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Examinemos las Escrituras todos los días 2022
es22

Agosto

Lunes 1 de agosto

Separados de mí, ustedes no pueden hacer nada (Juan 15:5).

Solo los que sean buenos amigos de Jesús se beneficiarán por completo del rescate. Jesús dijo que daría “su vida por sus amigos” (Juan 15:13). Los siervos fieles de Dios que vivieron antes de que Jesús viniera a la Tierra tendrán que aprender de él y llegar a amarlo. Hombres y mujeres justos volverán a vivir, pero incluso ellos tendrán que hacerse amigos de Jesús para recibir la vida eterna (Juan 17:3; Hech. 24:15; Heb. 11:8-12, 24-26, 31). Tenemos la dicha de colaborar con Jesús en predicar y enseñar las buenas noticias del Reino. Cuando él estuvo en la Tierra, enseñó la verdad acerca de Dios. Y, desde que volvió al cielo, como Cabeza de la congregación, ha seguido dirigiendo esta obra. Ve y valora los esfuerzos que hacemos por ayudar a cuantos podamos a conocerlos a él y a su Padre. De hecho, solo podemos llevar a cabo esta obra con la ayuda de Jehová y Jesús (Juan 15:4). w20.04 17:7, 8

Martes 2 de agosto

Estos dos reyes se sentarán a una misma mesa diciéndose mentiras el uno al otro (Dan. 11:27).

Al principio, los títulos “rey del norte” y “rey del sur” se les daban a gobernantes que dominaban zonas ubicadas al norte y al sur del territorio del Israel literal (Dan. 10:14). Hasta el Pentecostés del año 33, el pueblo de Dios era la nación de Israel. Pero, de ahí en adelante, Jehová dejó claro que su pueblo estaría formado por los discípulos fieles de Jesús. Por lo tanto, gran parte de la profecía del capítulo 11 de Daniel no tiene que ver con el Israel literal, sino con los seguidores de Cristo (Hech. 2:1-4; Rom. 9:6-8; Gál. 6:15, 16). Además, las identidades del rey del norte y del rey del sur han cambiado con el paso del tiempo. Pero estos gobernantes siempre han tenido tres puntos en común. Primero, han influido de manera notable en el pueblo de Jehová. Segundo, por la manera de tratar a su pueblo han demostrado que odian al Dios verdadero. Y, tercero, ambos reyes se han envuelto en una lucha el uno contra el otro. w20.05 19:3, 4

Miércoles 3 de agosto

Yo Seré lo que Yo Decida Ser (Éx. 3:14).

Jehová hace que las cosas sucedan llegando a ser lo que sea necesario para cumplir su propósito. Además, él puede hacer que sus siervos humanos imperfectos lleguen a ser lo que sea necesario para servirle y cumplir su propósito (Is. 64:8). De estas maneras, Jehová hace que se cumpla su voluntad. Nada puede evitar que todo lo que se propone se haga realidad (Is. 46:10, 11). ¿Qué nos ayudará a sentir mayor admiración y respeto por nuestro Padre celestial? Meditar en lo que ha hecho y en lo que nos ha ayudado a hacer. Por ejemplo, nos maravillamos al meditar en todo lo que él ha creado (Sal. 8:3, 4). Y, al reflexionar en lo que ha hecho que lleguemos a ser para cumplir su voluntad, sentimos un profundo respeto por él. Sin duda, el nombre de Jehová es impresionante. Su significado nos dice todo lo que él es, todo lo que ha hecho y todo lo que hará (Sal. 89:7, 8). w20.06 24:6, 7

Jueves 4 de agosto

Dios les da a todas las personas vida y aliento (Hech. 17:24, 25).

El oxígeno es un gas sin el que humanos y animales no podrían vivir. Según ciertos cálculos, los seres vivos respiran al año cien mil millones de toneladas de oxígeno. Pero, al respirar, expulsan un residuo llamado dióxido de carbono. Aun así, el oxígeno nunca se acaba y la atmósfera nunca se satura con este residuo. ¿Cómo es posible? Gracias al ciclo del oxígeno. Jehová creó una variedad de organismos —desde algas microscópicas hasta árboles gigantes— que absorben dióxido de carbono y expulsan oxígeno. El ciclo del oxígeno confirma de forma literal lo que dice el texto de hoy. Para sentir más aprecio por nuestro planeta y todas las cosas buenas que hay en él, tenemos que meditar en las creaciones de Jehová (Sal. 115:16). Esto nos impulsará a darle las gracias cada día por todo lo bueno que nos da. Y también demostramos nuestro agradecimiento manteniendo el trocito de la Tierra en el que vivimos lo más limpio posible. w20.05 21:5, 7

Viernes 5 de agosto

Sin falta santificaré mi gran nombre, que fue profanado entre las naciones (Ezeq. 36:23).

