Septiembre
Viernes 1 de septiembre
Abrahán emprendió el viaje al lugar que le designó el Dios verdadero (Gén. 22:3).
Antes de dejar atrás a los sirvientes que acompañaban a Abrahán e Isaac, Abrahán les dijo: “Quédense aquí con el asno, pero yo y el muchacho queremos ir allá, y adorar, y volver a ustedes” (Gén. 22:5). ¿Les estaba mintiendo Abrahán? ¿Les estaba haciendo creer que regresaría con Isaac cuando en realidad iba a sacrificarlo? No. La Biblia nos ayuda a entender por qué dijo esas palabras (Heb. 11:19). Según Hebreos, Abrahán razonó que Dios podía resucitar a Isaac. Así es, creía en la resurrección. Después de todo, ya había visto el poder de Jehová cuando les concedió a él y a Sara tener un hijo en su vejez (Heb. 11:11, 12, 18). Él sabía que nada es imposible para el Creador. Confiaba totalmente en que, pasara lo que pasara en ese día tan difícil, Jehová le devolvería a su hijo y así se podrían cumplir todas las promesas que le había hecho. ¡Con razón la Biblia lo llama “el padre de todos los que tienen fe”! (Rom. 4:11). w16.02 1:3, 13
Sábado 2 de septiembre
Jehová no abandonará a su pueblo, por causa de su gran nombre (1 Sam. 12:22).
Aunque Jehová había escogido a Saúl para ser rey, este se volvió desobediente y fue rechazado (1 Sam. 15:17-23). A pesar de todo, Jehová permitió que siguiera siendo rey, y eso fue una prueba para todos. No era fácil ser leal a Dios cuando Saúl, que ocupaba “el trono de Jehová”, estaba haciendo las cosas mal (1 Crón. 29:23). Sin embargo, su hijo Jonatán siempre fue leal a Jehová. Una manera de ser leales a Jehová igual que Jonatán es obedeciendo a “las autoridades superiores” del lugar donde vivimos. Claro, esa obediencia es condicional. Dios nos manda que las respetemos, incluso si creemos que no lo merecen. Por ejemplo, quizás un funcionario sea corrupto, pero tenemos que obedecerlo siempre que no signifique violar la ley de Dios (Rom. 13:1, 2). Además, debemos respetar a todos aquellos a quienes Jehová ha dado autoridad en la familia y en la congregación. Esta es otra manera de mostrarle lealtad (1 Cor. 11:3; Heb. 13:17). w16.02 3:5, 6, 8
Domingo 3 de septiembre
Tu pueblo se ofrecerá de buena gana (Sal. 110:3).
La Biblia dice que el pueblo de Jehová se ofrecería de manera voluntaria para servirle. Por supuesto, eso incluye a los jóvenes. Así que, antes de bautizarte, tienes que estar seguro de que es decisión tuya y de nadie más. Es necesario que te hagas un examen para descubrir qué es lo que quieres, especialmente si tus padres son testigos de Jehová. Puede que tus hermanos o algunos de tus amigos se hayan bautizado, y sientas que ahora te toca a ti. ¡Ten cuidado! No te bautices solo porque creas que ya tienes la edad para hacerlo. Tampoco lo hagas porque te sientas obligado a hacer lo mismo que todo el mundo. En vez de eso, trata de ver el bautismo como lo ve Jehová. ¿Cómo puedes lograrlo? Busca tiempo para pensar por qué es tan importante bautizarse. w16.03 1:11, 12
Lunes 4 de septiembre
Cualquiera que oiga, diga: “¡Ven!”. Y cualquiera que tenga sed, venga; cualquiera que desee, tome gratis el agua de la vida (Rev. 22:17).
