Imano yachacunapaj: Ali Cawanapaj y Yachachicunapaj reuniunninchipaj. Tantiarcunapaj
© 2022 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
6-12 MARZUPITA
BIBLIAPA SHUMAJ YACHACHICUYNIN | 1 CRÓNICAS 23-26
“Templucho aduraciunga shumaj churapacashga caycargan”
it-2-S 214 párr. 1
Levitas
Durante el reinado de David, el trabajo de los levitas estuvo muy organizado, pues este rey nombró supervisores, oficiales, jueces, porteros y tesoreros, así como un gran número de personas para ayudar a los sacerdotes en el templo, los patios y los comedores, en sus trabajos relacionados con las ofrendas, los sacrificios, la purificación, pesar, medir y las diversas guardias. Los músicos levitas estaban organizados en 24 grupos, al igual que las divisiones sacerdotales, y servían por turno. Los deberes se determinaban echando suertes. En el caso de los grupos de porteros, se asignaba cada puerta siguiendo el mismo método. (1Cr 23, 25, 26; 2Cr 35:3-5, 10.)
it-2-S 893 párr. 1
Sacerdote
En el servicio del templo los sacerdotes estaban organizados bajo diversos oficiales. Se echaban suertes para asignar ciertos servicios. Cada una de las veinticuatro divisiones servía durante una semana a la vez, por lo que estaban asignados a desempeñar su responsabilidad dos veces al año. Seguramente todo el sacerdocio servía en las temporadas de fiesta, cuando el pueblo ofrecía miles de sacrificios, como sucedió en la dedicación del templo. (1Cr 24:1-18, 31; 2Cr 5:11; compárense con 2Cr 29:31-35; 30:23-25; 35:10-19.) Un sacerdote podría servir en otras ocasiones siempre que no interfiriera en los servicios específicos de los sacerdotes asignados durante ese tiempo del año. Según las tradiciones rabínicas, en los días de Jesús había muchos sacerdotes, por lo que se hizo necesario subdividir el servicio semanal entre las varias familias que formaban parte de una división, y así cada familia tenía la oportunidad de servir uno o más días, según la cantidad de miembros que tuviese.
it-2-S 443 párr. 1
Música
Junto con los demás preparativos para el templo de Jehová, David apartó 4.000 levitas para prestar servicio musical. (1Cr 23:4, 5.) Doscientos ochenta y ocho de estos estaban “entrenados en el canto a Jehová, todos peritos”. (1Cr 25:7.) Todo el programa estaba bajo la dirección de tres músicos expertos: Asaf, Hemán y Jedutún (probablemente también llamado Etán). Como cada uno de esos hombres descendía respectivamente de uno de los tres hijos de Leví —Guersom, Qohat y Merarí—, las tres familias levitas principales estaban representadas en la organización musical del templo. (1Cr 6:16, 31-33, 39-44; 25:1-6.) Los tres hombres tenían un total de 24 hijos, y todos ellos estaban entre los supracitados 288 músicos peritos. Mediante suertes se nombraba a cada hijo cabeza de una división de músicos formada por otros once “peritos”, que eran seleccionados de entre sus propios hijos y otros levitas. De modo que los 288 ([1 + 11] × 24 = 288) músicos levitas peritos estaban divididos, al igual que los sacerdotes, en 24 grupos que servían por turno. Si los restantes 3.712 ‘aprendices’ también estaban repartidos de este modo, darían un promedio de cerca de 155 hombres más para cada una de las 24 divisiones, lo que significa que a cada perito le correspondían unos 13 levitas en diferentes niveles de preparación musical. (1Cr 25:1-31.) Como los trompeteros eran sacerdotes, se contaban aparte de los músicos levitas. (2Cr 5:12; compárese con Nú 10:8.)
it-2-S 684 párr. 1
Portero
En el templo. Poco antes de morir, el rey David organizó extensamente a los levitas y a los trabajadores del templo. En este último grupo se encontraban los porteros, que ascendían a 4.000. Cada división de porteros trabajaba siete días seguidos. Tenían que vigilar la casa de Jehová y asegurarse de que las puertas se abriesen y cerrasen al debido tiempo. (1Cr 9:23-27; 23:1-6.) Además de la responsabilidad de estar de guardia, algunos atendían las contribuciones que las personas llevaban para el templo. (2Re 12:9; 22:4.) Tiempo después, el sumo sacerdote Jehoiadá puso guardas especiales en las puertas del templo cuando ungió al joven Jehoás por rey, a fin de protegerlo de la reina Atalía, que había usurpado el trono. (2Re 11:4-8.) Cuando el rey Josías emprendió la lucha contra la adoración idolátrica, los porteros ayudaron a quitar del templo los utensilios empleados en la adoración de Baal. Luego quemaron todo esto fuera de la ciudad. (2Re 23:4.)
