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Examinemos las Escrituras todos los días 2025
es25

Febrero

Sábado 1 de febrero

Yo los escucharé (Jer. 29:12).

Cuando el rey Ezequías se enfermó gravemente, le rogó a Jehová que lo curara, y Jehová lo hizo (2 Rey. 20:1-6). Sin embargo, cuando el apóstol Pablo le suplicó que le quitara “una espina en la carne”, Jehová no lo hizo (2 Cor. 12:7-9). El rey Herodes quiso matar a los apóstoles Santiago y Pedro. Santiago acabó ejecutado, mientras que Pedro se salvó gracias a un milagro de Jehová (Hech. 12:1-11). Tal vez nos preguntemos por qué Jehová salvó a uno y no al otro. Aunque la Biblia no lo explica, podemos estar seguros de que Jehová “nunca comete injusticias” (Deut. 32:4). Puede que a veces nuestras oraciones no reciban la respuesta que esperamos. Pero en ningún caso nos quejamos de cómo las contesta Jehová porque estamos convencidos de que él siempre actúa con amor y justicia (Job 33:13). w23.11 49:6

Domingo 2 de febrero

La sabiduría de arriba está lista para obedecer (Sant. 3:17).

El escritor bíblico Santiago dijo que la persona sabia “está lista para obedecer”. ¿Qué significa eso? Que debemos estar dispuestos a obedecer a aquellos a quienes Jehová les ha dado cierta autoridad y que debemos tener el deseo de hacerlo. Claro está, él no espera que obedezcamos a alguien que nos pida ir en contra de sus normas (Hech. 4:18-20). Quizás sintamos que es más fácil obedecer a Jehová que a los seres humanos porque las instrucciones que él nos da siempre son perfectas (Sal. 19:7). Y eso casi nunca pasa con los humanos que tienen autoridad. A pesar de eso, nuestro Padre celestial les ha dado cierta autoridad a los padres, las autoridades y los ancianos (Prov. 6:20; 1 Tes. 5:12; 1 Ped. 2:13, 14). En realidad, cuando obedecemos a estas personas, estamos obedeciendo a Jehová. w23.10 42:2, 3

Lunes 3 de febrero

Estas palabras son fieles y verdaderas (Apoc. 21:5).

Una manera de fortalecer nuestra fe es pensando en el poder de Jehová. Él tiene el poder para hacer realidad todo lo que promete. A fin de cuentas, él es el Todopoderoso (Job 42:2; Mar. 10:27; Efes. 3:20). Les dijo a Abrahán y a Sara que tendrían un hijo aunque eran muy mayores (Gén. 17:15-17). También le aseguró a Abrahán que les daría a sus descendientes la tierra de Canaán. Pero durante muchos años los descendientes de Abrahán, es decir, los israelitas, fueron esclavos en Egipto, por lo que quizás pensaron que esa promesa jamás se cumpliría. Sin embargo, sí se cumplió. Le aseguró a María, una virgen, que ella daría a luz a su Hijo. Eso cumpliría una promesa que Jehová había hecho miles de años antes en el jardín de Edén (Gén. 3:15). Cuando pensamos en todas las promesas que Jehová hizo y en cómo las cumplió, vemos su gran poder. Esto fortalece nuestra fe en que él traerá el nuevo mundo (Jos. 23:14; Is. 55:10, 11). w23.04 19:10-12

Martes 4 de febrero

Oh, Jehová, oye mi oración; escucha mi ruego por ayuda (Sal. 143:1).

