Octubre
Miércoles 1 de octubre
La sabiduría de arriba está lista para obedecer (Sant. 3:17).
¿Le cuesta a veces obedecer? En ocasiones, a David le pasó. Por eso, le pidió a Dios: “Despierta en mí el deseo de obedecerte” (Sal. 51:12). Aunque David amaba a Jehová, en algunos momentos se le hacía difícil obedecerlo, y a nosotros nos pasa lo mismo. ¿Por qué? Primero, porque hemos heredado la tendencia a desobedecer. Segundo, porque Satanás siempre está incitándonos a rebelarnos, tal como hizo él (2 Cor. 11:3). Y, tercero, porque el mundo que nos rodea tiene una actitud rebelde; ese es “el espíritu que ahora actúa en los hijos de la desobediencia” (Efes. 2:2). Así que, para obedecer a Jehová y a las personas a las que él les ha dado autoridad, debemos esforzarnos al máximo por luchar contra nuestra imperfección, contra Satanás y contra este mundo. w23.10 42:1
Jueves 2 de octubre
Tú has tenido guardado el vino bueno hasta ahora (Juan 2:10).
¿Qué aprendemos de este milagro de Jesús, cuando convirtió el agua en vino? Una lección de humildad. Jesús no presumió de haber convertido el agua en vino. De hecho, jamás presumía de lo que hacía. Al contrario, era humilde y siempre le daba toda la honra y el mérito a su Padre (Juan 5:19, 30; 8:28). Si tomamos como modelo a Jesús, seremos humildes y no presumiremos de nuestros logros. Tampoco presumamos de nosotros mismos, sino del Dios tan maravilloso al que tenemos el honor de servir (Jer. 9:23, 24). Démosle toda la gloria que él se merece. Al fin y al cabo, sin la ayuda de Jehová no podríamos lograr nada (1 Cor. 1:26-31). Una persona humilde no necesita llevarse el mérito por las cosas buenas que hace por los demás. Le basta con saber que Jehová ve y valora lo que hace (compare con Mateo 6:2-4; Heb. 13:16). Jehová se siente muy feliz cuando ve que queremos ser humildes como Jesús (1 Ped. 5:6). w23.04 15:9, 11, 12
Viernes 3 de octubre
Busquen no solo sus propios intereses, sino también los de los demás (Filip. 2:4).
Inspirado por Dios, el apóstol Pablo animó a los cristianos a buscar los intereses de los demás. ¿Cómo podemos poner en práctica ese consejo en las reuniones? Recordando que los demás también quieren comentar. Pongamos un ejemplo que nos ayude a entenderlo. ¿Verdad que cuando usted habla con sus amigos no habla todo el tiempo, sino que deja que ellos también se expresen? Algo parecido pasa en nuestras reuniones. Queremos que comenten tantos hermanos como sea posible. De hecho, una de las mejores maneras de animar a nuestros hermanos es dándoles la oportunidad de expresar su fe (1 Cor. 10:24). Por eso, que nuestros comentarios sean breves. Así habrá tiempo para que más hermanos comenten. Además de ser cortos, nuestros comentarios no deben incluir muchas ideas. Si usted menciona todo lo que hay en el párrafo, los demás no tendrán mucho que aportar. w23.04 18:11-13
Sábado 4 de octubre
Hago todas las cosas por las buenas noticias, para compartirlas con otros (1 Cor. 9:23).
Tengamos presente que es muy importante seguir ayudando a los demás, especialmente con la predicación. En el ministerio, es muy importante ser flexibles. Hablamos con personas que tienen creencias, orígenes y actitudes muy distintas. ¿Por qué debemos fijarnos en el ejemplo del apóstol Pablo? Porque fue flexible y adaptable. Jesús lo nombró “apóstol a las naciones” (Rom. 11:13). Y, para cumplir con ese encargo, Pablo les predicó a judíos, griegos, intelectuales, campesinos, altos funcionarios y reyes. Con tal de llegar al corazón de gente tan distinta, Pablo se esforzó por “ser de todo con gente de todo tipo” (1 Cor. 9:19-22). A la hora de transmitirles el mensaje, tenía en cuenta su cultura y sus creencias. ¿Y en nuestro caso? Nos puede ir mejor en la predicación si somos ingeniosos y adaptamos la manera de presentar el mensaje a las necesidades de cada persona. w23.07 32:11, 12
Domingo 5 de octubre
El esclavo del Señor no tiene que pelear, sino que debe ser amable con todos (2 Tim. 2:24).
