Agosto
Martes 1 de agosto
¿El Juez de toda la tierra no va a hacer lo que es recto? (Gén. 18:25).
Abrahán estaba acostumbrado a obedecer a su Creador hasta en lo más mínimo. Eso mantuvo viva y fuerte la amistad entre los dos. Sentía la confianza de hablar abiertamente con Dios. A veces le pedía que le ayudara a resolver sus dudas. Por ejemplo, cuando se enteró de que Jehová estaba a punto de destruir las ciudades de Sodoma y Gomorra, le preocupó que murieran justos con pecadores. Quizás estaba pensando en su sobrino Lot y en su familia, que vivían en Sodoma. Con toda confianza, pero también con toda humildad, le dio a conocer sus dudas al “Juez de toda la tierra”. Jehová le mostró con paciencia que es un Dios misericordioso y que es capaz de leer el corazón de la gente para proteger a los justos de la destrucción (Gén. 18:22-33). Las cosas que Abrahán aprendió y las experiencias que vivió lo ayudaron a mantener una amistad sólida con Dios. w16.02 1:11, 12
Miércoles 2 de agosto
Resulte Jehová mismo estar entre yo y tú y entre mi prole y tu prole hasta tiempo indefinido (1 Sam. 20:42).
Las personas leales como Jonatán son dignas de admiración. Pero si admiramos a este hombre solo porque fue leal a David, perderíamos de vista un punto clave: para él la lealtad a Jehová era lo más importante. Por eso veía a David como un amigo, no como un rival. Estos dos amigos cumplieron el juramento que hicieron. El cristiano no solo admira la lealtad en los demás; él mismo es leal: a su familia, a sus amigos, a los hermanos de la congregación (1 Tes. 2:10, 11). Ahora bien, ¿a quién debemos ser leales por encima de todo? A Jehová. Al fin y al cabo, él nos dio la vida (Rev. 4:11). Esa lealtad nos hace felices de verdad. Pero debemos recordar que tenemos que ser leales a Dios hasta en los momentos difíciles. w16.02 3:3, 4
Jueves 3 de agosto
Daniel se resolvió en su corazón a no contaminarse (Dan. 1:8).
Una persona madura defiende sus creencias con firmeza. No se comporta como si fuera amigo de Dios cuando está en el Salón del Reino y como si fuera amigo del mundo cuando está con sus compañeros de clase. Además, se mantiene firme hasta en los momentos más difíciles (Efes. 4:14, 15). Claro, nadie es perfecto. Todos, jóvenes y mayores, cometemos errores de vez en cuando (Ecl. 7:20). Pero si estás pensando en bautizarte, tienes que preguntarte: “¿Estoy dispuesto a obedecer a Jehová, cueste lo que cueste?”. Hay una manera de saberlo: piensa en los últimos meses. ¿Qué hiciste la última vez que pasaste por una prueba? ¿Fuiste capaz de ver la diferencia entre lo bueno y lo malo? También vale la pena que te preguntes qué harías en una situación parecida a la que vivió Daniel. Si alguien te hiciera sentir especial y te dijera que aprovecharas tu talento en este mundo, ¿te sentirías tentado a escucharlo? ¿O tendrías claro lo que Jehová espera de ti? (Efes. 5:17). w16.03 1:7-9
Viernes 4 de agosto
Aquellos días serán días de una tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio de la creación que Dios creó hasta aquel tiempo (Mar. 13:19).
Estamos viviendo en la época que la Biblia llama “los últimos días”, y muy pronto llegará la mayor tribulación de la historia (2 Tim. 3:1). Además, Satanás y sus demonios han sido echados del cielo y están causando muchos sufrimientos en la Tierra (Rev. 12:9, 12). Por otro lado, hemos recibido la comisión de llevar a cabo una tarea histórica y a una escala sin precedentes: predicar en todo el planeta y en más idiomas que nunca. Para que Dios nos siga bendiciendo, necesitamos seguir las instrucciones que nos da por medio de su organización. Hay que ser obedientes desde ahora, pues así será más fácil seguir las instrucciones que recibamos en la “gran tribulación”, la cual destruirá el mundo de Satanás (Mat. 24:21). Después, necesitaremos nuevas instrucciones para vivir en el nuevo mundo. w16.03 4:16, 18
Sábado 5 de agosto
Del humo salieron langostas (Rev. 9:3).
