Julio
Viernes 1 de julio
Se me ha dado toda la autoridad en el cielo y en la tierra (Mat. 28:18).
Debemos ser amigos de Jesús para que nuestras oraciones reciban respuesta. Esto significa que no basta con decir mecánicamente “en el nombre de Jesús” cuando terminamos de orar. Debemos entender cómo usa Jehová a Jesús para contestar nuestras oraciones. Jesús les dijo a sus apóstoles: “Sea lo que sea que pidan en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:13). Jehová es quien escucha y responde nuestras oraciones, pero le ha dado a su Hijo la autoridad para llevar a cabo lo que él decide. Antes de respondernos, se fija en si hemos obedecido los consejos de Jesús. Por ejemplo, él dijo: “Si ustedes les perdonan a otros sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes. Pero, si no les perdonan sus ofensas a los demás, su Padre tampoco perdonará las ofensas de ustedes” (Mat. 6:14, 15). ¿Verdad que es importante mostrar a otros la misma bondad que nos muestran Jehová y Jesús? w20.04 17:6
Sábado 2 de julio
Estamos predicándoles las buenas noticias para que abandonen estas cosas inútiles y se vuelvan al Dios vivo (Hech. 14:15).
El apóstol Pablo se fijaba en lo que les interesaba a sus oyentes y adaptaba su presentación. Por ejemplo, la multitud a la que predicó en Listra sabía poco o nada de las Escrituras. Así que Pablo habló de cosas que les resultaban familiares, como las cosechas abundantes y la alegría de vivir. Usó palabras y ejemplos fáciles de entender. Tratemos de saber lo que les interesa a las personas de nuestro territorio y adaptemos nuestra presentación. ¿Cómo podemos averiguar lo que le interesa a una persona al acercarnos a ella o a su casa? Seamos observadores. Quizás esté trabajando en el jardín, leyendo un libro, reparando un vehículo o haciendo cualquier otra cosa. Si lo vemos apropiado, podemos empezar la conversación hablando de lo que está haciendo (Juan 4:7). Hasta la ropa de la persona nos puede decir algo sobre ella: su nacionalidad, a qué se dedica o su equipo deportivo favorito. w20.04 15:11, 12
Domingo 3 de julio
Echen todas sus inquietudes sobre Dios, porque él se preocupa por ustedes (1 Ped. 5:7).
Debido a la ansiedad grave, algunos hermanos se sienten muy nerviosos e incómodos cuando tienen que tratar con otros en el día a día. Puede que les cueste estar rodeados de mucha gente, pero siguen asistiendo a las reuniones y a las asambleas. Se les hace difícil hablar con extraños, pero salen a predicar. Si este es nuestro caso, no somos los únicos. Muchos pasan por situaciones parecidas. Recordemos que a Jehová le complacen nuestros esfuerzos de corazón. El hecho de que no nos hayamos rendido demuestra que él nos bendice y nos da las fuerzas necesarias (Filip. 4:6, 7). Si servimos a Jehová a pesar de las limitaciones físicas o emocionales, podemos estar seguros de que eso lo hace muy feliz. Muchos de nosotros tenemos limitaciones físicas, pero seguimos aguantando (2 Cor. 4:16). Con la ayuda de Jehová, todos correremos la carrera hasta terminarla. w20.04 18:20, 21
Lunes 4 de julio
Sus cualidades invisibles se ven claramente por las cosas creadas (Rom. 1:20).
Si nos fijamos en cómo creó Dios la Tierra, vemos claramente su sabiduría (Heb. 3:4). La Tierra es especial porque solo en ella se dan las condiciones necesarias para que vivan los seres humanos. Podría decirse que la Tierra es como un barco lleno de pasajeros que va flotando por la inmensidad del universo. Pero hay grandes diferencias entre un barco y nuestro planeta. Por ejemplo, ¿cuánto tiempo podrían sobrevivir los viajeros de un barco si tuvieran que producir su propio oxígeno, comida y agua, y si no pudieran tirar por la borda los residuos? ¿Verdad que morirían pronto? En cambio, en la Tierra viven miles de millones de seres vivos. Nuestro planeta produce todo el oxígeno, la comida y el agua que necesitamos. Y nunca se agotan estos recursos imprescindibles para la vida. Además, los residuos no se lanzan al espacio. Con todo, la Tierra sigue siendo hermosa y habitable. ¿Cómo es todo esto posible? Jehová la diseñó con fascinantes sistemas de reciclaje que renuevan sus recursos. w20.05 21:3, 4
Martes 5 de julio
De ningún modo morirán (Gén. 3:4).
