Diciembre
Viernes 1 de diciembre
Ellas escucharán mi voz (Juan 10:16).
Jesús comparó el vínculo que existe entre él y sus discípulos con el que hay entre un pastor y sus ovejas (Juan 10:14). Y la comparación es muy acertada, pues las ovejas conocen a su pastor y responden a su voz. Un turista vio esto con sus propios ojos. Contó: “Queríamos filmar algunas ovejas y tratamos de hacer que se acercaran, pero no nos siguieron porque no conocían nuestra voz. Entonces apareció un jovencito, que era su pastor. Apenas había empezado a llamarlas cuando lo siguieron”. Lo que le pasó a aquel turista nos recuerda lo que Jesús dijo que harían sus ovejas, es decir, sus discípulos. Dijo: “Ellas escucharán mi voz”. Pero Jesús está en el cielo. Así que ¿cómo podemos escucharlo? Una manera es haciendo lo que él nos enseñó (Mat. 7:24, 25). w21.12 50:1, 2
Sábado 2 de diciembre
Todos han pecado y no alcanzan la gloria de Dios (Rom. 3:23).
El apóstol Pablo había perseguido con dureza a los cristianos. Pero con el tiempo reconoció lo que había hecho y estuvo dispuesto a cambiar su actitud y su personalidad (1 Tim. 1:12-16). Con la ayuda de Jehová, llegó a ser un pastor cariñoso, compasivo y humilde. Decidió confiar en el perdón de Jehová y no seguir pensando en sus errores (Rom. 7:21-25). Sabía que no podía ser perfecto, de modo que se esforzó por mejorar su personalidad cristiana y con humildad se apoyó en Jehová para llevar a cabo su ministerio (1 Cor. 9:27; Filip. 4:13). Los ancianos no reciben su nombramiento porque sean perfectos, pero Jehová sí espera que reconozcan sus errores y que cultiven la personalidad cristiana (Efes. 4:23, 24). Deberían hacerse un autoexamen con la ayuda de la Palabra de Dios y hacer los cambios necesarios. Entonces Jehová los ayudará a ser felices y a cumplir bien con su trabajo (Sant. 1:25). w22.03 14:13-15
Domingo 3 de diciembre
Dejen de juzgar (Mat. 7:1).
¿Qué deberíamos hacer si nos damos cuenta de que hemos estado juzgando a un hermano? Recordemos que tenemos que amar a nuestros hermanos (Sant. 2:8). Además, debemos orar a Jehová y rogarle que nos ayude a dejar de juzgar. Y podemos actuar en armonía con nuestras oraciones tomando la iniciativa para hablar con ese hermano. También podemos invitarlo a predicar o a comer. Al ir conociendo mejor a nuestro hermano, podemos tratar de seguir el ejemplo de Jehová y de Jesús buscando lo bueno que hay en él. Así demostraremos que prestamos atención al mandato del pastor excelente de dejar de juzgar a otros. Así como las ovejas literales escuchan la voz de su pastor, los discípulos de Jesús escuchamos su voz. Sea que formemos parte del “rebaño pequeño” o de las “otras ovejas”, que todos sigamos escuchando y obedeciendo la voz del pastor excelente (Luc. 12:32; Juan 10:11, 14, 16). w21.12 50:11, 17, 18
Lunes 4 de diciembre
Él rechazó el consejo que le dieron los ancianos (1 Rey. 12:8).
Cuando Rehoboam se convirtió en el rey de Israel, el pueblo le pidió que les aliviara las cargas que les había impuesto su padre, Salomón. Rehoboam hizo algo bueno: consultó a los ancianos de Israel. Ellos le dijeron que, si hacía lo que el pueblo pedía, siempre tendría su apoyo (1 Rey. 12:3-7). Por lo visto, a Rehoboam no le gustó aquel consejo, así que se fue a consultar a los hombres que se habían criado con él. Aquellos hombres le dijeron que fuera más duro con el pueblo (1 Rey. 12:9-11). Rehoboam pudo haberle preguntado a Jehová cuál de los dos consejos debía seguir, pero no hizo eso. Aceptó el consejo de los hombres más jóvenes. Y las consecuencias fueron desastrosas tanto para el rey como para el pueblo. En nuestro caso, puede que los consejos que recibamos no siempre sean lo que queremos oír. Pero, si están basados en lo que dice la Biblia, debemos aceptarlos. w22.02 7:6
Martes 5 de diciembre
La gloria de los jóvenes está en su fuerza (Prov. 20:29).