Jehová manejó la rebelión de Satanás con sabiduría, paciencia y justicia. También ha demostrado su infinito poder de muchísimas maneras. Y, sobre todo, su amor se ve a las claras en todo lo que hace (1 Juan 4:8). Jehová nunca ha dejado de trabajar para santificar su nombre. En nuestros días, Satanás continúa calumniando el nombre de Jehová. Intenta que la gente dude del poder, la justicia, la sabiduría y el amor de Dios. Por ejemplo, trata de convencer a la gente de que Jehová no existe. Y, si alguien sí cree en él, intenta hacerle creer que sus normas son injustas y restrictivas. Incluso fomenta la idea de que Jehová es un Dios cruel que quema a la gente en el infierno. Es más probable que quienes creen esa calumnia vayan un paso más allá y rechacen la justa autoridad de Jehová. Mientras no sea destruido, Satanás también tratará de apartarlo a usted de Jehová. ¿Se saldrá con la suya? w20.06 23:13-15

Sábado 6 de agosto

No hay ni griego ni judío, ni circuncisión ni incircuncisión, ni extranjero ni escita, ni esclavo ni hombre libre, sino que Cristo es todas las cosas y está en todos (Col. 3:11).

En muchas congregaciones hay hermanos que se esfuerzan por aprender un idioma. Quizás les cueste expresarse; pero, si no nos obsesionamos con sus limitaciones, veremos su amor a Jehová y su deseo de servirle. Eso hará que los respetemos y valoremos de corazón. No pensaremos que no los necesitamos simplemente porque no hablen bien nuestro idioma (1 Cor. 12:21). Le damos muchas gracias a Jehová por habernos dado a todos un lugar en su congregación. No importa si somos hombres o mujeres, si estamos solteros o casados, si somos jóvenes o mayores, o si hablamos mejor o peor un idioma: todos somos valiosos para Jehová y para los hermanos (Rom. 12:4, 5; Col. 3:10). Busquemos siempre maneras de demostrar que valoramos nuestro lugar y el de los demás en la congregación de Jehová. w20.08 35:20-22

Domingo 7 de agosto

Algunos hombres se unieron a él y se hicieron creyentes (Hech. 17:34).

Es cierto que los atenienses adoraban a dioses falsos, llevaban una vida inmoral y creían en filosofías paganas. Pero el apóstol Pablo no los consideró un caso perdido ni dejó que sus insultos lo desanimaran. Él mismo se hizo cristiano aunque había sido “blasfemo, perseguidor e insolente” (1 Tim. 1:13). Tal como Jesús vio a Pablo como un futuro discípulo, así vio Pablo a la gente de Atenas. Y no se equivocó (Hech. 9:13-15). En el siglo primero, personas de toda clase llegaron a ser discípulos de Jesús. Cuando Pablo escribió a los cristianos que vivían en la ciudad griega de Corinto, dijo que algunos de ellos habían sido delincuentes y habían llevado vidas muy inmorales. Y luego añadió: “Pero han sido lavados” (1 Cor. 6:9-11). ¿Habríamos pensado que aquellas personas podían cambiar y hacerse discípulos? w20.04 15:15, 16

Lunes 8 de agosto

¡Basta ya! Quítame la vida (1 Rey. 19:4).

Los ancianos no deben apresurarse a juzgar a quienes empiezan a preguntarse si vale la pena servir a Jehová. En lugar de condenarlos, deben esforzarse por entender por qué hablan y actúan de cierta manera. Solo entonces podrán usar la Biblia para animarlos. El profeta Elías huyó de la reina Jezabel (1 Rey. 19:1-3). Pensó que lo que estaba haciendo no tenía ningún sentido y hasta quiso morir (1 Rey. 19:10). Pero Jehová no lo condenó. Más bien, le aseguró que no estaba solo, que podía confiar en el poder divino y que todavía quedaba mucho por hacer. Lo escuchó con bondad mientras Elías le contaba sus preocupaciones, y le encargó nuevas responsabilidades (1 Rey. 19:11-16, 18). ¿Qué lección aprendemos? Que todos nosotros, y en especial los ancianos, debemos tratar con bondad a las ovejas de Jehová. Si una persona se expresa con amargura o se siente indigna de la misericordia de Jehová, los ancianos la escucharán mientras abre su corazón. Luego, tratarán de confirmarle a la oveja perdida que para Jehová es muy valiosa. w20.06 25:13, 14

Martes 9 de agosto

El verdadero amigo ama en todo momento (Prov. 17:17).