En realidad, Satanás le estaba diciendo a Eva que Jehová había mentido. Así se convirtió en un diablo, un calumniador. Eva fue completamente engañada y creyó a Satanás (1 Tim. 2:14). Confió más en él que en Jehová, y eso la llevó a tomar la peor decisión posible: desobedecer a Dios y comer del fruto que él le había prohibido. Luego, le dio a Adán del fruto (Gén. 3:6). Pensemos por un momento en lo que Eva debería haber respondido a Satanás. Imaginemos que le hubiera dicho algo como esto: “A ti no te conozco, pero a mi Padre, Jehová, sí lo conozco. Lo quiero y confío en él. Él nos ha dado a Adán y a mí todo lo que tenemos. ¿Cómo te atreves a hablar mal de él? ¡Déjame en paz!”. Cuánto se habría alegrado Jehová si su hija le hubiera demostrado amor y lealtad con palabras como esas (Prov. 27:11). Pero ni ella ni Adán sentían amor leal por Jehová. Por eso, no salieron en defensa del nombre de su Padre. w20.06 23:10, 11
Miércoles 6 de julio
Las mujeres que proclaman las buenas noticias son un ejército grande (Sal. 68:11).
Las hermanas merecen que les demos las gracias por todo lo que hacen en su servicio a Jehová. Entre otras cosas, participan en la construcción y el mantenimiento de edificios, apoyan grupos en otros idiomas y trabajan de voluntarias en Betel. También participan en las labores de socorro y en la traducción de las publicaciones, y son precursoras y misioneras. Por otro lado, hay hermanas casadas que ayudan a su esposo a atender grandes responsabilidades en la congregación y en la organización. Si no fuera por el apoyo de ellas, estos hombres, que son “como regalos”, no podrían hacer tan plenamente su labor (Efes. 4:8). Los buenos ancianos saben que las hermanas son “un ejército grande” dispuesto a trabajar y que muchas de ellas están entre quienes mejor predican las buenas noticias. Además, los ancianos son conscientes de que las hermanas fieles y maduras pueden ayudar mucho a hermanas más jóvenes con sus problemas (Tito 2:3-5). Está claro que nuestras hermanas merecen toda nuestra gratitud y cariño. w20.09 39:13, 14
Jueves 7 de julio
Mi Padre que está en el cielo no desea que ni uno solo de estos pequeños se pierda (Mat. 18:14).
Jehová no olvida a quienes le han servido pero se han alejado de su pueblo por un tiempo ni pasa por alto su fiel servicio (Heb. 6:10). El profeta Isaías ilustró la manera como Jehová ama y cuida a su pueblo valiéndose de un conmovedor ejemplo. Escribió: “Cuidará de su rebaño como un pastor. Con su brazo juntará a los corderos, y junto a su pecho los llevará” (Is. 40:11). ¿Cómo se siente Jehová, el Gran Pastor, cuando una de sus ovejas se aleja del rebaño? Jesús dejó ver cuáles son los sentimientos de Jehová al preguntarles a sus discípulos: “¿Qué opinan? Si un hombre tiene 100 ovejas y una de ellas se pierde, ¿no creen que dejará a las otras 99 en las montañas y se pondrá a buscar a la que anda perdida? Y, si la encuentra, les aseguro que se alegrará más por ella que por las 99 que no se perdieron” (Mat. 18:12, 13). w20.06 25:8, 9
Viernes 8 de julio
Si un hombre está esforzándose por ser superintendente, desea una labor muy buena (1 Tim. 3:1).
Para nosotros, es un honor servir a Jehová lo mejor que podemos (Sal. 27:4; 84:10). Es bueno que un hermano quiera hacer más en la organización de Jehová. Pero, si recibe una responsabilidad, no debería subírsele a la cabeza (Luc. 17:7-10). Su meta debe ser servir a los demás con humildad (2 Cor. 12:15). La Biblia habla de personas que se creyeron muy importantes. Por ejemplo, a Diótrefes le faltaba modestia y le gustaba “ser el primero” en la congregación (3 Juan 9). Uzías demostró que era orgulloso cuando trató de realizar una labor que Jehová no le había encargado (2 Crón. 26:16-21). Con astucia, Absalón intentó ganarse las simpatías del pueblo porque deseaba ser rey (2 Sam. 15:2-6). Como muestran claramente estos relatos bíblicos, a Jehová le desagradan las personas que buscan su propia gloria (Prov. 25:27). Los que se dejan llevar por el orgullo y la ambición acaban muy mal (Prov. 16:18). w20.07 27:7, 8
Sábado 9 de julio
Cada uno llevará su propia carga de responsabilidad (Gál. 6:5).