Jehová contestó las oraciones de David y lo rescató (1 Sam. 19:10, 18-20; 2 Sam. 5:17-25). Y nosotros podemos tener la misma certeza (Sal. 145:18). Es posible que Jehová no responda nuestras oraciones de la forma que esperamos. Pablo tenía “una espina en la carne”, un problema grave, y le suplicó tres veces a Dios que se la quitara. ¿Respondió Jehová sus oraciones? Sí, pero no de la manera que Pablo esperaba. En vez de quitarle el problema, Jehová le dio las fuerzas que necesitaba para seguir sirviéndole fielmente (2 Cor. 12:7-10). Tal vez nosotros también recibamos una respuesta que no es la que esperábamos. Pero podemos estar seguros de que Jehová sabe lo que es mejor para nosotros. Incluso “puede hacer infinitamente más que todo lo que pedimos o imaginamos” (Efes. 3:20). Por ese motivo, su respuesta podría llegar en un momento o de una manera que no nos habíamos imaginado. w23.05 21:4-6

Miércoles 5 de febrero

Viene la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán (Juan 5:28, 29).

Cada cierto tiempo, es bueno que meditemos en la promesa de la resurrección. ¿Por qué? Porque no sabemos qué podría pasar el día de mañana. Podríamos enfermarnos gravemente o podría morir un ser querido de manera inesperada (Ecl. 9:11; Sant. 4:13, 14). La esperanza de la resurrección puede ayudarnos a aguantar esas pruebas (1 Tes. 4:13). Las Escrituras nos aseguran que nuestro Padre celestial nos conoce muy bien y nos quiere mucho (Luc. 12:7). De hecho, tiene que conocernos muy bien para poder crearnos de nuevo con nuestra misma personalidad y todos nuestros recuerdos. Y nos quiere tanto que nos da la oportunidad de vivir para siempre. Hasta nos resucitará si morimos. ¿Por qué podemos confiar en la promesa de la resurrección? Porque estamos convencidos de que quien hace esta promesa tiene el deseo de cumplirla y el poder para hacerlo. w23.04 16:2-4

Jueves 6 de febrero

Todos los años, José y María tenían la costumbre de ir a Jerusalén a la fiesta de la Pascua (Luc. 2:41).

José y María también trabajaron en equipo para mantener fuerte su relación con Jehová. Ellos sabían que era muy importante adorar a Jehová en familia (Luc. 2:22-24; 4:16). ¡Qué buen ejemplo para los matrimonios! Si ustedes también tienen hijos, puede que sea todo un desafío ir a las reuniones y sacar tiempo para la adoración en familia. Además, encontrar momentos para estudiar y orar juntos como matrimonio puede ser aún más difícil. Pero recuerden que, si adoran juntos a Jehová, se fortalecerá su amistad con él y se sentirán más cerca el uno del otro. Así que pongan en primer lugar su adoración a Jehová. Si tienen problemas en su matrimonio, quizás la adoración en familia sea lo último que quieran hacer. Si ese es su caso, ¿por qué no empiezan analizando algo breve y agradable? Este puede ser el primer paso para fortalecer su matrimonio y animarse a hacer actividades espirituales juntos. w23.05 23:7, 8

Viernes 7 de febrero

Abdías temía mucho a Jehová (1 Rey. 18:3).

¿Cómo ayudó a Abdías el temor de Dios? Por un lado, lo convirtió en un hombre honrado y de confianza. Gracias a eso, el rey lo nombró encargado de la casa real (compare con Nehemías 7:2). Y, por otro lado, lo ayudó a demostrar una valentía extraordinaria, una cualidad que sin duda necesitó. ¿Por qué? Porque vivió durante el reinado del malvado Acab (1 Rey. 16:30). Acab estaba casado con Jezabel, que adoraba a Baal y odiaba a Jehová con todo su ser, tanto que quería acabar con la adoración pura en Israel, el reino del norte. Incluso mató a muchos profetas del Dios verdadero (1 Rey. 18:4). Cuando Jezabel empezó a perseguir a los profetas de Jehová para matarlos, Abdías escondió en cuevas a 100 de ellos “en grupos de 50” y se encargó “de darles pan y agua” (1 Rey. 18:13, 14). Si Jezabel se hubiera enterado, este hombre tan valiente habría sido ejecutado. Claro, como cualquier persona de carne y hueso, Abdías no quería morir. Pero el amor que sentía por Jehová y sus siervos era más grande que el amor que le tenía a su propia vida. w23.06 27:9, 10

Sábado 8 de febrero

Yo, Jehová, soy el que te guía (Is. 48:17).