Jehová quiere que pasemos buenos ratos en compañía de nuestros amigos y familiares (Sal. 133:1). De hecho, Jesús tuvo buenos amigos (Juan 15:15). Además, la Biblia habla de los beneficios de tener amigos verdaderos (Prov. 18:24). Y también nos dice que no debemos aislarnos (Prov. 18:1). Muchos creen que las redes sociales sirven para tener una gran cantidad de amigos y para no sentirse solos. Pero, si las usamos, debemos tener cuidado. Según ciertos estudios, quienes pasan mucho tiempo mirando los comentarios y las fotografías que otros publican en las redes sociales pueden acabar sintiéndose solos y deprimidos. ¿Por qué? Una posible causa es que la mayoría de la gente sube a las redes las fotos de los momentos más interesantes de su vida: las mejores imágenes de sí mismos, de sus amigos y de los lugares tan emocionantes que han visitado. Quienes ven esas imágenes pueden llegar a la conclusión de que, en comparación, su vida es muy corriente e incluso aburrida. w20.07 27:12, 13

Miércoles 10 de agosto

Los apóstoles y los ancianos se reunieron para tratar este asunto (Hech. 15:6).

La Atalaya del 1 de octubre de 1988 dijo: “Los ancianos reconocerán que Cristo puede dirigir por espíritu santo la mente de cualquier anciano del cuerpo de ancianos para suministrar el principio bíblico necesario para tratar con cualquier situación o tomar cualquier decisión importante. (Hechos 15:7-15.) Ningún anciano monopoliza el espíritu dentro del cuerpo [de ancianos]”. Si un anciano respeta a sus compañeros, no tratará de ser siempre el primero en dar su opinión en las reuniones de ancianos. No dominará la conversación ni creerá que siempre tiene razón. Al contrario, dirá lo que piensa con humildad y modestia, y escuchará con atención a los demás. Por encima de todo, estará dispuesto a analizar los principios bíblicos y a seguir la guía del “esclavo fiel y prudente” (Mat. 24:45-47). Cuando los ancianos tratan los asuntos con amor y respeto, el espíritu santo de Dios está con ellos y los ayuda a tomar las decisiones correctas (Sant. 3:17, 18). w20.08 35:5, 6

Jueves 11 de agosto

Sigue venciendo el mal con el bien (Rom. 12:21).

El apóstol Pablo tenía enemigos muchísimo más poderosos que él. En muchas ocasiones lo mandaron golpear y lo metieron en prisión. También sufrió el maltrato de quienes debieron ser sus amigos. Incluso algunos en la congregación cristiana se pusieron en contra de él (2 Cor. 12:11; Filip. 3:18). Pero nunca se dejó vencer por sus enemigos. Siguió predicando a pesar de la oposición. Fue leal a sus hermanos incluso cuando estos lo decepcionaron. Y, por encima de todo, le fue fiel a Dios hasta el fin de sus días (2 Tim. 4:8). Aunque tenía tanto en su contra, salió victorioso porque confió en Jehová y no en sus propias fuerzas. ¿Tenemos que soportar insultos o persecución? Nuestro objetivo es usar la Palabra de Dios para llegar a la mente y el corazón de quienes tengan una buena actitud. ¿Cómo podemos lograrlo? Empleando la Biblia para responder a las preguntas de las personas, mostrando bondad y respeto a quienes nos tratan mal, y haciéndole el bien a todo el mundo, incluso a nuestros enemigos (Mat. 5:44; 1 Ped. 3:15-17). w20.07 29:14, 15

Viernes 12 de agosto

Tu humildad me hace grande (2 Sam. 22:36).