La persona apacible no es débil, sino fuerte. Mantener la calma ante situaciones difíciles exige mucha fuerza interior. La apacibilidad es un aspecto del “fruto del espíritu” (Gál. 5:22, 23). La palabra griega que se ha traducido “apacibilidad” a veces se utilizaba para describir a un caballo salvaje que había sido domado. ¿Se imagina el cambio? De ser un caballo salvaje a ser un caballo manso..., manso pero fuerte. ¿Y nosotros? ¿Cómo podemos ser apacibles y fuertes a la vez? No podemos lograrlo solos; necesitamos pedirle a Dios su espíritu. Está demostrado que la apacibilidad no es inalcanzable. Por ejemplo, muchos Testigos han mostrado esa hermosa cualidad cuando otras personas han querido ponerse a discutir con ellos, y esto ha ayudado a otros a llevarse una buena impresión de los Testigos (2 Tim. 2:24, 25). w23.09 39:3
Lunes 6 de octubre
Le oré a Jehová, y él me concedió lo que le pedí (1 Sam. 1:27).
En una visión impresionante, el apóstol Juan vio a 24 ancianos adorando a Jehová en el cielo. Ellos estaban alabando a Dios y reconocían que él merece “recibir la gloria, la honra y el poder” (Apoc. 4:10, 11). Los ángeles también tienen muchas razones para alabar y honrar a Jehová. Ellos están con él en el cielo y lo conocen muy bien. Perciben sus cualidades por las cosas que hace, y les nace alabarlo al verlo en acción (Job 38:4-7). Nosotros también debemos alabar a Jehová cuando hablamos con él. Lo hacemos al decirle lo que nos gusta de él y por qué lo admiramos. Al leer y estudiar la Biblia, esforcémonos por identificar cualidades de Jehová que nos hayan llamado la atención (Job 37:23; Rom. 11:33). Después contémosle lo que sentimos al meditar en esas cualidades. También podemos alabar a Jehová cuando nos ayuda a nosotros personalmente o a todos nuestros hermanos (1 Sam. 2:1, 2). w23.05 20:6, 7
Martes 7 de octubre
Pórtense de una manera digna de Jehová (Col. 1:10).
En 1919, Babilonia la Grande dejó de controlar al pueblo de Dios. Ese año apareció en escena el “esclavo fiel y prudente”, justo a tiempo para que las personas de buen corazón pudieran empezar a andar por el “Camino de la Santidad” (Mat. 24:45-47; Is. 35:8). Gracias al trabajo que otros habían hecho para preparar el camino, quienes comenzaron a viajar por él pudieron aprender más sobre Jehová y sus propósitos (Prov. 4:18). También pudieron hacer los cambios necesarios para agradar a Dios. Claro, él no esperaba que hicieran todos los cambios a la vez. Más bien, ha ido purificando a su pueblo a lo largo de los años. ¿Nos imaginamos lo felices que estaremos cuando llegue el día en el que podamos agradar a Dios en todo? Para que un camino se mantenga en buen estado necesita mantenimiento. Desde 1919 se han hecho trabajos de mantenimiento en el “Camino de la Santidad” para que más personas puedan salir de Babilonia la Grande. w23.05 22:15, 16
Miércoles 8 de octubre
Nunca te dejaré (Heb. 13:5).
Los miembros del Cuerpo Gobernante han estado preparando personalmente a hermanos para que sirvan de ayudantes en sus comités. De hecho, estos ayudantes ya están atendiendo bien muchas responsabilidades. No cabe duda de que están bien preparados para hacerse cargo de las ovejas de Cristo. Cuando los ungidos sean llevados al cielo, hacia el final de la gran tribulación, el pueblo de Dios seguirá adorándolo fielmente aquí en la Tierra. Con Jesucristo como Líder, los siervos de Dios no darán ni un paso atrás. Es cierto que en ese tiempo los atacará un grupo de naciones hostiles, que la Biblia llama Gog de Magog (Ezeq. 38:18-20). Pero ese ataque durará poco y fracasará. No conseguirá que el pueblo de Dios deje de adorarlo. Sin duda, Jehová los rescatará. En una visión, el apóstol Juan vio a la “gran muchedumbre” de las otras ovejas de Cristo, y además se le dijo que esta “gran muchedumbre” salía de “la gran tribulación”. Así que queda claro que estarán a salvo (Apoc. 7:9, 14). w24.02 5:13, 14
Jueves 9 de octubre
No apaguen el fuego del espíritu (1 Tes. 5:19).