La persona humilde y modesta no se concentra en la falta de experiencia de los jóvenes, sino en sus puntos fuertes. Los verá como sus compañeros, no como sus rivales. Los hermanos mayores ven a los más jóvenes como regalos de Jehová y se sienten muy agradecidos por lo que hacen. Como sus fuerzas van disminuyendo, valoran que los que son jóvenes y fuertes quieran y puedan trabajar para cubrir las necesidades de la congregación. Noemí es un excelente ejemplo que da la Biblia de una persona mayor que fue agradecida y aceptó la ayuda de alguien más joven. Después de que el hijo de Noemí murió, ella le dijo a su nuera Rut que volviera con su familia. Pero, cuando Rut insistió en acompañarla hasta Belén, Noemí aceptó su ayuda (Rut 1:7, 8, 18). Y esto fue una gran bendición para las dos (Rut 4:13-16). Los hermanos mayores que son humildes siguen el ejemplo de Noemí. w21.09 36:9-11
Miércoles 6 de diciembre
Dios no es injusto y no se olvida de las obras de ustedes ni del amor que demostraron (Heb. 6:10).
Nuestro Padre celestial comprende las circunstancias de cada uno de nosotros. A lo mejor usted puede hacer más que la mayoría de sus amigos. O, por el contrario, tal vez no logre hacer tanto como los demás, quizás debido a la edad, la salud o las responsabilidades familiares. Pero no se desanime por eso (Gál. 6:4). Jehová no olvidará lo que usted haga. Siempre que dé lo mejor y con el motivo correcto, él se sentirá complacido. Jehová ve hasta las intenciones de su corazón. Quiere que usted se sienta feliz y satisfecho con la adoración que puede darle. Desde ya disfrutamos de paz interior porque sabemos que Jehová nos ayuda cuando afrontamos problemas (Is. 41:9, 10). Tenemos buenas razones para sentirnos felices cuando adoramos a nuestro amoroso Padre, quien merece que toda su creación le dé la gloria y la honra (Apoc. 4:11). w22.03 13:16, 18
Jueves 7 de diciembre
Rápido y sin demora cumplo tus mandamientos (Sal. 119:60).
Es cierto que deseamos seguir el ejemplo de Jesús, pero no debemos desanimarnos si no logramos imitarlo a la perfección (Sant. 3:2). Un estudiante de arte no puede imitar perfectamente a su maestro, pero, si aprende de sus errores y se esfuerza por imitar a su maestro lo mejor que pueda, seguirá mejorando. De manera parecida, si ponemos en práctica lo que hemos aprendido en nuestro estudio personal de la Biblia y nos esforzamos por corregir nuestros defectos, lograremos seguir el ejemplo que nos puso Jesús (Sal. 119:59). El mundo está lleno de personas egoístas, pero los siervos de Jehová somos distintos. Nos conmueve el espíritu de sacrificio de Jesús y estamos decididos a imitar su ejemplo (1 Ped. 2:21). Si nos esforzamos al máximo por copiar el espíritu de sacrificio de Jesús, sentiremos la alegría de saber que tenemos la aprobación de Jehová. w22.02 9:16, 18
Viernes 8 de diciembre
En ellas hay cosas difíciles de entender (2 Ped. 3:16).
Una manera como Jehová guía a su pueblo hoy día es por medio de su Palabra, la Biblia. Si sacamos tiempo para reflexionar en lo que Jehová nos enseña, podremos seguir su guía y cumplir nuestro ministerio (1 Tim. 4:15, 16). Otra manera como Jehová guía a su pueblo es por medio del “esclavo fiel y prudente” (Mat. 24:45). Es posible que, a veces, el esclavo nos dé instrucciones que no comprendemos por completo. Por ejemplo, tal vez recibamos instrucciones muy concretas para sobrevivir a un desastre natural que pensamos que no es probable que ocurra en nuestra zona. ¿Qué deberíamos hacer si pensamos que las instrucciones que recibimos son poco prácticas? Pensemos en relatos bíblicos que hayamos leído. ¡Cuántas veces recibieron los siervos de Dios instrucciones que no parecían prácticas desde un punto de vista humano pero que al final les salvaron la vida! (Juec. 7:7; 8:10). w22.03 12:15, 16
Sábado 9 de diciembre
¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! (Luc. 23:46).