¿Cómo pueden los cristianos cumplir con esta tarea de invitar a las personas a tomar gratis el agua de la vida? La única manera es trabajando en armonía como pueblo unido (Efes. 4:16). Para llevar las buenas noticias del Reino a la mayor cantidad posible de personas, tenemos que predicar de manera organizada. Por esta razón, recibimos instrucciones mediante las congregaciones. Si las seguimos, trabajaremos mejor en equipo. Después de reunirnos en grupos, salimos a predicar; proclamamos las buenas nuevas por medio de nuestras palabras y de nuestras publicaciones. En ocasiones se nos pide que participemos en campañas especiales de predicación. Cuando seguimos las instrucciones que se nos dan, trabajamos en unidad con millones de nuestros hermanos, llevando a la gente el mensaje del “ángel que [está volando] en medio del cielo” (Rev. 14:6). w16.03 3:4, 5
Martes 5 de septiembre
Se abrieron rollos (Rev. 20:12).
Cuando llegue el nuevo mundo, la Biblia dice que se abrirán nuevos rollos. Al estudiarlos, todos los habitantes del Paraíso —incluidos los que hayan resucitado— sabrán lo que Dios espera de ellos y entenderán mejor su forma de ver las cosas. La información de esos rollos, así como el conocimiento cada vez mayor de la Palabra de Dios, nos servirán de guía y nos ayudarán a tratarnos con amor, respeto y dignidad (Is. 26:9). ¡Imagínese todo lo que habrá que aprender y enseñar bajo la dirección de nuestro Rey, Jesucristo! Si aceptamos “las cosas escritas en los rollos” y nos mantenemos fieles durante la prueba final, Jehová escribirá nuestro nombre permanentemente en “el rollo de la vida”. En efecto, podemos heredar la vida eterna. w16.03 4:19, 20
Miércoles 6 de septiembre
Tú eres mi esperanza, oh Señor Soberano Jehová, mi confianza desde mi juventud (Sal. 71:5).
Los ancianos de más experiencia aseguran que lo mejor es empezar a capacitar a los varones pronto, desde que estos comienzan la adolescencia. ¿Qué se puede hacer? Darles tareas que sean adecuadas a su edad. ¿Y qué logra esa preparación? Que los chicos se mantengan concentrados en alcanzar sus metas al avanzar en la adolescencia, la época en la que más distracciones los bombardean (Sal. 71:17). Los ancianos no se limitan a decirles a los hermanos que están capacitando lo que deben hacer. Les dicen también por qué es necesario que lo hagan; así crecerá su deseo de servir. Jesús daba razones. Por ejemplo, a sus apóstoles les dio la siguiente instrucción: “Hagan discípulos de gente de todas las naciones”. Pero antes les dijo por qué debían obedecerlo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra” (Mat. 28:18, 19). w15 15/4 2:5, 6
Jueves 7 de septiembre
El Señor estuvo cerca de mí y me infundió poder, y fui librado de la boca del león (2 Tim. 4:17).
Los cristianos del siglo primero están viviendo una época muy peligrosa en Roma. Se les ha culpado del incendio que ha sufrido la ciudad en el año 64. Fue en esta época tan terrible cuando el apóstol Pablo estuvo encarcelado en Roma por segunda vez. ¿Irían los hermanos en su auxilio? Es probable que tuviera sus dudas, pues ya había sido encarcelado antes y lo habían dejado solo. Él mismo le escribió a Timoteo: “En mi primera defensa nadie vino a mi lado” (2 Tim. 4:16). A pesar de todo, reconoció que no se había quedado sin ayuda. Pablo confiaba en que Jehová le daría las fuerzas para superar esta nueva dificultad y cualquier otra que se presentara en el futuro. Por ello pudo decir: “El Señor me librará de toda obra [mala]” (2 Tim. 4:18). El apóstol sabía por experiencia que incluso cuando los demás no pueden apoyarnos, Jehová y Jesús están a nuestro lado. w15 15/4 4:1-3
Viernes 8 de septiembre
Él te magullará en la cabeza (Gén. 3:15).