Algunas familias se han mudado a otro país como refugiados o para buscar trabajo. Puede que los hijos vayan a la escuela en el idioma principal del nuevo país y que los padres también tengan que aprenderlo para encontrar empleo. Pero supongamos que hay una congregación o un grupo en su idioma materno. ¿A cuál deberían acudir? ¿A la de su idioma o a la del idioma del país? El cabeza de familia debe decidir a qué congregación asistirán. Para ello, debe tomar en cuenta lo que sea mejor para su familia. Como se trata de una cuestión personal, debemos respetar la decisión del cabeza de familia. Aceptemos lo que decida y recibamos con cariño a la familia en la congregación (Rom. 15:7). w20.08 35:17, 18
Domingo 10 de julio
Dios escogió a las cosas débiles del mundo (1 Cor. 1:27).
Si queremos que Jehová nos conceda su poder, no debemos pensar que nuestra valía personal depende de nuestra fuerza física, educación, cultura o posesiones materiales. Esto no es lo que nos hace útiles a los ojos de Jehová. De hecho, en el pueblo de Dios “no hay muchos sabios desde el punto de vista humano ni muchos poderosos ni tampoco muchos de nacimiento noble” (1 Cor. 1:26). Por tanto, no veamos cualquier supuesta desventaja como un obstáculo para servir a Dios, sino como una oportunidad para ver cómo nos ayuda con su poder. Por ejemplo, si alguien intenta hacernos dudar de nuestras creencias y nos sentimos intimidados, pidamos en oración valor para defender nuestra fe (Efes. 6:19, 20). O, si estamos luchando con algún tipo de enfermedad crónica, pidámosle a Jehová fuerzas para seguir haciendo todo lo que podamos en su servicio. Cada vez que sentimos su ayuda, nuestra fe aumenta y nos hacemos más fuertes. w20.07 29:9
Lunes 11 de julio
Busquen primero el Reino (Mat. 6:33).
Si queremos poner el Reino en primer lugar en nuestra vida, debemos ser como Abrahán y estar dispuestos a sacrificarnos para agradar a Dios (Mar. 10:28-30; Heb. 11:8-10). No esperemos una vida sin problemas. Incluso los que le dedican su vida a Jehová tendrán dificultades (Sant. 1:2; 1 Ped. 5:9). Hoy más que nunca, tenemos razones para centrarnos en el futuro. Los sucesos mundiales dejan claro que estamos en la parte final de los últimos días de este sistema. Entre las muchas bendiciones que tendremos gracias al Reino estará la de ver que nuestros seres amados vuelven a vivir. Entonces, Jehová recompensará a Abrahán por su fe y paciencia devolviéndoles la vida a él y a su familia aquí en la Tierra. ¿Estará usted allí para recibirlos? Podrá lograrlo si, como Abrahán, está dispuesto a sacrificarse por el Reino de Dios, mantiene la fe a pesar de los problemas y espera con paciencia a que Jehová actúe (Miq. 7:7). w20.08 31:13, 14, 17
Martes 12 de julio
Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida (Apoc. 2:10).
Sabemos que, si nuestros enemigos nos matan, Jehová nos devolverá la vida. Estamos convencidos de que nada de lo que hagan puede separarnos de nuestro Dios (Rom. 8:35-39). Qué sabiduría tan extraordinaria ha mostrado Jehová al darnos la esperanza de la resurrección. Con ella, le quita a Satanás una de sus armas más poderosas y a la vez nos da a nosotros una valentía indestructible. Si nuestros enemigos nos amenazan con quitarnos la vida, ¿confiaremos en que Jehová nos la puede devolver? Para saberlo, preguntémonos: “¿Muestran las pequeñas decisiones que tomo cada día que confío en Jehová?” (Luc. 16:10). “¿Demuestro con mi manera de vivir que confío en la promesa de Jehová de darme lo necesario si busco primero el Reino?” (Mat. 6:31-33). Si la respuesta es sí, podremos afrontar cualquier prueba que se nos presente (Prov. 3:5, 6). w20.08 33:15, 16
Miércoles 13 de julio
Haz todo lo posible para presentarte ante Dios como alguien aprobado, un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, que maneja la palabra de la verdad correctamente (2 Tim. 2:15).