¿Qué podemos hacer para que Jehová nos dé espíritu santo? Pedírselo, estudiar su Palabra y estar unidos a su organización. Si hacemos eso, cultivaremos “el fruto del espíritu” (Gál. 5:22, 23). Para que Jehová nos conceda su espíritu, nuestra conducta y nuestros pensamientos deben ser limpios. Si permitimos que los pensamientos impuros echen raíces en nosotros y nos dejamos llevar por ellos, perderemos su espíritu (1 Tes. 4:7, 8). ¿Qué más debemos tener en cuenta? Pablo dijo: “No muestren desprecio por las profecías” (1 Tes. 5:20). En este versículo, la palabra “profecías” se refiere a los mensajes que Dios da a través de su espíritu. Entre ellos, están los mensajes sobre el día de Jehová y lo cerca que está. Nosotros no pensamos que falta mucho para el día de Jehová o que no veremos el Armagedón. Todo lo contrario, tenemos muy presente el día de Jehová. Por eso le damos mucha importancia a nuestra conducta y realizamos “hechos de devoción a Dios” (2 Ped. 3:11, 12). w23.06 26:13, 14
Viernes 10 de octubre
El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría (Prov. 9:10).
¿Qué debería hacer un cristiano si al usar un dispositivo electrónico le aparece una imagen pornográfica? Debería dejar de mirarla inmediatamente. Algo que nos puede ayudar a reaccionar así es recordar que para nosotros no hay nada más valioso que nuestra amistad con Jehová. Ahora bien, hay imágenes que por lo general no se consideran pornográficas pero que podrían despertar en nosotros pensamientos inmorales. Tampoco debemos mirar este tipo de imágenes. ¿Por qué? Porque ni siquiera queremos cometer adulterio en nuestro corazón (Mat. 5:28, 29). Un anciano de Tailandia que se llama David dice: “Yo suelo preguntarme: ‘¿Le gustará a Jehová que siga mirando estas imágenes aunque no sean pornográficas?’. Pensar así me ayuda a tomar una buena decisión”. Si cultivamos un temor sano a desagradar a Jehová, será más fácil que tomemos buenas decisiones. “El temor de Jehová es el comienzo [o la base] de la sabiduría”. w23.06 28:12, 13
Sábado 11 de octubre
Anda, pueblo mío, entra en tus cuartos interiores (Is. 26:20).
La expresión “cuartos interiores” puede referirse a las congregaciones. Si durante la gran tribulación nos mantenemos unidos a nuestros hermanos, Jehová nos protegerá, tal como ha prometido. Por lo tanto, no basta con soportar a nuestros hermanos; debemos amarlos de verdad. Es probable que sin ese amor no podamos sobrevivir. “El gran día de Jehová” será un periodo muy angustioso para toda la humanidad (Sof. 1:14, 15). Los siervos de Jehová también tendremos dificultades. Pero, si nos preparamos ahora, podremos mantener la calma y ayudar a los demás. Con el aguante, afrontaremos cualquier desafío que se presente. Con la compasión, estaremos dispuestos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para socorrer a nuestros hermanos y cubrir sus necesidades. Y, con el amor que ya sentiremos por ellos, lograremos mantenernos unidos. Jehová nos premiará con la vida eterna en un mundo en el que los desastres y las tribulaciones caerán en el olvido (Is. 65:17). w23.07 29:16, 17
Domingo 12 de octubre
Jehová los hará firmes, él los hará fuertes, él los pondrá sobre una base sólida (1 Ped. 5:10).
