YEMBOE 20
TAIRARI 7 Jehová es mi fuerza y mi salvación
Eeka Jehová iporoyembopɨakatu
“Toyemboete […] yandeRu iporopareko jare oporombopɨakatu vae” (2 COR. 1:3).
TEMA
Qué aprendemos de la manera como Jehová consoló a los judíos desterrados en Babilonia.
1. ¿Kërai pa judío reta jekove oikose yave Babilonia pe?
PIENSE por un momento en los judíos que estaban desterrados en Babilonia. ¿Cómo debían de sentirse? Habían visto cómo destruían Jerusalén, su lugar de origen. Y por culpa de sus pecados y los de sus antepasados se los habían llevado prisioneros a una tierra extranjera (2 Crón. 36:15, 16, 20, 21). Es cierto que en Babilonia tenían cierta libertad y podían llevar una vida relativamente normal (Jer. 29:4-7). Pero su situación no era fácil y desde luego no era la vida que habrían elegido llevar. De hecho, uno de ellos expresó así sus sentimientos: “Junto a los ríos de Babilonia nos sentamos. Lloramos al acordarnos de Sion” (Sal. 137:1). Está claro que los desterrados necesitaban consuelo, pero ¿quién podría dárselo?
2, 3. a) ¿Mbae pa oyapo Jehová judío reta oyereraja Babilonia pe vae re? b) ¿Mbae pa yayemboeta añave?
2 Jehová es “el Dios de todo consuelo” (2 Cor. 1:3). Ama a todos los que se acercan a él y quiere consolarlos. Jehová sabía que algunos desterrados aceptarían su disciplina y volverían a adorarlo de la manera correcta (Is. 59:20). Por eso, más de 100 años antes de que se los llevaran a Babilonia, hizo que Isaías escribiera el libro que lleva su nombre. ¿Para qué? El mismo profeta escribió: “‘Consuelen, consuelen a mi pueblo’, dice el Dios de ustedes” (Is. 40:1). Así que Jehová utilizó el libro profético de Isaías para ofrecer el consuelo que los desterrados judíos iban a necesitar.
3 Nosotros también necesitamos de vez en cuando que nos den consuelo. En este artículo, vamos a analizar tres maneras en las que Jehová consoló a los judíos desterrados: 1) prometió perdonar a los que se arrepintieran, 2) les dio a sus siervos una esperanza y 3) los ayudó a no tener miedo. En cada uno de los tres puntos veremos que hoy día Jehová hace lo mismo para consolarnos.
JEHOVÁ IPOROPARAREKO JARE IÑƗ̈RO VAE KO
4. ¿Kërai pa oechauka Jehová iporoparareko judío reta pe? (Isaías 55:7).
4 Jehová es “el Padre de tiernas misericordias” (2 Cor. 1:3). Y lo demostró al prometer que perdonaría a los desterrados que se arrepintieran (lea Isaías 55:7). Él dijo: “Con eterno amor leal te tendré misericordia” (Is. 54:8). ¿De qué manera lo haría? Aunque los judíos en conjunto tendrían que sufrir las consecuencias de su desobediencia, Jehová les prometió que no se quedarían en Babilonia para siempre. Llegaría el momento en que su destierro terminaría (Is. 40:2). De seguro esa promesa fue de mucho consuelo para los judíos arrepentidos.
5. ¿Maera pa má yarovia katu judío reta güi Jehová iporoparareko?
5 ¿Qué aprendemos? Jehová está dispuesto a perdonarnos generosamente. Los judíos desterrados sabían esto, pero nosotros hoy día podemos estar mucho más seguros. ¿Por qué? Porque sabemos todo lo que Jehová ha hecho para perdonarnos. Siglos después de que Isaías hablara sobre el perdón de Jehová, nuestro Padre celestial envió a su Hijo a la Tierra a dar su vida por todos los pecadores arrepentidos. Su sacrificio sirve de base para que nuestros pecados “sean borrados” y desaparezcan por completo (Hech. 3:19; Is. 1:18; Efes. 1:7). ¡Qué misericordioso es nuestro Dios!