Cuando nació Jesús, el Diablo sabía que ese niño crecería y se convertiría en el Mesías prometido. Pero asesinar a un niño indefenso hubiera sido demasiado cruel, ¿verdad? No para Satanás, pues él no tiene sentimientos; por eso intentó acabar con Jesús durante su niñez. El rey Herodes se enojó mucho cuando los astrólogos le preguntaron por el “rey de los judíos”, así que decidió matar a Jesús (Mat. 2:1-3, 13). Para asegurarse de acabar con él, ordenó a sus soldados que mataran a todos los niños de dos años para abajo que vivieran en Belén y sus alrededores (Mat. 2:13-18). Jesús sobrevivió a esa terrible matanza. Pero ¿qué nos enseña esta tragedia acerca de nuestro enemigo? Que para él nuestra vida no vale nada. Ni siquiera lo detiene la idea de matar a un niño indefenso. De verdad es un “león rugiente” (1 Ped. 5:8). No nos descuidemos ni un instante. El Diablo es muy, pero muy peligroso. w15 15/5 1:10, 12, 13
Sábado 9 de septiembre
No consiguieron el cumplimiento de las promesas, pero las vieron desde lejos (Heb. 11:13).
La imaginación es un hermoso regalo de Dios. Nos ayuda a hacer planes y a esperar con ilusión el futuro. Jehová puede ver las cosas que aún no han ocurrido, y algunas de ellas nos las ha revelado en su Palabra. Así podemos verlas con los ojos de la imaginación, lo cual alimenta nuestra fe (2 Cor. 4:18). Una mujer de tiempos bíblicos, Ana, usó la imaginación para pensar en algo que de seguro iba a llegar: el día en que llevaría a su hijo, Samuel, a servir en el tabernáculo de Jehová. Pensar en ese momento le dio fuerzas para cumplir el voto que le había hecho a Dios (1 Sam. 1:22). Nosotros tenemos que hacer algo parecido. Sabemos que las cosas que Jehová nos ha prometido de seguro se realizarán, así que es bueno que nos las imaginemos (2 Ped. 1:19-21). Sin duda, muchos siervos de Dios del pasado imaginaron las cosas que él les había prometido. w15 15/5 3:1-3
Domingo 10 de septiembre
Las cosas valiosas del rico son como un muro protector en su imaginación (Prov. 18:11).
Un peligro en el que podemos caer es distraernos del servicio a Dios por fantasear con riquezas. Jesús contó una historia para recordarnos que todo el que acumula riquezas, “pero no es rico para con Dios” es el ser más digno de lástima (Luc. 12:16-21). Jehová se alegra cuando hacemos las cosas que le agradan (Prov. 27:11). Y nosotros también podemos sentirnos muy contentos de ganarnos la aprobación de Dios por haber acumulado “tesoros en el cielo” (Mat. 6:20). Sin duda alguna, su amistad es la posesión más valiosa que podríamos tener. Imagínese la ansiedad que sentiría si se dedicara en cuerpo y alma a acumular “tesoros sobre la tierra” (Mat. 6:19). Jesús usó una ilustración para demostrar que “la inquietud de este sistema de cosas y el poder engañoso de las riquezas” pueden ahogar nuestro deseo de servir al Reino (Mat. 13:18, 19, 22). w15 15/5 4:15, 16
Lunes 11 de septiembre
La muchedumbre se asombró al ver que los mudos hablaban y los cojos andaban y los ciegos veían (Mat. 15:31).
Con el poder de Jehová, Jesús hizo milagros asombrosos. No solo curaba la lepra, sino también muchas otras enfermedades. Hoy día, los médicos pueden trasplantar un órgano para curar enfermedades graves, pero Jesús no necesitaba hacer eso. Él podía curar cualquier órgano y cualquier parte del cuerpo que estuviera mal. Y podía hacerlo al instante, incluso a distancia (Juan 4:46-54). ¿Qué nos enseña eso? Que Jesús, quien ahora es Rey en el cielo, puede y quiere curar todas las enfermedades que existen. Cuando descubrimos el modo en que trató a la gente al curarla, nos convencemos aún más de que en el nuevo mundo se cumplirán estas palabras: “Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre” (Sal. 72:13). Así es, Jesús quiere ayudar a los que sufren y lo hará muy pronto. w15 15/6 2:6
Martes 12 de septiembre
Santificado sea tu nombre (Mat. 6:9).