Lleno de confianza, Jesús dijo las palabras del texto de hoy. Sabía que su futuro dependía de Jehová y estaba convencido de que su Padre se acordaría de él. ¿Qué aprendemos de lo que dijo Jesús? Estemos dispuestos a poner nuestra vida en las manos de Jehová. Para hacer eso, debemos confiar en él con todo nuestro corazón (Prov. 3:5). Pensemos en el ejemplo de Joshua, un joven Testigo que tenía 15 años y sufría una enfermedad terminal. Se negó a aceptar tratamientos médicos que iban en contra de las leyes de Dios. Poco antes de morir, le dijo a su mamá: “Estoy en las manos de Jehová”. Y añadió: “Puedo decirte esto con toda certeza, mamá: sé que Jehová me resucitará. Él ha visto mi corazón y sabe que lo amo de veras”. Todos deberíamos preguntarnos: “Si me enfrento a una prueba y mi vida está en peligro, ¿me mantendré leal y confiaré en que Jehová me recordará y me resucitará?”. w21.04 15:15, 16
Domingo 10 de diciembre
El que reconforta a otros será reconfortado (Prov. 11:25).
El ministerio fortalece a los siervos de Jehová. Predicar nos hace sentir bien y nos reconforta, sea que las personas presten atención al mensaje o no. Tal vez sintamos que, debido a las circunstancias, no podemos hacer mucho en el ministerio. Pero recordemos que, si hacemos todo lo que podemos, Jehová estará contento con nosotros. Incluso si estamos confinados en nuestra casa, Jehová ve y valora nuestro deseo de participar en la predicación. Puede hacer que surjan oportunidades de darles testimonio a quienes nos cuidan o al personal médico. Si comparamos lo que hacemos ahora con lo que podíamos hacer antes, quizás nos vengamos abajo. Pero, si nos fijamos en cómo Jehová nos está ayudando ahora, tendremos las fuerzas que necesitamos para aguantar cualquier prueba sin perder la alegría. No sabemos cuál de las semillas de la verdad que sembramos puede echar raíces y empezar a crecer (Ecl. 11:6). w21.05 21:14-17
Lunes 11 de diciembre
¿Por qué despreciaste las palabras de Jehová haciendo lo que está mal a sus ojos? (2 Sam. 12:9).
Jehová le había dado al rey David muchísimas cosas, como riquezas, prestigio y la victoria sobre muchos de sus enemigos. David estaba muy agradecido por ello y dijo que todo lo que Dios le había dado era más de lo que podía contar (Sal. 40:5). Pero, en cierto momento, se volvió codicioso y se olvidó de lo que Jehová le había dado. Aunque tenía varias esposas, empezó a desear a la esposa de otro hombre, algo que Jehová condenaba. La mujer se llamaba Bat-Seba y el esposo era un hitita llamado Urías. David fue egoísta, cometió adulterio con Bat-Seba y la dejó embarazada. Por si todo eso no fuera suficiente, se las arregló para que mataran a Urías (2 Sam. 11:2-15). ¿En qué estaba pensando? ¿Creyó que Jehová no lo estaba viendo? Después de tanto tiempo siendo fiel a Jehová, acabó cediendo al egoísmo y la codicia, y lo pagó muy caro. Afortunadamente, con el tiempo David confesó su pecado y se arrepintió. ¡Y qué agradecido estaba de que Jehová lo hubiera perdonado! (2 Sam. 12:7-13). w21.06 24:10
Martes 12 de diciembre
No es que nosotros mismos nos hayamos capacitado, sino que estamos capacitados gracias a Dios (2 Cor. 3:5).
Tal vez nos parezca que no estamos capacitados para dirigir un curso bíblico. Quizás pensemos que nos falta conocimiento o que tenemos que mejorar como maestros. En tal caso, pensemos en tres cosas que reforzarán nuestra confianza. Primero, Jehová piensa que sí estamos capacitados para enseñar a otros. Segundo, Jesús, que tiene “toda la autoridad en el cielo y en la tierra”, nos ha mandado enseñar (Mat. 28:18). Y, tercero, no estamos solos. Al igual que Jesús, podemos confiar en que Jehová nos ayudará a saber qué decir (Juan 8:28; 12:49). Además, podemos hablar con el superintendente del grupo de predicación, con un precursor hábil o con un publicador de experiencia para que nos ayuden a iniciar y dirigir un curso bíblico. Si los acompañamos a uno de los suyos, podemos aprender a ser mejores maestros. w21.07 26:12
Miércoles 13 de diciembre
La persona fiel en lo mínimo también es fiel en lo mucho, y la persona injusta en lo mínimo también es injusta en lo mucho (Luc. 16:10).