6. ¿Maera pa ikavi ko yandepɨayemongeta Jehová iporoparareko re? (Emae vi imagen reta).
6 Las palabras que Jehová inspiró en Isaías 55:7 pueden sernos de mucho consuelo si en el pasado cometimos un error y nos seguimos sintiendo muy culpables a pesar de que ya nos hemos arrepentido. Hay quienes luchan con estos sentimientos, especialmente si todavía están sufriendo las consecuencias de lo que hicieron. Pero, si hemos confesado nuestro pecado y hemos dejado de cometerlo, podemos estar seguros de que Jehová nos ha perdonado. Y, cuando él nos perdona, decide no acordarse más de nuestro pecado (compare con Jeremías 31:34). Si Jehová no le da vueltas a lo que hicimos, no se las demos nosotros. Jehová tiene en cuenta lo que hacemos ahora, no los errores que cometimos en el pasado (Ezeq. 33:14-16). Y recordemos que muy pronto el Padre de tiernas misericordias hará que desaparezcan para siempre las consecuencias de nuestros errores.
Jehová no tiene en cuenta los errores que cometimos en el pasado, sino lo que estamos haciendo ahora. (Vea el párrafo 6).
7. ¿Mbae pa yandemborɨta yamombeu vaerä mbaeyoa yayapo vae?
7 ¿Y qué debemos hacer si nos sentimos culpables porque hemos cometido un pecado grave y no lo hemos confesado? La Biblia nos anima a pedirles ayuda a los ancianos (Sant. 5:14, 15). Claro, tal vez no sea fácil contarles lo que hicimos. Pero recordemos que Jehová ha nombrado a estos hombres fieles para ayudarnos. Así que, si estamos arrepentidos y tenemos presente que tanto Jehová como los ancianos nos van a tratar con amor y misericordia, se nos hará más fácil dar ese paso. Veamos cómo Jehová mostró misericordia y consoló a un hermano llamado Arthur, que se sentía muy culpable por algo que había hecho.a Él cuenta: “Estuve más o menos un año viendo pornografía. Pero un día escuché un discurso que hablaba sobre la conciencia, y se lo confesé a mi esposa y a los ancianos. Me quité un gran peso de encima, pero me seguía sintiendo muy mal por lo que había hecho. Los ancianos me aseguraron con cariño que Jehová no me había rechazado y que él nos disciplina porque nos ama. Sus palabras me llegaron al corazón y me ayudaron a vencer los pensamientos negativos”. En la actualidad, Arthur es precursor regular y siervo ministerial. ¡Qué reconfortante es saber que si nos arrepentimos Jehová nos perdona!
JEHOVÁ OMEE YANDEVE ESPERANZA
8. a) ¿Mbae esperanza omee Jehová judío reta Babilonia pe oiko vae? b) Isaías 40:29-31 jei rami, ¿kërai pa omborɨ judío reta oyerova Tumpa kotɨ vae?
8 Babilonia era una potencia mundial famosa por no dejar nunca libres a sus prisioneros. Así que, desde un punto de vista humano, parecía que los judíos desterrados no tenían ninguna posibilidad de volver a su casa (Is. 14:17). Pero Jehová les dio a sus siervos una esperanza: les prometió liberarlos. ¡Y nada ni nadie podría impedirlo! (Is. 44:26; 55:12). Para Jehová, Babilonia no era más que una capa de polvo (Is. 40:15). Un soplido, y ¡adiós al polvo! Esta esperanza les daría mucho consuelo a los desterrados, y no solo eso, pues Isaías escribió: “Los que ponen su esperanza en Jehová recobrarán las fuerzas” (lea Isaías 40:29-31). Su esperanza les daría tantas fuerzas que podrían alzar “el vuelo como si tuvieran alas de águila”.
9. ¿Maera pa judío reta Babilonia pe oiko vae güɨrovia katu Jehová oyapota ko jei vae?