En nuestros días, al igual que en el pasado, Jehová sigue guiando a su pueblo mediante su Palabra y su Hijo, la cabeza de la congregación. ¿Tenemos pruebas de que ha seguido utilizando a seres humanos como representantes suyos? Sí. Pensemos, por ejemplo, en lo que pasó a finales del siglo diecinueve. Charles Russell y sus colaboradores comprendieron que 1914 sería un año muy importante para el Reino de Dios (Dan. 4:25, 26). ¿Cómo llegaron a esa conclusión? Estudiando las profecías de la Biblia. Y, sin duda, Jehová guio su trabajo de investigación. Lo que sucedió en el mundo en 1914 confirmó que el Reino de Dios había comenzado a gobernar: estalló la Primera Guerra Mundial y hubo epidemias, terremotos y hambre (Luc. 21:10, 11). Quedó claro que Jehová estaba usando a esos hombres de buen corazón para ayudar a su pueblo. w24.02 8:11

Domingo 9 de febrero

Muchas son las dificultades del justo, pero Jehová lo libera de todas ellas (Sal. 34:19).

Los siervos de Jehová sabemos que él nos ama y quiere lo mejor para nosotros (Rom. 8:35-39). También estamos convencidos de que obedecer los principios bíblicos siempre nos beneficia (Is. 48:17, 18). Pero ¿y si nos toca enfrentarnos a un problema que no esperábamos? Por ejemplo, puede que un familiar haga o diga algo que nos decepcione. Quizás tengamos problemas de salud que limiten nuestro servicio a Jehová. Tal vez suframos las consecuencias devastadoras de un desastre natural. O es posible que se nos persiga por nuestras creencias. Cuando pasamos por esas pruebas, puede que nos preguntemos: “¿Por qué me está pasando esto a mí? ¿He hecho algo malo? ¿Significa esto que Jehová no me está bendiciendo?”. Si usted se ha sentido así alguna vez, no se desanime. A muchos siervos leales de Jehová les ha pasado lo mismo (Sal. 22:1, 2; Hab. 1:2, 3). w23.04 17:1, 2

Lunes 10 de febrero

Estoy decidido a obedecer tus normas todo el tiempo (Sal. 119:112).

Cuando nos vemos ante la tentación, rechazamos de inmediato cualquier pensamiento o acción que pudiera perjudicar nuestra amistad con Dios. Jehová quiere que seamos “obedientes de corazón” (Rom. 6:17). Sus normas y leyes son siempre para nuestro bien y no son negociables (Is. 48:17, 18; 1 Cor. 6:9, 10). Para debilitar nuestra determinación, Satanás nos ataca de manera física y emocional. Su objetivo es devorarnos, es decir, destruir nuestra amistad con Jehová (1 Ped. 5:8). A los cristianos del primer siglo los amenazaron, golpearon y mataron porque estaban decididos a mantenerse firmes (Hech. 5:27, 28, 40; 7:54-60). En nuestros días, Satanás también usa la persecución. Un ejemplo de esto es el trato tan cruel que reciben nuestros hermanos de Rusia y de otros lugares. Además, muchos de nuestros hermanos se enfrentan a otros tipos de oposición. Y Satanás no solo nos ataca de manera directa, sino que también utiliza “astutas trampas” (Efes. 6:11). w23.07 31:6-9

Martes 11 de febrero

Crezcamos por amor en todas las cosas (Efes. 4:15).