La Biblia a menudo presenta a los siervos fieles de Dios como personas poderosas. Pero incluso los más fuertes no siempre se sintieron así. Por ejemplo, en algunas ocasiones el rey David fue valiente y se sintió “tan fuerte como una montaña”, pero en otras se sintió débil y aterrorizado (Sal. 30:7). Por otro lado, Sansón tenía una fuerza increíble cuando Jehová le daba su espíritu, pero reconocía que sin el poder de Dios se volvería “tan débil como todos los demás hombres” (Juec. 14:5, 6; 16:17). ¿De dónde sacaban fuerzas estos siervos fieles? De Jehová. El apóstol Pablo reconoció que él también necesitaba el poder que viene de Jehová (2 Cor. 12:9, 10). Tuvo problemas de salud (Gál. 4:13, 14). Además, luchaba por hacer lo correcto (Rom. 7:18, 19). Y a veces se sentía angustiado y temía por su vida (2 Cor. 1:8, 9). Aun así dijo: “Cuando soy débil, entonces soy poderoso”. ¿Cómo era eso posible? Porque Jehová le daba las fuerzas que le faltaban, y así lo convertía en alguien poderoso. w23.10 43:1, 2
Lunes 13 de octubre
Jehová ve el corazón (1 Sam. 16:7).
Si a veces luchamos con sentimientos de inferioridad, recordemos que fue Jehová quien nos trajo a su pueblo (Juan 6:44). Él ve las buenas cualidades que tenemos —aunque nosotros quizás no las veamos— y sabe cómo somos de verdad (2 Crón. 6:30). Así que, cuando dice que somos valiosos, podemos creerle (1 Juan 3:19, 20). Es posible que algunos de nosotros nos sigamos sintiendo muy culpables por las cosas que hicimos antes de conocer la verdad (1 Ped. 4:3). Otros quizás lleven mucho tiempo sirviendo fielmente a Jehová pero sigan luchando con malas tendencias. ¿Y qué hay de usted? ¿Lo condena su corazón? Si es así, puede que lo consuele saber que otros siervos fieles de Jehová también han sentido lo mismo. Por ejemplo, el apóstol Pablo se sentía desdichado cuando pensaba en sus imperfecciones (Rom. 7:24). Aunque se había arrepentido de sus pecados y se había bautizado, seguía considerándose “el menor de los apóstoles” y “el peor” de los pecadores (1 Cor. 15:9; 1 Tim. 1:15). w24.03 13:5, 6
Martes 14 de octubre
Abandonaron la casa de Jehová (2 Crón. 24:18).
De la mala decisión que tomó el rey Jehoás podemos extraer una valiosa lección: hay que elegir amigos que sean una influencia positiva para nosotros, es decir, amigos que amen a Jehová y que quieran alegrar su corazón. Y, claro, podemos tener amigos de todas las edades. Recuerda que Jehoás era mucho más joven que Jehoiadá. Piensa en tus amigos y pregúntate: “¿Me ayudan a tener más fe en Jehová? ¿Me animan a seguir sus normas? ¿Les gusta hablar de Jehová y de lo que estudian en la Biblia? ¿Respetan sus normas? ¿Se atreven a corregirme cuando me equivoco, o solo me dicen lo que quiero oír?” (Prov. 27:5, 6, 17). Siendo honestos, si tus amigos no aman a Jehová, no los necesitas en tu vida. Pero, si tus amigos aman a Jehová, cuida mucho esas amistades. ¡Esas sí son buenas para ti! (Prov. 13:20). w23.09 38:6, 7
Miércoles 15 de octubre
Yo soy el Alfa y el Omega (Apoc. 1:8).
Alfa es la primera letra del alfabeto griego, y omega, la última. Al llamarse “el Alfa y el Omega”, Jehová da a entender que, cuando empieza algo, lo termina. Después de crear a Adán y Eva, Dios les dijo: “Tengan muchos hijos, multiplíquense, llenen la tierra y tomen control de ella” (Gén. 1:28). Al revelar su propósito es como si Jehová en ese momento hubiera dicho “Alfa”. Algún día los descendientes obedientes y perfectos de Adán y Eva llenarían la Tierra y la convertirían en un paraíso. Ese día, Jehová, por así decirlo, dirá “Omega”. Cuando terminó de crear “los cielos, la tierra y todo lo que hay en ellos”, Jehová garantizó el cumplimiento de su propósito. Dedicó el séptimo día a hacer que se cumpliera su propósito para la humanidad y para la Tierra. Para el final de ese séptimo día, su propósito se haría realidad por completo (Gén. 2:1-3). w23.11 46:13, 14
Jueves 16 de octubre
¡Despejen el camino de Jehová! Hagan para nuestro Dios un camino recto por el desierto (Is. 40:3).