Los cristianos debemos saber manejar bien la Palabra de Dios. Las reuniones nos ayudan a aprender algunas maneras de hacerlo. Pero, si queremos convencer a las personas del verdadero valor de la verdad de la Biblia, debemos tener un programa personal de estudio bíblico. Tenemos que fortalecer la fe con la ayuda de la Palabra de Dios. Pero no basta con solo leerla. Debemos meditar en los versículos que leemos e investigar lo que han dicho nuestras publicaciones a fin de entenderlos bien y saber explicarlos (1 Tim. 4:13-15). Así estaremos preparados para enseñar a otros usando la Biblia. Claro, no basta con leerles un texto. Queremos ayudarlos a entenderlo y a ver cómo les afecta. Así pues, si estudiamos la Biblia con regularidad, seremos mejores maestros (2 Tim. 3:16, 17). w20.09 40:12
Jueves 14 de julio
Piensen detenidamente en Jesús para que no se cansen ni se rindan (Heb. 12:3).
Algo que nos ayudará a estar centrados en la predicación es pensar en todo lo que Jehová hace para ayudarnos. Por ejemplo, nos da abundante alimento espiritual: publicaciones impresas y digitales, grabaciones de audio y video, y programas de JW Broadcasting®. Pensemos en esto: nuestro sitio oficial de Internet tiene información en más de mil idiomas (Mat. 24:45-47). Algo que también nos ayudará a estar centrados en la predicación es seguir el ejemplo de Jesús. Él no dejó que nada lo distrajera de dar testimonio de la verdad (Juan 18:37). No cayó en la tentación cuando Satanás le ofreció “todos los reinos del mundo y su gloria” ni cuando la gente quiso hacerlo rey (Mat. 4:8, 9; Juan 6:15). No se dejó llevar por el deseo de conseguir riquezas materiales ni por el temor ante la dura oposición (Luc. 9:58; Juan 8:59). Cuando se ponga a prueba nuestra fe, nos mantendremos centrados si recordamos lo que dijo Pablo en el texto de hoy. w20.09 37:6, 7
Viernes 15 de julio
Imítenme a mí, así como yo imito a Cristo (1 Cor. 11:1).
Estamos muy agradecidos de tener en la congregación a tantas hermanas que trabajan muy duro. Participan en las reuniones, predican y se interesan por sus hermanos. Además, algunas ayudan en el mantenimiento del Salón del Reino. Claro, también afrontan problemas. Algunas cuidan de sus padres de edad avanzada. Otras aguantan la oposición de sus familiares. Y otras crían solas a sus hijos y se esfuerzan mucho para mantenerlos. ¿Por qué debemos esforzarnos por apoyar a nuestras hermanas? Porque el mundo no siempre trata a las mujeres con la dignidad que merecen. Además, la propia Biblia nos dice que les demos apoyo. Por ejemplo, el apóstol Pablo le pidió a la congregación de Roma que recibiera con gusto a Febe y que la ayudara en lo que necesitara (Rom. 16:1, 2). Pablo venía de una cultura que trataba a las mujeres como inferiores. Pero, cuando se hizo cristiano, imitó a Jesús y trató a las mujeres con bondad y respeto. w20.09 39:1, 2
Sábado 16 de julio
Hagan discípulos. Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he mandado (Mat. 28:19, 20).
Para ayudar al estudiante a tener el deseo de hablar de las buenas noticias, tal vez podemos hacerle preguntas como estas: “¿Cómo diría usted que ha mejorado su vida desde que aceptó el mensaje del Reino? ¿Cree que otras personas necesitan escucharlo? ¿Qué puede hacer por ellas?” (Prov. 3:27; Mat. 9:37, 38). Recordemos que Jesús nos dijo que les enseñemos a otros a obedecer todo lo que él mandó. Sin duda, esto incluye los dos mandamientos más importantes, que son amar a Dios y amar al prójimo (Mat. 22:37-39). De hecho, el amor es el principal motivo por el que predicamos. Es comprensible que a algunos estudiantes les dé miedo pensar en salir a predicar, pero podemos asegurarles que Jehová los ayudará a ir venciendo poco a poco su temor a la gente (Sal. 18:1-3; Prov. 29:25). w20.11 45:6-8
Domingo 17 de julio
No hemos dejado de orar por ustedes (Col. 1:9).