Al estudiar la Palabra de Dios, su amor por Jehová irá creciendo. Ese amor lo motiva a poner en práctica lo que aprende. Toma mejores decisiones gracias a los principios bíblicos. También corrige su manera de pensar y de actuar porque quiere agradar a Dios. Al igual que un niño imita a su papá, usted se esfuerza por imitar a su amoroso Padre celestial (Efes. 5:1, 2). Podríamos preguntarnos: “¿Amo más a Jehová ahora que cuando me bauticé? ¿Se parece más mi forma de pensar y actuar a la de Jehová, sobre todo al mostrar amor a los hermanos de la congregación?”. Si se ha enfriado un poco nuestro amor, no nos desanimemos. Eso ya les pasó a los cristianos del siglo primero. Pero Jesús no pensó que eran un caso perdido, y tampoco va a pensarlo de nosotros (Apoc. 2:4, 7). Sabe que podemos reavivar el amor que sentíamos cuando aprendimos la verdad. w23.07 30:2, 3

Miércoles 12 de febrero

Tú, oh, Jehová, eres bueno y estás dispuesto a perdonar (Sal. 86:5).

El apóstol Pedro cometió una serie de errores. En primer lugar, aseguró con exceso de confianza que se mantendría fiel incluso si los demás apóstoles abandonaban a Jesús (Mar. 14:27-29). Después, se quedó dormido una y otra vez (Mar. 14:32, 37-41). Luego, cuando arrestaron a Jesús, lo abandonó (Mar. 14:50). Por último, Pedro negó conocerlo tres veces, incluso con un juramento (Mar. 14:66-71). ¿Cómo reaccionó cuando se dio cuenta de que había cometido un pecado grave? Se vino abajo y rompió a llorar (Mar. 14:72). Jesús, en vez de echarle en cara a Pedro lo que había hecho, le dijo a su amigo que recibiría mayores responsabilidades (Juan 21:15-17). Pedro sabía que había cometido un pecado grave, pero no tiró la toalla. ¿Por qué? Porque estaba convencido de que Jesús no lo había dado por perdido. ¿Cuál es la lección? Jehová quiere que estemos convencidos de que nos ama y de que está dispuesto a perdonarnos (Rom. 8:38, 39). w24.03 11:13-15

Jueves 13 de febrero

Son numerosos los que ella ha matado (Prov. 7:26).

Puede que quienes llevan una vida sexualmente inmoral sientan vergüenza, pierdan la autoestima, tengan embarazos no deseados o destruyan su familia. Obviamente, lo más sabio es rechazar la invitación de “la mujer insensata”. Muchos de los que caen en la inmoralidad sexual no solo mueren en sentido espiritual, sino que también contraen enfermedades que los llevan a la muerte literal (Prov. 7:23). Proverbios 9:18 cierra con estas palabras: “Sus invitados están en las profundidades de la Tumba”. Entonces, ¿cómo es posible que tantas personas acepten una invitación con un final tan trágico? (Prov. 9:13-18). La pornografía es una trampa muy extendida. Algunos piensan que no hay nada de malo en verla, pero eso no es cierto. La pornografía es perjudicial, degradante y adictiva. Las imágenes inmorales no se borran de la mente con facilidad, cuesta mucho olvidarlas. Además, la pornografía no les da muerte a los malos deseos; al contrario, los aviva (Col. 3:5; Sant. 1:14, 15). En realidad, muchos de los que ven pornografía acaban cayendo en la inmoralidad sexual. w23.06 28:10, 11

Viernes 14 de febrero

Este reino hará añicos y pondrá fin a todos esos reinos, y será el único que permanecerá para siempre (Dan. 2:44).