Muchísima gente se sabe el padrenuestro de memoria. Nosotros lo usamos en la predicación para explicar a las personas que el Reino de Dios es un gobierno real y que hará cosas extraordinarias en la Tierra. También lo usamos para mostrarles que Dios tiene nombre y que ese nombre debe ser santificado, es decir, debe ser “tratado como santo” (Mat. 6:9, nota). ¿Nos enseñó Jesús el padrenuestro para que lo dijéramos de memoria cada vez que quisiéramos orar, como hace la gente de otras religiones? No, pues él mismo acababa de decir que no repitiéramos las mismas cosas vez tras vez al orar (Mat. 6:7). De hecho, más adelante volvió a decir esta oración, pero con palabras distintas (Luc. 11:1-4). Su intención era que la usáramos como un modelo. Quería que supiéramos qué cosas podemos pedir y cuáles tienen prioridad. Por eso, muchas personas llaman “oración modelo” al padrenuestro. w15 15/6 4:1, 2
Miércoles 13 de septiembre
El que piensa que está en pie, cuídese de no caer (1 Cor. 10:12).
Jehová nos ofrece su poderoso espíritu, el cual nos da fuerzas para resistir las tentaciones. Y mediante su Palabra y la congregación nos advierte sobre peligros como malgastar tiempo, dinero y energías en cosas que no son indispensables. Espen y Jane, que antes servían de precursores, son padres de familia. Espen dice: “Le pedimos a menudo a Jehová que nos ayude a no caer en tentaciones ahora que ya no podemos participar tanto en las actividades cristianas. Le pedimos que nos ayude a mantener fuerte nuestra amistad con él y a seguir predicando con entusiasmo”. Otra tentación que se ha hecho muy popular es la de ver pornografía. La realidad es que hay quienes han caído porque han pensado en cosas que no debían. Miles de nuestros hermanos han dicho “no” a la pornografía. Nosotros también podemos (1 Cor. 10:13). w15 15/6 5:15, 16
Jueves 14 de septiembre
Los reyes de la tierra y los de primer rango y los comandantes militares y los ricos y los fuertes y todo esclavo y toda persona libre se escondieron en las cuevas y en las masas rocosas de las montañas (Rev. 6:15).
Una vez que las religiones falsas hayan sido destruidas, cada uno de nosotros tendrá que demostrar lo que de verdad hay en su corazón. La mayoría de la gente buscará refugio en las rocas “de las montañas”, es decir, en las organizaciones humanas. En cambio, los cristianos buscaremos refugio en Jehová. En el siglo primero, el período que siguió al primer ataque de los romanos no sirvió para que los judíos se convirtieran en masa al cristianismo, sino para que los cristianos pudieran huir de Jerusalén, como Jesús había mandado. De igual manera, la pausa que habrá en la gran tribulación no servirá para que la gente se convierta en masa al cristianismo, sino para darnos a nosotros la oportunidad de demostrar que amamos a Jehová y que apoyamos a los hermanos de Cristo (Mat. 25:34-40). w15 15/7 2:7
Viernes 15 de septiembre
Si alguno, por motivo de conciencia para con Dios, sobrelleva cosas penosas y sufre injustamente, esto es algo que agrada (1 Ped. 2:19).
¿Podría ser que su crianza o el ambiente en el que creció hayan despertado en usted sentimientos patrióticos? ¿No ha logrado eliminarlos por completo? Ningún cristiano debería considerar que su país, su región, su idioma o su raza son superiores a los de los demás. Pero ¿qué tal si usted se da cuenta de que sigue teniendo esos sentimientos? Pues este es un buen momento para meditar en lo que Jehová piensa del patriotismo y el racismo. Aparte tiempo para analizar el tema y pídale a Dios que lo ayude a ver a los demás como él los ve (Rom. 12:2). Debemos hacerlo porque, tarde o temprano, todos los siervos de Jehová vivirán situaciones en las que, debido a su conciencia, tendrán que demostrar que son diferentes a sus vecinos, sus parientes o sus compañeros de trabajo o de clases. w15 15/7 3:14, 15
Sábado 16 de septiembre
Jonás oró a Jehová su Dios desde las entrañas del pez (Jon. 2:1).