Shumaj yachachicuyta ashishun
Jehovata aduraptinchirämi más cushishga canchi
10 Jehovata aduranchi hermanunchicunawan cantaptinchi (Sal. 28:7). Israelitacunaga canciuncunawanmi Jehovata adurapäcurgan. Rey Davidpis 288 levitacunatami acrargan templucho Jehovata alabar cantapäcunanpaj (1 Crón. 25:1, 6-8). Nonganchipis alabanzacunata cantapaptinchi Jehovata cuyaycanchi. Vozninchi shumaj mana wiyacaptinpis pengacushwanchu cantanapaj. ¿Manachu parlaptinchega öraga imalachopis pantarinchi? Chayno captinpis congregaciuncho y runacunata yachachicushganchi horapis jinala parlanchi, manami pengacunchichu (Sant. 3:2). Chauraga chaynolami vozninchi shumaj mana wiyacaptinpis pengacushwanchu Jehovata cushishga cantanapaj.
13-19 MARZUPITA
BIBLIAPA SHUMAJ YACHACHICUYNIN | 1 CRÓNICAS 27-29
“Wamranta cuyashpan shumaj consejaycushga”
w05-S 15/2 19 párr. 9
Protejamos nuestra identidad cristiana
9 Asegurémonos de la verdad bíblica. Nuestra identidad como siervos de Jehová puede debilitarse si no está bien cimentada en el conocimiento de las Escrituras (Filipenses 1:9, 10). Todo cristiano —joven o mayor— ha de estar convencido de que sus creencias se hallan respaldadas por la Biblia y son la verdad. Pablo aconsejó a sus hermanos: “Asegúrense de todas las cosas; adhiéranse firmemente a lo que es excelente” (1 Tesalonicenses 5:21). Los hijos de familias piadosas deben aceptar el hecho de que no pueden depender de la fe de sus progenitores. David exhortó a su hijo Salomón: “Conoce al Dios de tu padre y sírvele con corazón completo” (1 Crónicas 28:9). No fue suficiente que el joven Salomón viera cómo su padre cultivaba fe en Jehová, sino que tenía que conocerlo por sí mismo. Y así lo hizo, pues le rogó: “Dame ahora sabiduría y conocimiento para que pueda salir delante de este pueblo y para que pueda entrar” (2 Crónicas 1:10).
w12-S 15/4 16 párr. 13
Sigamos sirviendo a Jehová con un corazón completo
13 La enseñanza es clara. Asistir a las reuniones de congregación y participar regularmente en el ministerio del campo y en otros deberes teocráticos es muy bueno. Pero servir a Dios con un corazón completo implica más (2 Cró. 25:1, 2, 27). Si en el fondo un cristiano sigue amando “las cosas que [ha dejado] atrás” —es decir, las que forman parte del estilo de vida del mundo—, corre el peligro de perder la aprobación de Jehová (Luc. 17:32). A fin de ser “apto[s] para el reino de Dios” es indispensable obedecer este mandato: “Aborrezcan lo que es inicuo; adhiéranse a lo que es bueno” (Luc. 9:62; Rom. 12:9). Así pues, todos debemos cuidarnos para que nada de lo que hay en el mundo de Satanás, por muy ventajoso o atractivo que parezca, nos impida servir a Jehová con un corazón completo (2 Cor. 11:14; léase Filipenses 3:13, 14).
w17.09-S 32 párrs. 20, 21
“Sé animoso [...] y actúa”
20 El rey David le recordó a Salomón que Jehová lo apoyaría hasta que se terminara la construcción del templo (1 Crón. 28:20). Salomón de seguro meditó en lo que su padre le dijo y no dejó que la juventud y la falta de experiencia fueran un problema. Fue muy valiente y actuó, y con la ayuda de Jehová terminó el majestuoso templo en siete años y medio.