El fin de este sistema está cada vez más cerca. Por eso, hoy más que nunca tenemos que confiar en la manera de Jehová de hacer las cosas. Esto es así porque durante la gran tribulación tal vez recibamos instrucciones que nos parezcan extrañas, poco prácticas o ilógicas. Claro, Jehová no hablará directamente con nosotros. Probablemente usará a sus representantes aquí en la Tierra para darnos instrucciones. Ese no será el momento de dudar y preguntarnos si esas instrucciones vienen de Jehová o si los hermanos responsables están haciendo las cosas a su manera. ¿Confiaremos en Jehová y en su organización en ese momento tan importante de la historia? La manera como reaccionamos ahora a la guía de la organización nos ayudará a saber la respuesta. Si confiamos en las instrucciones que recibimos ahora y las obedecemos enseguida, probablemente hagamos lo mismo durante la gran tribulación. w22.02 6:15
Jueves 14 de diciembre
¿Y qué hice yo en comparación con lo que han hecho ustedes? (Juec. 8:2).
Con la ayuda de Jehová, Gedeón y sus 300 hombres habían conseguido una gran victoria por la que podrían haberse sentido muy orgullosos. Los hombres de Efraín fueron a hablar con Gedeón, pero no para felicitarlo, sino para discutir con él porque no los había invitado a luchar junto con él (Juec. 8:1). Gedeón les dio un ejemplo específico de cómo Jehová los había bendecido. Como resultado, “ellos se calmaron” (Juec. 8:3). Gedeón estuvo dispuesto a dejar a un lado su orgullo con tal de mantener la paz en el pueblo de Dios. De los efraimitas, aprendemos que no debemos darle más importancia a proteger nuestro honor que a honrar a Jehová. De Gedeón, los cabezas de familia y los ancianos pueden aprender que, si alguien está molesto con ellos por algo que hicieron, deben procurar ver las cosas desde su perspectiva. También pueden felicitarlo por algo que haya hecho bien. Para eso se necesita humildad. Pero mantener la paz es mucho más importante que demostrar que tenemos razón. w21.07 28:10-12
Viernes 15 de diciembre
Hagamos al ser humano a nuestra imagen (Gén. 1:26).
Jehová nos honró creándonos a su imagen. Como estamos hechos a la imagen de Dios, podemos cultivar y demostrar muchas de sus preciosas cualidades, como el amor, la compasión, la lealtad y la justicia (Sal. 86:15; 145:17). Cuando nos esforzamos por hacerlo, honramos a Jehová y le demostramos gratitud (1 Ped. 1:14-16). Si hacemos lo que le agrada a nuestro Padre celestial, nos sentimos felices y satisfechos. Además, como Jehová nos hizo a su imagen, podemos llegar a ser la clase de personas que él desea tener en su familia. Jehová nos preparó un hogar especial. Mucho antes de crear al primer hombre, Dios preparó la Tierra para los seres humanos (Job 38:4-6; Jer. 10:12). Como es tan bueno y generoso, hizo un sinfín de cosas para que las disfrutáramos (Sal. 104:14, 15, 24). De vez en cuando dedicó tiempo a pensar en lo que había creado, y “vio que esto era bueno” (Gén. 1:10, 12, 31). w21.08 30:5, 6
Sábado 16 de diciembre
El fruto del espíritu es amor, felicidad, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe, apacibilidad, autocontrol (Gál. 5:22, 23).