9 Los desterrados tenían una razón muy poderosa para confiar en Jehová y en sus promesas. ¿Cuál era? Pensemos en todas las profecías de Jehová que ellos habían visto cumplirse. Por ejemplo, sabían que Asiria había conquistado Israel, el reino del norte, y se había llevado prisioneros a sus habitantes (Is. 8:4). Habían visto cómo los babilonios destruían Jerusalén y se llevaban a sus habitantes al destierro (Is. 39:5-7). Y sabían que el rey de Babilonia había dejado ciego al rey Sedequías y se lo había llevado a Babilonia (Jer. 39:7; Ezeq. 12:12, 13). Todo lo que Jehová había predicho se había cumplido (Is. 42:9; 46:10). Seguro que todo eso los convenció de que Jehová también cumpliría su promesa de liberarlos.
10. ¿Mbae pa yandemborɨta ñamomɨ̈rata vaerä yandeesperanza yandeara rupi?
10 ¿Qué aprendemos? Si estamos desanimados, la esperanza puede ser una fuente de consuelo que nos ayude a recobrar las fuerzas. Es cierto que vivimos en tiempos muy complicados y que tenemos enemigos muy poderosos, pero no debemos desmoralizarnos. Jehová nos ha dado la maravillosa esperanza de vivir para siempre en verdadera paz y seguridad. Tenemos que mantener esa promesa muy clarita en nuestra mente y nuestro corazón. De lo contrario, podría volverse borrosa, como si estuviéramos viendo un bonito paisaje a través de una ventana sucia. ¿Qué nos ayudará a “limpiar la ventana”, es decir, a mantener bien nítida la esperanza en nuestra mente? Saquemos tiempo con regularidad para imaginar lo hermosa que será nuestra vida en el nuevo mundo. Leamos artículos, veamos videos y escuchemos canciones que hablen de nuestra esperanza. Y contémosle a Jehová cuáles son las promesas que más nos emocionan.
11. ¿Kërai pa omomɨ̈rata iporogüɨrovia metei hermana imbaerasɨ vae?
11 Veamos el ejemplo de una hermana llamada Joy, que sufre problemas crónicos de salud. Ella cuenta cómo la esperanza la ha consolado y fortalecido: “Cuando siento que ya no puedo más, le abro mi corazón a Jehová y me desahogo con él, convencida de que me comprende. Y Jehová me ha respondido dándome ‘el poder que va más allá de lo normal’” (2 Cor. 4:7). Ella también suele imaginarse en el nuevo mundo, donde “ningún habitante dirá: ‘Estoy enfermo’” (Is. 33:24). Si nosotros también le contamos a Jehová todo lo que sentimos y nos concentramos en nuestra esperanza, podemos recobrar las fuerzas.
12. ¿Maera pa yarovia katu Jehová re jare ipromesa reta re? (Emae vi imagen reta).
12 Igual que los judíos desterrados, nosotros también tenemos una razón muy poderosa para confiar en Jehová y en sus promesas. Pensemos en todas las profecías que se están cumpliendo ante nuestros ojos. Por ejemplo, existe una potencia mundial que es “en parte fuerte y en parte frágil” (Dan. 2:42, 43). También oímos que ocurren “terremotos en un lugar tras otro”, y estamos predicando en “todas las naciones” (Mat. 24:7, 14). Ver el cumplimiento de estas profecías y muchas otras nos consuela y fortalece nuestra fe en que todas las demás promesas de Jehová también se harán realidad.
Las profecías que estamos viendo cumplirse hoy día nos dan una razón muy poderosa para confiar en las promesas de Jehová. (Vea el párrafo 12).
JEHOVÁ YANDEMBORƗ AGÜƗYE VAERÄ YAKƗƗYE
13. a) ¿Mbae mbaeavai reta pa judío reta güɨnoita köi ma iara yave oyeyora vaerä? b) Isaías 41:10-13 jei rami, ¿kërai pa Jehová ombopɨakatu judío reta?