Aunque puede que de vez en cuando otras naciones desafíen a la potencia mundial formada por el Reino Unido y Estados Unidos, no la reemplazarán. Lo sabemos porque según la profecía “la piedra” —es decir, el Reino de Dios— hará añicos los pies de la estatua (Dan. 2:34, 35, 44, 45). ¿Está usted convencido de que lo que dijo Daniel sobre los pies de la estatua es cierto? Si es así, se notará en su vida. Por ejemplo, no buscará seguridad económica en un mundo que tiene los días contados (Luc. 12:16-21; 1 Juan 2:15-17). Además, entender esta profecía lo ayudará a darle a la obra de predicar y hacer discípulos la importancia que merece (Mat. 6:33; 28:18-20). Entonces, después de repasar esta profecía, es bueno que se pregunte: “¿Demuestran mis decisiones que estoy convencido de que el Reino de Dios pronto acabará con todos los gobiernos humanos?”. w23.08 34:13, 14

Sábado 15 de febrero

Cada uno de nosotros rendirá cuentas de sí mismo a Dios (Rom. 14:12).

La modestia lo ayudará a reconocer que la edad, la salud y ciertas circunstancias pueden limitar lo que hace ahora. Sea como Barzilái y esté dispuesto a rechazar responsabilidades si ve que su salud no le permite asumirlas (2 Sam. 19:35, 36). O sea como Moisés, acepte ayuda y delegue cuando sea apropiado (Éx. 18:21, 22). Si es modesto, no tendrá expectativas poco realistas que lo dejen sin fuerzas. Tampoco debemos sentirnos responsables por las malas decisiones de los demás. No podemos decidir por otros ni podemos protegerlos siempre de las consecuencias de sus malas elecciones. Quizás un hijo decida dejar a Jehová, y eso puede causarles un dolor indescriptible a los padres. Sin embargo, los padres que se echan la culpa por la mala decisión de su hijo se imponen una carga muy pesada, una carga que Jehová no espera que lleven. w23.08 36:11, 12

Domingo 16 de febrero

Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila (Juec. 16:4).

Sansón era imperfecto como nosotros, por lo que a veces tomaba malas decisiones. De hecho, una decisión tuvo consecuencias terribles, pues no tomó en cuenta la misión que Jehová le había encargado. Cuando ya llevaba un tiempo siendo juez, “se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila”. Antes de conocer a Dalila, quiso casarse con una mujer filistea. Pero la Biblia dice que esa unión “venía de Jehová, quien estaba buscando una oportunidad para actuar contra los filisteos”. Después, Sansón fue a la ciudad filistea de Gaza y allí se quedó en la casa de una prostituta. En aquella ocasión, Jehová le dio fuerzas a Sansón para que se llevara las puertas de la ciudad y así debilitara su sistema defensivo (Juec. 14:1-4; 16:1-3). Pero el caso de Dalila era distinto. Ella probablemente era israelita, así que esta relación no lo ayudaba en su lucha contra los filisteos. Los filisteos querían que Dalila traicionara a Sansón. Por eso le ofrecieron mucha plata, y ella aceptó. w23.09 37:12, 13

Lunes 17 de febrero

La perspicacia del hombre frena su furia (Prov. 19:11).

La perspicacia nos puede ayudar a ser apacibles. La persona perspicaz sabe controlarse cuando alguien cuestiona sus creencias. Pongamos un ejemplo. Cuando vemos un iceberg, solo vemos la puntita; la parte más grande se esconde debajo del agua. Lo mismo puede pasar cuando alguien nos hace una pregunta; muchas veces no sabemos la verdadera razón por la que nos la hizo. Por eso, antes de responder, es bueno recordar que quizás no sepamos por qué la persona sacó el tema (Prov. 16:23). Pensemos en Gedeón. En una ocasión, los hombres de Efraín le reprocharon con rabia que no los hubiera invitado a ir con él a luchar contra los enemigos de Israel. ¿Qué se escondía detrás de esos reproches? ¿Será que tenían el orgullo herido? En cualquier caso, Gedeón fue perspicaz, respetó sus sentimientos y les respondió con apacibilidad. ¿Cuál fue el resultado? “Cuando les habló así, ellos se calmaron” (Juec. 8:1-3). w23.09 39:8, 9

Martes 18 de febrero

Día tras día su mayor alegría era yo (Prov. 8:30).