Poco antes de que terminara el primer siglo, el apóstol Juan tuvo una visión de siete ángeles que tocaban trompetas. Cuando el quinto tocó la suya, Juan vio una estrella que caía del cielo. Esta estrella usó una llave para abrir “el hoyo del abismo”. De allí salió humo y una nube de insectos, un enjambre de langostas. Pero en lugar de devorar la vegetación, atacan “a los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente” (Rev. 9:1-4). Juan sabía lo destructivo que es un enjambre de langostas, pues sin duda conocía bien el relato de las plagas de Egipto (Éx. 10:12-15). Las langostas que vio Juan representan a los cristianos ungidos. Este grupo ha estado dando a conocer que Dios pronto destruirá la maldad. Ahora bien, los ungidos no están solos: los acompañan millones de cristianos que tienen la esperanza de vivir en la Tierra. Gracias a este trabajo en equipo, muchísimas personas han escapado del imperio mundial de la religión falsa, que está bajo el control de Satanás. w16.03 3:3
Domingo 6 de agosto
Destapa mis ojos, para que mire las cosas maravillosas procedentes de tu ley (Sal. 119:18).
El anciano debe averiguar hasta qué grado ha llegado la verdad al corazón del hermano que tiene menos experiencia. Para ello podría preguntarle: “¿Cómo ha cambiado tu vida desde que te dedicaste a Jehová?”. Esa pregunta le dará la oportunidad de conversar con él y de explicarle qué se necesita para servir a Dios con todo el corazón (Mar. 12:29, 30). Al final de la conversación, el anciano puede hacer una oración y pedirle a Jehová que le dé su espíritu al hermano para ayudarlo a progresar. Escuchar a un anciano orar por él de seguro animará mucho al hermano. Al empezar la capacitación, el anciano podría analizar relatos bíblicos que ayuden al hermano a entender la importancia de ser servicial, confiable y humilde (1 Rey. 19:19-21; Neh. 7:2; 13:13; Hech. 18:24-26). Esas cualidades son tan necesarias para el hermano como el abono lo es para la tierra, pues estimulan su crecimiento espiritual y le permiten descubrir “las cosas maravillosas” que contiene la Palabra de Dios. w15 15/4 2:3, 4
Lunes 7 de agosto
Acérquense a Dios (Sant. 4:8).
A fin de que nuestra amistad con Dios sea sólida, debemos comunicarnos regularmente con él. ¿Cómo podemos hacerlo? Para mantener la comunicación con Jehová, tenemos que orar con frecuencia (Sal. 142:2). Y si queremos escuchar su respuesta, tenemos que leer la Biblia y meditar en ella a menudo (Is. 30:20, 21). La respuesta de Jehová a nuestras oraciones no siempre es evidente. Pero si somos específicos al hablar con él, será más fácil que veamos cómo responde a lo que le pedimos. Contémosle todo lo que nos preocupa. Así Jehová será más real para nosotros y lo sentiremos más cerca. Nuestra amistad con Jehová puede ir creciendo a lo largo de toda la vida. No obstante, como hemos analizado, para que él se acerque a nosotros, primero tenemos que hacer nuestra parte y acercarnos a él. Pase lo que pase, nunca dejemos de comunicarnos con nuestro Dios: estudiemos la Biblia y oremos. ¿Qué lograremos si hacemos eso? Que nuestra amistad con él se convierta en una relación inquebrantable. Entonces podremos superar con éxito las dificultades que se presenten en la vida. w15 15/4 3:3, 14, 16
Martes 8 de agosto
Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien (1 Ped. 5:8).