Como parte de la preparación para dirigir un curso bíblico, debemos hablarle a Jehová sobre el estudiante y sus necesidades. Pidámosle que nos ayude a usar la Biblia de manera que le lleguemos al corazón. No olvidemos que nuestra meta es ayudarlo a llegar al bautismo. El estudiante también debe comunicarse con Jehová escuchándolo y hablando con él. La manera de escucharlo es leyendo la Biblia todos los días (Jos. 1:8; Sal. 1:1-3). Y puede hablar con Jehová orándole todos los días. Por eso, oremos desde el corazón al principio y al final de cada clase, y mencionemos al estudiante. Así aprenderá a orar desde el corazón y a dirigirse a Jehová en el nombre de Jesucristo (Mat. 6:9; Juan 15:16). Imaginemos cuánto se acercará a Dios cuando lo escuche leyendo la Biblia todos los días y cuando hable con él orándole (Sant. 4:8). w20.10 41:8, 10, 11
Lunes 18 de julio
Mantengan la unidad del espíritu mediante el vínculo de la paz (Efes. 4:3).
El deseo de orden y de paz que distinguió a los cristianos del siglo primero se ve a las claras en la organización de Jehová hoy día (Hech. 16:4, 5). Como botón de muestra, si asistiéramos a un Estudio de La Atalaya en otra congregación, incluso en otro país, sabríamos cómo se conduciría el estudio y qué artículo se estaría analizando. Enseguida nos sentiríamos en casa. Esta hermosa unidad solo es posible gracias al espíritu de Dios (Sof. 3:9, nota). ¿Qué podemos hacer nosotros? Preguntémonos: “¿Fomento la paz y la unidad en la congregación? ¿Soy obediente a los hermanos que la dirigen? ¿Pueden los demás confiar en mí, sobre todo si tengo responsabilidades en la congregación? ¿Soy una persona puntual, servicial y dispuesta a ayudar?” (Sant. 3:17). Si nos parece que podemos mejorar en alguno de estos aspectos, pidámosle a Jehová espíritu santo. Cuanto más permitamos que este moldee nuestra personalidad e influya en nuestras acciones, más nos amarán nuestros hermanos y nos valorarán. w20.10 43:12, 13
Martes 19 de julio
Pongan en práctica la palabra y no se limiten a oírla (Sant. 1:22).
La Palabra de Dios puede ser como un espejo para nosotros (Sant. 1:23-25). Cada mañana, casi todo el mundo se mira en un espejo antes de salir de su casa. Así vemos si tenemos que retocar algo antes de que otros nos vean. Del mismo modo, cuando leemos la Biblia cada día, vemos si tenemos que hacer algún “retoque” en nuestra manera de pensar o nuestra actitud. Muchos hermanos leen el texto del día cada mañana antes de salir de su casa y permiten que lo que leen influya en su manera de pensar. Entonces, durante el día, buscan maneras de poner en práctica el consejo de la Palabra de Dios. Además, debemos leer la Biblia y meditar en ella todos los días. Aunque esto puede parecer sencillo, es una de las ayudas más importantes que tenemos para seguir en el camino estrecho que lleva a la vida. En cierto modo, la Palabra de Dios es como un aparato de rayos X, que nos permite vernos por dentro. Ahora bien, si queremos beneficiarnos de los consejos que encontramos en la Biblia y los que nos dan los representantes de Dios, tenemos que ser humildes. w20.11 47:3, 8
Miércoles 20 de julio
Las congregaciones continuaron haciéndose firmes en la fe y creciendo día tras día (Hech. 16:5).
