente se aprovecha sexualmente de niñas y niños (2 Timoteo 3:1-3). ¿Hay algo que tú puedas hacer para protegerte? Aunque no hay ningún método que garantice totalmente tu seguridad, sí puedes tomar ciertas precauciones.
Mantente alerta. Cuando salgas a la calle, fíjate bien en todo lo que te rodea. Evita pasar por lugares o zonas que tienen fama de peligrosos, sobre todo de noche. Y si tienes que hacerlo, trata al menos de que alguien te acompañe (Proverbios 27:12).
Vigila la impresión que puedes dar. Ten cuidado con tu forma de vestir y no flirtees. Algunos pueden malinterpretarte y pensar algo totalmente falso: que estás buscando sexo o que, al menos, no te importaría tenerlo (1 Timoteo 2:9, 10).
Pon límites. Si estás saliendo con alguien, déjale claro qué tipo de conducta toleras y cuál no.b Y después, no te expongas a situaciones en las que corras peligro (Proverbios 13:10).
Di que no. Si tu novio se propasa o quiere hacer algo que no te gusta, detenlo con firmeza. No te calles por miedo a perderlo. Si rompe contigo, es que no valía la pena. Tú mereces un hombre mucho mejor, alguien que te respete a ti y que respete tus principios.c
Cuidado cuando utilices Internet. No reveles datos ni subas fotos que puedan facilitar tu localización.d Nunca respondas los mensajes de carácter sexual. Así no les dejas ninguna puerta abierta a los depredadores que rondan por Internet.
Si sigues estas recomendaciones, será menos probable que seas víctima de un ataque (Proverbios 22:3). Con todo, siempre habrá circunstancias que escapen a tu control. Puede que a veces no te quede más remedio que pasar por una zona peligrosa y que no tengas a nadie que te acompañe. Es más, puede que vivas en una de esas zonas.
¿Y si aun poniendo todo de tu parte para protegerte ya has sido víctima de algún abuso? Tal vez te sorprendió un agresor más fuerte que tú, como le pasó a Annette. O al igual que Carmen, eras tan joven cuando abusaron de ti que no supiste cómo defenderte. Es posible incluso que ni comprendieras lo que estaba sucediendo. Tras esta amarga experiencia, muchas víctimas se sienten culpables. Si ese es tu caso, ¿cómo puedes dejar de atormentarte?
¿De quién fue la culpa?
Annette todavía lucha contra los sentimientos de culpa. “No dejo de torturarme. Vez tras vez revivo aquella noche en mi mente, tratando de ver qué más podría haber hecho para resistirme. Es verdad que me quedé paralizada de miedo tras la cuchillada. Pero aun así, sigo pensando que debí hacer algo.”
Noelia se siente igual. “No tendría que haberme confiado tanto —cuenta—. Mis padres nos dejaban jugar fuera solo si mi hermana y yo nos quedábamos juntas. Pero como no les hice caso, siento que se lo puse fácil a mi vecino. Por culpa mía, mi familia sufrió mucho. Eso es lo que más me duele.”
¿Qué puedes hacer tú si te sientes igual que ellas? Antes de nada, recuerda que si te violaron, no fue porque tú lo quisiste. Hay quienes justifican una violación diciendo que los hombres son así y que la víctima se lo buscó. Sin embargo, nadie quiere que lo humillen de esa manera. Así que puedes tener la seguridad de que no fue culpa tuya.
Decirlo es fácil, pero creerlo, no tanto. Algunas víctimas se encierran en sí mismas y prefieren luchar solas contra la culpa y otros sentimientos negativos. Pero piensa: ¿A quién beneficia ese silencio? ¿A la víctima, o al agresor? ¿No crees que si alguien merece consideración es la víctima?
Habla de lo que pasó
Cierto hombre de tiempos bíblicos llamado Job sufrió muchísimas injusticias. ¿Sabes qué fue lo que lo ayudó? “Ciertamente daré salida a mi preocupación [...] —dijo él—. ¡Hablaré, sí, en la amargura de mi alma!” (Job 10:1.) ¿Por qué no hablas tú también? Desahogarte con alguien en quien confíes te ayudará a asumir poco a poco lo que pasó y a aliviar tu angustia.