Jehová nos entiende mejor que nadie. Su respuesta a nuestras oraciones es una prueba más del gran amor que nos tiene. En las Escrituras encontramos oraciones de hombres y mujeres que le abrieron el corazón a Dios y le dieron a conocer sus sentimientos más íntimos. Hay mucho que aprender de esas oraciones. ¿Por qué no las estudia de vez en cuando en la Noche de Adoración en Familia? Meditar en su contenido lo ayudará a expresar mejor sus propios sentimientos cuando hable con Dios. Por ejemplo, podrían reflexionar juntos en la angustiosa oración que Jonás hizo desde el vientre de un gran pez (Jon. 1:17-2:10). También podrían repasar las emotivas palabras que Salomón dirigió a Jehová durante la inauguración del templo (1 Rey. 8:22-53). O estudiar el padrenuestro, la hermosa oración que nos enseñó Jesús (Mat. 6:9-13). Pero, sobre todo, ore con regularidad. Si lo hace, “la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará [su corazón] y sus facultades mentales” (Filip. 4:6, 7). w15 15/8 1:11, 12
Domingo 17 de septiembre
Sean sumisos (Heb. 13:17).
Bajo la dirección de Dios convertiremos la Tierra en un hermoso jardín y enseñaremos a los resucitados. Será todo un placer. Pero supongamos que el trabajo que nos mandan hacer no nos gusta mucho. ¿Cómo reaccionaríamos? ¿Nos esforzaríamos por hacerlo lo mejor posible e intentaríamos disfrutarlo? ¿Seguiríamos las instrucciones? De seguro todos responderíamos que sí. Por eso es tan importante acostumbrarnos a obedecer las instrucciones que nos da Jehová por medio de su organización. Esa es una manera de prepararnos para vivir en el Paraíso. Otra manera de prepararnos para la vida en el Paraíso es estar contentos desde ahora con lo que nos toca y estar dispuestos a cooperar con los representantes de la organización de Jehová. Por ejemplo, es posible que recibamos una nueva asignación de servicio. Aceptémosla con gusto y llevémosla a cabo con entusiasmo. Si aprendemos a hacerlo hoy, será más fácil en el Paraíso. w15 15/8 3:6, 7
Lunes 18 de septiembre
Sus esposas paganas habían inclinado el corazón de él a seguir a otros dioses. Y Salomón empezó a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová (1 Rey. 11:4, 6).
Aquellas mujeres fueron una mala compañía para Salomón y lo alejaron de Dios (1 Rey. 11:1-6). ¡Qué advertencia tan directa para todo el que está pensando en casarse con alguien que no ama a Jehová! ¿Y si usted ya estaba casado cuando conoció a Jehová? La Biblia dice: “Ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas” (1 Ped. 3:1). Por supuesto, aunque estas palabras iban dirigidas a las esposas, también son aplicables a los esposos. El consejo es claro: sea un buen esposo (o una buena esposa) y esfuércese por poner en práctica en su matrimonio todo lo que Dios manda. Es posible que su buena conducta haga que su cónyuge acepte la verdad, como tantas veces ha pasado. w15 15/8 4:15, 16
Martes 19 de septiembre
Cualquiera que es inexperto pone fe en toda palabra, pero el sagaz considera sus pasos (Prov. 14:15).