El viaje de Babilonia a Israel duraría unos cuatro meses, y no sería nada fácil. Pero Jehová prometió que se encargaría de que el camino quedara libre de obstáculos. Para los judíos fieles, los beneficios de volver a Israel superaban por mucho cualquier sacrificio que tuvieran que hacer. La mayor bendición estaba relacionada con su adoración. No había ningún templo para Jehová en Babilonia. Como tampoco había altar ni sacerdocio organizado, los israelitas no podían ofrecer los sacrificios que establecía la Ley de Moisés. Además, quienes respetaban a Jehová y sus normas eran tan solo un puñado en comparación con todos los que adoraban dioses falsos. Por eso, los miles de judíos que temían a Dios ansiaban volver a su tierra y restaurar la adoración pura. w23.05 22:3, 4
Viernes 17 de octubre
Sigan andando como hijos de la luz (Efes. 5:8).
Si queremos seguir “andando como hijos de la luz”, necesitamos la ayuda del espíritu santo de Dios. ¿Por qué? Porque no es nada fácil mantenernos limpios en este mundo tan sucio (1 Tes. 4:3-5, 7, 8). El espíritu santo puede ayudarnos a hacerles frente a las ideas y a las filosofías de este mundo, que van en contra del punto de vista de Dios. También puede ayudarnos a actuar con “bondad, justicia y verdad” (Efes. 5:9). Jesús dijo que Jehová “les dará espíritu santo a quienes se lo piden” (Luc. 11:13). Así que una manera de recibirlo es pidiéndoselo a Jehová en oración. Otra manera de recibirlo es alabando a Jehová en las reuniones junto con nuestros hermanos (Efes. 5:19, 20). La buena influencia que el espíritu santo tiene en nosotros nos ayudará a llevar una vida que le agrade a Dios. w24.03 12:13-15
Sábado 18 de octubre
Sigan pidiendo y se les dará, sigan buscando y encontrarán, sigan tocando a la puerta y se les abrirá (Luc. 11:9).
¿Necesita tener más paciencia? Pídasela a Jehová. La paciencia forma parte del fruto del espíritu (Gál. 5:22, 23). Así que podemos pedirle a Jehová que nos dé espíritu santo y que nos ayude a cultivar las cualidades que produce. Si estamos pasando por una situación en la que nos resulta muy difícil ser pacientes, sigamos pidiendo espíritu santo (Luc. 11:13). También podemos decirle a Jehová que nos ayude a ver las cosas como él las ve. Y, después de orar, hagamos todo lo que esté en nuestras manos para ser pacientes todos los días. Si no dejamos de pedirle ayuda a Jehová y nos esforzamos al máximo por demostrar esta cualidad, veremos que poco a poco nos volveremos más pacientes. También es bueno que meditemos en ejemplos de la Biblia. En la Biblia encontramos muchos relatos de personas que fueron pacientes. Si meditamos en ellos, podemos aprender a demostrar esta cualidad. w23.08 35:10, 11
Domingo 19 de octubre
Echen allí las redes para que pesquen (Luc. 5:4).
Jesús le garantizó a Pedro que Jehová lo cuidaría. Ya resucitado, Jesús hizo que Pedro y otros apóstoles se beneficiaran nuevamente de una pesca milagrosa (Juan 21:4-6). Sin duda, este milagro le confirmó a Pedro que Jehová fácilmente podía cubrir todas sus necesidades materiales. Es posible que en ese momento el apóstol recordara la promesa de Jesús de que Jehová cuidaría de los que estuvieran “buscando primero el Reino” (Mat. 6:33). Sabiendo esto, Pedro dio prioridad a su ministerio y no al negocio de la pesca. Así, en el Pentecostés del año 33 dio un testimonio muy valiente que ayudó a miles de personas a aceptar las buenas noticias (Hech. 2:14, 37-41). Y más adelante ayudó a muchos samaritanos y gentiles a hacerse discípulos de Cristo (Hech. 8:14-17; 10:44-48). Está claro que Pedro fue un instrumento poderoso en manos de Jehová para traer a la congregación a todo tipo de personas. w23.09 40:1, 11
Lunes 20 de octubre
Si no me revelan el sueño y su interpretación, haré que ustedes sean desmembrados (Dan. 2:5).