¿De veras podemos decir que Jehová es humilde? El texto de hoy deja claro que sí (Sal. 18:35). Al escribir esas palabras, David quizás estaba pensando en el día en que el profeta Samuel fue a la casa de su padre para ungir al futuro rey de Israel. Aunque David era el menor de ocho hijos, Jehová lo eligió para sustituir al rey Saúl (1 Sam. 16:1, 10-13). De seguro, David concordaba con lo que dijo sobre Jehová el escritor de un salmo: “Él se agacha para observar el cielo y la tierra, para levantar del polvo al humilde. Alza al pobre [...] para sentarlo con nobles” (Sal. 113:6-8). Algo que demuestra que Jehová es humilde es la manera en que trata a sus siervos humanos imperfectos. No solo acepta que lo adoremos, sino que además nos considera sus amigos (Sal. 25:14). Esta amistad es posible gracias a que tomó la iniciativa de entregar a su Hijo como sacrificio por nuestros pecados. ¡Qué gran muestra de compasión! w20.08 32:1-3

Sábado 13 de agosto

Jehová no desea que ninguno sea destruido, sino que todos lleguen a arrepentirse (2 Ped. 3:9).

Jehová ha establecido el día y la hora en que pondrá fin a este viejo sistema (Mat. 24:36). Aunque ansía resucitar a los muertos, no perderá la paciencia ni actuará antes de tiempo (Job 14:14, 15). Está esperando a que llegue el momento perfecto para hacerlo (Juan 5:28). Tenemos buenas razones para agradecer que Jehová sea paciente. Por ejemplo, gracias a esto, muchas personas han tenido tiempo de arrepentirse, incluidos nosotros. Jehová desea que tantas personas como sea posible puedan vivir para siempre. Por lo tanto, demostremos que agradecemos su paciencia esforzándonos al máximo por encontrar a los que tienen “la actitud correcta para obtener vida eterna” y ayudándolos a amar y servir a Jehová (Hech. 13:48). Así ellos también podrán beneficiarse de su paciencia. w20.08 33:17

Domingo 14 de agosto

Dame a conocer tus caminos, oh, Jehová; enséñame tus sendas (Sal. 25:4).

Lo que el estudiante aprende en el curso bíblico no solo debe llegarle a la mente, sino también al corazón. ¿Por qué? Porque el corazón —que incluye los deseos, las emociones y los sentimientos— es lo que nos motiva a actuar. Jesús llegaba a la mente porque enseñaba de manera lógica. Pero las personas lo seguían porque también les llegaba al corazón (Luc. 24:15, 27, 32). El estudiante debe ver a Jehová como una persona real, alguien con quien puede crear una relación como Padre, Dios y Amigo (Sal. 25:5). Durante el curso bíblico, destaquemos las hermosas cualidades de nuestro Dios (Éx. 34:5, 6; 1 Ped. 5:6, 7). Sin importar el tema del que estemos hablando, hagámosle ver la clase de persona que es Jehová. Ayudémoslo a valorar su amor, su bondad y su compasión. Jesús dijo que “el primero y el más importante de los mandamientos” es “Ama a Jehová tu Dios” (Mat. 22:37, 38). Esforcémonos por que el estudiante llegue a sentir un amor muy profundo por Dios. w20.10 41:12

Lunes 15 de agosto

Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro (Juan 11:5).

Jesús trató con dignidad a todas las mujeres (Juan 4:27). Ahora bien, él sentía una mayor estima por las mujeres que hacían la voluntad de su Padre. Es interesante que, cuando mencionó a los que consideraba parte de su familia espiritual, incluyó tanto a hombres como a mujeres (Mat. 12:50). Además, Jesús siempre fue para ellas un amigo de verdad. Pensemos en la amistad que tuvo con María y Marta, que por lo visto eran solteras (Luc. 10:38-42). Está claro que, por su manera de hablar y de tratarlas, hacía que se sintieran cómodas. María tuvo la confianza de sentarse a los pies de su Maestro para aprender de él. Y Marta no tuvo reparos en decirle a Jesús que estaba molesta porque María no la estaba ayudando. Él aprovechó aquella ocasión informal para darles algunas enseñanzas valiosas. Además, les demostró su interés a ellas y a su hermano, Lázaro, visitándolos en otras ocasiones (Juan 12:1-3). Con razón, cuando Lázaro se enfermó de gravedad, María y Marta no dudaron en pedirle ayuda (Juan 11:3). w20.09 39:3, 6

Martes 16 de agosto

Creían que el Reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro (Luc. 19:11).