No olvidemos que algunas enfermedades todavía no tienen cura. Por eso es bueno ser precavidos cuando nos recomienden tratamientos que prometen soluciones milagrosas. Por otro lado, el apóstol Pablo aconsejó lo siguiente a los cristianos de su época: “Llegue a ser conocido de todos los hombres lo razonables que son ustedes” (Filip. 4:5). El cristiano que es razonable no descuida las actividades espirituales por estar demasiado pendiente de su salud. De lo contrario, corre el riesgo de terminar pensando solo en sí mismo (Filip. 2:4). Tengamos presente que la salud espiritual es mucho más importante y que, mientras estemos en este sistema de cosas, es inevitable que nos enfermemos (Filip. 1:10). Con todo, en temas como la salud, cada uno debe tomar sus propias decisiones y aceptar las consecuencias. w15 15/9 2:8, 10
Miércoles 20 de septiembre
Envía tu luz y tu verdad. Que estas mismas me guíen (Sal. 43:3).
Jehová es “el Dios de la verdad” (Sal. 31:5). Él ilumina nuestro camino. Nos guía en todo aspecto de nuestra vida y nos enseña cómo debemos adorarlo. ¿Qué cosas nos ha enseñado? ¿Y por qué es eso otra prueba de su amor? Para empezar, Jehová nos ha enseñado quién es él. Por ejemplo, nos ha dicho cómo se llama. De hecho, su nombre aparece más veces en la Biblia que cualquier otro nombre. También nos ha dado a conocer sus cualidades y su personalidad. El vasto universo nos deja ver su gran poder y sabiduría, y la Biblia nos muestra su justicia y sobre todo su infinito amor (Rom. 1:20). Aunque Jehová es sabio y poderoso, también es justo y cariñoso, lo cual hace más fácil que nos acerquemos a él (Sant. 4:8). w15 15/9 4:8, 9
Jueves 21 de septiembre
La mano de Jehová ciertamente se dará a conocer a sus siervos (Is. 66:14).
Muchas personas creen que a Dios no le importa ni lo que hacemos ni lo que nos pasa. Por ejemplo, en noviembre de 2013, el supertifón Haiyan arrasó la zona central de Filipinas. El alcalde de una gran ciudad que sufrió serios daños dijo: “Dios tiene que haber estado ocupado con alguna otra cosa”. Otros actúan como si Dios no pudiera verlos (Is. 26:10, 11; 3 Juan 11). Son como las personas de las que habla el apóstol Pablo: “No han querido tener en cuenta a Dios” y son “gente injusta, malvada y codiciosa” (Rom. 1:28, 29, Biblia en Lenguaje Sencillo). A diferencia de esas personas, los cristianos sabemos que Dios lo ve todo. Pero ¿confiamos en que se interesa en nosotros y quiere ayudarnos? w15 15/10 1:1-3
Viernes 22 de septiembre
Te mostraré mi fe por mis obras (Sant. 2:18).
Una excelente manera de demostrar que nuestra fe está firme es predicando. ¿Por qué? Porque para predicar necesitamos tener fe en que el fin está cerca y “no llegará tarde” (Hab. 2:3). Por eso es bueno que nos preguntemos: “¿Cuánta importancia le doy a la predicación? ¿Hago todo lo posible por pasar más tiempo hablando de la Biblia a la gente?” (2 Cor. 13:5). En efecto, hacer una “declaración pública para salvación” es prueba clara de que tenemos fe (Rom. 10:10). Otra manera de demostrar que tenemos una fe firme es aguantando a pesar de los problemas de la vida. No importa qué problema tengamos, ya sea una enfermedad, desánimo, depresión o pobreza, debemos confiar en que Jehová y su Hijo nos ayudarán “al tiempo apropiado” (Heb. 4:16). La fe nos motivará a pedir a Dios que nos ayude a cubrir no solo nuestras necesidades espirituales, sino también las físicas. w15 15/10 2:12-14
Sábado 23 de septiembre
El espíritu santo les hará recordar todas las cosas que les he dicho (Juan 14:26).