Todos los cristianos tenemos la responsabilidad de predicar y hacer discípulos (Mat. 28:19, 20; Rom. 10:14). ¿Nos gustaría pulir nuestras habilidades en esta obra tan importante? Para ello, podemos estudiar el folleto Maestros e ir poniéndonos metas que nos ayuden a aplicar lo que vamos aprendiendo. No olvidemos que una de las metas más importantes es la de cultivar cualidades cristianas (Col. 3:12; 2 Ped. 1:5-8). Sin duda, a todos nos gustaría hacer más por Jehová de lo que podemos hacer ahora. En el nuevo mundo que Dios ha prometido, podremos servirle al ciento por ciento. Mientras llega ese día, si aprovechamos las oportunidades que se nos presentan, nos sentiremos más felices y menos desilusionados. Y, más importante aún, honraremos y alabaremos a Jehová, nuestro “Dios feliz” (1 Tim. 1:11). Así pues, alegrémonos por lo que podemos hacer por Jehová. w21.08 33:18-20
Domingo 17 de diciembre
El que se acerca a Dios tiene que creer que él existe (Heb. 11:6).
¿Se crio usted en una familia que era testigo de Jehová? En ese caso, probablemente aprendió acerca de Jehová desde muy pequeño. Aprendió que él es el Creador, que tiene hermosas cualidades y que desea que los seres humanos vivamos en la Tierra hecha un paraíso (Gén. 1:1; Hech. 17:24-27). Ahora bien, muchas personas no creen que Dios exista o que haya creado todas las cosas. Creen que la vida surgió por casualidad y que después evolucionó lentamente y aparecieron seres vivos complejos. Algunas de estas personas tienen estudios superiores. Puede que digan que la ciencia ha demostrado que la Biblia se equivoca y que solo los ignorantes, los incultos y los ingenuos tienen fe en un Creador. Sin importar cuántos años llevemos sirviendo a Jehová, todos tenemos que seguir fortaleciendo nuestra fe. Si lo hacemos, no nos dejaremos engañar por las “filosofías y razonamientos falsos y vacíos” de quienes enseñan que lo que la Biblia dice es mentira (Col. 2:8). w21.08 32:1-3
Lunes 18 de diciembre
Jehová nuestro Dios, tú mereces recibir la gloria, la honra y el poder (Apoc. 4:11).
Abel, Noé, Abrahán y Job demostraron que respetaban y amaban a Jehová por su obediencia, su fe y sus sacrificios. Está claro que hicieron todo lo posible por honrarlo, y él aceptó su adoración. Con el tiempo, Dios les dio la Ley de Moisés a los descendientes de Abrahán. En esta Ley les dio instrucciones sobre cómo quería que lo adoraran. Después de la muerte y la resurrección de Jesús, Jehová ya no exigió que su pueblo obedeciera la Ley de Moisés (Rom. 10:4). Más bien, los cristianos debían seguir una nueva ley, “la ley del Cristo” (Gál. 6:2). Para ello, no tenían que seguir una larga lista de mandatos y prohibiciones, sino que debían seguir el ejemplo de Jesús y sus enseñanzas. Hoy en día, los cristianos hacen todo lo posible por imitar a Cristo para así agradar a Jehová y encontrar alivio (Mat. 11:29). w22.03 13:4, 5
Martes 19 de diciembre
A menudo se iba a orar a lugares retirados (Luc. 5:16).
Jehová escucha a sus hijos. Escuchó las numerosas oraciones que hizo Jesús cuando estuvo en la Tierra. Lo hizo cuando le pidió ayuda en cuestiones importantes, como cuando escogió a sus 12 apóstoles (Luc. 6:12, 13). Jehová también lo escuchó cuando acudió a él en momentos de angustia. Justo antes de que Judas lo traicionara, le rogó a su Padre que lo ayudara con las duras pruebas que estaba a punto de enfrentar. Jehová no solo escuchó a su querido Hijo, sino que le envió a un ángel para fortalecerlo (Luc. 22:41-44). Hoy día, Jehová también nos escucha cuando le oramos y nos responde en el momento oportuno y de la mejor manera posible (Sal. 116:1, 2). Una hermana de la India lo experimentó en carne propia. Había estado luchando con una profunda ansiedad y le rogó a Jehová que la ayudara. Cuenta: “El programa de JW Broadcasting® de mayo de 2019, que hablaba de cómo hacer frente a las preocupaciones y a la ansiedad, fue justo lo que necesitaba. Fue la respuesta a mis oraciones”. w21.09 38:6, 7
Miércoles 20 de diciembre
Huyan a las montañas (Luc. 21:21).