No hay una relación más estrecha que la que Jehová tiene con su Hijo. Seguro que le dolió muchísimo ver que lo maltrataban, lo despreciaban y lo hacían sufrir tanto. Los que han perdido a un hijo saben el dolor tan indescriptible que se siente al pasar por esa experiencia. Aunque tenemos mucha fe en la resurrección, eso no borra el dolor que sentimos cuando muere alguien a quien amamos. Este ejemplo nos ayuda a entender cómo debió sentirse Jehová aquel día del año 33, cuando vio a su querido Hijo sufrir y morir (Mat. 3:17). ¿Por qué no aprovecha el tiempo que falta hasta la Conmemoración para estudiar más sobre el rescate en su estudio personal o en la adoración en familia? Y, el día de la Conmemoración, no se olvide de ver la adoración matutina especial. Si preparamos nuestro corazón para esta ocasión, podremos ayudar a otros a beneficiarse de ella (Esd. 7:10). w24.01 2:10-12

Miércoles 19 de febrero

Él los hará fuertes (1 Ped. 5:10).

Una de las cosas que podemos hacer para recibir las fuerzas de Jehová es orar. Él responde nuestras oraciones dándonos “el poder que va más allá de lo normal” (2 Cor. 4:7). También es bueno leer su Palabra y reflexionar en ella (Sal. 86:11). Lo que él nos dice en la Biblia “actúa con poder” (Heb. 4:12). Así que, si le ora a Jehová y lee su Palabra, recibirá las fuerzas que necesita para aguantar, seguir sirviéndole con alegría o cumplir con una responsabilidad desafiante. Veamos cómo fortaleció Jehová al profeta Jonás. Jehová le había encargado una misión. Pero, como le daba miedo cumplirla, decidió huir y tomó un barco en la dirección contraria. Como resultado, él y todos los que iban en el barco estuvieron a punto de morir en una gran tormenta. Cuando los marineros lo tiraron por la borda, acabó en un lugar oscuro y tenebroso: el vientre de un gran pez. ¿Qué hizo Jonás para recibir fuerzas dentro del vientre del pez? Desde aquel lugar tan solitario, le oró a Jehová (Jon. 2:1, 2, 7). w23.10 43:4-6

Jueves 20 de febrero

El fin de todas las cosas se ha acercado (1 Ped. 4:7).

Aunque el apóstol Pedro les escribió sus cartas a los cristianos del siglo primero, Jehová quiso que formaran parte de la Biblia para que podamos sacarles provecho (Rom. 15:4). Por lo general, la gente no tiene fe en lo que dice la Biblia sobre el futuro. Como llevamos muchos años anunciando con entusiasmo el fin de este sistema, puede que algunas personas que están en contra nuestra se burlen de nosotros y hasta aseguren que el fin nunca vendrá (2 Ped. 3:3, 4). Si alguien en la predicación, un compañero de trabajo o un familiar dijera algo así, nuestra fe podría debilitarse. ¿Qué nos puede ayudar? Veamos lo que explicó Pedro. Tal vez algunos piensan que Jehová es lento para acabar con este mundo malvado. Pero Pedro dijo algo que nos hace pensar. Nos recordó que Jehová ve el tiempo de manera muy distinta a los seres humanos (2 Ped. 3:8, 9). Para él, mil años son como un día. Además, es paciente y no quiere que nadie sea destruido. Pero su día vendrá..., y este mundo llegará a su fin. w23.09 41:2-5

Viernes 21 de febrero

Tenemos que prestar más atención de la acostumbrada a las cosas que hemos oído, para que nunca seamos llevados a la deriva (Heb. 2:1).