¡Qué bien describe este texto la actitud cruel del Diablo! Aunque ya tiene a todo el mundo en sus garras, sigue tratando de devorar a más personas; su apetito es insaciable. Está decidido a devorar al pueblo de Dios. La persecución que los cristianos han sufrido desde el siglo primero hasta nuestros días demuestra que Satanás no tiene corazón. Un león hambriento se lanza sobre su presa sin compasión y, una vez que la ha matado, no siente ningún remordimiento. De igual modo, Satanás no tiene compasión por las personas a las que intenta cazar. Por ejemplo, en la antigüedad, probablemente estuvo acechando a los israelitas en las ocasiones en las que cayeron en pecados como la inmoralidad y la codicia. Cuando Zimrí cometió un acto inmoral y Guehazí actuó con codicia, los dos sufrieron amargas consecuencias. ¿Puede imaginarse a Satanás rugiendo como un león, disfrutando de sus presas? (Núm. 25:6-8, 14, 15; 2 Rey. 5:20-27). w15 15/5 1:8, 9
Miércoles 9 de agosto
Opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes (Sant. 4:7).
Jesús dejó claro que para mantenernos con vida necesitamos aguantar (Luc. 21:19). Recordemos que los hombres no pueden causarnos daño permanente. Nadie puede romper nuestra amistad con Dios a menos que nosotros se lo permitamos (Rom. 8:38, 39). ¿Y si un siervo de Jehová muere? ¿Podría decirse que el Diablo ha ganado? De ninguna manera, pues Jehová ha prometido resucitarnos (Juan 5:28, 29). En cambio, a Satanás no le espera nada bueno. Después de que su mundo sea destruido, será encerrado en un abismo durante mil años (Rev. 20:1-3). Al finalizar los mil años del Reino de Jesús, “será soltado de su prisión” y tratará por última vez de alejar de Dios a los seres humanos, que ya serán perfectos. Pero entonces morirá para siempre (Rev. 20:7-10). A diferencia de él, usted tiene un futuro brillante. Siga oponiéndose a Satanás y mantenga firme su fe (1 Ped. 5:9). Él no es invencible. Usted puede ganarle la batalla. w15 15/5 2:1, 18
Jueves 10 de agosto
Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que sufrir la pena (Prov. 22:3).
El precavido sabe que la imaginación es como el fuego. Si se utiliza bien, es muy útil. Sirve para cocinar y hacer otras cosas. Pero si se sale de control puede quemar una casa y matar a sus ocupantes. De igual modo, la imaginación es útil cuando la usamos para parecernos más a Jehová. Pero es peligrosa si la usamos para alimentar deseos incorrectos. Por ejemplo, el que se acostumbra a fantasear con actos inmorales puede terminar llevando a cabo sus fantasías. Así es: las fantasías sexuales pueden acabar con nuestra espiritualidad (Sant. 1:14, 15). Jesús nos advirtió sobre ese tipo de fantasías. Dijo: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mat. 5:28). w15 15/5 4:11, 12, 14
Viernes 11 de agosto
Mi cariño estuvo con los hijos de los hombres (Prov. 8:31).
Al leer sobre el ministerio de Jesús, encontramos muchas situaciones que demuestran el cariño que nos tiene. En una ocasión, Jesús observó una escena muy triste: un hombre con lepra, una terrible enfermedad (Mar. 1:39, 40). El médico Lucas dice que el hombre estaba “lleno de lepra”, lo cual indica que la enfermedad estaba muy avanzada (Luc. 5:12). El relato continúa: “Cuando alcanzó a ver a Jesús, [el leproso] cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: ‘Señor, si tan solo quieres, puedes limpiarme’”. Aquel hombre estaba seguro de que Jesús tenía el poder para curarlo; lo que quería saber era si tenía el deseo. ¿Cómo respondió Jesús a esa petición? Se acercó, tocó al leproso y, con una voz firme, pero tierna, le dijo: “Quiero. Sé limpio”. Al instante, la lepra desapareció (Luc. 5:13). Jesús demostró lo profundo que era su amor por la gente (Luc. 5:17). w15 15/6 2:3-5
Sábado 12 de agosto
El que se aísla rechaza toda sabiduría práctica (Prov. 18:1).