13 Jehová consoló a los desterrados dándoles una bonita esperanza, pero al mismo tiempo sabía que vendrían tiempos muy complicados cuando se acercara su liberación. Había predicho que para ese entonces un poderoso rey conquistaría las naciones de alrededor y luego atacaría a la propia Babilonia (Is. 41:2-5). ¿Tenían motivos los judíos para estar asustados? Mucho antes de que esto pasara, Jehová ya había hecho que se escribieran estas palabras que los iban a consolar: “No tengas miedo, porque estoy contigo. No te angusties, porque yo soy tu Dios” (lea Isaías 41:10-13). ¿Por qué les dijo: “Yo soy tu Dios”? Como es obvio, no fue para recordarles que tenían que adorarlo, sino para que no olvidaran que él estaría con ellos para ayudarlos (Sal. 118:6).
14. ¿Mbae ye pa jei Jehová judío reta pe agüɨye vaerä okɨɨye?
14 Jehová hizo otra cosa para ayudar a los desterrados a no tener miedo: les recordó que su conocimiento y su poder son infinitos. Les pidió que miraran al cielo y les dijo que él no solo ha creado las estrellas, sino que conoce el nombre de todas y cada una de ellas (Is. 40:25-28). Así que sin duda también tiene que saber cómo se llama cada uno de sus siervos. Y, si tuvo el poder necesario para crear las estrellas, está claro que también lo tiene para ayudar a su pueblo. En realidad, los judíos desterrados no tenían motivos para estar asustados.
15. ¿Mbae pa jei Jehová judío reta pe jaema oï vaerä?
15 Jehová también les dio instrucciones a sus siervos para que estuvieran preparados. En un capítulo anterior del libro de Isaías, le dijo a la nación: “Entra en tus cuartos interiores y cierra las puertas detrás de ti. Escóndete por un breve momento hasta que la furia haya pasado” (Is. 26:20). Es posible que este versículo tuviera un primer cumplimiento cuando el rey Ciro conquistó Babilonia. Según cuenta el historiador griego Jenofonte, cuando Ciro entró en Babilonia, les dio a sus soldados la “orden de matar a quienes sorprendieran fuera [de sus casas]” (Ciropedia, traducción de Ana Vegas Sansalvador). ¡Qué asustados tuvieron que estar los habitantes de Babilonia! Sin embargo, es posible que los judíos desterrados salvaran sus vidas por obedecer las instrucciones de Jehová.
16. ¿Maera pa agüɨyeta ko yakɨɨye tembiporara guasu güi? (Emae vi imagen).
16 ¿Qué aprendemos? Pronto vendrá la mayor tribulación de la historia de la humanidad. Cuando comience, la gente en general se sentirá confundida y aterrorizada. Pero nosotros no, porque sabemos que Jehová es nuestro Dios. Miraremos al frente con confianza, sabiendo que nuestra “liberación se acerca” (Luc. 21:28). Y seguiremos confiando en Jehová incluso cuando nos ataque una coalición de naciones. Jehová nos protegerá con sus ángeles y nos dará instrucciones que nos salvarán la vida. ¿Cómo nos hará llegar esas instrucciones? Todavía no lo sabemos. Es probable que nos las dé a través de nuestras congregaciones. Puede que estas sean los “cuartos interiores” donde encontremos seguridad. Si queremos estar preparados, tenemos que mantenernos cerca de nuestros hermanos, obedecer de buena gana las instrucciones de la organización y estar convencidos de que es Jehová quien la dirige (Heb. 10:24, 25; 13:17).
Pensar en que Jehová es poderoso y nos puede salvar nos ayudará a no sentir miedo durante la gran tribulación. (Vea el párrafo 16).b
17. ¿Mbae pa reyapota renoi vaerä Jehová iyembopɨakatu?
17 Aunque la vida no era fácil para los judíos que vivían desterrados en Babilonia, Jehová les dio el consuelo que necesitaban. Y lo mismo hará con nosotros. Por eso, sin importar lo que pase en el futuro, siga buscando el consuelo que nos da Jehová. Recuerde que él es misericordioso. Esfuércese por mantener muy viva en su mente la esperanza. Y no olvide que Jehová es su Dios, así que no tiene nada que temer.
TAIRARI 3 Tú me das fuerza, confianza y valor
a Se han cambiado algunos nombres.
b DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Un grupito de hermanos están reunidos. Confían por completo en que Jehová es poderoso y puede proteger a sus siervos sin importar dónde vivan en la Tierra.