¿Nos imaginamos lo difícil que debió ser para aquellos cristianos del siglo primero dejar casi todo lo que tenían y empezar una nueva vida en otro lugar? Necesitaban fe para confiar en que Jehová les ayudaría a conseguir lo necesario. Pero, cinco años antes de que los romanos rodearan Jerusalén, el apóstol Pablo les había dado a los hebreos algunos consejos que les serían de gran ayuda. Dijo: “Que su modo de vivir esté libre del amor al dinero, y estén contentos con las cosas que tienen. Porque él ha dicho: ‘Nunca te dejaré y jamás te abandonaré’. Así que podemos decir llenos de confianza: ‘Jehová es mi ayudante. No tendré miedo. ¿Qué puede hacerme el hombre?’” (Heb. 13:5, 6). ¿Cómo les fue a los cristianos que tomaron en serio antes de la invasión romana estos consejos de Pablo? De seguro que les costó menos adaptarse a una vida más sencilla en su nuevo hogar. Estaban seguros de que Jehová cubriría sus necesidades básicas. w22.01 1:7, 9
Jueves 21 de diciembre
La misericordia de Jehová se ve en todas sus obras (Sal. 145:9).
Cuando pensamos en una persona misericordiosa, quizás nos imaginemos a alguien que es amable, compasivo y generoso. Puede que nos venga a la mente el buen samaritano de la parábola de Jesús. Este extranjero trató con compasión a un judío que cayó en manos de unos ladrones. El samaritano “se conmovió profundamente” por el judío, y el amor lo movió a encargarse de que lo atendieran (Luc. 10:29-37). Esta parábola destaca una hermosa cualidad de nuestro Dios, una faceta de su amor que nos muestra todos los días y de muchas maneras: la misericordia. Esta cualidad también se puede demostrar al no castigar a una persona cuando hay base para hacerlo. Jehová ha sido muy misericordioso con nosotros en este sentido, pues el escritor de un salmo dijo: “No nos ha tratado de acuerdo con nuestros pecados” (Sal. 103:10). Sin embargo, hay ocasiones en las que Jehová tiene que disciplinar con firmeza a alguien que ha pecado. w21.10 41:1, 2
Viernes 22 de diciembre
Mi amor leal no se apartará de ti (Is. 54:10).
Jehová les muestra su amor leal solo a quienes tienen una buena relación con él, es decir, a sus siervos. Esto se ve con claridad por lo que dijeron por inspiración el rey David y el profeta Daniel. Por ejemplo, David escribió: “Sigue mostrándoles tu amor leal a los que te conocen” y “el amor leal de Jehová por quienes le temen es para toda la eternidad”. Y Daniel dijo: “Oh, Jehová, el Dios verdadero, grande e imponente, el que [...] les muestra amor leal a los que lo aman y obedecen sus mandamientos” (Sal. 36:10; 103:17; Dan. 9:4). Como vemos, Jehová les muestra amor leal a sus siervos porque lo conocen, le temen, lo aman y obedecen sus mandamientos. Él reserva esta cualidad para su pueblo, quienes lo adoran de la manera correcta. Desde antes de empezar a servir a Jehová, ya recibíamos el amor que Dios le muestra a la humanidad en general (Sal. 104:14). Pero, cuando empezamos a adorarlo, recibimos también su amor leal. w21.11 44:8, 9
Sábado 23 de diciembre
Adora a Jehová tu Dios (Mat. 4:10).
Pase lo que pase, estamos decididos a obedecer esas palabras de Jesús. Hoy día, muchas personas siguen con entusiasmo a líderes religiosos muy populares, hasta el punto de que casi los idolatran. Abarrotan sus iglesias, compran sus libros y donan muchísimo dinero para apoyarlos. Algunos se creen todo lo que les dicen. ¡Ni viendo a Jesús en persona se emocionarían tanto! En cambio, los verdaderos siervos de Jehová no seguimos a ningún líder humano. Aunque respetamos a los que nos dirigen, nos guiamos por esta clara enseñanza de Jesús: “Ustedes son todos hermanos” (Mat. 23:8-10). No convertimos en ídolos a los hombres, sean líderes religiosos o gobernantes políticos. Y no apoyamos sus causas, sino que permanecemos neutrales y separados del mundo. En todos estos campos somos muy diferentes de muchos grupos que afirman ser cristianos (Juan 18:36). w21.10 42:6, 7
Domingo 24 de diciembre
Yo soy Jehová tu Dios. No tengas otros dioses aparte de mí (Éx. 20:2, 3).