¿Por qué les escribió el apóstol Pablo a los cristianos hebreos que vivían en Judea? Probablemente por dos razones importantes. Primero, para darles ánimo. La mayoría se había criado en el judaísmo, y es posible que los líderes de esa religión se burlaran de ellos por haberse hecho cristianos. ¿Por qué? Porque, a diferencia de los judíos, los cristianos no tenían un majestuoso templo donde adorar a Dios, ni un altar en el que ofrecerle sacrificios, ni tampoco sacerdotes. Eso podría haber desanimado a los discípulos de Cristo y haber debilitado su fe (Heb. 3:12, 14). Es posible que hasta algunos de ellos pensaran en volver a practicar la religión judía. Segundo, Pablo les hizo ver a los cristianos hebreos que no estaban esforzándose por entender las enseñanzas espirituales nuevas o las más profundas, el “alimento sólido” que se halla en la Palabra de Dios (Heb. 5:11-14). Por lo visto, algunos de ellos todavía seguían la Ley de Moisés. w23.10 45:3, 4

Sábado 22 de febrero

Traten a las más jóvenes como a hermanas (1 Tim. 5:2).

Hay mujeres que eligen no casarse (Mat. 19:10-12). Si no estás casada, puedes estar segura de que Jehová y Jesús no te valoran menos por eso. En todo el mundo, las hermanas solteras son verdaderos tesoros para las congregaciones. El amor y el interés sincero que demuestran hacen que muchos las vean como hermanas y madres espirituales (Mar. 10:29, 30). Algunas sirven a Jehová a tiempo completo. De hecho, la mayor parte de la predicación mundial la realizan las hermanas (Sal. 68:11). ¿Puedes hacer planes ahora para participar en el servicio de tiempo completo? Tal vez puedas ser precursora, voluntaria de construcción o betelita. ¿Qué te ayudará a alcanzar tu meta? Órale a Jehová, habla con quienes ya sirven a tiempo completo y averigua cuáles son los requisitos. Luego anota los pasos concretos que tienes que dar para alcanzar esa meta. Si sirves a tiempo completo, se te abrirán muchas puertas emocionantes en el servicio a Jehová. w23.12 52:16, 17

Domingo 23 de febrero

Primero se tienen que predicar las buenas noticias (Mar. 13:10).

Sabemos que la gran tribulación está muy cerca. Por eso, es más urgente que nunca que obedezcamos el mandato de predicar las buenas noticias. Pero, claro, si estamos pasando por problemas económicos o las autoridades se oponen a nuestra predicación, puede que nos resulte difícil centrarnos en nuestro ministerio. ¿Qué nos ayudará a poner primero el Reino? Confiar siempre en que “Jehová de los ejércitos” está a nuestro lado. Él nos apoyará si le damos más importancia al Reino que a nuestros propios asuntos. Así que no hay nada que temer (Ageo 2:4). Jehová quiere que nos centremos en hacer discípulos, una obra que salva vidas. Ageo animó a los judíos a que retomaran las obras del templo. Era como si les dijera que volvieran a poner los cimientos y que olvidaran los años en los que no habían hecho nada. Era hacer borrón y cuenta nueva. Jehová les prometió que, si obedecían, les daría su bendición (Ageo 2:18, 19). Nosotros también podemos estar seguros de que Jehová nos bendecirá si le damos prioridad a la obra que nos ha encargado. w23.11 48:8, 11

Lunes 24 de febrero

Todos han pecado (Rom. 3:23).

En su Carta a los Romanos, Pablo dijo que todos los seres humanos somos pecadores. ¿Cómo es posible que Dios esté contento con nosotros y nos considere justos? Pablo usó el ejemplo de Abrahán para ayudar a todos los cristianos sinceros a responder esa pregunta. Jehová declaró justo a Abrahán cuando vivía en Canaán. ¿Por qué fue que lo declaró justo? No fue porque Abrahán obedeciera a la perfección la Ley de Moisés (Rom. 4:13). ¿Cómo lo sabemos? Porque la nación de Israel recibió esa Ley más de 400 años después. Entonces, ¿por qué declaró Jehová justo a Abrahán? Jehová le mostró bondad inmerecida y lo declaró justo por su fe (Rom. 4:2-4). w23.12 50:4, 5

Martes 25 de febrero

Haz lo que te dicte tu corazón (1 Crón. 17:2).