21 Tal como ayudó a Salomón, Jehová puede ayudarnos a ser valientes y a cumplir con nuestras responsabilidades en la familia y en la congregación (Is. 41:10, 13). Si servimos a Jehová con valor, podemos confiar en que nos bendecirá ahora y en el futuro. Por eso, hagamos tal como dijo David: “Sé animoso [...] y actúa”.
Shumaj yachachicuyta ashishun
w17.03 29 párrs. 6, 7
Imatataj rurashwan amistäninchita mana ogranapaj
David sasacunapa pasashgancho ali amiguncuna paywan caycargan yanapänanpaj. Bibliaga wilacun Husai “Davidpa amïgun” cashganta (2 Sam. 16:16; 1 Crón. 27:33). Husai rey Davidpa palaciuncho arurchi öraga mandashganta pacaylapa rurargan.
Absalón päpaninpa contrancho sharcur reyman ticraptin, maychicaj israelitacuna payta yanapargan. Davidtaga manami wamranla traiciunarganchu, sinoga waquin cuyashga amiguncunapis. Chayno captinpis, Husai Davidta yanapayta jaguirganchu y David gueshpir aywashganchopis ashej aywargan. Vidanta peligruman churarpis, payga listo caycargan amigun Davidraycur Absalón rurashgancuna mana ali yarguchinanpaj. Chayta manami rurarganchu palaciucho aruptinraycurla, sinoga amigunta mana cacharishganraycur (2 Sam. 15:13-17, 32-37; 16:15–17:16).
20-26 MARZUPITA
BIBLIAPA SHUMAJ YACHACHICUYNIN | 2 CRÓNICAS 1-4
“Rey Salomón mana ali cajta acrargan”
it-1-S 435 párrs. 2, 3
Carro
Hasta el tiempo de Salomón no se formó en Israel ninguna fuerza nacional de carros importante, en gran medida debido a la advertencia de Dios de que el rey no acumulara caballos como si la seguridad de la nación dependiera de ellos. Este mandato limitó el número de carros de Israel, ya que estos vehículos eran tirados por caballos. (Dt 17:16.) Sin embargo, cuando Samuel advirtió al pueblo de las cargas que los reyes humanos colocarían sobre ellos, les dijo: “A los hijos de ustedes los tomará y los pondrá como suyos en sus carros”. (1Sa 8:11.) Cuando intentaron usurpar el reino, tanto Absalón como Adonías mandaron hacerse un carro y pusieron a cincuenta hombres que corriesen delante de él. (2Sa 15:1; 1Re 1:5.) Después que David derrotó al rey de Zobá, conservó “cien caballos de carro”. (2Sa 8:3, 4; 10:18.)
Cuando el rey Salomón amplió el ejército de Israel, elevó a 1.400 el número de carros. (1Re 10:26, 29; 2Cr 1:14, 17.) Además de Jerusalén, había otras poblaciones conocidas como ciudades de los carros, preparadas para el cuidado de todo este material bélico mecanizado. (1Re 9:19, 22; 2Cr 8:6, 9; 9:25.)
it-1-S 782 párr. 8
Ejército
Con la gobernación de Salomón se escribió un nuevo capítulo en los anales del ejército de Israel. A pesar de que su reino fue relativamente pacífico, multiplicó el número de carros y caballos, estos últimos importados en su mayor parte de Egipto. (Véase CARRO.) A fin de albergar estas nuevas divisiones militares, fue preciso edificar ciudades enteras por todo el territorio. (1Re 4:26; 9:19; 10:26, 29; 2Cr 1:14-17.) No obstante, Jehová nunca bendijo esta innovación de Salomón, y con su muerte y la división del reino, llegó el declive del ejército de Israel. Isaías escribiría más tarde: “¡Ay de los que bajan a Egipto por auxilio, los que se apoyan en simples caballos, y que cifran su confianza en carros de guerra, porque son numerosos, y en corceles, porque son muy poderosos, pero que no han mirado al Santo de Israel y no han buscado a Jehová mismo!”. (Isa 31:1.)
Shumaj yachachicuyta ashishun
w05 1/12 19 párr. 6
Ishcay caj Crónicas librupita yachacuycuna
1:11, 12. Salomón mañacuynincho Jehovata musyachicurgan shongupita munashganta tantiacoj y yachaj cayta. Chaynolami mañacuyninchicho musyachicuycanchi shongunchicho ima caycashganta, chaymi ali caycan tantiarcunapaj imata mañacuyninchicho parlaycashganchita.