Todo cristiano que desee ser santo debe asegurarse de que nada ni nadie sea más importante que su amistad con Dios. Y, como nos llamamos testigos de Jehová, estamos decididos a no hacer nada que manche su santo nombre (Lev. 19:12; Is. 57:15). Los israelitas demostraban que aceptaban a Jehová como su Dios obedeciendo sus leyes. Levítico 18:4 dice: “Cumplan mis decisiones judiciales, y anden según mis estatutos y obedézcanlos. Yo soy Jehová su Dios”. El capítulo 19 incluye algunos de estos estatutos que él dio a la nación de Israel. Por ejemplo, los versículos 5 a 8, 21 y 22 hablan de los sacrificios de animales. Estos debían hacerse de una manera que no profanara “una cosa santa de Jehová”. Leer estos versículos debe impulsarnos a querer agradar a Jehová y ofrecerle sacrificios de alabanza que sean aceptables para él, como nos anima a hacer Hebreos 13:15. w21.12 48:14, 15
Lunes 25 de diciembre
Goza con la esposa de tu juventud (Prov. 5:18).
Matrimonios jóvenes, ustedes pueden beneficiarse de la experiencia de quienes han aprendido a confiar en Jehová. Algunas parejas han estado en el servicio de tiempo completo por décadas. ¿Por qué no les piden consejos si necesitan ayuda para analizar sus metas? Esta es una manera de mostrar que confían en Jehová (Prov. 22:17, 19). Recuerden, el matrimonio es un regalo de Jehová, y él desea que los casados lo disfruten (Mat. 19:5, 6). ¿Por qué no analizan lo que están haciendo con su vida? ¿Están haciendo todo lo posible por demostrarle a Jehová que agradecen los regalos que les ha dado? Hablen con Jehová, busquen en su Palabra principios que apliquen a sus circunstancias y sigan los consejos que él les da. Pueden estar seguros de que, si centran su vida en servir a Jehová, tendrán un matrimonio verdaderamente feliz. w21.11 46:16, 18
Martes 26 de diciembre
Todos cometemos errores muchas veces (Sant. 3:2, nota).
Santiago mantuvo un punto de vista correcto sobre sí mismo. No pensó que por ser hermano de Jesús o por sus responsabilidades de servicio fuera especial o más importante que otros cristianos. Él se dirigió a ellos llamándolos “mis queridos hermanos” (Sant. 1:16, 19; 2:5). Tampoco intentó parecer perfecto. ¿Cuál es la lección? Recordemos que todos somos pecadores. No debemos pensar que, en cierto sentido, somos superiores a quienes enseñamos. ¿Por qué no? Si le damos la impresión a un estudiante de que nunca nos equivocamos, él puede pensar que jamás estará a la altura de lo que Dios espera. Pero, cuando reconocemos con honradez que a veces nos ha costado aplicar los principios bíblicos y le contamos al estudiante cómo nos ha ayudado Jehová a hacer cambios en nuestra vida, lo ayudamos a ver que él también puede servirle. w22.01 2:13, 14
Miércoles 27 de diciembre
Mantengan esta misma actitud mental que tuvo Cristo Jesús (Filip. 2:5).
Cuanto más se parezca nuestra manera de pensar a la de Jesús, mejor imitaremos su forma de actuar y mejor reflejaremos su personalidad (Heb. 1:3). Quizás usted piense: “Jesús es perfecto. ¡Jamás podré ser exactamente como él!”. Si piensa así, recuerde tres cosas. Primero, usted fue diseñado para ser como Jehová y Jesús. Así que puede elegir imitarlos y puede lograrlo, por lo menos hasta cierto grado (Gén. 1:26). Segundo, el espíritu santo de Dios es la fuerza más poderosa que existe. Con su ayuda, usted puede lograr cosas que jamás lograría solo. Tercero, Jehová no espera que usted manifieste el fruto del espíritu perfectamente ahora. Piense que nuestro amoroso Padre les dará a los que esperan vivir en la Tierra 1.000 años para que lleguen a ser perfectos (Apoc. 20:1-3). Lo que Jehová espera de nosotros ahora es que nos esforcemos al máximo y confiemos en que él nos ayudará. w22.03 11:5, 6
Jueves 28 de diciembre
Todavía no ha llegado una sola palabra a mi lengua, pero resulta que tú, oh, Jehová, ya la conoces bien (Sal. 139:4).