Los discípulos de Jesús creían que el Reino aparecería “de un momento a otro” y los libraría del dominio romano. Y nosotros anhelamos el día en el que el Reino de Dios quite la maldad y traiga un nuevo mundo de justicia (2 Ped. 3:13). Claro, debemos ser pacientes y esperar al momento que Jehová ha marcado. Él le dio a Noé suficiente tiempo para que construyera el arca e hiciera su labor de “predicador de justicia” (2 Ped. 2:5; 1 Ped. 3:20). Escuchó a Abrahán cuando este cuestionó una y otra vez su decisión de acabar con los malvados habitantes de Sodoma y Gomorra (Gén. 18:20-33). Por siglos, le tuvo una inmensa paciencia a la infiel nación de Israel (Neh. 9:30, 31). Y hoy vemos que Jehová es paciente porque les está dando tiempo para arrepentirse a todas las personas a las que él trae para que sean sus amigas (Juan 6:44; 1 Tim. 2:3, 4; 2 Ped. 3:9). El ejemplo de Jehová nos da buenas razones para ser pacientes mientras seguimos predicando y enseñando a otros. w20.09 37:8, 9

Miércoles 17 de agosto

Va a haber una resurrección (Hech. 24:15).

Cuando Jehová resucite a las personas, les devolverá los recuerdos y la personalidad que tenían antes de morir. Pensemos en lo que eso implica. Jehová nos ama tanto a cada uno de nosotros que está al tanto de todo lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Así que, si tuviera que resucitarnos, le sería muy fácil devolvernos nuestros recuerdos y nuestra manera de ser y de pensar. El rey David sabía que Jehová nos conoce muy bien a cada uno (Sal. 139:1-4). ¿Cómo nos sentimos al percibir lo mucho que le importamos? Pensar en que Jehová nos conoce muy bien no debería inquietarnos. ¿Por qué no? Recordemos que nos quiere muchísimo y que para él cada uno de nosotros es especial. Además, está muy al tanto de las vivencias que han marcado nuestra forma de ser. ¿Verdad que nos tranquiliza mucho saber esto? Jamás deberíamos sentirnos solos, pues en todo momento Jehová está a nuestro lado, pendiente de cómo ayudarnos (2 Crón. 16:9). w20.08 33:13, 14

Jueves 18 de agosto

Te haré perspicaz y te enseñaré el camino por el que debes ir (Sal. 32:8).

A Jehová le encanta educar a su pueblo. Desea que sus amados hijos lo conozcan, lo amen y vivan para siempre. Todo esto es posible solo gracias a la educación que él nos da (Juan 17:3). En el siglo primero, se valió de la congregación cristiana para educar a su pueblo (Col. 1:9, 10). Y gran parte de la ayuda se la dio mediante el espíritu, el “ayudante” que Jesús había prometido (Juan 14:16). Este ayudó a los discípulos a comprender la Palabra de Dios y les recordó todas las cosas que Jesús dijo e hizo, que luego quedaron registradas en los Evangelios. Este conocimiento fortaleció la fe de aquellos cristianos, así como su amor a Dios, a su Hijo y a sus hermanos. Jehová predijo que, “en la parte final de los días”, personas de todas las naciones subirían a su montaña simbólica para que les enseñara sus caminos (Is. 2:2, 3). Hoy vemos cumplirse esta profecía. w20.10 43:14, 15

Viernes 19 de agosto

El hombre que tiene entendimiento encuentra orientación experta (Prov. 1:5).

¿Qué podría hacer que alguien rechazara el consejo amoroso de un buen amigo? El orgullo. A los orgullosos les gusta “que les regalen los oídos”; ellos dejan de “escuchar la verdad” (2 Tim. 4:3, 4). No escuchan a nadie porque se creen más listos y más importantes que los demás. Pero el apóstol Pablo dijo: “Si alguien se cree que es algo cuando no es nada, se está engañando a sí mismo” (Gál. 6:3). El rey Salomón lo resumió bien: “Es mejor un niño pobre pero sabio que un rey viejo pero insensato, que ya no tiene sensatez para aceptar consejos” (Ecl. 4:13). El apóstol Pedro nos puso un buen ejemplo cuando el apóstol Pablo lo corrigió delante de todos (Gál. 2:11-14). Podría haberse molestado con Pablo por cómo y dónde le habló. Pero, como Pedro era sabio, aceptó el consejo y no le guardó rencor a Pablo. En vez de eso, con el tiempo lo llamó “amado hermano” (2 Ped. 3:15). w20.11 47:9, 11, 12

Sábado 20 de agosto

Hagan discípulos. Enséñenles (Mat. 28:19, 20).