27 MARZUPITA - 2 ABRILCAMA
BIBLIAPA SHUMAJ YACHACHICUYNIN | 2 CRÓNICAS 5-7
“Jehová templuncho imaypis caycanman cargan”
w02-S 15/11 5 párr. 1
No dejemos de asistir a nuestras reuniones
Más tarde, siendo rey en Jerusalén, David expresó su anhelo de construir una casa permanente para la gloria de Jehová. Sin embargo, como había sido un hombre de guerra, Dios le dijo: “No edificarás una casa a mi nombre”. En su lugar, Él escogió a un hijo de David, Salomón, para que la edificara (1 Crónicas 22:6-10). Salomón inauguró el templo en 1026 a.E.C., tras siete años y medio de trabajos de construcción. El templo contaba con la aprobación de Jehová, como lo indican las siguientes palabras: “He santificado esta casa que has edificado mediante poner allí mi nombre hasta tiempo indefinido; y mis ojos y mi corazón ciertamente resultarán estar allí siempre” (1 Reyes 9:3). Si los israelitas permanecían fieles, aquella casa tendría el favor de Jehová. Pero si se desviaban del buen camino, él retiraría de ella su protección y esta ‘llegaría a ser montones de ruinas’ (1 Reyes 9:4-9; 2 Crónicas 7:16, 19, 20).
it-2-S 1098 párr. 3
Templo
Historia. Este templo existió hasta el año 607 a. E.C., cuando lo destruyó el ejército babilonio bajo el rey Nabucodonosor. (2Re 25:9; 2Cr 36:19; Jer 52:13.) Dios permitió que las naciones hostigaran a Judá y Jerusalén, en ocasiones incluso que saquearan el templo y sus tesoros, debido a que la nación practicó la religión falsa. En algunas épocas el templo estuvo descuidado. El rey Sisaq de Egipto saqueó sus tesoros (993 a. E. C.) en los días de Rehoboam, el hijo de Salomón, solo treinta y tres años después de su inauguración. (1Re 14:25, 26; 2Cr 12:9.) El rey Asá (977-937 a. E.C.) respetaba la casa de Jehová, pero a fin de proteger Jerusalén, sobornó imprudentemente al rey Ben-hadad I de Siria con plata y oro de los tesoros del templo, con el objeto de que quebrantara su pacto con Baasá, el rey de Israel. (1Re 15:18, 19; 2Cr 15:17, 18; 16:2, 3.)
Shumaj yachachicuyta ashishun
w10 1/12 11 párr. 7
Jehová musyanmi runacunapa shonguncho ima caycashganta
Salomón mañacuynincho ima nishganga shacyächimanchimi. Capaz öraga manami pipis tantianchu o musyanchu imata yarpaycashganchitapis (Proverbios 14:10). Ichanga Jehovaga cuyamanchimi, y musyanmi shongunchicho ima caycashganta, ima munashganchitapis. Chaymi lapan yarpachacuyninchicunata payta wilapashwan y seguro caycashwan yanapämänanchipaj cajta. Quiquin Bibliapis nimanchi Jehová cuyamashganchita, chaymi “ima yarpachacuyniquicunatapis paypa maquinman churaycuy” (1 Pedro 5:7).
10-16 ABRILPITA
BIBLIAPA SHUMAJ YACHACHICUYNIN | 2 CRÓNICAS 8, 9
“Juc reina yachayta ashirgan”
w99-S 1/11 20 párr. 4
Cuando la generosidad abunda
Hay que decir asimismo que el viaje que realizó la reina de Seba para visitar a Salomón le supuso una importante inversión de tiempo y energías. Parece ser que Seba estaba ubicada en lo que hoy se conoce como la República del Yemen; de modo que la reina y su caravana de camellos viajaron bastante más de mil seiscientos kilómetros hasta Jerusalén. Como dijo Jesús, “ella vino desde los fines de la tierra”. ¿Por qué emprendió la reina de Seba este arduo viaje? Lo hizo, especialmente, “para oír la sabiduría de Salomón” (Lucas 11:31).
w99-S 1/7 30 párrs. 4, 5
Una visita bien recompensada
En cualquier caso, la reina llegó a Jerusalén “con un séquito muy impresionante, camellos que traían aceite balsámico y muchísimo oro y piedras preciosas” (1 Reyes 10:2a). Algunos expertos afirman que este ‘séquito impresionante’ incluía una escolta armada, lo cual sería comprensible, dado que la reina era una poderosa dignataria que, además, llevaba consigo un cargamento de un valor equivalente a decenas de millones de dólares.