Si usted es valiente y le abre su corazón a un hermano maduro, él podría ayudarlo a descubrir peligros de los que no se había dado cuenta antes. Tal vez esté minimizando su problema o justificando sus acciones (Heb. 3:12, 13). El hermano puede ayudarlo a corregir esa tendencia. Eso le permitirá hacer los cambios que hagan falta para no perder el favor de Jehová. Los ancianos están muy preparados y nos pueden ayudar (Sant. 5:13-15). Es importante pedir ayuda sobre todo si uno tiene el hábito de ver pornografía. Mientras más tardemos en pedirla, más peligro habrá de que los malos deseos nos lleven a cometer un pecado que lastime a quienes nos rodean y ensucie el nombre de Jehová. Muchos han solicitado ayuda a los ancianos y han aceptado sus consejos debido a que quieren agradar a Jehová y permanecer dentro de la congregación (Sant. 1:15; Sal. 141:5; Heb. 12:5, 6). w15 15/6 3:15-17
Domingo 13 de agosto
En aquel día tiene que ocurrir que los profetas se avergonzarán, cada uno de su visión cuando profetice; y no usarán un vestido oficial de pelo con el propósito de engañar (Zac. 13:4).
Cuando las religiones falsas sean destruidas, ¿morirán todas las personas que pertenecen a ellas? Todo parece indicar que no. Algunos clérigos se distanciarán de sus religiones y hasta dirán que nunca habían pertenecido a ellas (Zac. 13:5, 6). ¿Y qué les ocurrirá a los siervos de Dios? Jesús dijo: “A menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos aquellos días serán acortados” (Mat. 24:22). Como ya vimos, la tribulación del año 66 se acortó. Gracias a ello, “los escogidos” —los cristianos ungidos— pudieron huir. En nuestros tiempos, la etapa inicial de la gran tribulación también se acortará para proteger a “los escogidos”. Jehová no permitirá que los “diez cuernos” acaben con su pueblo (Rev. 17:16). El ataque se interrumpirá y habrá un breve período de calma. w15 15/7 2:5, 6
Lunes 14 de agosto
El Tentador vino (Mat. 4:3).
Todos tenemos el poder de decidir si vamos a caer en la tentación o no (Mat. 6:13; Sant. 1:13-15). Jesús rechazó de inmediato cada una de las tentaciones del Diablo citando de la Palabra de Dios, y así defendió el derecho de Dios a gobernar a su creación. Como es obvio, Satanás no se rindió; esperó a que se diera “otro tiempo conveniente” (Luc. 4:13). Aun así, Jesús resistió vez tras vez sus ataques. Pero no olvidemos que, hasta el día de hoy, el Diablo sigue tentando a los discípulos de Jesús, incluido usted. Las acusaciones que lanzó el Diablo aún no se han aclarado por completo. Por eso, Jehová sigue permitiéndole que use el mundo para ponernos a prueba. Lejos de “meternos en tentación”, Dios confía en nosotros y quiere ayudarnos a resistir. Por supuesto, él no impide a toda costa que caigamos en la tentación. Nos ha dado la libertad para elegir y respeta esa libertad. De modo que debemos mantener fuerte nuestra espiritualidad y orar en todo momento. w15 15/6 5:13, 14
Martes 15 de agosto
De ninguna manera estamos dando causa alguna para tropiezo, para que no se encuentre falta en nuestro ministerio (2 Cor. 6:3).
Los cristianos debemos educar la mente y la conciencia; así sabremos cómo actuar en el momento en que se ponga a prueba nuestra neutralidad (Rom. 14:19). Veamos el caso de Mirjeta. A Mirjeta, que es originaria de la antigua Yugoslavia, le enseñaron desde niña a odiar a los serbios. Sin embargo, aprendió que Jehová es imparcial y que el Diablo es el verdadero culpable de los conflictos étnicos; eso hizo que luchara para cambiar su manera de pensar. Lamentablemente, cuando se desató una guerra entre grupos étnicos donde ella vivía, comenzó a sentir de nuevo aquel odio de la infancia, lo cual le hacía muy difícil predicar a los serbios. Mirjeta se dio cuenta de que los sentimientos negativos no iban a desaparecer por sí solos, de modo que le pidió ayuda a Jehová para superarlos. “Descubrí que ocupar la mente en el ministerio es el mejor remedio —asegura—. Cuando predico a la gente, trato de imitar la personalidad cariñosa de Jehová. Gracias a ello, logré arrancar el odio de mi corazón”. w15 15/7 3:11-13
Miércoles 16 de agosto
Los ojos de Jehová están discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él (2 Crón. 16:9).