Además de orar, otra cosa que podemos hacer para fortalecer nuestra amistad con Jehová es estudiar su Palabra y asistir a las reuniones de congregación. ¿Hay algo que podamos hacer para aprovechar de la mejor manera nuestras sesiones de estudio y las reuniones? Preguntémonos: “¿Qué es lo que tiende a distraerme en esos momentos?”. ¿Pueden ser llamadas, correos electrónicos o mensajes de texto en el teléfono o en algún otro aparato? Si estamos estudiando o en una reunión de congregación y notamos que nuestra mente se desvía, pidámosle a Jehová que nos ayude a concentrarnos. Puede que no nos resulte fácil dejar las preocupaciones a un lado y centrarnos en las cosas espirituales, pero es muy importante que lo hagamos. Oremos para que Jehová nos dé la paz que no solo protege nuestro corazón, sino también nuestra mente (Filip. 4:6, 7). w22.01 5:12-14
Viernes 29 de diciembre
Presta atención y escucha las palabras de los sabios (Prov. 22:17).
El rey Uzías rechazó los consejos. Con la intención de ofrecer incienso, entró en una parte del templo en la que solo podían entrar los sacerdotes. Ellos le dijeron: “¡Uzías, a ti no te corresponde quemar incienso para Jehová! Solo los sacerdotes pueden quemar incienso”. ¿Cómo reaccionó Uzías? La Biblia dice que “se puso furioso”. ¿Y por qué rechazó el consejo? Es probable que, por ser el rey, creyera que podía hacer lo que quisiera. Pero Jehová no lo veía así. Si Uzías hubiera sido humilde, hubiera aceptado el consejo y se hubiera ido del templo de inmediato, Jehová quizás lo habría perdonado. Pero por su atrevimiento Jehová lo hirió con lepra, y tuvo esa enfermedad “hasta el día de su muerte” (2 Crón. 26:16-21). ¿Qué aprendemos de lo que le pasó a Uzías? Que, si rechazamos los consejos de la Biblia, perderemos la aprobación de Jehová, sin importar quiénes seamos. w22.02 7:7
Sábado 30 de diciembre
De modo que arrepiéntanse y den media vuelta para que sus pecados sean borrados, y así el propio Jehová haga venir tiempos de alivio (Hech. 3:19).
Quien se deja dominar por “la vieja personalidad” por lo general piensa y actúa de acuerdo con la carne, es decir, con su naturaleza pecadora (Col. 3:9). Puede que se enoje con facilidad y que sea egoísta, desagradecido y orgulloso. Tal vez le guste entretenerse con pornografía y películas inmorales o violentas. Lo más seguro es que tenga buenas cualidades y quizás hasta se sienta mal por lo que dice o hace, pero le falta motivación para cambiar su manera de pensar y actuar (Gál. 5:19-21; 2 Tim. 3:2-5). Como somos imperfectos, ninguno de nosotros puede eliminar por completo los malos pensamientos y deseos de la mente y del corazón. A veces, haremos o diremos algo que luego lamentaremos (Jer. 17:9; Sant. 3:2). Pero, cuando nos quitamos la vieja personalidad, ya no nos dominan las actitudes y las prácticas pecaminosas ni nos definen como personas (Is. 55:7). w22.03 10:4, 5
Domingo 31 de diciembre
Humildemente piensen que los demás son superiores a ustedes (Filip. 2:3).
Ancianos, fíjense en las buenas cualidades de los hermanos. Es cierto que ellos son imperfectos, pero también tienen virtudes dignas de admirar. Claro, ustedes a veces tendrán que corregir a alguien. Pero, como el apóstol Pablo, esfuércense por ver más allá de sus palabras o acciones que pudieran molestar a otros. Concéntrense en que ese hermano ama a Jehová, le sirve con aguante y puede mejorar. Los ancianos que ven a los hermanos de forma positiva promueven un ambiente de amor y cariño en la congregación. Recuerden que Jehová no espera perfección de ustedes; lo que sí espera es que sean fieles (1 Cor. 4:2). Pueden estar seguros de que Jehová también aprecia su labor, pues, como dice Hebreos 6:10, él “no se olvida de las obras de ustedes ni del amor que demostraron por su nombre al haber servido a los santos y al continuar sirviéndoles”. w22.03 14:19, 21