Observe, sin embargo, que la reina tuvo noticias de la fama de Salomón “respecto al nombre de Jehová”. Así pues, este no era simplemente un viaje de negocios. Es evidente que su principal objetivo era escuchar la sabiduría de Salomón e incluso quizás aprender algo acerca de su Dios, Jehová. Puesto que ella probablemente descendía de Sem o Cam, quienes fueron adoradores de Jehová, puede que sintiese curiosidad por la religión de sus ancestros.
w99-S 1/7 30 párr. 7
Una visita bien recompensada
A la reina de Seba le impresionaron tanto la sabiduría de Salomón y la prosperidad de su reino que “no hubo más espíritu en ella” (1 Reyes 10:4, 5). Algunos entendidos piensan que esta oración significa que la reina “se quedó sin aliento”. Un experto cree incluso que se desmayó. Sea como fuere, a ella le sorprendió mucho lo que vio y oyó. Pronunció felices a los siervos de Salomón porque podían oír la sabiduría del rey y bendijo a Jehová por haberle entronizado. Entonces le hizo regalos muy costosos; solo en oro le dio lo que equivaldría hoy a unos 40.000.000 de dólares. Salomón también le entregó obsequios, “todo lo que la deleitó que ella pidió” (1 Reyes 10:6-13).
it-2-S 913 párr. 4
Salomón
Además, después que la reina observó el esplendor del templo y de la casa de Salomón, cómo se servía la mesa, el atavío de sus mozos y los holocaustos que se ofrecían con regularidad en el templo, “resultó que no hubo más espíritu en ella”, y exclamó: “¡Mira!, no se me había referido ni la mitad. Has superado en sabiduría y prosperidad las cosas oídas a las que escuché”. Entonces procedió a pronunciar felices a los siervos que servían a un rey así. Todo esto la indujo a dar alabanza y a bendecir a Jehová Dios, que había expresado su amor a Israel nombrando a Salomón como rey para rendir decisión judicial y justicia. (1Re 10:4-9; 2Cr 9:3-8.)
Shumaj yachachicuyta ashishun
it-2 1162
Trono
Bibliachoga shumaj tantiachicamun rey Salomonpa tronun o despachun imano cashganta (1Re 10:18-20; 2Cr 9:17-19). Cayga Jerusalenchomi caycargan, Moria jirca janancho (1Re 7:7). Salomonpa tronunga marfilpita rurachishga caycargan y lapanta gorilawanmi enchapargan. Chay materialcunawan shumaj rurachishga captinpis, Bibliaga caytapis nin: “Jamacunapa ishcan läduncho caycaran maquinta churacunanpaj. Lädunchönami wac-lä cay-lä liyuncuna ichirpaycaran. Chunca ishcay (12) liyuncunapis caycaran. Chaycunaga cada escaluncho caycaran wac-läduncho cay-läduncho juc-cama sojtan escaluncho” (2Cr 9:17-19). Chay liyuncuna chaycho caycar tantiachicurgan Salomón munayniyoj o autoridäyoj cashganta (Gé 49:9, 10; Rev 5:5). Jina Israelpa 12 tribuncuna Salomon mandacoj cashganta yanapacuycashgantapis ricächicurganchi. Chay wichan waquin mandacojcunapa o reycunapa palaciun o maycho jamacunanpaj sillan o tronunga manami marfilpita, goriwan ni liyuncunawanpis rurashgachu caycargan. Arqueólogos nishgan tarishgancunaga manami tincunchu, Salomonpa palaciun imano caycashganwan. Chaychi Crónicas libruta guelgaj runa nergan: “Manami pï raypis [palaciunta] chaynötaga rurachiranchu” (2Cr 9:19).