Aunque los cristianos del siglo primero sufrieron persecución en muchas ocasiones, también tuvieron algunos periodos de paz. ¿Cómo los aprovecharon? Aquellos hombres y mujeres fieles se dedicaron de lleno a predicar las buenas noticias. El relato de Hechos dice que la congregación cristiana “andaba en el temor de Jehová” y, como no dejó de predicar, “siguió creciendo”. Está claro que Jehová bendijo el entusiasmo con el que predicaron en tiempos de paz (Hech. 9:26-31). Los discípulos del siglo primero aprovecharon toda oportunidad para anunciar las buenas noticias. Por ejemplo, el apóstol Pablo decidió quedarse en Éfeso cuando vio que se le abría “una puerta grande” para predicar y hacer discípulos en esa ciudad (1 Cor. 16:8, 9). Los discípulos hicieron todo lo posible por predicar “las buenas noticias de la palabra de Jehová” (Hech. 15:30-35). ¿Cuál fue el resultado? Lo vemos en el texto de hoy. w20.09 36:6-8
Jueves 21 de julio
La muerte vino mediante un hombre (1 Cor. 15:21).
Cuando Adán pecó, provocó su propia muerte y la de sus descendientes. Hoy día seguimos sufriendo las trágicas consecuencias de su desobediencia. Pero la esperanza que tenemos gracias a que Dios resucitó a su Hijo es maravillosa. El apóstol Pablo explicó: “La resurrección de los muertos también viene mediante un hombre [Jesús]. Porque, así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos recibirán vida” (1 Cor. 15:22). ¿A quiénes se refería Pablo cuando dijo que “en Adán todos están muriendo”? A los descendientes de Adán, que hemos heredado el pecado y la imperfección, y estamos condenados a morir (Rom. 5:12). Adán no está entre los que “recibirán vida”. Él no puede beneficiarse del rescate, pues era un hombre perfecto que desobedeció a Dios a sabiendas. Recibió lo mismo que recibirán aquellos a quienes “el Hijo del Hombre” juzgue como “cabras”: “la destrucción eterna” (Mat. 25:31-33, 46; Heb. 5:9). w20.12 49:13, 14
Viernes 22 de julio
Jehová se fija en el humilde (Sal. 138:6).
Si no recibimos cierta asignación, pensemos en el ejemplo de los ángeles fieles. En cierta ocasión, Jehová les pidió a los ángeles que dieran sugerencias sobre cómo engañar al malvado rey Acab. Varios de ellos aportaron ideas, pero Jehová eligió a uno de ellos y le dijo que la suya saldría bien (1 Rey. 22:19-22). ¿Se desanimaron los demás y pensaron: “¿Para qué dije nada?”? No hay nada que indique que así fuera. Los ángeles son humildes de verdad y quieren que Jehová se lleve todo el mérito (Juec. 13:16-18; Apoc. 19:10). Tengamos muy claro que el mayor honor que podemos tener es ser testigos de Jehová y predicar el Reino. Lo que nos hace realmente valiosos para Jehová y para nuestros hermanos no son las asignaciones, sino la humildad y la modestia. Por eso roguemos a Jehová que nos ayude a seguir manteniendo estas cualidades. Meditemos en todos los buenos ejemplos de humildad y modestia que hay en la Biblia, y sirvamos con gusto a nuestros hermanos en lo que esté a nuestro alcance (1 Ped. 5:5). w20.12 52:16, 17
Sábado 23 de julio
Lleven el casco de la salvación y la espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios (Efes. 6:17).
El casco de la salvación es la esperanza que nos da Jehová, la esperanza de que nos salvará de la muerte y recompensará a quienes hacen su voluntad (1 Tes. 5:8; 1 Tim. 4:10; Tito 1:1, 2). La esperanza de la salvación protege nuestra capacidad de pensar. Nos ayuda a estar centrados en las promesas de Dios y a ver los problemas desde la perspectiva correcta. Nos ponemos el casco de la salvación al esforzarnos por pensar igual que Jehová. Por ejemplo, no ponemos nuestra “esperanza en las riquezas inseguras, sino en Dios” (1 Tim. 6:17; Sal. 26:2; 104:34). La espada del espíritu es la Palabra de Dios, la Biblia. Esta espada tiene el poder de poner al descubierto los engaños y de liberar a las personas de las enseñanzas falsas y los malos hábitos (2 Cor. 10:4, 5; 2 Tim. 3:16, 17; Heb. 4:12). Aprendemos a usarla bien mediante el estudio personal y la capacitación que nos da la organización de Dios (2 Tim. 2:15). w21.03 13:4, 10, 11
Domingo 24 de julio
Estuve en la isla llamada Patmos por hablar acerca de Dios y por dar testimonio acerca de Jesús (Apoc. 1:9).