Asistir a las reuniones cristianas es muy importante para el progreso espiritual del estudiante. Lo que escuche en ellas aumentará su conocimiento, fortalecerá su fe y lo ayudará a querer más a Dios (Hech. 15:30-32). Además, tal vez un hermano le cuente que su amor a Jehová lo motivó a obedecer los principios bíblicos (2 Cor. 7:1; Filip. 4:13). Y, cuando el estudiante llega a conocer a varios hermanos fieles, puede ver en ellos lo que significa obedecer el mandato de Cristo de amar a Dios y al prójimo (Juan 13:35; 1 Tim. 4:12). Ve que los hermanos pasan por situaciones parecidas a la suya y se da cuenta de que es posible hacer los cambios necesarios para llegar a ser discípulo de Cristo (Deut. 30:11). Todos en la congregación pueden aportar su granito de arena al progreso espiritual de los estudiantes de la Biblia (Mat. 5:16). w20.11 45:10-12

Domingo 21 de agosto

He peleado con animales salvajes en Éfeso (1 Cor. 15:32).

Puede que el apóstol Pablo se refiriera a luchar con animales de verdad en el circo de esa ciudad (2 Cor. 1:8; 4:10; 11:23). O tal vez se refiriera a la oposición de los judíos y de otros enemigos que eran como “animales salvajes” (Hech. 19:26-34; 1 Cor. 16:9). En cualquier caso, Pablo siempre se enfrentó a los peligros con optimismo (1 Cor. 15:30, 31; 2 Cor. 4:16-18). Nosotros también vivimos en tiempos peligrosos. Algunos de nuestros hermanos han sido víctimas de delitos. Otros viven en zonas donde hay muchísima inseguridad debido a las guerras. Y, en algunos lugares, la predicación está restringida o hasta prohibida, y nuestros hermanos sirven a Jehová arriesgando su libertad o su vida. Aun así, todos esos cristianos siguen adorando a Jehová y son un ejemplo para nosotros. No tienen miedo porque saben que, aunque mueran, Jehová promete darles algo mucho mejor. w20.12 50:3, 4

Lunes 22 de agosto

Somos colaboradores de Dios. Ustedes son el campo de Dios que él está cultivando (1 Cor. 3:9).

¿Predicamos en un territorio en el que no es fácil encontrar a las personas en sus casas o conseguir que nos escuchen? Si eso nos desanima, ¿qué podemos hacer para mantener o incluso aumentar nuestra alegría? Es importante tener el punto de vista correcto sobre el ministerio. ¿Qué significa esto? Tengamos presente que lo más importante es proclamar el nombre de Dios y el Reino. Jesús dejó claro que pocas personas encontrarían el camino que lleva a la vida (Mat. 7:13, 14). Por otro lado, al predicar tenemos el honor de colaborar con Jehová, Jesús y los ángeles (Mat. 28:19, 20; Apoc. 14:6, 7). Además, es Jehová quien trae a su organización a quienes desean servirle (Juan 6:44). Así que puede ser que una persona no escuche el mensaje ahora pero sí lo haga la próxima vez que hablemos con ella. Una hermana llamada Deborah dice: “El desánimo puede ser un arma muy poderosa en manos de Satanás”. Pero Satanás y sus armas no tienen ninguna posibilidad contra Jehová. w20.12 52:18, 19, 21

Martes 23 de agosto

Sigamos amándonos unos a otros, porque el amor es de Dios (1 Juan 4:7).

Muchos cristianos fieles tienen que trabajar a tiempo completo para cubrir sus necesidades y las de su familia. Aun así, apoyan a la organización de Dios en todo lo que pueden. Por ejemplo, algunos colaboran con las labores de socorro, otros trabajan en obras de construcción, y todos podemos hacer donaciones para la obra mundial. Así demuestran su amor a Dios y al prójimo. Además, todas las semanas les demostramos amor a nuestros hermanos al asistir a las reuniones a pesar de estar cansados, al participar en ellas a pesar de ponernos nerviosos, y al esforzarnos por animar a los demás antes o después de la reunión a pesar de que también tenemos nuestros problemas (Heb. 10:24, 25). Cuánto agradecemos todo lo que hacen nuestros queridos hermanos. w21.01 2:11

Miércoles 24 de agosto

No nos volvamos egocéntricos (Gál. 5:26).