Aunque un día se le impidiera tener una Biblia, aun así podría meditar en los textos bíblicos y en las canciones del Reino que se hubiera aprendido de memoria. Eso es algo que nadie puede impedirle (Hech. 16:25). El espíritu de Dios le ayudará a recordar todas las cosas buenas que haya aprendido. Por eso, prepárese ahora dedicando tiempo a leer y meditar en la lectura semanal de la Biblia. También aparte tiempo para leer sobre la vida y el ministerio de Jesús. Encontrará esos relatos en los libros más conocidos de la Biblia: los Evangelios (Rom. 10:17; Heb. 12:2; 1 Ped. 2:21). Además, tenemos una publicación que cuenta la vida de Jesús: El hombre más grande de todos los tiempos. Este libro presenta los sucesos en el orden en el que ocurrieron, y reúne en cada capítulo los relatos de los Evangelios que hablan del mismo suceso. Seguro que reflexionar en esos relatos le beneficiará mucho (Juan 14:6). w15 15/10 4:11, 12
Domingo 24 de septiembre
Los he llamado amigos, porque todas las cosas que he oído de mi Padre se las he dado a conocer a ustedes (Juan 15:15).
En tiempos bíblicos, no era normal que un amo hablara de sus sentimientos o pensamientos con sus esclavos. En cambio, Jesús, además de ser amo de sus apóstoles, era su amigo, un amigo cariñoso y fiel. Pasaba tiempo con ellos, les contaba lo que sentía y los escuchaba con atención cuando le abrían el corazón (Mar. 6:30-32). Esta comunicación tan abierta creó profundos lazos de amistad entre ellos y preparó a los apóstoles para encargarse de las responsabilidades que Jehová les daría en el futuro. Jesús sabía que servir de lleno a Jehová produce gran felicidad y quería que sus discípulos fueran felices. Por eso los animaba tanto a mantenerse ocupados predicando y haciendo discípulos. Además, les aseguró que siempre estaría pendiente de ellos para ayudarlos a tener éxito en su labor (Mat. 28:19, 20). w15 15/11 2:3, 5
Lunes 25 de septiembre
Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo (Mat. 22:39).
El amor es la cualidad más sobresaliente de Dios (1 Juan 4:16). Jesús, que fue la primera creación de Jehová, ha vivido miles de millones de años a su lado y conoce mejor que nadie su forma de ser tan cariñosa (Col. 1:15). Pero no solo eso: tanto en el cielo como en la Tierra, ha seguido su ejemplo a la perfección. Por eso podemos estar seguros de que los dos nos gobernarán siempre con amor. Cuando le preguntaron cuál era el mandamiento más grande de la Ley, Jesús respondió: “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo, semejante a él, es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’” (Mat. 22:37-39). Aparte de amar a Dios, no hay otro mandamiento más importante que amar al prójimo. w15 15/11 4:1-3
Martes 26 de septiembre
Todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción (Rom. 15:4).
Dios no se limitó a hablar en hebreo con los humanos. Cuando las circunstancias cambiaron después del exilio de Babilonia, el arameo se convirtió en el lenguaje cotidiano de algunos de sus siervos. Quizás por eso inspiró a los profetas Daniel y Jeremías, y al sacerdote Esdras para que escribieran parte de sus libros en arameo. Cuando Alejandro Magno conquistó gran parte del mundo antiguo, el griego común (o koiné) se convirtió en un idioma internacional. Muchos judíos comenzaron a hablar griego, lo que hizo necesario que se tradujeran las Escrituras Hebreas. La primera traducción, y una de las más importantes que se hicieron, fue la Septuaginta. Se cree que 72 traductores trabajaron en ella, lo que explica la variedad de estilos que contiene. Algunos tradujeron palabra por palabra, mientras que otros fueron más liberales. Fuera como fuera, los judíos de habla griega y más adelante los cristianos veían esta traducción como la Palabra de Dios. w15 15/12 1:4-6
Miércoles 27 de septiembre
¡Con cuán pequeño fuego se incendia tan grande bosque! (Sant. 3:5).