Veamos el caso de Jehosafat, rey de Judá. Jehosafat cometió la imprudencia de acompañar al rey de Israel, Acab, a una batalla. Los 400 profetas falsos de Acab predijeron que el rey ganaría la batalla. En cambio, Micaya, el profeta de Jehová, predijo que sería derrotado, y eso fue exactamente lo que ocurrió: Acab murió en la batalla. Jehosafat se salvó por poco y, cuando regresó a Jerusalén, Jehová lo reprendió mediante el profeta Jehú por haberse aliado con Acab. Pero a pesar de su error, el profeta le dijo: “Hay cosas buenas que se han hallado [en ti]” (2 Crón. 18:4, 5, 18-22, 33, 34; 19:1-3). Es cierto que Jehosafat cometió un error, pero eso no hizo que Jehová olvidara las cosas buenas que había hecho (2 Crón. 17:3-10). Lo que le sucedió nos recuerda que, a pesar de nuestros defectos, Dios seguirá queriéndonos si nos esforzamos de corazón por hacer su voluntad. w15 15/8 1:8, 9
Jueves 17 de agosto
Que trabajen en lo bueno para que logren asirse firmemente de la vida que realmente lo es (1 Tim. 6:18, 19).
Imagínese que está a punto de mudarse al extranjero. ¿Cómo se prepararía para el cambio? Una buena manera sería aprendiendo el idioma y las costumbres del país. También sería bueno probar la comida típica del lugar. Tal vez hasta podría comenzar a vivir como si ya estuviera allá. Todo eso haría que al llegar fuera menos difícil la adaptación. Con el Paraíso sucede algo parecido: lo mejor es prepararse desde ahora tratando de vivir como si ya estuviéramos allí. Mucha gente cree que no tiene por qué darle cuentas a nadie, y mucho menos a Dios. Lamentablemente, ese espíritu de independencia ha causado mucho sufrimiento (Jer. 10:23). ¡Qué diferente será la vida en el nuevo mundo! Allí, todos respetaremos el derecho de Jehová a decirnos lo que debemos hacer. w15 15/8 3:4, 5
Viernes 18 de agosto
No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos (2 Cor. 6:14).
El cristiano debe elegir bien a sus amigos, pero es aún más importante que elija bien a la persona con la que va a casarse. La Biblia dice claramente que el testigo de Jehová debe casarse “solo en el Señor”, es decir, solo con otro Testigo bautizado que se comporte como un verdadero cristiano (1 Cor. 7:39). Quien sigue este consejo obtiene algo muy valioso: un amigo que lo ayudará a ser fiel a Dios. Jehová sabe lo que es mejor para sus siervos y siempre ha dejado claro lo que piensa sobre el matrimonio, como lo demuestra este mandato que dio a la nación de Israel: “No debes formar ninguna alianza matrimonial con ellas [las naciones vecinas, que no adoraban a Jehová]. [...] Porque él apartará a tu hijo de seguirme, y ellos ciertamente servirán a otros dioses” (Deut. 7:3, 4). w15 15/8 4:12, 13
Sábado 19 de agosto
Asegúrense de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no hagan tropezar a otros (Filip. 1:10).
¿Cómo se educa la conciencia? La clave está en que estudiemos la Biblia con regularidad —siempre comenzando con oración—, que meditemos en lo aprendido y que lo apliquemos en nuestra vida. Claro, no es solo cuestión de llenar la cabeza de información o de aprender reglas. El estudio de la Biblia debe ayudarnos a conocer cada día mejor a Jehová: su forma de ser, lo que le gusta y lo que no. La conciencia se acostumbra a funcionar como Jehová quiere, y poco a poco nuestra manera de pensar se hace más parecida a la de él. Ahora bien, si se nos hace difícil entender la decisión que un hermano tomó sobre algún asunto personal, no debemos juzgarlo ni presionarlo para que cambie de decisión. Es probable que su conciencia todavía sea “débil” y necesite más educación, o que sea demasiado restrictiva en ciertos temas (1 Cor. 8:11, 12). w15 15/9 2:4, 8, 10
Domingo 20 de agosto
La tierra la ha dado a los hijos de los hombres (Sal. 115:16).