Unos dos años después de que los babilonios destruyeran Jerusalén, el rey Nabucodonosor tuvo un sueño muy inquietante en el que vio una estatua enorme. Más tarde, les ordenó a todos los sabios de Babilonia, incluido a Daniel, que le dijeran lo que había soñado y lo que significaba. Si no lo hacían, los mataría a todos (Dan. 2:3-5). Daniel no tenía tiempo que perder; había muchas vidas en juego. Así que “le pidió al rey que le concediera tiempo para revelarle la interpretación” (Dan. 2:16). Hacer esto exigía fe y valor. ¿Por qué? Porque la Biblia no dice que él hubiera interpretado sueños antes. Daniel habló con tres amigos suyos y “les pidió que le suplicaran misericordia al Dios del cielo en cuanto a ese secreto” (Dan. 2:18). Jehová respondió sus oraciones, y con su ayuda Daniel pudo interpretar el sueño del rey. ¡Él y sus amigos escaparon de la muerte! w23.08 33:4
Martes 21 de octubre
El que aguante hasta el fin será salvado (Mat. 24:13).
Pensemos en los beneficios de ser paciente. La paciencia nos ayuda a ser más felices y a estar más calmados. Así que podemos decir que es buena para nuestra salud física y mental. También nos ayuda a llevarnos mejor con los demás y a que la congregación esté más unida. Si no nos enojamos con facilidad cuando alguien hace algo que nos molesta, podemos evitar que la situación empeore (Sal. 37:8, nota; Prov. 14:29). Pero el mayor beneficio de todos es que imitamos a nuestro Padre celestial y nos acercamos más a él. La paciencia es una virtud muy hermosa y que nos hace mucho bien. Aunque no siempre es fácil demostrarla, Jehová nos ayudará a seguir cultivando esta cualidad. Y, mientras esperamos con paciencia a que llegue el nuevo mundo, podemos estar seguros de que “los ojos de Jehová están puestos en quienes le temen, en quienes esperan su amor leal” (Sal. 33:18). Así que todos debemos estar decididos a seguir vistiéndonos de paciencia. w23.08 35:7, 16, 17
Miércoles 22 de octubre
La fe por sí sola, sin obras, está muerta (Sant. 2:17).
Santiago hizo ver que una persona puede afirmar tener fe, pero en realidad sus obras demostrar lo contrario (Sant. 2:1-5, 9). También habló de alguien que veía a un hermano o una hermana que necesitaba ropa o comida pero no hacía nada para ayudarlo. Aunque esa persona afirmara tener fe, como no la estaba demostrando con acciones, no servía de nada (Sant. 2:14-16). Para hablar de alguien que demostró con sus acciones que tenía fe, Santiago mencionó el ejemplo de Rahab (Sant. 2:25, 26). Esta mujer había oído hablar de Jehová y sabía que él estaba ayudando a los israelitas (Jos. 2:9-11). ¿Qué hizo para demostrar que tenía fe en Jehová? Protegió a dos espías israelitas para que no los mataran. Como resultado, al igual que Abrahán, esta mujer fue declarada justa a pesar de ser imperfecta y no ser israelita. Su ejemplo nos enseña que es muy importante demostrar con obras que tenemos fe. w23.12 50:12, 13
Jueves 23 de octubre
Estén bien arraigados y establecidos en el fundamento (Efes. 3:17).
Los cristianos no podemos conformarnos con tener un conocimiento superficial de la Biblia. Deseamos aprender “hasta las cosas profundas de Dios”, y el espíritu santo nos ayudará a lograrlo (1 Cor. 2:9, 10). ¿Por qué no se propone un proyecto de estudio personal que lo acerque más a Jehová? Tiene muchas opciones. Podría investigar cómo Jehová les demostró su amor a sus siervos en la antigüedad y cómo eso prueba que lo ama a usted también. Podría estudiar el sistema que Jehová estableció en Israel para que lo adoraran y compararlo con el sistema cristiano de la actualidad. O incluso podría analizar a fondo las profecías que Jesús cumplió durante su vida y ministerio en la Tierra. Seguro que disfrutará mucho de estudiar temas como esos con la ayuda del Índice de las publicaciones Watch Tower y la Guía de estudio para los testigos de Jehová. Esa investigación fortalecerá su fe y lo ayudará a encontrar “el conocimiento de Dios” (Prov. 2:4, 5). w23.10 44:3-5
Viernes 24 de octubre
Ante todo, sientan amor intenso unos por otros, porque el amor cubre una multitud de pecados (1 Ped. 4:8).