A los orgullosos se les hace cuesta arriba felicitar a otros y prefieren que los feliciten a ellos. Tienden a compararse con los demás y a ser competitivos. En lugar de capacitar a otros y darles autoridad, hacen todo ellos mismos porque piensan que esa es la única manera de que las cosas se hagan bien, es decir, a su gusto. Además, a menudo se dejan llevar por la ambición y la envidia. Así pues, si percibimos que tenemos un problema de orgullo, roguemos a Jehová que nos ayude a renovar la mente para que este defecto no se enquiste en nuestro interior (Rom. 12:2). Qué agradecidos estamos por el ejemplo de humildad de Jehová (Sal. 18:35). Podemos ver esta cualidad en la manera de tratar a sus siervos, y queremos imitarlo. También deseamos copiar el ejemplo de modestia de personajes bíblicos que tuvieron el honor de andar junto a Dios. Nunca dejemos de darle a Jehová la honra y la gloria que se merece (Apoc. 4:11). w20.08 32:19, 20

Jueves 25 de agosto

Los que se casen tendrán dificultades en la vida (1 Cor. 7:28).

El matrimonio es un regalo perfecto de Dios, pero los seres humanos somos imperfectos (1 Juan 1:8). Por eso, la Palabra de Dios les advierte a los casados que tendrán “dificultades en la vida”. Jehová espera que los esposos cristianos atiendan las necesidades espirituales, emocionales y materiales de su familia (1 Tim. 5:8). Sin embargo, las hermanas casadas tienen que apartar tiempo todos los días dentro de su atareada vida para leer la Palabra de Dios, meditar en ella y orarle a Jehová de corazón. Esto puede presentar un desafío, pues las esposas están muy ocupadas. Pero es esencial que saquen tiempo para hacer todas esas cosas. ¿Por qué? Porque Jehová quiere que cada uno de sus siervos cultive y mantenga su propia amistad con él (Hech. 17:27). Claro, es posible que la esposa tenga que esforzarse por respetar y obedecer a su esposo, que es imperfecto. Pero le resultará más fácil cumplir con el papel que Jehová le ha dado si entiende y acepta las razones bíblicas por las que debe aceptar la autoridad de su esposo. w21.02 6:3, 6, 7

Viernes 26 de agosto

Su fe de calidad probada produce aguante (Sant. 1:3).

Las pruebas se pueden comparar al fuego que se usa para forjar una espada de acero. Cuando la espada se calienta y después se enfría, el acero se vuelve más fuerte. De manera parecida, cuando pasamos por pruebas, nuestra fe se fortalece. Por esta razón, Santiago pudo decir: “Dejen que el aguante complete su obra, para que ustedes sean completos y sanos en todos los sentidos” (Sant. 1:4). Al ver que las pruebas fortalecen nuestra fe, podemos aguantarlas con alegría. En su carta, Santiago identifica algunos de los problemas que pueden robarnos la felicidad. Un problema es no saber qué hacer. Cuando pasemos por problemas, queremos tomar decisiones que agraden a Jehová, que beneficien a nuestros hermanos y que nos ayuden a ser íntegros (Jer. 10:23). Necesitamos sabiduría para decidir qué camino tomar y qué decirles a nuestros enemigos. Cuando no sabemos qué hacer, tal vez sintamos que somos víctimas indefensas de nuestras circunstancias, y esto podría robarnos la felicidad de un momento a otro. w21.02 8:7-9

Sábado 27 de agosto

Ámense unos a otros intensamente desde el corazón (1 Ped. 1:22).

Jehová nos da el ejemplo. Él nos quiere tanto que, mientras le seamos leales, nada podrá separarnos de él (Rom. 8:38, 39). La palabra griega que se traduce “intensamente” transmite la idea de hacer un gran esfuerzo por demostrar amor, y eso es lo que quizás tengamos que hacer a veces con algunos hermanos. La Biblia nos dice lo que debemos hacer cuando alguien nos molesta: “Sopórtense unos a otros con amor; hagan todo lo posible por mantener la unidad del espíritu mediante el vínculo de la paz” (Efes. 4:1-3). No debemos centrarnos en las faltas de nuestros hermanos, sino esforzarnos por verlos como Jehová los ve (1 Sam. 16:7; Sal. 130:3). No siempre es fácil mostrarles tierno cariño a nuestros hermanos, sobre todo cuando estamos al tanto de sus faltas. Por lo visto, esto ya pasaba en el siglo primero, como en el caso de Evodia y Síntique. El apóstol Pablo les dijo que tuvieran “la misma mente en unión con el Señor” (Filip. 4:2, 3). w21.01 4:10, 11

Domingo 28 de agosto

Jóvenes, les escribo porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al Maligno (1 Juan 2:14).