Al parecer, la Tierra es única. Imagínese lo que eso significa: de entre todos los planetas del universo, el nuestro es el único que Jehová creó para que fuera nuestro hogar: un lugar acogedor y hermoso (Is. 45:18). Esta es sin duda una prueba clara del amor de Dios (Job 38:4, 7; Sal. 8:3-5). Jehová nos preparó un lugar maravilloso donde vivir. Pero además nos creó a su imagen y semejanza (Gén. 1:27). Esto significa que somos capaces de sentir su amor y de expresarle el nuestro, y eso nos hace felices, tal como hace feliz a un niño sentir el cariño de sus padres. Además, Jesús dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual”, y esa necesidad se satisface cuando nos sentimos cerca de nuestro Padre celestial (Mat. 5:3). Como vemos, Jehová nos ama y lo demuestra dándonos “todas las cosas [...] para que disfrutemos de ellas”; tanto las cosas físicas como las espirituales (1 Tim. 6:17; Sal. 145:16). w15 15/9 4:6, 7
Lunes 21 de agosto
Existe un camino que es recto ante el hombre, pero los caminos de la muerte son su fin después (Prov. 14:12).
El escritor del Salmo 42 escribió: “Espera a Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación [...]. Oh Dios mío, dentro de mí está desesperada mi alma misma. Por eso me acuerdo de ti” (Sal. 42:5, 6). ¡Cuánto amor y confianza! ¿Siente usted lo mismo por Jehová? Seguramente respondería que sí. De todos modos, hay mucho que podemos hacer para que nuestra confianza sea cada día mayor. La Biblia nos aconseja: “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas” (Prov. 3:5, 6). En resumen, Jehová nos ha enseñado con el ejemplo. Él nos amó primero y nosotros hemos aprendido a corresponderle (1 Juan 4:19). Esforcémonos por demostrarle cada día que lo queremos con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas (Mar. 12:30). w15 15/9 5:17-19
Martes 22 de agosto
En cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová (Jos. 24:15).
La predicación no solo sirve para fortalecer la fe de quienes nos escuchan, sino también la nuestra. Desde el siglo primero hasta nuestros días, esa labor ha ayudado a los cristianos a confiar plenamente en Jehová y a hablar con valor en todo momento (Hech. 4:17-20; 13:46). Cuando vemos cómo nos ayuda Jehová y cómo contesta nuestras oraciones, nuestra fe crece. Eso fue lo que les pasó a Caleb y Josué. Su fe los ayudó mientras espiaban la Tierra Prometida y siguió creciendo a lo largo de toda su vida al ver una y otra vez la guía y la ayuda de Jehová. Por eso, Josué pudo decirles a los israelitas con total convicción: “Ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado”. Luego añadió: “Teman a Jehová y sírvanle exentos de falta y en verdad” (Jos. 23:14; 24:14). Nuestra fe también crecerá cuando probemos la bondad de Dios (Sal. 34:8). w15 15/10 2:10, 11
Miércoles 23 de agosto
Esdras había preparado su corazón (Esd. 7:10).
¿Le gusta tomar notas en los discursos públicos y las asambleas? Aparte tiempo para repasar esas notas. Así tendrá la oportunidad de meditar en lo que le han enseñado la Biblia y la organización de Jehová. Reflexione en los artículos de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! y en las publicaciones que se presentan en las asambleas regionales. Cuando lea el Anuario, haga una pausa después de leer cada experiencia. Así podrá pensar en lo que acaba de leer, y eso contribuirá a que la información le llegue al corazón. ¿Por qué no subraya las ideas importantes y toma notas en los márgenes? Eso le será útil cuando se prepare para hacer una revisita o una visita de pastoreo, o para dar un discurso. Pero más importante aún, pausar y meditar cuando leemos nos permite absorber mejor las ideas y orar a Jehová para agradecerle lo que nos está enseñando. w15 15/10 4:9, 10
Jueves 24 de agosto
Jesús siguió progresando en sabiduría y en desarrollo físico y en favor ante Dios y los hombres (Luc. 2:52).