La misma noche que el profeta Natán le dijo al rey David esas palabras, Jehová le dijo a Natán que no sería David quien construiría el templo (1 Crón. 17:3, 4, 11, 12). ¿Cómo reaccionó David al escuchar el mensaje? Se propuso reunir el dinero y los materiales que su hijo Salomón necesitaría para llevar a cabo el proyecto (1 Crón. 29:1-5). Justo después de comunicarle que él no construiría el templo, Jehová hizo un pacto con David: le prometió que uno de sus descendientes reinaría para siempre (2 Sam. 7:16). En el nuevo mundo, durante el Reinado de Mil Años de Cristo, David se llevará una gran alegría cuando sepa que el Rey es descendiente suyo. Este relato nos enseña que, aunque no podamos hacer por Jehová todo lo que nos gustaría, nuestro Dios puede darnos bendiciones inesperadas. w23.04 17:8-10

Miércoles 26 de febrero

Jehová no dejará a su pueblo (Sal. 94:14).

Hay partes de la Biblia que pueden ser especialmente animadoras en los malos momentos, como por ejemplo los libros de Job, Salmos y Proverbios, y las palabras de Jesús en el capítulo 6 de Mateo. Si usted le ora a Jehová y lee su Palabra, verá como él lo consuela. Tengamos esto siempre presente: aun en los peores momentos de nuestra vida, Jehová siempre estará ahí para ayudarnos. Nunca nos dejará solos (Sal. 23:4). Recordemos que él ha prometido protegernos, darnos estabilidad, sostenernos y consolarnos. Isaías le dijo a Jehová: “Protegerás a los que se apoyan por completo en ti, les darás una paz constante, porque es en ti en quien confían” (Is. 26:3). Así que confíe en Jehová y aproveche toda la ayuda que él le brinda. Si lo hace, tendrá fuerzas para aguantar hasta los peores golpes de la vida. w24.01 3:16, 17

Jueves 27 de febrero

Ningún arma que fabriquen contra ti dará resultado (Is. 54:17).

Las palabras del texto de hoy se están cumpliendo en nuestros días. También se están cumpliendo las siguientes palabras: “Todos tus hijos serán enseñados por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante. Estarás firmemente establecida en la justicia. [...] Nada te dará miedo ni tendrás razones para sentir terror, porque este no se acercará a ti” (Is. 54:13, 14). Ni siquiera “el dios de este sistema”, Satanás, tiene el poder de detener la obra de educación bíblica que está llevando a cabo el pueblo de Jehová (2 Cor. 4:4). La adoración pura ha sido restaurada. ¡Nunca más será contaminada! Ningún arma que fabriquen contra nosotros dará resultado. w24.02 5:10

Viernes 28 de febrero

El que quiere más a su padre o a su madre que a mí no es digno de mí (Mat. 10:37).

Los cristianos nos tomamos nuestro voto de dedicación a Jehová muy en serio. Esto se refleja en las decisiones que tomamos y en cómo tratamos los asuntos familiares. Atendemos las responsabilidades de familia lo mejor que podemos, pero nunca ponemos lo que quieren nuestros familiares por encima de lo que quiere Jehová (Mat. 10:35, 36; 1 Tim. 5:8). A veces tal vez tengamos que sacrificar hasta cierto punto la paz con nuestros parientes a fin de agradar a Jehová. Él creó la familia y desea que las familias sean felices (Efes. 3:14, 15). Si queremos ser realmente felices, tenemos que hacer las cosas como Jehová dice. Él ve y valora los sacrificios que hacemos para servirle a la vez que cuidamos de nuestros familiares y los tratamos con amor y respeto (Rom. 12:10). w24.02 7:11, 13

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