17-23 ABRILPITA
BIBLIAPA SHUMAJ YACHACHICUYNIN | 2 CRÓNICAS 10-12
“Ali consejucunataga cäsucuy”
w18.06-S 13 párr. 3
Pudo haber tenido la aprobación de Dios
Es posible que Rehoboam se sintiera entre la espada y la pared. Si hacía lo que le pedían y exigía menos al pueblo, él, su familia y toda su corte tendrían que renunciar a algunos lujos. Pero, si no cedía, la gente podía rebelarse. ¿Qué hizo? Primero consultó a los ancianos que habían sido consejeros de Salomón. Luego pidió consejo a hombres de su misma edad, que le recomendaron tratar al pueblo con dureza, y decidió hacerles caso. Por eso, dijo lo siguiente: “Haré más pesado el yugo de ustedes, y yo, por mi parte, le añadiré a él. Mi padre, por su parte, los castigó con látigos, pero yo, por mi parte, con azotes de puntas agudas” (2 Crón. 10:6-14).
w01-S 1/9 28, 29
¿Cómo tomar buenas decisiones?
Jehová también nos proporciona hermanos maduros de la congregación con los que podemos conversar acerca de nuestras decisiones (Efesios 4:11, 12). Ahora bien, al consultar con otras personas, no deberíamos imitar a aquellos que van preguntando a unos y otros hasta que finalmente hallan a alguien que les dice lo que quieren oír y entonces siguen su consejo. Recordemos el ejemplo amonestador de Rehoboam. Cuando se vio ante una seria disyuntiva, recibió un consejo excelente de los ancianos que habían servido a su padre. Sin embargo, en vez de escuchar sus recomendaciones, acudió a los jóvenes con los que se había criado y, haciendo caso de estos últimos, tomó una funesta decisión que le llevó a perder gran parte de su reino (1 Reyes 12:1-17).
Al buscar consejo, recurramos a quienes tienen experiencia en la vida, conocimiento exacto de las Escrituras y profundo respeto hacia los principios que en ellas se enseñan (Proverbios 1:5; 11:14; 13:20). Siempre que sea factible, dediquemos tiempo a meditar en los principios implicados y en toda la información que hayamos recopilado. A la luz de la Palabra de Jehová, probablemente veremos con más claridad cuál es la decisión correcta (Filipenses 4:6, 7).
it-2-S 805
Rehoboam
Esta actitud arrogante y tiránica adoptada por Rehoboam alejó por completo a la mayor parte del pueblo. Las únicas tribus que continuaron apoyando a la casa de David fueron Judá y Benjamín, aunque también le dieron su apoyo los sacerdotes y los levitas de ambos reinos, así como individuos aislados de las diez tribus. (1Re 12:16, 17; 2Cr 10:16, 17; 11:13, 14, 16.)
Shumaj yachachicuyta ashishun
w18.06 14 párrs. 2-4
Jehovapa ricaynincho ali caycanman cargan
¿Imataraj Rehoboam ruranman cargan? Alapachi piñacurgan chayta wiyar. Payga nishga cargan “fiërru puntayuq lätiguwanmi astashaykipaq”, pero chayno mana pasananpaj cajta musyar, ¿imataraj waquincuna yarpapäcurgan paypita? (Tincuchiy 2 Crónicas 13:7 cajwan). Chayno captinpis reywan soldaduncunaga “TAYTA DIOS willachishanta wiyaycärir paycunaga wasinman cuticuran”.
¿Imataj cayga yachachimanchi? Waquincuna burlacuptinpis más aliga caycan Jehovata cäsucunapaj. Chayta ruraptinchega, Jehová ali nawilanwan ricamäshun y bendicimäshunpis (Deut. 28:2).
Rehoboampis chaytami rurargan. Payga Jehovata cäsucurgan, y mana aywargannachu peliananpaj. Chaypa trucanga alchargan waquin marcacunata, jina Judá y Benjamín tribucunacho más marcacunata sharcachergan (2 Crón. 11:5-12). Y mana chaylachu, Jehovapa leynincunatapis juc tiempucho cäsucurgan. Jeroboanpa maquincho caycaj tribucuna idulucunata adurapäcuptinpis, waquin runacunaga Jerusalenman aywapäcoj Jehovata adurananpaj y Rehoboamtapis yanapänanpaj (2 Crón. 11:16, 17). Rehoboam cäsucoj captinmi ali mandacurgan.
24-30 ABRILPITA
BIBLIAPA SHUMAJ YACHACHICUYNIN | 2 CRÓNICAS 13-16
“Jehovapa yanapacuyninta imaypis ashiy”
¿Yaracunapaj wamracuna canquimanchuraj?