Pocas cosas les causan más alegría a los cristianos que ver bautizarse a sus hijos. “Fue una experiencia inolvidable. Estábamos encantados de que nuestros hijos quisieran servir a Jehová —cuenta Berenice, madre de cuatro hijos que se bautizaron antes de cumplir los catorce—. Pero también sabíamos que les esperaban años muy difíciles en la adolescencia”. Un especialista en la materia aclara que la adolescencia “no es un período de locuras e inmadurez; más bien, es un período en el que se desarrollan la creatividad, las emociones y la capacidad de interactuar con los demás”. Durante la adolescencia, sus hijos pueden alcanzar metas en la predicación, fortalecer su amistad con Jehová, dedicarse a él y madurar. Esta puede ser una hermosa etapa de crecimiento espiritual, como lo fue para Jesús. w15 15/11 2:1, 2
Viernes 25 de agosto
Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra (Mat. 6:10).
El gobierno que Dios ha establecido en los cielos —el Reino mesiánico— es una gran muestra de amor. Jehová ha encargado la dirección del Reino a Jesús, quien también tiene un amor inmenso por la humanidad y está perfectamente calificado para ser su rey (Prov. 8:31). Junto con él habrá 144.000 personas tomadas de la Tierra. Las experiencias que han vivido los ayudarán a ser compasivos con la humanidad (Rev. 14:1). Jesús hablaba del Reino siempre que tenía oportunidad. Era tan importante para él que les enseñó a sus discípulos a pedir en oración que venga y traiga la felicidad a la Tierra. Las profecías de la Biblia muestran que el Reino de Dios comenzó a funcionar en el cielo en 1914, el año en el que comenzó la presencia de Cristo. En este período se ha estado reuniendo a los últimos miembros del grupo que reinará con Jesús, así como a “la gran muchedumbre” que sobrevivirá al fin de este mundo y vivirá en el Paraíso (Rev. 7:9, 13, 14). w15 15/11 3:16, 18
Sábado 26 de agosto
Oye, por favor, y yo mismo hablaré (Job 42:4).
“El principio de la creación por Dios” fue Jesús, a quien el apóstol Juan llamó “la Palabra” (Juan 1:1; Rev. 3:14). Jehová se comunicaba con él y le contaba lo que pensaba y sentía (Juan 1:14, 17; Col. 1:15). Por otro lado, el apóstol Pablo habló de “[la lengua] de los ángeles”, una forma de comunicación muy superior a la de cualquier ser humano (1 Cor. 13:1). Nuestro Creador conoce a la perfección a todos los seres inteligentes que ha creado en el cielo y en la Tierra. Es capaz de escuchar simultáneamente millones y millones de oraciones en diferentes idiomas y al mismo tiempo hablar con las criaturas espirituales y darles instrucciones. Obviamente, su mente y su capacidad de comunicación son muy superiores a las del hombre (Is. 55:8, 9). Por eso, cuando quiere comunicarse con nosotros, emplea un lenguaje más sencillo para que podamos entenderlo. w15 15/12 1:1, 2
Domingo 27 de agosto
La tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar (Is. 11:9).
En muchos lugares no es fácil conseguir una Biblia, y las que hay son demasiado caras. Un informe de Ruanda explica: “Por años, muchas personas que estudiaban con nosotros no progresaban porque no tenían Biblia. La versión que vendían en las iglesias era demasiado cara y tenía muchos versículos difíciles de entender”. Cuando la Traducción del Nuevo Mundo se presentó en su idioma, una familia de Ruanda con cuatro hijos adolescentes dijo lo siguiente: “Les damos muchísimas gracias a Jehová y al esclavo fiel y discreto por darnos esta Biblia. Somos muy pobres y no podíamos comprar una para cada uno, pero ahora todos tenemos una. Para demostrarle a Jehová que de verdad estamos agradecidos, leemos su Palabra todos los días en familia”. w15 15/12 2:15, 16
Lunes 28 de agosto
Oh Jehová, muéstrame favor. De veras cúrame, porque he pecado contra ti (Sal. 41:4).