La palabra griega que usó el apóstol Pedro para “intenso” literalmente significa “que se extiende”. La segunda parte del versículo habla de lo que logra ese amor intenso: cubre los pecados de nuestros hermanos. Es como si el amor fuera una tela que uno pudiera extender y extender hasta cubrir no solo uno o dos pecados, sino “una multitud de pecados”. En este contexto, cubrir significa “perdonar”. Tal como un trozo de tela puede cubrir una mancha, el amor puede cubrir las debilidades e imperfecciones de los demás. El amor que les tenemos a nuestros hermanos debe ser tan grande que seamos capaces de perdonarles sus errores, incluso si parece muy difícil hacerlo (Col. 3:13). Cuando logramos perdonar a los demás, demostramos que nuestro amor es fuerte y que queremos agradar a Jehová. w23.11 47:13-15
Sábado 25 de octubre
Safán se puso a leerlo delante del rey (2 Crón. 34:18).
Cuando el rey Josías tenía 26 años, puso en marcha la renovación del templo. Durante las obras, encontraron “el libro de la Ley de Jehová, que se había entregado mediante Moisés”. Cuando el rey escuchó lo que decía el libro, enseguida hizo cambios para obedecer la Ley de Jehová (2 Crón. 34:14, 19-21). ¿Te gustaría tener la costumbre de leer la Biblia? Si ya te estás esforzando por lograrlo, ¿te está gustando? ¿Haces algo para no olvidar los versículos que son útiles para ti? Cuando Josías tenía unos 39 años, cometió un error que le costó la vida. En lugar de pedirle a Jehová que lo guiara, confió en él mismo (2 Crón. 35:20-25). ¿Cuál es la lección? Que no importa la edad que tengamos o cuánto tiempo llevemos estudiando la Biblia, hay que seguir buscando a Jehová. Y, para buscar a Jehová, hay que pedirle siempre su guía, estudiar su Palabra y escuchar los consejos de cristianos maduros. Si actuamos así, tendremos menos probabilidades de cometer grandes errores y más probabilidades de tener una vida feliz (Sant. 1:25). w23.09 38:15, 16
Domingo 26 de octubre
Dios se opone a los arrogantes, pero les muestra bondad inmerecida a los humildes (Sant. 4:6).
La Biblia destaca el buen ejemplo de muchas mujeres que servían a Jehová y lo amaban. Eran “moderadas en sus hábitos y fieles en todas las cosas” (1 Tim. 3:11). Si eres una hermana joven, seguro que en tu congregación hay muchas hermanas maduras en sentido espiritual de las que puedes aprender muchas cosas. Piensa en algunas que sean un buen ejemplo para ti y ponte la meta de imitarlas. Para ello, fíjate en sus buenas cualidades y luego piensa en cómo podrías cultivarlas tú también. La mujer que es humilde disfruta de una buena amistad con Jehová y se lleva bien con los demás. Por ejemplo, como es humilde y ama a su Padre celestial, elige apoyar el principio de autoridad que él creó para establecer quién debe dirigir la congregación y la familia (1 Cor. 11:3). w23.12 52:3-5
Lunes 27 de octubre
Los esposos deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos (Efes. 5:28).
Jehová espera que el esposo ame a su esposa y atienda sus necesidades físicas, emocionales y espirituales. Tener la capacidad de pensar, respetar a las mujeres y ser confiable te preparará para ser un buen esposo. Si te casas, existe la posibilidad de que tengas hijos. El ejemplo de Jehová puede enseñarte lo que significa ser un buen padre (Efes. 6:4). Él no tuvo reparos en decirle a su Hijo, Jesús, que lo amaba y le daba su aprobación (Mar. 1:11). Si llegas a ser padre, es bueno que tengas la costumbre de asegurarles a tus hijos que los quieres y de felicitarlos cuando hagan cosas bien. Los padres que siguen el ejemplo de Jehová ayudan a sus hijos a hacerse cristianos maduros. ¿Cómo puedes prepararte desde ahora para ser un buen padre? Tratando con cariño a tu familia y a los hermanos de la congregación, y aprendiendo a decirles que los quieres y los valoras (Juan 15:9). w23.12 53:17, 18
Martes 28 de octubre
Jehová es la estabilidad de tus tiempos (Is. 33:6).