Incluso estando privado de libertad por predicar acerca de Jesús, el apóstol Juan demostró que pensaba en los demás. Por ejemplo, puso por escrito la revelación que recibió y se la envió a las congregaciones para que supieran “las cosas que tienen que suceder dentro de poco” (Apoc. 1:1). Más tarde, seguramente después de ser liberado de aquella isla, escribió su relato de la vida y el ministerio de Jesús. También les escribió tres cartas a sus hermanos a fin de animarlos y fortalecerlos. Nosotros podemos imitar el espíritu de sacrificio de Juan y demostrar que amamos a las personas por lo que elegimos hacer con nuestra vida. El sistema de Satanás quiere que gastemos todo nuestro tiempo y energías intentando hacernos ricos o famosos. Sin embargo, por todo el mundo hay cristianos que dedican tanto tiempo como pueden a predicar las buenas noticias y a ayudar a las personas a acercarse a Jehová. w21.01 2:9, 10
Lunes 25 de julio
Jonatán empezó a quererlo como a sí mismo (1 Sam. 18:1).
Jonatán podía haberse puesto celoso de David y haberse empeñado en defender que él tenía derecho a ser el siguiente rey porque era el hijo de Saúl (1 Sam. 20:31). Pero, en vez de eso, Jonatán fue humilde y leal a Jehová, así que apoyó de corazón la decisión de Jehová de darle el trono a David. También le fue leal a David, aunque eso puso muy furioso a Saúl (1 Sam. 20:32-34). El tierno cariño que Jonatán le tenía a David le impidió verlo como un rival. Jonatán era un hábil arquero y un valiente guerrero. Se decía que él y su padre eran “más veloces que las águilas” y “más fuertes que los leones” (2 Sam. 1:22, 23). Así que Jonatán podría haber presumido de sus hazañas militares. Pero nunca fue competitivo ni se amargó por los éxitos de David. Al contrario: lo admiró por su valentía y su confianza en Jehová. De hecho, Jonatán empezó a sentir cariño por David precisamente cuando este mató a Goliat. w21.01 4:6, 8, 9
Martes 26 de julio
La cabeza de la mujer es el hombre (1 Cor. 11:3).
Todos los cristianos estamos bajo la autoridad de Jesucristo, que es un cabeza perfecto. Pero, cuando una mujer cristiana se casa, se pone bajo la autoridad de un hombre imperfecto, y esto no siempre es fácil. Por eso, cuando esté pensando en si casarse o no con cierto hermano, haría bien en preguntarse: “¿Cómo sé que este hermano será un buen cabeza de familia? ¿Es servir a Jehová lo más importante en su vida? Si no es así, ¿qué me hace pensar que será un buen cabeza en sentido espiritual después de casados?”. Por otro lado, la hermana también debería preguntarse: “¿Qué cualidades puedo aportar yo al matrimonio? ¿Soy paciente y generosa? ¿Qué tan fuerte es mi relación con Jehová?” (Ecl. 4:9, 12). La felicidad que una mujer sienta en su matrimonio dependerá en cierta medida de las decisiones que tome antes de casarse. Millones de hermanas ponen un ejemplo excelente siendo obedientes a sus esposos. Es un placer servir a Jehová junto a estas hermanas, y las felicitamos por ser tan leales. w21.02 6:1, 2
Miércoles 27 de julio
Ven a Macedonia y ayúdanos (Hech. 16:9).
En los últimos años, muchos publicadores se han propuesto aprender un idioma para ampliar su ministerio y servir en una congregación donde se necesita ayuda para predicar. Esta es una decisión personal. Aunque les lleve años hablar bien el nuevo idioma, son de gran ayuda en la congregación. Con sus buenas cualidades y experiencia, fortalecen a los hermanos. ¿Verdad que valoramos sus esfuerzos? Por otro lado, estaría mal que un cuerpo de ancianos no recomendara a un hermano para ser anciano o siervo ministerial solo porque todavía no habla bien el idioma de la congregación. La evaluación del hermano debe basarse en los requisitos bíblicos para los ancianos y los siervos ministeriales, y no en lo bien que habla el idioma (1 Tim. 3:1-10, 12, 13; Tito 1:5-9). w20.08 35:15, 16
Jueves 28 de julio
Hermanos míos, cuando se encuentren con diversas pruebas, considérenlo un motivo de felicidad absoluta (Sant. 1:2).