Es probable que David haya escrito estas palabras cuando Absalón, su hijo, trató de arrebatarle el trono. Quizás David estaba demasiado enfermo para hacerle frente. Aunque Jehová ya había perdonado su pecado con Bat-seba, él no lo olvidaba, pues estaba sufriendo las consecuencias (2 Sam. 12:7-14). Sin embargo, estaba seguro de que a pesar de todo Jehová lo cuidaría durante su enfermedad. David no pidió una curación milagrosa. ¿Cómo lo sabemos? Por el contexto. David dijo que Dios trataría bien a cualquiera que fuera considerado con los necesitados. Su deseo era que Dios lo tratara así, que lo cuidara mientras estuviera en cama enfermo (Sal. 41:3). Como la relación entre Dios y él se había arreglado, podía pedirle que lo consolara y lo cuidara, y que su cuerpo se recuperara (Sal. 103:3). Nosotros podemos hacer lo mismo. w15 15/12 4:8, 9
Martes 29 de agosto
Recibieron un espíritu de adopción como hijos, espíritu por el cual clamamos: “¡Abba, Padre!” (Rom. 8:15).
Los que han recibido esta invitación tan especial no necesitan que nadie más les confirme que han sido ungidos con espíritu. Jehová mismo se encarga de que no tengan ninguna duda. El apóstol Juan les dice a estos cristianos: “Ustedes tienen una unción [o llamado] del santo; todos ustedes tienen conocimiento. Y en cuanto a ustedes, la unción que recibieron de él permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les esté enseñando; antes bien, como la unción de él les está enseñando acerca de todas las cosas, y es verdad y no es mentira, y así como les ha enseñado, permanezcan en unión con él” (1 Juan 2:20, 27). Desde luego, los cristianos ungidos necesitan instrucción igual que todos los demás. Lo que Juan quiso decir es que no necesitan que nadie les diga que han sido invitados al cielo: ¡la fuerza más poderosa del universo se lo ha confirmado! w16.01 3:9, 10
Miércoles 30 de agosto
Estén contentos con las cosas presentes (Heb. 13:5).
Para seguir este consejo de Pablo, debemos confiar en Jehová. Esa confianza evitará que demos demasiada importancia a las cosas materiales (1 Tim. 6:6-8). También nos ayudará a entender que Jehová y nuestros hermanos valen muchísimo más que el dinero. Por otro lado, el cristiano que se conforma con lo que tiene no se queja de su suerte en la vida. Tampoco siente envidia de los demás ni los critica. Y por supuesto no es codicioso. Sabe que todas estas cosas pueden acabar con el amor fraternal. Más bien, es generoso (1 Tim. 6:17-19). El cristiano que confía en Jehová es positivo y tiene el ánimo para hacer frente a cualquier dificultad (Heb. 13:6). A su vez, eso le permite animar y dar fuerzas a sus hermanos (1 Tes. 5:14, 15). No nos asusta saber que pronto llegará la gran tribulación. Al contrario, esperaremos nuestra liberación con la cabeza bien en alto (Luc. 21:25-28). w16.01 1:16, 17
Jueves 31 de agosto
Jehová conoce a los que le pertenecen (2 Tim. 2:19).
Durante décadas, la cantidad de hermanos que toman del pan y del vino fue disminuyendo. Sin embargo, en años recientes ha ocurrido lo contrario: el número ha ido aumentando. ¿Debería preocuparnos? No, por varias razones. Veamos algunas de ellas. Quienes llevan la cuenta de los que toman del pan y del vino en las congregaciones durante la Conmemoración no saben quiénes son en realidad ungidos. El número incluye a los hermanos que creen equivocadamente que lo son. Algunos de ellos sufren problemas mentales o emocionales que les hacen creer que reinarán con Cristo en el cielo. Además, hay quienes antes tomaban del pan y del vino, pero han dejado de hacerlo. ¿Qué significa todo esto? Que la cifra de hermanos que toman del pan y del vino no sirve para calcular el número de los ungidos que quedan en la Tierra. Y la Biblia no dice cuántos habrá cuando comience la gran tribulación. w16.01 4:12-14