Al igual que todo el mundo, los siervos de Jehová sufrimos problemas y nos enfermamos. Además, tenemos que soportar la oposición o la persecución de quienes odian al pueblo de Dios. Claro, Jehová no evita que nos pasen cosas malas, pero ha prometido que nos ayudará (Is. 41:10). Con él a nuestro lado, podemos conservar la alegría, tomar buenas decisiones y permanecer leales incluso en las peores situaciones. Jehová promete darnos lo que la Biblia llama “la paz de Dios” (Filip. 4:6, 7). Esta paz es la calma y la tranquilidad que sentimos en nuestro interior gracias a que tenemos una valiosa amistad con Jehová. Es tan maravillosa “que está más allá de lo que ningún ser humano puede entender” o imaginar. ¿Alguna vez le ha hecho una oración muy intensa a Jehová y después se ha sorprendido al darse cuenta de que se sentía muy calmado? Pues esa sensación es “la paz de Dios”. w24.01 3:2, 4
Miércoles 29 de octubre
Alaba a Jehová, alma mía; que todo lo que hay dentro de mí alabe su santo nombre (Sal. 103:1).
Quienes aman a Dios se sienten impulsados a alabar su nombre de todo corazón. El rey David entendía que alabar el nombre de Jehová es lo mismo que alabar a Jehová. Hablar de su nombre es hablar de su reputación, de sus bonitas cualidades y de sus obras maravillosas. David quería tratar el nombre de su Padre como santo y alabarlo. Dijo que quería hacerlo con todo lo que había dentro de él, es decir, con todo su ser. Los levitas también tomaron la iniciativa y alabaron a Jehová. Reconocieron con humildad que las palabras se quedaban cortas para expresar la alabanza que su santo nombre merece (Neh. 9:5). ¡Qué contento debió sentirse Jehová al escuchar aquellas alabanzas tan sentidas y sinceras! w24.02 6:6
Jueves 30 de octubre
Sin importar cuánto hayamos progresado, sigamos andando correctamente por ese mismo camino (Filip. 3:16).
Jehová no va a pensar que usted ha fracasado por no alcanzar una meta que estaba fuera de su alcance (2 Cor. 8:12). Vea los obstáculos como oportunidades para aprender. Tenga presente lo que ya ha logrado. La Biblia dice que “Dios no es injusto y no se olvida de las obras de ustedes” (Heb. 6:10). Así que no las olvide usted tampoco. Piense en las metas que ya ha alcanzado, como hacerse amigo de Jehová, predicar o bautizarse. Los objetivos espirituales que cumplió en el pasado demuestran que puede seguir progresando y lograr lo que se ha propuesto ahora. Con la ayuda de Jehová, usted puede alcanzar su meta. También puede disfrutar mientras avanza hacia su meta si se fija en cómo Jehová lo ayuda y lo bendice a lo largo del camino (2 Cor. 4:7). Si no se rinde, le esperan bendiciones aún más grandes (Gál. 6:9). w23.05 24:16-18
Viernes 31 de octubre
El Padre mismo los quiere, porque me han querido a mí y han creído que yo vine como representante de Dios (Juan 16:27).
A Jehová le encanta mostrarles a sus siervos que los quiere y los aprueba. En la Biblia se mencionan dos ocasiones en las que le dijo a Jesús que era su Hijo amado y que tenía su aprobación (Mat. 3:17; 17:5). ¿Le gustaría que Jehová le dijera que está contento con usted? Es verdad que él no nos habla desde el cielo. Pero lo hace a través de las páginas de su Palabra. Cuando leemos las cariñosas palabras que Jesús les decía a sus discípulos, nos sentimos como si Jehová nos las dijera a nosotros. Jesús imitó a la perfección la manera de ser de su Padre. Por eso, cuando leemos que Jesús les dijo a sus discípulos fieles que los quería a pesar de sus imperfecciones, podemos imaginarnos a Jehová diciéndonos lo mismo a nosotros (Juan 15:9, 15). Si pasamos por pruebas, no las veamos como una señal de que hemos perdido la aprobación de Dios, sino como oportunidades de demostrarle que lo amamos profundamente y confiamos en él (Sant. 1:12). w24.03 13:10, 11