Muchas personas piensan que solo pueden ser felices si tienen buena salud, mucho dinero y una familia feliz. Pero la felicidad a la que Santiago se refería es parte del fruto del espíritu de Dios y no depende de las circunstancias en la vida (Gál. 5:22). A los cristianos nos hace verdaderamente felices saber que tenemos la aprobación de Jehová y seguir el ejemplo de Jesús (Luc. 6:22, 23; Col. 1:10, 11). Como una llama en un farol, protegida de la lluvia y el viento, la felicidad está protegida dentro de nuestro corazón. No se apaga cuando el dinero o la salud fallan. Y tampoco la extinguen las burlas o la oposición de la familia o de otros. Su brillo no disminuye, sino que aumenta, cuando algún enemigo trata de hacerla desaparecer. Las pruebas de fe que afrontamos confirman que somos verdaderos discípulos de Cristo (Mat. 10:22; 24:9; Juan 15:20). Con razón, Santiago pudo decir las palabras del texto de hoy. w21.02 8:6
Viernes 29 de julio
Una buena palabra reanima el corazón (Prov. 12:25).
Cuando lea un pasaje bíblico que muestre que mantener la calma y confiar en Jehová nos da fuerzas, intente memorizar algunos versículos importantes. Tal vez le resulte útil leerlos en voz alta o escribirlos y repasarlos de vez en cuando. Jehová le mandó a Josué que leyera el libro de la Ley y meditara día y noche en él para que así actuara con sabiduría. Esos recordatorios lo ayudarían a vencer cualquier temor que pudiera tener en medio de las circunstancias en las que se encontraba (Jos. 1:8, 9). En la Palabra de Dios, encontraremos muchas ideas que nos pueden ayudar a mantener la calma en situaciones que normalmente nos causarían temor o ansiedad (Sal. 27:1-3; Prov. 3:25, 26). En nuestras reuniones, nos beneficiamos de lo que se enseña desde la plataforma, de los comentarios que se ofrecen y de las buenas conversaciones con nuestros hermanos (Heb. 10:24, 25). También nos puede animar mucho abrirle nuestro corazón a un amigo querido de la congregación. w21.01 1:15, 16
Sábado 30 de julio
Sé un ejemplo para los fieles (1 Tim. 4:12).
Jovencito, cuando te bautizaste, mostraste que tenías mucha fe y confianza en Jehová. Y él te recibió en su familia con los brazos abiertos. ¡Qué gran honor! La clave ahora es que continúes apoyándote en Jehová. Esto puede parecer fácil cuando se trata de tomar las decisiones más importantes de la vida. Pero es necesario que lo hagas con todas tus decisiones, sea que estén relacionadas con el entretenimiento o con el empleo y las metas en la vida. En lugar de apoyarte en tu propia sabiduría, busca principios bíblicos que sean útiles en tus circunstancias y aplícalos (Prov. 3:5, 6). Así harás feliz a Jehová y te ganarás el respeto de los hermanos. Claro, igual que todos nosotros, eres imperfecto y a veces cometerás errores. Sin embargo, esto no debería evitar que hagas todo lo que puedas en tu servicio a Jehová. w21.03 9:14, 15
Domingo 31 de julio
Fui rescatado de la boca del león (2 Tim. 4:17).
¿Se opone nuestra familia a que sirvamos a Jehová? O ¿vivimos en un país donde nuestra obra está muy restringida o incluso prohibida? Si es así, nos puede animar leer 2 Timoteo 1:12-16 y 4:6-11, 17-22. El apóstol Pablo escribió esta parte de las Escrituras cuando estaba en prisión. Antes de leer esos versículos, contémosle a Jehová nuestro problema y cómo nos sentimos. Seamos específicos. Entonces, pidámosle a Jehová que nos ayude a encontrar en los relatos de las pruebas de Pablo principios que nos orienten en nuestro caso. Jehová había avisado a Pablo de que sería perseguido por ser cristiano (Hech. 21:11-13). ¿Cómo ayudó Jehová a Pablo? Contestó sus oraciones y le fue dando fuerzas. También le aseguró que conseguiría la recompensa por la que tanto se había esforzado y motivó a los amigos leales de Pablo a darle ayuda práctica. w21.03 11:14, 15, 19