Jovencito, los hermanos adultos de la congregación valoran mucho que sirvas a Jehová “hombro a hombro” junto con ellos (Sof. 3:9). Les encanta ver el entusiasmo y las energías con que atiendes las tareas que se te encargan. Tienes su respeto y su confianza. Nunca olvides que Jehová te ama y confía en ti. Él predijo que en los últimos días habría un ejército de jóvenes que se ofrecerían voluntariamente (Sal. 110:1-3). Él sabe que lo amas y que quieres darle lo mejor de ti. Así que sé paciente con los demás y sé paciente contigo mismo. Cuando cometas errores, acepta los consejos y la disciplina que recibas. Recuerda que vienen de Jehová (Heb. 12:6). Atiende bien las tareas que te encarguen. Y, por encima de todo, esfuérzate por hacer que tu Padre celestial se sienta orgulloso de ti (Prov. 27:11). w21.03 9:17, 18

Lunes 29 de agosto

Si te desanimas en los momentos difíciles, te faltarán las fuerzas (Prov. 24:10).

Hay muchas cosas que pueden desanimarnos. Algunas son internas y otras son externas. Entre ellas están nuestras imperfecciones, nuestras debilidades, la mala salud, no recibir una responsabilidad que nos gustaría tener en el servicio a Jehová o tener que predicar en un territorio en el que casi nadie nos escucha. Si nos obsesionamos con nuestras imperfecciones y debilidades, podemos llegar a sentirnos tan mal con nosotros mismos que lleguemos a pensar que Jehová nunca nos permitirá entrar en el nuevo mundo. Esa forma de pensar nos puede hacer mucho daño. Es cierto que todos los seres humanos, excepto Jesucristo, somos pecadores (Rom. 3:23). Pero Jehová no está pendiente de nuestros errores ni espera que seamos perfectos. Él es un Padre cariñoso y paciente. Sabe lo mucho que nos esforzamos por hacer lo correcto y por ser razonables con nosotros mismos, y está ahí para ayudarnos (Rom. 7:18, 19). w20.12 52:1-3

Martes 30 de agosto

Por último, hermanos, sigan alegrándose, corrigiéndose (2 Cor. 13:11).

En cierto sentido, la vida de los cristianos es un viaje. Nuestro destino, nuestra meta, es vivir en el nuevo mundo gobernado por nuestro amoroso Dios, Jehová. Cada día tratamos de ir por el camino que lleva a la vida. Pero, como dijo Jesús, el camino es estrecho y en ocasiones cuesta trabajo ir por él (Mat. 7:13, 14). Como somos imperfectos, tenemos la tendencia de salirnos del camino (Gál. 6:1). Para permanecer en el camino estrecho que lleva a la vida, debemos estar dispuestos a corregir nuestra manera de pensar y actuar, y nuestra actitud. A eso se refiere el apóstol Pablo cuando nos anima a seguir corrigiéndonos. No resulta fácil analizar nuestros pensamientos y sentimientos. ¿Por qué? Porque nuestro corazón es traicionero, y es difícil saber adónde nos va a llevar (Jer. 17:9). Tendemos a engañarnos a nosotros mismos con “razonamientos falsos” (Sant. 1:22). Por eso es imprescindible que usemos la Palabra de Dios para analizarnos. La Biblia nos ayuda a ver cómo somos en nuestro interior, “los pensamientos y las intenciones” que están en lo más profundo de nuestro corazón (Heb. 4:12, 13). w20.11 47:1-3

Miércoles 31 de agosto

Tomen la iniciativa de honrarse unos a otros (Rom. 12:10).

Si somos humildes y modestos, es más probable que seamos felices. ¿Por qué? Porque, al estar conscientes de nuestras limitaciones, agradeceremos con gusto cualquier ayuda que nos ofrezcan. Recordemos la ocasión en que Jesús curó a 10 leprosos. Solo uno regresó para darle gracias por haberlo curado de esa terrible enfermedad. Este hombre humilde sabía que jamás habría podido curarse por sí solo, así que se sintió agradecido y le dio gloria a Dios (Luc. 17:11-19). Por lo general, las personas humildes y modestas se llevan bien con los demás y tienen mejores amistades. ¿Por qué? Porque no les cuesta trabajo aceptar que otros tienen buenas cualidades y confiar en ellos. Además, se alegran cuando a otros les va bien en lo que hacen en su servicio a Jehová y no dudan en felicitarlos y honrarlos. w20.08 32:17, 18

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