Si eres testigo de Jehová, cuentas con otra ayuda muy valiosa: los ancianos de la congregación. Ellos sabrán consolarte y te harán comprender que no tienes motivos para sentirte mal, pues el pecado lo cometió el agresor, y no tú. “Una amiga me animó a hablar con dos ancianos cristianos de mi congregación —explica Annette—. Fue lo mejor que pude hacer. Se sentaron conmigo en varias ocasiones y me dijeron exactamente lo que necesitaba oír: que yo no había tenido la culpa de nada.”
Hablar con otros de lo que pasó y de cómo te sientes impedirá que la rabia y el resentimiento te enfermen (Salmo 37:8). Además sentirás un gran alivio, quizás por primera vez en años. Cuando Noelia les contó lo sucedido a sus padres, se sintió mucho mejor. “Me dieron todo su apoyo y me animaron a hablar del tema, lo cual contribuyó a que no estuviera tan triste y enfadada.” También la consoló mucho orar. “Desahogarme con Dios me resultó muy liberador, sobre todo cuando sentía que jamás podría abrirme a alguien. La oración me permite expresarme libremente y sentirme más tranquila.”e
No te desanimes: existe un “tiempo de sanar”, y tú también lo comprobarás (Eclesiastés 3:3). Mientras tanto, confía en amigos leales y en los ancianos cristianos, que según la Biblia, son “como escondite contra el viento y escondrijo contra la tempestad de lluvia” (Isaías 32:2). Cuida tu salud física y emocional, y descansa lo necesario. Pero más importante aún, busca al Dios de todo consuelo, que pronto cumplirá esta promesa: “Los malhechores mismos serán cortados, pero los que esperan en Jehová son los que poseerán la tierra” (Salmo 37:9).
[Notas]
a Estos abusos también incluyen la violación durante una cita, donde a veces se droga primero a la víctima.
b Encontrarás más información en el capítulo 4 del segundo volumen.
c Lo mismo puede decirse si es la chica la que insiste en tener relaciones sexuales.
d Encontrarás más información en el capítulo 11 del segundo volumen.
e Cuando las víctimas caen en una depresión grave, conviene consultar a un profesional de la salud. Encontrarás más información en los capítulos 13 y 14 de este libro.
TEXTO BÍBLICO CLAVE
“En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, [...] sin [ningún] cariño natural, [...] sin autodominio, feroces, sin amor del bien.” (2 Timoteo 3:1-3)
UNA SUGERENCIA
Algo que te ayudará si han abusado de ti es tener a mano una lista de textos bíblicos que puedan consolarte, como Salmo 37:28; 46:1; 118:5-9; Proverbios 17:17 y Filipenses 4:6, 7.
¿SABÍAS ESTO?
En Estados Unidos, más del noventa por ciento de los menores que fueron víctimas de ataques sexuales conocían a su agresor.
¡MANOS A LA OBRA!
¿Qué puedo hacer cada vez que me asalten los sentimientos de culpa? ․․․․․
¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
● ¿Cómo te ayudará hablar del abuso que sufriste?
● ¿Qué repercusiones podría tener en ti y en otros que guardaras silencio?
[Comentario de la página 232]
“Por muy difícil que sea, lo mejor es hablar de lo que pasó. Te ayuda a reducir la angustia y el resentimiento, y a recuperar el control de tu vida.” (Noelia)
[Recuadro de la página 230]
“si de veras me amaras...”
Algunos depredadores sexuales no son violentos. Tratan de convencer a las chicas para que hagan lo que ellos quieren. Manipulan sus sentimientos con frases como “Todo el mundo lo hace”, “Nadie se va a enterar”, o como se dijo en el capítulo 24, “Si me amaras, lo harías”. Pero, en realidad, no tienes que acostarte con alguien para demostrarle que lo amas. Los chicos que piensan así no están interesados en ti ni en tu bienestar. Solo piensan en satisfacer sus deseos. Un hombre de verdad antepone tus sentimientos a los suyos y es capaz de dominarse y respetar las normas morales de Dios (1 Corintios 10:24). Tampoco trata a las mujeres como objetos sexuales. Al contrario, las trata “como a hermanas, con toda castidad” (1 Timoteo 5:1, 2).
[Ilustración de la página 233]
Los sentimientos provocados por el abuso son muy difíciles de llevar. Habla con alguien que pueda ayudarte
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