12 Jovinla cashgan wichanga, [Asá] mana manchacoj y ñanpu shongu runa cargan. Taytan Abías wanurcuptinga reyman ticrarirgan y waquincuna juc dioscunata adurapäcunanta ichichishgancunata juchuchirgan y “Judá runacunataga llapanta niran unay awiluncunano TAYTA DIOSLLATA sirbinanpaj, TAYTA DIOSPA layninta, mandamintuncunata cumlinanpaj” (2 Crón. 14:1-7). Juc cutichopis Etiopía marcapa reynin, chaychicaj soldaduncunawan Judá marcata ushacächinanpaj shapäcamuycargan, chay hora Asá reyga Jehovata ruwacuycorgan, cayta nirgan: “Tayta Dios, atska soldädü kaptinpis o walkala soldädü kaptinpis qam yanapamaptikiqa vincishaqmi. Tsaymi qamlaman yärakärishpä conträkunawan pelyanäpaq jutikicho shapäkamushqä”. Cayno Asá shumaj mañacamushganga musyachimanchi salvacoj Diosnin Jehovaman yaracushganta, y ¿rasunpachu yanapargan Jehová? Awmi, lapan chiquejnincunatami ushacächirgan (2 Crón. 14:8-12).
¿Yaracunapaj wamracuna canquimanchuraj?
13 Mana atipaypaj chaychicaj soldaducuna contrancho shamunganta ricarga manchacurganchi rey Asá. Chayno captinpis Jehovamanmi yaracorgan y alipaj cargan, ganarganmi chay guerracho. ¿Imataj pasargan tiempuwan? Israelpa reynin Baasá jutiyoj contrancho sharcurgan. Mana manchacunapämi cargan, paycunaga walcajlami capäcurgan, pero cay cutichoga rey Asá manami ashirganchu Jehovata; Siriapa reynin yanapänanpaj ruwacurgan, awmi, caychoga pantarirganmi rey Asá. Rurashgancunaga laquichirganrämi. Hananí profeta Jehovapa jutincho cayno nirgan: “Gamga Siriapa rayninmanmi yäracushcanqui. Manami yäracushcanquichu TAYTA DIOSMANGA. Chaymi Siria suldärucuna maquiquipita gueshpisha”. Chaypitaga Asá reypa chiquejnincunaga guerralata ashipargan (2 Crón. 16:7, 9; 1 Rey. 15:32).
¿Yaracunapaj wamracuna canquimanchuraj?
14 ¿Imatataj Asá reypita yachacunquiman? Imaypis ñanpu shongula canquiman y imaypis Jehovalaman yaracunquiman. Bautizacushgayqui junajga ‘gamlatami sirvishayqui Taytalä Jehová’ nirgayqui y Jehovapis nishurgayqui ‘alimi shacamushcanqui laduläman’. ¡Mana gongaypaj junaj! Canan ichanga yarpaylapis yarpanquimanchu Jehovapita raquicayta. Cawayniquicho imatapis rurayta munar juclachi Jehovata ruwacurcur maygantapis acrarinqui. Chaynola canman waquin cajcunachopis. Trabajuyniquicunacho o quiquiquipa cajta rurayta munar ‘imataraj rurashaj, maygantaraj acrashaj’ nirga, Bibliapa consejuncunata ashiy y yachacushgayquinola cawacuy (Prov. 3:5, 6). Chayno ruraptiqui Taytalanchi Jehová cushicunga y waquin hermanucunapis respetashunquipämi (leiriy 1 Timoteo 4:12).
Shumaj yachachicuyta ashishun
w17.03 19 párr. 7
Lapan shongunchiwan Jehovata sirvishun
7 Ali canman yarpachacunanchipaj lapan shongunchiwancush Jehovata sirviycanchi o manachu. Tapucushun: “¿Decididuchu caycä ima captinpis Jehovata cäsucunäpaj, rasunpa caj aduraciunta defendinäpaj y imawanpis mana ganratanäpaj?”. Asaga valurcharcurganrächi awilan reina Maacata mandaycashganpita jorguchinanpaj. Noganchipis Asá Jehovata cuyar rurashganpita yachacuyta puedinchimi. Capaz maygan castanchi o amigunchi juchalicur mana arrepenticuptin congregaciunpita gargushga canman. Chayno captenga, ¿Jehovata cäsucur paywan juntacayta jaguishunchuraj? ¿Imaraj shongunchega nimäshun ruranapaj?