Santiago aclara esta ilustración en el versículo 6: “La lengua [también] es un fuego”. Tal como el fuego es peligroso, la lengua —es decir, nuestra capacidad de hablar— puede causar mucho daño. De hecho, la Biblia dice: “Muerte y vida están en el poder de la lengua” (Prov. 18:21). Desde luego, no dejamos de usar el fuego tan solo porque podría quemarnos. De igual manera, no vamos a dejar de hablar tan solo porque podríamos herir a alguien con nuestras palabras. Lo importante es mantener el control. Si controlamos el fuego, nos sirve para cocinar, calentarnos o ver en la oscuridad. Si controlamos la lengua, nos servirá para alabar a Jehová y servir al prójimo (Sal. 19:14). Sea que nos comuniquemos con la lengua o haciendo señas con las manos, la capacidad de transmitir nuestros pensamientos y sentimientos es un regalo de Dios. Sin embargo, deberíamos usar este regalo para hacer el bien a quienes nos rodean, y no el mal (Sant. 3:9, 10). w15 15/12 3:1-3
Jueves 28 de septiembre
Lucas el médico amado les envía sus saludos (Col. 4:14).
Es probable que Lucas haya atendido las necesidades médicas de Pablo y el resto de sus compañeros durante los viajes misionales que realizaron. ¿Cómo lo sabemos? Porque la Biblia dice que hubo ocasiones en las que Pablo enfermó mientras estaba de viaje (Gál. 4:13). Jesús dijo: “Los que están sanos no necesitan médico, pero los que se hallan mal sí” (Luc. 5:31). Y quién mejor que Lucas para ayudar cuando surgía la necesidad. Lucas no era un médico improvisado; estudió medicina. Aunque la Biblia no dice dónde lo hizo, se cree que fue en Laodicea, donde había una escuela de medicina. ¿Por qué? Porque Pablo mandó los saludos de Lucas a los cristianos de Colosas, que estaba cerca de Laodicea. Si Lucas estudió en Laodicea, es probable que conociera a los hermanos de Colosas. Otra prueba de que estudió medicina es que incluyó en su evangelio muchas de las curaciones de Jesús y usó términos médicos en ese relato y en el de Hechos. w15 15/12 4:11, 12
Viernes 29 de septiembre
A Dios vayan las gracias por su indescriptible dádiva gratuita (2 Cor. 9:15).
Cuando Jehová envió por amor a su Hijo a la Tierra, nos hizo el regalo más grande que podría habernos hecho (Juan 3:16; 1 Juan 4:9, 10). Pablo lo llamó una “indescriptible dádiva gratuita”, es decir, un regalo tan hermoso que no se puede describir con palabras. Pablo sabía que gracias al sacrificio de Jesús se pueden cumplir todas las promesas que Dios nos ha hecho (2 Cor. 1:20). Por lo tanto, la “indescriptible dádiva” consiste en todas las muestras de bondad y amor leal que recibimos de Jehová por medio de Jesús. Con razón nos faltan las palabras para describir ese hermoso regalo. ¿Cómo debería hacernos sentir? ¿Qué cosas debemos hacer para agradecerlo? ¿No es verdad que nos hace reflexionar en lo que hemos hecho con nuestra vida y hasta nos sentimos obligados a cambiar nuestra forma de vivir? ¿Verdad que sentimos el deseo de ser más generosos y bondadosos, y perdonar a quienes nos han hecho daño? No olvidemos que lo que Jehová hizo por nosotros mediante Cristo es el regalo más valioso que nos hayan podido dar (1 Ped. 3:18). w16.01 2:1, 2, 4, 5
Sábado 30 de septiembre
El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del espíritu (Juan 3:8).
Las personas que han recibido este llamado quizás se pregunten: “¿Por qué yo? ¿Por qué no alguien más?”. Quizás se pregunten si son lo suficientemente capaces. Lo que nunca se preguntarán es si han sido elegidas o no. Están totalmente seguras. Además están muy felices y agradecidas, igual que Pedro cuando dijo por inspiración: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque, según su gran misericordia, nos dio un nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, a una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible. Está reservada en los cielos para ustedes” (1 Ped. 1:3, 4). Cuando un cristiano ungido lee estos versículos, sabe sin lugar a dudas que su Padre celestial le está hablando directamente a él. w16.01 3:11, 12